Reden und Ansprachen

Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el acto central por el 45 aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, efectuado en Santiago de Cuba, el día 26 de julio de 1998

Datum: 

26/07/1998
Compañeros combatientes del Moncada y combatientes de la Revolución;

Familiares de los mártires de esta acción y de tantas otras a lo largo de nuestra lucha revolucionaria;

Delegaciones invitadas;

Invitados en general;

Compañeras y compañeros;

Santiagueros;

Compatriotas:

Así me gusta este acto, sentadito todo el mundo (Aplausos), cada uno en su asiento. Tomando en cuenta los calores de estos años, calores crecientes, es mejor así, a estas horas, para poder conversar sosegadamente con ustedes; meditar sobre los temas de que quisiera hablar hoy: temas históricos, temas patrióticos y temas ideológicos.

Traigo algunos papeles, pero nadie se asuste, no es para leerlos (Risas). Los necesito por cuestiones de precisión y para que se comprenda mejor cada cosa.

Santiago ha recibido algo más que la bandera, el honor de haber sido escogida como sede para conmemorar este 45 aniversario del 26 de Julio, y aunque es cierto que Santiago de Cuba se destacó mucho a lo largo de la Revolución, antes era escogida como sede cada cinco años, como un derecho propio, por tradición; mas aquella tradición se cambió, estableciéndose el principio de que la sede del 26 había que ganarla.

Ellos llevaban luchando, y cerquitica de alcanzarla en estos últimos años; pero este, que era el 45 aniversario, lo ganaron a fuerza de trabajo, a fuerza de coraje, a fuerza de méritos (Aplausos).

En este 45 aniversario, quiso también la historia premiar a Santiago de Cuba con otros aniversarios, de modo que aquí estamos conmemorando tres importantes aniversarios de distintos caracteres: uno de ellos muy negativo y dos muy positivos; pero aun aquel que consideramos negativo, nuestro pueblo se ha encargado de demostrar su capacidad de enfrentar aquellos hechos, un revés convertido en victoria.

Me refiero, en primer lugar, a que este año, casi este mes, se conmemora el centenario de la intervención de Estados Unidos en Cuba; se conmemora, a la vez, el 45 aniversario del Moncada, un revés convertido en gran victoria, y el 40 aniversario de las batallas decisivas del triunfo de la Revolución, una gran victoria sin revés alguno.

(Suena el reloj que está en la plaza). (Risas y Aplausos.) ¿Cada media hora o cada 15 minutos? (Risas.) (Le dicen que a la hora largo y a la media hora corto). Bien, eso es bueno, porque me ayuda, me recuerda el tiempo (Risas).

El 25 de enero de 1898 entra el acorazado Maine en el puerto de La Habana. El 15 de febrero estalla el Maine.

El 19 de abril el Congreso de Estados Unidos adopta una resolución conjunta en la que se declara que "el pueblo de Cuba es y de derecho debe ser libre e independiente". Fue una resolución engañosa, que respondía, aparentemente, a las grandes simpatías con que nuestro pueblo contaba en el seno de la sociedad norteamericana; coincidía con largos años de lucha y con el impacto ocasionado por la reconcentración de Weyler, que se convirtió en un holocausto para nuestro pueblo, en el que perdieron la vida cientos de miles de compatriotas, fundamentalmente mujeres, ancianos y niños que no podían marcharse a la manigua y fueron obligados a concentrarse en las ciudades.

Había, sin duda alguna, simpatías por parte del pueblo de Estados Unidos, pero había también grandes intereses expansionistas e imperialistas; de modo que aquella se convirtió en la primera guerra imperialista de la historia --en el sentido moderno de ese concepto--, así la calificó Lenin, y así la había previsto desde antes Martí cuando dijo, horas antes de su muerte, que todo lo que había hecho y haría era para impedir, con la independencia de Cuba, que Estados Unidos se extendiera sobre los pueblos de América, y que en silencio había tenido que ser. ¡Con cuánta claridad avizoraba el futuro!

Ni Martí quería intervención, ni Maceo quería intervención, y una vez lo afirmó de modo categórico, ante un grupo de jóvenes: que ante una intervención de Estados Unidos en Cuba, sería la única vez que estaría dispuesto a luchar junto a los españoles.

Pero aquella resolución es recibida por los patriotas cubanos como un reconocimiento de la lucha y de los méritos de nuestro pueblo, y así la recibió también el pueblo norteamericano. "El pueblo de Cuba es y por derecho debe ser libre e independiente." Era una idea justa, un principio incuestionable. Hasta entonces, el esfuerzo de Estados Unidos a lo largo de una lucha que había durado 30 años se concentraba en impedir la llegada de armas, municiones y refuerzos a nuestro país.

En esa misma guerra iniciada en 1895, todo el armamento acumulado por el Partido Revolucionario Cubano a lo largo de muchos años de esfuerzo y sacrificio se perdió en unos días. Tuvieron que llegar los jefes revolucionarios en condiciones muy difíciles: Antonio y José Maceo, Flor Crombet y otros; allá por la zona de Baracoa fueron dispersados, milagrosamente preservaron la vida. No muy distante de allí, Martí tiene que llegar en un botecito con Máximo Gómez y un reducido grupo de hombres, por Playitas, porque aunque les habían confiscado las armas en Estados Unidos, las condiciones subjetivas en el pueblo estaban preparadas, habían transcurrido un número de años desde el 78, desde el Pacto del Zanjón, y el pueblo cubano estaba preparado para iniciar de nuevo la lucha por la independencia, pero Martí quería una guerra rápida para que fuera lo menos sangrienta posible y para no dar chance ni oportunidades a intervenciones extranjeras.

Dije que el 19 de abril es que se produjo la Declaración Conjunta del Congreso de Estados Unidos. Cuando leí esa fecha, meditaba, ¿qué ocurrió aquí un 19 de abril? Y vean lo que son las casualidades, esa Resolución Conjunta se cumplió dos veces, el Primero de Enero, ¡sesenta y un años después!, en 1959. Eso ocurrió aquí en Santiago de Cuba, cuando por vez primera nuestro pueblo fue, de hecho y de derecho, verdaderamente libre e independiente (Aplausos). Pero más curioso, un 19 de abril de 1961, exactamente 63 años después, cuando nuestro pueblo, luchando ya bajo las banderas del socialismo, derrotó en menos de 72 horas las fuerzas mercenarias del imperio (Aplausos), a pesar de que a tres millas de allí estaban los portaaviones y las naves de guerra, mucho más poderosas, modernas y sofisticadas que aquellas que bloquearon el 27 de mayo de 1898 el puerto de Santiago de Cuba. Ese día, con su sangre, con su sudor y su heroísmo, nuestro pueblo reafirmó, de una vez y para siempre, su condición de pueblo libre y soberano (Aplausos).

