Reden und Ansprachen

Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz a su llegada al aeropuerto internacional de Las Américas, República Dominicana, el día 20 de agosto de 1998

Datum: 

20/08/1998

Honorable señor presidente de la República Dominicana,  Leonel Fernández;

Invitados;

Dominicanos:

¿Qué puedo decirles?  Me encuentro aquí, y casi no lo creo:  fue un sueño de toda la vida.

Entre las primeras cosas que aprendí cuando ingresé en las aulas escolares  fue que muy cerca de nosotros existía un país legendario, lleno de historia, estrechamente unido al pueblo cubano.  Ese país lo conocíamos nosotros, por lo general, como Santo Domingo.  No sé si es que hubo algún cambio de aquellos tiempos en que yo empecé en la primaria a ahora  --y no ha pasado tanto tiempo-- y haya ocurrido algún cambio en el nombre.  Yo sé muy bien que Santo Domingo es la capital y que República Dominicana es el país, pero le llamábamos así:  Santo Domingo.

Supimos también que de aquí llegó a Cuba el primer hombre que nos enseñó a luchar por la libertad, el indio Hatuey.

Desde entonces han transcurrido siglos de historia común.  Nada ha podido entibiar jamás esos sentimientos de admiración, fraternidad y simpatía que han existido entre nuestros dos pueblos,  con un carácter muy parecido, psicologías casi iguales, y una historia que hemos vivido juntos, ya que por aquí se inició ese proceso del llamado descubrimiento, un tema algo complicado que no quiero mezclar aquí con este acto.

A lo largo de toda mi vida, con una enorme y perenne admiración hacia este país y a su pueblo, estuve de una forma u otra vinculado a las luchas del pueblo dominicano.  Después tuve oportunidad de conocer su historia más detalladamente.

Hubo el hecho que quedó grabado de manera indeleble en el alma de nuestro pueblo: la participación de los dominicanos en la  lucha por nuestra independencia, el papel de aquel genial hijo de este país que fue y es Máximo Gómez, quien llegó a convertirse en una de las figuras más extraordinarias de nuestra historia.  No sabemos, o mejor aún, no me atrevería o no intentaría discutir si era cubano o era dominicano.

Muchos dominicanos estuvieron en nuestro país en tiempos difíciles, dominicanos ilustres,  que fallecieron en nuestra patria y cuyos restos regresaron aquí para su eterno descanso.  Quedan solo unos restos, que pienso que siempre permanezcan  en aquella que fue también su patria y en aquella que es también patria de los dominicanos, como la República Dominicana es patria de los cubanos.

Tú recordabas algunos hechos y detalles de nuestra vida que nos vinculan a este país. Yo no lo habría mencionado, pero me produjo realmente una fuerte impresión cuando tú lo recordabas.   No es nada lo que hayamos hecho por ustedes; es mucho lo que hemos hecho juntos, es mucho más lo que juntos debemos hacer  en el futuro.

Con ese espíritu arribo a este país para participar en esa gran e importante reunión, que es una reunión grande de países pequeños, de importancia decisiva para el presente y en especial para el futuro de nuestra región.  Sé cuánto esfuerzo realizan ustedes por lograr la unidad y la integración entre esos países.

He recibido también el gran honor, que te agradezco como gesto amistoso --mas no solo amistoso sino también valiente--, de invitarme a una visita oficial, que será breve dada la cantidad de obligaciones y compromisos que debemos cumplir en este mes.  Es algo que agradecemos realmente mucho.

Si cuentan los historiadores que un día Colón, al llegar a Cuba, dijo que era la tierra más hermosa que ojos humanos habían visto -- no por eso nos llenamos de vanidad; pensamos simplemente que Colón no había conocido otras muchas tierras todavía y no había conocido la isla que ellos llamaron La Española-- , si él dijo aquello, me gustaría decir, al expresar mis sentimientos en estos instantes, al recordar los deseos que tenía de encontrarme con este país y su admirable y maravilloso pueblo, que esta es la tierra que más puede emocionar a un modesto corazón cubano.

Los saludo con calor, y les trasmito los más profundos sentimientos de simpatía, amistad y solidaridad de nuestro pueblo para el pueblo dominicano.

Muchas gracias (Aplausos).

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