Siguiendo la cronología histórica, el 25 de abril se declara la guerra. El 19 de mayo penetra en esa bahía, tan conocida por ustedes, la escuadra del almirante Cervera, compuesta por seis buques de guerra. Ocho días después se presenta la escuadra de Estados Unidos y bloquea el puerto; una poderosa escuadra que duplicaba en número de barcos, calibre y blindaje a la escuadra española.

El 22 de junio se produce el primer desembarco de soldados norteamericanos en las proximidades de esta ciudad, al este de la misma, en un lugar conocido por Daiquirí, que previamente había sido liberado por fuerzas patrióticas de la provincia. Días más tarde se produce otro desembarco por Siboney, un segundo desembarco por Daiquirí, y se inician las operaciones por tierra.

El primero de julio --vean, julio-- se desarrollan los combates terrestres más violentos al noreste de esta ciudad, allí, en el Viso, donde valientemente muere un jefe español, el general Vara del Rey, y ese mismo día se combate duramente en las lomas de San Juan --tan próximas a este punto donde nos encontramos hoy--, con la participación decidida en ambos combates de tropas cubanas, las cuales no solo se limitaron a participar en la batalla, sino que impidieron la llegada de refuerzos de otras zonas de oriente, de Bayamo, de Holguín, de Guantánamo; llega solo un refuerzo, marchando realmente con gran celeridad y decisión, procedente de Manzanillo.

Las tropas cubanas impidieron la llegada de los principales refuerzos españoles y hostigaron a la guarnición de Santiago en distintas direcciones. De eso no se habla en la historia de Estados Unidos. Hubo miles de patriotas cubanos que participaron en esas acciones y sufrieron numerosas bajas, pero nunca recibieron un reconocimiento en la historia de Estados Unidos; si acaso, alguna mención en las memorias de algunos de los jefes norteamericanos participantes, y con espíritu despectivo.

Tampoco se habla de que, aun en época de la colonia, de la zona occidental de Cuba salieron miles de cubanos que, junto con españoles y franceses, participaron en la lucha por la independencia de Estados Unidos, un siglo antes; eran ya cubanos, nacidos aquí, los que participan en esa contienda. De eso no se habla nunca tampoco en la historia de Estados Unidos, de que los cubanos, en una etapa y en otra --en aquella luchando por la independencia y en esta luchando por lo que consideraban muchos de nuestros compatriotas como una acción solidaria y amistosa--, lucharon junto a ellos frente a los españoles. No habían llegado todavía las grandes decepciones.

El 3 de julio, la escuadra de Cervera recibe la orden de salir --en un acto verdaderamente heroico, hay que reconocerlo--; cumplen la orden, salen del puerto, uno a uno, cada barco, porque por esa salida no podía navegar más que un barco, frente a una escuadra en formación que lo que hizo fue atacar y destruir, uno por uno, cada barco que salía. Realmente se escribió en esa ocasión por los marinos españoles una página de valentía y heroísmo extraordinario.

Nos recuerda también aquello el episodio final de nuestra lucha en torno a Santiago de Cuba. Nosotros no teníamos escuadra, pero había dos fragatas enemigas en el puerto, de las tres que poseía el gobierno de Batista, fragatas bastante modernas, de buen calibre, pero nosotros las bloqueamos, y, cosa curiosa, no lo hicimos desde el mar, lo hicimos desde la altura de La Socapa al oeste de la salida, instalamos ocho ametralladoras calibre 30, y por allí no podían pasar las fragatas --calculábamos nosotros--, las cubiertas serían barridas.

Cuando terminó la guerra tuvimos la curiosidad de inspeccionar una de esas fragatas y vimos que nuestros cálculos eran correctos, su cubierta y cabina de dirección apenas tenían protección, no estaban diseñadas para soportar fuego de ametralladoras a corta distancia, no habrían podido salir las fragatas del puerto de Santiago de Cuba.

Por ese estrecho marco salieron, uno a uno, los barcos españoles en 1898, fueron fácilmente destruidos: cientos de marinos muertos por parte de España, un marino norteamericano muerto y algunos heridos. El calibre de los barcos españoles no alcanzaba a los barcos norteamericanos, ni podía perforar el blindaje de aquellas naves de guerra, de aquellos acorazados. Esa fue la historia de lo que ocurrió en aquella batalla, el 3 de julio.

El 10 de julio, bombardeo de la ciudad de Santiago de Cuba por la escuadra norteamericana.

El 17 de julio --fíjense que cerquita estamos de la fecha--, negociaciones de las tropas norteamericanas y españolas, sin participación de la representación de las fuerzas cubanas; se llega a un armisticio y a la capitulación de la ciudad ese día. Penetran las tropas norteamericanas en la ciudad y no se permite la entrada de los patriotas cubanos, uno de los episodios más tristes de nuestra historia, que a aquellos combatientes que lucharon 30 años, comenzando el 10 de octubre de 1868, no se les permite entrar en la ciudad. La bandera norteamericana es izada en el Palacio de Gobierno y en el Morro. Lleno de indignación el General Calixto García, que tan lealmente había cooperado con aquellas tropas supuestamente aliadas, escribe a Máximo Gómez y renuncia a su cargo de jefe de las tropas cubanas en Oriente, ante aquella insoportable humillación. ¿Qué día? El 17 de julio.

¿Y qué ocurría mientras tanto en el otro aniversario de que les hablaba, de las batallas decisivas de nuestra guerra de liberación? Allá en El Jigüe, el 17 de julio de 1958, se libraba, contra la ofensiva realizada por miles y miles de soldados batistianos, una batalla también decisiva contra un batallón cercado en un lugar conocido por El Jigüe. Diez días duraron aquellos combates y el 17 de julio estaba en su punto más álgido.

Es decir, exactamente 60 años después de aquella prohibición, se libraba una batalla que cambiaría el curso de la ofensiva que, una vez derrotada, significó un viraje en nuestra guerra contra el ejército batistiano. Fue realmente una reivindicación, en fecha exacta, 60 años más tarde, en este mismo mes de julio, batalla que concluye el 21, y a partir de la cual tiene lugar la contraofensiva de nuestras tropas que puso a la desbandada al ejército de Batista, sus numerosos batallones, apoyados por tanques, aviones, artillería, cuando los rebeldes no teníamos más que fusiles y minas; empieza a cambiar el curso de la historia para hacer posible, meses después, aquel Primero de Enero de 1959 en Santiago de Cuba.

El 10 de diciembre de 1898, Tratado de paz en París, en el cual no se permite la participación del gobierno en armas de Cuba; se hace un acuerdo entre Estados Unidos y España y el gobierno de la República en Armas está ausente, no se le permite participar en aquellas negociaciones y en aquel acuerdo. Entonces fuimos ocupados durante cuatro años por el ejército norteamericano. A los desmemoriados es bueno recordarles estas cosas, a los neoanexionistas es bueno recordarles la historia.

En ese período desarman al Ejército Libertador, disuelven el Partido de Martí e instalan una república mediatizada con Enmienda Platt, que le daba derecho constitucional a Estados Unidos de intervenir en los asuntos internos de Cuba. Ya no había Partido Revolucionario, ya no había Ejército Libertador, y mientras se desarrollaba aquella Asamblea Constituyente, a un senador norteamericano se le ocurre proponer aquella enmienda en el Congreso de Estados Unidos y es aprobada, en virtud de lo cual nació aquella república mediatizada (Se escucha el reloj) --ha pasado media hora dedicada a aquella historia (Risas y Aplausos)--, se apoderan de las riquezas fundamentales del país, nos construyen un ejército al estilo del de Texas y nuestro país quedó a merced de la voluntad de los intereses de los gobiernos de Estados Unidos.

No por eso dejó de luchar nuestro pueblo a lo largo de aquellos años. Se le impusieron al país tratados económicos durísimos, draconianos; se le sometió a diversas intervenciones directas e indirectas; mantuvieron la ocupación de un pedazo de nuestro territorio nacional, que está ahí todavía utilizado como base naval, hace también 100 años, y lo mantienen por la fuerza. Así se inició este siglo para nuestro país y en aquello concluyeron las luchas en las que se sacrificaron generaciones enteras de cubanos.

Nuestro pueblo prosiguió su lucha durante decenas de años valiente y revolucionariamente, vivió episodios duros, procesos difíciles, hasta el golpe de Estado militar del 10 de marzo de 1952. Es aquel hecho el que origina la necesidad de derrocar aquel gobierno por medio de las armas; el hecho que engendra aquella acción que hoy conmemoramos aquí 45 años después.

Fue un camino largo. Quizás con la experiencia que tenemos hoy, los revolucionarios habríamos podido utilizar un camino un poco más seguro y alcanzar el triunfo en menos tiempo, he meditado sobre eso. He meditado que si tal vez, en lugar del ambicioso plan de apoderarnos de esta fortaleza, hubiésemos comenzado por la Sierra Maestra, habríamos acelerado el proceso del derrocamiento de Batista; eso, desde luego, a partir de la experiencia, y no estaban por cierto excluidas las montañas en determinado momento.

En nuestro plan inicial estaba la idea de tomar este cuartel, ocupar las armas y levantar al pueblo de Santiago de Cuba. Con lo que más contábamos era con el pueblo de Santiago de Cuba (Aplausos), por sus tradiciones históricas. Pero, antes de tomar la decisión de realizar el ataque a esta fortaleza, habíamos estado en disposición de cooperar con todas las fuerzas que se proclamaban antibatistianas; creíamos que era indispensable la unidad de todos, y mientras se lograba aquella unidad, nos dedicamos a reclutar, organizar y preparar hombres para aquella acción unida; pero aquella unidad que esperábamos no llegó realmente nunca, ni iba a llegar nunca.

Fue entonces cuando, contando ya con alrededor de 1 200 hombres, bastante bien organizados y bastante bien entrenados en la medida de lo que se podía hacer en aquellas circunstancias y sin contar con armas ni mucho menos para aquellos hombres --si acaso al final un arma y media por cada 10, y no armas de guerra precisamente, sino armas que podían adquirirse en las armerías--, en la misma armería de Santiago de Cuba, que estaba cerca de la alameda, y a través de Renato Guitart, compramos unos cuantos fusiles 22 y alguna escopeta; no eran armas de guerra, pero tampoco eran armas inofensivas. Una escopeta semiautomática con balines es un arma que tal vez no tenga nada que envidiarle a una ametralladora de mano Thompson, porque puede disparar nueve gruesos balines con un solo cartucho. No son armas inofensivas, ni los fusiles 22 tampoco cuando hay buenos tiradores, y nosotros habíamos enseñado a disparar a nuestros combatientes. Aquellas armas servían para el objetivo que buscábamos, pero eran muy pocas; en total, unas 150 ó 160 armas para los 1 200 hombres, y lo que hicimos fue realizar una selección de aquellas células más firmes, más disciplinadas, más preparadas, para las cuales podíamos disponer de armas.

Observen cuál fue la táctica: no reclutamos a nadie en Santiago, excepto a uno; reclutamos habaneros, de la ciudad y de la provincia, y también pinareños.

En la capital había muchos grupos que se consideraban revolucionarios, buscaban gente, trataban de organizarse. Realmente, llegó un momento en que nosotros solos teníamos más que todos los demás juntos. Había algunos que pertenecían a cuatro o cinco organizaciones diferentes, estaban contados como cinco veces, y los de nosotros eran de carne y hueso los 1 200.

No queríamos hacer trabajo de reclutamiento en Santiago, una vez que habíamos decidido llevar a cabo los planes por iniciativa propia y habíamos escogido el sitio ideal, que era la antigua provincia de Oriente y la ciudad de Santiago de Cuba. No queríamos --como diría un cazador-- levantar la paloma.

Contamos con un santiaguero, y luego un segundo santiaguero, de adopción, que fue Abel, compañero de gran capacidad y absoluta confianza --que ya vino en un determinado momento para Santiago como segundo jefe del movimiento a realizar indispensables tareas para preparar la recepción de armas y hombres--, y todo el trabajo de movilización, traslado de armas y traslado de hombres se realizó desde la capital. Por cierto que las banderitas de nuestros automóviles, por cuanto nuestros compañeros no eran muy conocidos, eran las banderitas del tan famoso 4 de septiembre. Cuando un policía veía una banderita del 4 de septiembre, decía: "¡Ah, muy bien, ahí va la gente del General!" Era más fácil. Yo era un poco más conocido, y tuve la precaución de no utilizar una banderita de aquellas, porque si la pongo me hago, realmente, sospechoso.

Pero hay que decir que en los últimos días, cuestión de días, trasladamos todas las armas, por distintas vías: ferrocarriles, trenes, etcétera --Melba podría contar la historia de eso, como la pudo contar Yeyé, las compañeras que cargaban una maleta enorme (Aplausos); incluso no faltó alguna vez en que un caballeroso soldado batistiano las ayudara a cargar aquellas maletas, aunque pesaban bastante--, y los hombres se trasladaron todos en 24 horas.

A los santiagueros los íbamos a reclutar después en masa, al pueblo entero, recordando no solo su historia, sino que también, cuando el 10 de marzo, fue la única población del país que se movilizó y estuvo dispuesta a venir a este cuartel (Aplausos), que vacilaba en unirse o no al golpe, hasta que en un momento dado secundó a los traidores del 10 de marzo. Digo: A los santiagueros no hay que convencerlos, los santiagueros están convencidos (Aplausos), y cuando tomemos ese cuartel y tengamos aquí 1 500 ó 2 000 armas se unirán en masa.

Después de la confusión inicial, porque le empleamos una dosis adecuada de astucia: no vinimos vestidos de civil, realmente buscamos uniformes de aquel ejército, y grados de sargento para distinguirnos y confundir al enemigo; nos podíamos conocer con más precisión unos a otros por los zapatos, que no eran botas --gorra y todo lo demás eran militar, hubo que hacer un trabajo de confección--, íbamos a crear una confusión descomunal antes de que se dieran cuenta, y antes de que se dieran cuenta las otras unidades, le íbamos a simular un levantamiento de sargentos. Una recetica parecida a aquella que empleó el señor Batista en el año 1933. Eso era en el primer momento, mientras ocupábamos todo aquí --estaban dormidos como se pudo comprobar, efectivamente, cuando se ocupó una barraca, por los del primer carro--, todos fueron puestos boca abajo.

Digo, sinceramente, que si bien se podían considerar otras variantes tal vez más seguras, si fuésemos a realizar otra vez ese mismo plan, 45 años después pienso que aquel era el plan que debía utilizarse (Aplausos), aquel era el plan: tomar la posta principal y con los demás carros el Estado Mayor, las demás barracas y todo el mundo boca abajo; el Palacio de Justicia, edificio dominante, tomado; las azoteas del edificio que quedaba al fondo, que era el hospital civil, tomadas, dominadas; el regimiento quedaría prisionero.

Era perfectamente posible, no me cabe la más mínima duda, como no me cabe la más mínima duda de que el pueblo santiaguero se habría sumado entero a aquella lucha. Las armas las íbamos a sacar rápidamente de este cuartel en previsión del ataque aéreo, las íbamos a situar en distintos edificios de la ciudad, y organizar las defensas frente al contraataque. Por teléfono íbamos a engañar a medio mundo con algunos de aquellos sargentos prisioneros que íbamos a poner a hablar con los jefes de escuadrones y con los demás sargentos en la provincia, para subordinarlos o, al menos, ganar tiempo.

La defensa frente al contraataque enemigo y la razón del intento de ocupar Bayamo y el cuartel de Bayamo nacía de la necesidad de establecer una defensa avanzada en el puente sobre el río Cauto de la Carretera Central. Aquellos hombres atacaron el cuartel de Bayamo para cumplir tal misión.

De modo que no tenemos ninguna duda acerca de la selección de la zona, de la población, del objetivo, para ocupar armas. Nosotros les decíamos a los compañeros: Bueno, las armas nuestras están en los cuarteles guardaditas, engrasaditas. No tenemos dinero para comprarlas, ¿pero para qué comprarlas si están allí? Con unas pocas armas, podemos ocupar las que tiene el regimiento aquel.

Y otra idea: una vez que nos identificáramos quiénes éramos los que íbamos a tomar el cuartel, proclamar por la radio el programa revolucionario que nos proponíamos y la consigna de huelga general revolucionaria a todo el país.

Mas si no podíamos frenar el contraataque, si no lográbamos paralizar el país --y tal vez hubiese sido posible, porque el grado de odio contra la tiranía era muy grande--, entonces, replegarnos con miles de armas a las montañas. Eso no habría fallado. Si realmente con menos de 10 armas nosotros tuvimos que recomenzar la lucha después del revés de Alegría de Pío en 1956. Y con aquellas pocas armas y algunas que fuimos reuniendo después, en 25 meses se ganó la guerra a unas fuerzas armadas que tenían 80 000 hombres sobre las armas, que eran suministradas por Estados Unidos, que tenían asesores norteamericanos y que poseían aviones bastante efectivos para atacar las guerrillas, y tanques, artillería, comunicaciones y muchas cosas que no teníamos nosotros.

De modo que la guerra se gana, fundamentalmente, con el pueblo y gracias a la confianza en el pueblo, a la seguridad que teníamos en el pueblo.

No será fácil que se repita otra historia, como la historia que hemos vivido en estos 45 años.

Fuimos rápidos, realmente, tuvimos que pasar por las prisiones y por el exilio; tuvimos que pasar por la dispersión de nuestra expedición, la que vino en el Granma.

Se dio otro dato curioso: cinco años, cinco meses y cinco días. Si uno fuera apostador o algo de eso, apostaba al cinco, ¿no? (Risas.) Recuerdo que en aquellos tiempos se jugaba lotería y cosas de esas: cinco, cinco y cinco. Dice Almeida que "monja", "monja" y "monja" (Risas). Parece que el cinco es "monja", ¿eh? Almeida, ¿el cinco quiere decir "monja"? Cinco años, cinco meses y cinco días después de aquel ataque, triunfaba la Revolución y estábamos en Santiago de Cuba, y este cuartel, en nuestras manos con todas sus armas y todas las armas de la provincia.

Diecisiete mil soldados cercados había en la antigua provincia de Oriente; la isla dividida en dos por la fuerza del Che atacando Santa Clara y Camilo apoyándolo con su columna (Aplausos); la isla dividida en dos y 17 000 soldados, aproximadamente --según mis cálculos, habría que comprobarlo con más rigor, pero es un cálculo aproximado--, cercados, y los rebeldes con armas de guerra --ya no voy a contar las que se tomaron los últimos días-- no éramos mucho más que 3 000. Había escopetas, revólveres, de todo; aunque es un dato --repito-- que solo los historiadores podrán precisar mejor. Sí les digo que cuando la gran ofensiva, la última de Batista, teníamos menos de 300 hombres, apenas 200 hombres.

Fue necesario, como concentraron el ataque contra el Frente No.1 --Radio Rebelde que ya era una institución fundamental, allí había hospitales, fábricas de minas y todo--, buscar refuerzos: Almeida, que estaba cerca de Santiago de Cuba; Guillermo; el Che, hacia la escuela de reclutas donde teníamos cientos de jóvenes que --no había armas para ellos-- estaban entrenándose bajo el bombardeo casi diario de la aviación, y hasta a Camilo que luchaba en el llano lo mandamos a buscar para luchar contra esa ofensiva. Las únicas tropas que, considerando la enorme distancia y el papel que desempeñaban ya en la estrategia revolucionaria, no fueron movilizadas hacia la Sierra Maestra fueron las tropas del Segundo Frente al mando del compañero Raúl (Aplausos).

Apenas 300 hombres sumábamos entre todos, 70 días duran los combates; durante 35 días avanzaron ellos y durante 35 días avanzamos nosotros.

Eramos 900 hombres cuando se termina la ofensiva, les hicimos cientos de prisioneros, les capturamos más de 500 armas y con 900 hombres con armas de guerra, les invadimos el país, les invadimos el territorio hasta el centro de la isla. Teníamos ya un poderoso Segundo Frente --el resto de la provincia de Oriente lo invadimos--, y enviamos dos poderosas columnas con excelentes soldados y extraordinarios jefes a la invasión hacia Occidente: el Che con 140 hombres, si mal no recuerdo, y Camilo con 90 hombres, que escribieron una de las páginas más gloriosas de la historia militar de nuestro país (Aplausos); porque cruzar esos 400 kilómetros por aquellos llanos, sin guías muchas veces, después de un ciclón, porque coincidió la llegada de un ciclón con su salida y tuvieron que cruzar el río Cauto desbordado, caminar por aquellos pantanales y arrozales, contra un enemigo que tenía aviones, tanques, artillería, la exploración constante... Y llegaron las dos columnas en esas condiciones al centro del país.

Mientras llegaban, las columnas que habíamos enviado a las actuales provincias de oriente se habían consolidado; se envió una a Camagüey, pero habíamos adquirido tantas armas en tan breve tiempo que no teníamos suficientes cuadros, algunos muy prometedores habían muerto en la ofensiva, y un jefe camagüeyano, sin mucha experiencia, con una columna no muy numerosa, incumple una orden, utiliza camiones y cae en una emboscada que le causó considerables daños a esa columna. Ya cuando llegaron las fuerzas del Che y Camilo a Las Villas se inicia la contraofensiva.

Recuerdo que nosotros salimos de La Plata con un pelotón de 30 hombres y 1 000 reclutas desarmados. Ya habíamos aprendido de tal modo el arte de capturarle armas al ejército de Batista, cosa que no sabíamos al principio, que en 40 días se armaron los 1 000 hombres y sobraron armas. En Palma Soriano solamente se ocuparon 350 armas.

Ya unidos los frentes de Almeida, distintas columnas, las tropas del Segundo Frente también, se preparaba el ataque a la ciudad, sabíamos perfectamente qué debíamos hacer, cuántos días duraría. Le íbamos a aplicar en El Caney, en Boniato, en el aeropuerto y en la loma de Quintero la misma receta prácticamente que en El Jigüe, pero dentro de la ciudad: cercar los batallones y luchar contra los refuerzos. Solo que en El Jigüe empezamos el combate con 120 hombres y en Santiago de Cuba lo íbamos a realizar con 1 200 hombres: para cada batallón 300 hombres. Nunca, jamás habíamos tenido tanta gente para ajustar cuentas con uno de aquellos batallones, cuya moral la tenían bastante por el suelo.

Perdónenme esta incursión por la historia, con algunos detalles que les he dado, para explicar, a muy grandes rasgos, las concepciones y los hechos que hacen posible la fulminante, pudiéramos decir relampagueante victoria del Ejército Rebelde (Aplausos).

El jefe de las tropas de operaciones enemigas en oriente se reúne conmigo el 28 de diciembre. Llega en helicóptero al lugar conveniado y nos dice: "Bueno, hemos perdido la guerra, ¿cómo la terminamos?" Yo le propongo que subleve la guarnición de Santiago: "Unanse a la Revolución, tal vez se pueda así salvar algunos hombres"; porque habíamos conocido a algunos hombres del ejército que no eran asesinos, que no eran esbirros, incluso, algunos oficiales de academia, de los cuales el mejor ejemplo es el compañero Quevedo, hoy general de nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias (Aplausos), y que era el jefe de aquel batallón que luchó muy duramente contra nosotros en El Jigüe. Podíamos haber salvado un número de oficiales con determinadas cualidades. El jefe de las tropas enemigas está de acuerdo, pero insiste en ir a La Habana. Le digo: "Ah, ¿usted insiste? No debiera ir, pero si usted insiste..." Dice que tenía un hermano en Matanzas, jefe de regimiento, y que no había problemas.

Le pusimos tres condiciones: "Primero, no queremos golpe de Estado en la capital. Segundo, no queremos contacto con la embajada americana. Tercero, no queremos que se ayude a escapar a Batista." Esas son las tres condiciones que le ponemos. Dice: "No hay problema." Le digo: "Si él se puede escapar porque no lo capturamos, bueno, que se escape, pero que no se colabore con la fuga de Batista." Esto lo contamos al principio de la Revolución, pero yo veo mucha gente nueva aquí y por eso lo repito. El hombre va a La Habana, estamos esperando, se suponía que el 31 levantaba la guarnición de la ciudad; el segundo jefe estaba de acuerdo también. Llega el 29, llega el 30, no hay noticias. Empiezan a llegar mensajes raros, pidiendo paciencia, diciendo que todo marcha bien. Les advierto que íbamos a atacar la ciudad. No me voy a extender. La realidad es que el hombre se pone en contacto con la embajada, lleva a cabo un golpe de Estado en la capital y despide a Batista en la pista. Las tres cosas absolutamente opuestas a lo que le habíamos planteado: salto en el vacío.

Desde Palma se da orden a todas las columnas de seguir avanzando. Al Che y a Camilo les dijimos: Sigan para La Habana, el Che para la Cabaña, Camilo para Columbia. Yo sabía que en aquel momento las tropas desmoralizadas no iban a ofrecer apenas resistencia. A todas las columnas les ordenamos que siguieran avanzando, ningún alto al fuego en ninguna parte, advertencia y llamamiento a Santiago de Cuba de que las tropas se dirigían hacia la ciudad. Comenzando ese mismo día, antes de 72 horas realmente estaba desarmado todo el ejército. Hasta, incluso, nuestros compañeros del Movimiento y de otras organizaciones revolucionarias tomaron las estaciones de policía y controlaron la capital.

Cuando llegamos a La Habana, desde el primer día estaban tomadas las estaciones de policía, la ciudad las tomó. En Santiago, para el ataque planeado ya teníamos 100 armas dentro, las habíamos cruzado por la bahía; los soldados enemigos tenían algunos edificios tomados, y aparte de los cuatro batallones que un día tras otro les íbamos a ir cercando y librando batallas contra los refuerzos, al quinto día sublevaríamos la ciudad para la cual ya habíamos enviado armas.

Las fragatas no podían escapar, al final se pusieron a conspirar con nosotros, y así se cumple aquella posibilidad de estar, día feliz, el Primero de Enero, inicio del año de 1959, con la victoria revolucionaria (Aplausos).

Entonces, como les dijimos a los santiagueros desde Palma: ¡Esta vez los mambises sí entrarán en Santiago de Cuba! (Aplausos.) Habían transcurrido apenas 61 años de aquella afrenta, de aquella humillación a nuestros jefes y combatientes de la guerra de independencia, a los que no dejaron entrar a la ciudad.

En la ciudad había un orden total. ¿Cuáles serían los pretextos que usarían los vecinos del Norte? ¡Ah!, que los cubanos seguramente iban a tomar venganza, crear desórdenes. Orden total y absoluto en la ciudad de Santiago de Cuba, ni una sola venganza, ni un solo saqueo, porque le dijimos al pueblo: Nadie tome venganza, porque habrá justicia, los culpables de crímenes serán castigados. Y nuestra ciudad dio una prueba extraordinaria de lo que es un pueblo educado, un pueblo ya con una conciencia, y apenas empezaba; estaba, pudiéramos decir, en la primera página del aprendizaje revolucionario. Pero ya aquel pueblo, donde todavía había muchos analfabetos o semianalfabetos, donde faltaba cultura política, que había sido engañado desde las escuelas, que le habían hecho mil historias falsas sobre la historia de Cuba, entre otras, que debíamos nuestra independencia a los Estados Unidos, aquel pueblo fue ya capaz de páginas gloriosas.

Triunfante la Revolución, ¿qué correspondía? El cumplimiento del programa del Moncada. ¿Qué correspondía? La verdadera Revolución.

Se iba a poner a prueba por primera vez en la historia de Cuba el cumplimiento de las promesas que se le habían hecho al pueblo, porque durante 60 años le hicieron promesas y más promesas y jamás se cumplieron. Venía el momento de aplicar aquel programa por el cual tanto habíamos luchado.

Por eso ustedes me van a perdonar y yo voy a tratar, realmente, de no ser demasiado largo. He hecho esta especie de introducción, y está al sonar el reloj otra vez --creo que alguien paró el reloj, me han hecho un mal favor con eso (Risas).

Yo quiero expresar algunas ideas aquí, para que este 45 aniversario nos sirva de reflexión y de meditación; aunque tengo que leer algunas cosas, no me queda más remedio, voy a ser lo más breve posible, y añadir algunos razonamientos que son indispensables.

Al triunfo de la Revolución, había llegado la hora de cumplir nuestro programa. En el juicio por el asalto al Moncada, dijimos --y les voy a leer algunas cosas esenciales--:

"Nosotros llamamos pueblo, si de lucha se trata, a los seiscientos mil cubanos que están sin trabajo deseando ganarse el pan honradamente (...); a los quinientos mil obreros del campo que habitan en bohíos miserables, que trabajan cuatro meses al año y pasan hambre el resto compartiendo con sus hijos la miseria (...); a los cuatrocientos mil obreros industriales y braceros cuyos retiros, todos, están desfalcados, cuyas conquistas les están arrebatando, cuyas viviendas son las infernales habitaciones de las cuarterías (...); a los cien mil agricultores pequeños, que viven y mueren trabajando una tierra que no es suya (...); a los treinta mil maestros y profesores tan abnegados, sacrificados y necesarios al destino mejor de las futuras generaciones (...); a los veinte mil pequeños comerciantes abrumados de deudas, arruinados por las crisis y rematados por una plaga de funcionarios filibusteros y venales; a los diez mil profesionales jóvenes: médicos, ingenieros, abogados, veterinarios, pedagogos, dentistas" --hoy se llaman estomatólogos--, "farmacéuticos, periodistas, pintores, escultores, etcétera, que salen de las aulas, con sus títulos, deseosos de lucha y llenos de esperanzas para encontrarse en un callejón sin salida, cerradas todas las puertas, sordas al clamor y a la súplica"(...)

Como puede apreciarse, aquí no se mencionan para nada banqueros, latifundistas, casatenientes, grandes comerciantes, industriales, oligarcas, burgueses ni explotadores de ningún género.

Reto a los que hablan y dicen cosas falsas del programa inicial de la Revolución, a que busquen si en ese Programa del Moncada o si en La Historia me absolverá hay una sola promesa para esos caballeros que saqueaban y explotaban a este país.

Hablábamos del pueblo entonces, que es este mismo de hoy, hace 45 años, con una precisión y una definición que puede parecer increíble.

Continúa expresándose en La Historia me absolverá: "El problema de la tierra, el problema de la industrialización, el problema de la vivienda, el problema del desempleo, el problema de la educación y el problema de la salud del pueblo: he ahí concretados los seis puntos a cuya solución se hubieran encaminado resueltamente nuestros esfuerzos (...)."

Más adelante: "Un gobierno revolucionario con el respaldo del pueblo y el respeto de la nación después de limpiar las instituciones de funcionarios venales y corrompidos, procedería inmediatamente a industrializar el país movilizando todo el capital inactivo que pasa actualmente de mil quinientos millones a través del Banco Nacional y el Banco de Fomento Agrícola e Industrial y sometiendo la magna tarea al estudio, dirección, planificación y realización por técnicos y hombres de absoluta competencia, ajenos por completo a los manejos de la política."

Esto fue hace 45 años y hablábamos de los cálculos del dinero guardado en los bancos. Como diciendo: No, ese dinero no se va de aquí; ese dinero hay que invertirlo aquí.

"Un gobierno revolucionario, después de asentar sobre sus parcelas con carácter de dueños a los cien mil agricultores pequeños que hoy pagan rentas, procedería a concluir definitivamente el problema de la tierra, primero: estableciendo como ordena la Constitución un máximo de extensión para cada tipo de empresa agrícola y adquiriendo el exceso por vía de expropiación, reivindicando las tierras usurpadas al Estado, desecando marismas y terrenos pantanosos, plantando enormes viveros y reservando zonas para la repoblación forestal; segundo: repartiendo el resto disponible entre las familias campesinas con preferencia a las más numerosas, fomentando cooperativas de agricultores (...)" --vean qué temprano se habla de cooperativas de agricultores--"para la utilización común de equipos de mucho costo, frigoríficos y una misma dirección profesional técnica en el cultivo y la crianza y facilitando, por último, recursos, equipos, protección y conocimientos útiles al campesinado.

"Un gobierno revolucionario resolvería el problema de la vivienda rebajando resueltamente el 50% de los alquileres, eximiendo de toda contribución a las casas habitadas por sus propios dueños, triplicando los impuestos sobre las casas alquiladas, demoliendo las infernales cuarterías para levantar en su lugar edificios modernos de muchas plantas y financiando la construcción de viviendas en toda la Isla en escala nunca vista, bajo el criterio de que si lo ideal en el campo es que cada familia posea su propia parcela, lo ideal en la ciudad es que cada familia viva en su propia casa o apartamento. Hay piedra suficiente y brazos de sobra para hacerle a cada familia cubana una vivienda decorosa. Pero si seguimos esperando por los milagros del becerro de oro, pasarán mil años y el problema estará igual."

¿Saben qué quiere decir el becerro de oro?, utilizando una frase bíblica, que yo también aprendí algunas de esas frases. El becerro de oro es el capitalismo, y eso es lo que yo quería decir, y lo dije, y a buen entendedor, pocas palabras, la famosa economía de mercado. Si seguimos esperando los milagros del becerro de oro, pasarán mil años y el problema estará igual.

"Por otra parte" --vean esto--, "las posibilidades de llevar corriente eléctrica hasta el último rincón de la Isla son hoy mayores que nunca, por cuanto es ya una realidad la aplicación de la energía nuclear a esta rama de la industria, lo cual abaratará enormemente su costo de producción" --todavía no había surgido la explosión de los precios del petróleo y ya hablábamos de la energía nuclear.

Realmente, el período especial nos sorprende a punto de terminar el primer reactor nuclear de los cuatro proyectados en Cienfuegos, y se estaban desarrollando ya la idea, los planes y la ubicación de la segunda estación nuclear, que estaría en el norte de oriente, se trabajaba ya en esa dirección. Pero a pesar de que no se pudo terminar aquella planta --ocurrió lo que todos sabemos que ocurrió-- y tuvimos que disponer únicamente de las termoeléctricas que habíamos construido, sin embargo, se cumplió aquel programa eléctrico, pudiéramos decir, cuando hoy el 95% de la población, aproximadamente, tiene acceso a los servicios eléctricos. Con apagones o sin apagones, por razones conocidas, pero el 95% tiene acceso a los servicios eléctricos (Aplausos), aun sin un solo reactor nuclear y luchando por utilizar fuentes nuevas de energía, como el gas --según se explicó en la Asamblea Nacional--, y buscando modernizar, buscando otras fórmulas, algunas asociaciones, para garantizar en los próximos años las capacidades eléctricas, no solo para las necesidades de la población, sino también para el desarrollo industrial del país, el desarrollo social, turístico, etcétera.

Decíamos entonces:

"Con estas tres iniciativas y reformas, el problema del desempleo desaparecería automáticamente y la profilaxis y la lucha contra las enfermedades sería tarea mucho más fácil. Finalmente, un gobierno revolucionario procedería a la reforma integral de nuestra enseñanza, poniéndola a tono con las iniciativas anteriores, para preparar debidamente a las generaciones que están llamadas a vivir en una patria más feliz. No se olviden las palabras del Apóstol: ‘Se está cometiendo en América Latina un error gravísimo: en pueblos que viven casi por completo de los productos del campo, se educa exclusivamente para la vida urbana y no se les prepara para la vida campesina’. ‘El pueblo más feliz es el que tenga mejor educados a sus hijos, en la instrucción del pensamiento y en la dirección de los sentimientos’. ‘Un pueblo instruido será siempre fuerte y libre’."

A un pueblo instruido se le puede hablar como les estamos hablando nosotros a ustedes hoy aquí (Aplausos).

Hoy no puede hablarse de 10 000 profesionales universitarios, hoy hay más de 500 000 (Aplausos), cincuenta veces la cifra mencionada allí; no puede hablarse de 30 000 maestros y profesores, hay más de 250 000 (Aplausos); no puede hablarse de 5 000 médicos, que eran los cálculos, y estaban muchos sin trabajo, hay más de 60 000 (Aplausos); no puede hablarse de millones de ciudadanos que paguen alquiler, el 85% de la población, un índice que es el más alto del mundo, es propietario de sus viviendas (Aplausos). Ya dije, en cuanto a electricidad, qué tanto por ciento de la población tiene acceso a ella, aunque sea con una minihidroeléctrica o con una planta o con las líneas tendidas. Hay zonas campesinas en nuestras montañas donde no hay apagones, porque tienen allí la minihidroeléctrica, y se siguen construyendo y se seguirán construyendo todas las que hagan falta, aprovechando cualquier recurso.

¿En qué montaña de nuestro país había una sola minihidroeléctrica, en cuál?

A pesar de las enormes dificultades del período especial, con un maestro por cada 42 habitantes, Cuba --la Cuba analfabeta de ayer, con un 30% de ellos, o semianalfabeta, con un 50% ó 60%, porque estar en segundo o tercer grado no significa estar alfabetizado-- cuenta con el índice de maestros y profesores más favorable en todo el mundo (Aplausos). Es una satisfacción poder afirmar esto en este 45 aniversario. Y hace rato que lo logramos, ahora tenemos que perfeccionarlo, para ser cada vez más instruidos, como diría Martí, más cultos y más preparados en la dirección de los sentimientos.

Repito: El pueblo más feliz es el que tenga mejor educados a sus hijos en la instrucción del pensamiento y en la dirección de los sentimientos. Un pueblo instruido será siempre fuerte y libre. ¡Gracias, Maestro, autor intelectual del Moncada, que inculcaste en nosotros esas ideas! (Aplausos.) Un pueblo analfabeto no puede ser fuerte ni libre, y eso es lo que vemos por todas partes. ¡Cumplimos contigo, Maestro!, podemos decir hoy, a los 45 años de aquel noble esfuerzo.

El 74% de los maestros primarios son licenciados o estudian para serlo, licenciados universitarios, y el 94,6% de los profesores de la enseñanza media son profesionales universitarios.

El 98% de la población de cero a cinco años es atendido como parte del programa Educa a tu hijo; 17% en círculos infantiles, un total de 151 145; 70% en vías no formales y el resto en el grado prescolar, 117 754; el 96% de los niños y niñas de cinco años de edad cursa el grado prescolar. La escolarización de la población comprendida en las edades de 6 a 16 años era del 94,2% al cierre de 1997, muestra un incremento constante del curso 1994-95 que era de 91,5%. El 88,8% de la matrícula prescolar y primaria está comprendido en el régimen de doble sesión.

La matrícula de alumnos internos en centros atendidos por el Ministerio de Educación ascendió en el curso de 1997-98 a 277,9 miles de alumnos. Los alumnos seminternos fueron 657,8 miles en las actividades subordinadas a las provincias, en medio de nuestras escaceses, limitaciones y necesidades, que conocemos muy bien.

Los servicios educacionales en las montañas se brindan a una matrícula de 152 700 alumnos, ¡en las montañas!; se dispone de 2 400 escuelas atendidas por 12 600 maestros y profesores, uno por cada once alumnos, de los cuales 2 600 pertenecen a contingentes, destacamentos y brigadas de montañas. En el territorio del Plan Turquino más del 95% de la población de cero a cinco años está escolarizada.

La educación especial --algo que no existía aquí en este país, no está ni siquiera mencionada cuando el Moncada-- dispone de 425 instituciones y más de 13 500 educadores.

La retención escolar ha experimentado un incremento gradual desde el curso 1991-92 para alcanzar el 99%.

La continuidad de estudios en secundaria básica de los graduados de sexto grado se ha recuperado paulatinamente desde el curso 1993-94 para llegar al 99,8%.

En cuanto a la continuidad de los graduados de secundaria básica, se ha revertido el deterioro de los primeros años del período especial y en el curso 1997-98 alcanzó el 98,2%.

No existe el analfabetismo, por supuesto, la Revolución lo erradicó en apenas un año, caso único también en la historia de la educación en cualquier país del mundo. Desde luego, después vinieron los planes de seguimiento para erradicar el semianalfabetismo.

La red de instituciones de la educación superior está compuesta por: 15 universidades adscritas al Ministerio de Enseñanza Superior, 15 institutos superiores pedagógicos, 5 institutos superiores de ciencias médicas y 9 facultades independientes, 8 centros de enseñanza militar, la escuela superior del PCC y otros 5 institutos adscritos a igual número de organismos, para un total de 57 instituciones de educación superior. ¡Cincuenta y siete! Matrícula total, 126 000; diurnos, 73 148; educación a distancia, 15 698. Esa es la educación superior, no podía dejar de mencionarse (Aplausos).

Datos esenciales sobre la salud: la mortalidad infantil se ha reducido a 7,2 por 1 000 nacidos vivos en 1977. Ustedes lo conocen, pero es bueno que se recuerde hoy y se piense a cuánto ascendía la mortalidad infantil en aquellos momentos en que nosotros intentábamos tomar esta fortaleza.

Mortalidad materna, 2,2 por cada 10 000. Bajo peso al nacer, 6%; en 1997 era 7,3%. El 98,8% de los menores de 2 años están protegidos contra 10 enfermedades. Un programa igual de protección a los niños, no lo tiene ningún otro país, a pesar de nuestras dificultades. Más del 80% de la mortalidad general es debido a enfermedades crónicas no transmisibles y el índice sigue disminuyendo.

Disminuyen todos los indicadores de enfermedades transmisibles, excepto el SIDA, que ha estado limitado al mínimo, realmente. En esa batalla nuestro país pudiera considerarse una especie de campeón olímpico. Además de las ya eliminadas, se reducen a las cifras más bajas de la historia los indicadores de tétanos --antes morían muchas personas y niños por tétanos-- en adultos, sífilis congénita, enfermedad meningocócica, meningitis viral y bacteriana, fiebre tifoidea. No se reportan rubéola ni parotiditis --eso que se llama paperas y que los médicos le llaman parotiditis.

El total de instituciones dedicadas a la atención de la salud, entre las de subordinación nacional y local, es el siguiente: hospitales, 280; policlínicos, 442; clínicas estomatológicas, 168; institutos y facultades de ciencias médicas, 33; bancos de sangre, 26, donde se analiza la sangre de cada donación --nadie tiene que pagar nada por recibirla: es producto de la solidaridad y la voluntad de la población--; hogares maternos, 219; hogares de ancianos, 196, y es una lástima, porque no son suficientes.

Del total de hospitales, 83 son generales, 31 son clínico-quirúrgicos, 26 son pediátricos, 18 son ginecobstétricos, 16 son materno-infantiles, 64 son rurales, 42 son especializados.

Total de camas: 80 528, para un índice de 7,3 por 1 000 habitantes; de ellas, la inmensa mayoría, 66 263, son de asistencia médica.

Existen 89 unidades de cuidados intensivos: 53 para adultos y 36 pediátricas.

Recursos humanos dedicados a la salud: 338 983 personas trabajan en este país en ese sector.

Total de médicos: 63 384. Ocupamos en esto también el primer lugar entre todos los países del mundo, desarrollados y no desarrollados.

Habíamos hablado de nuestro programa de industrialización.

Las capacidades de generación de energía eléctrica se multiplicaron por 10; al triunfo de la Revolución era un poco más de 300 000 kilowatts y llegó a alrededor de 3 millones. Problemas de combustible que tenemos hoy, es otra cosa, y atrasos de mantenimiento, pero las capacidades están ahí, se están recuperando, se están ampliando, y son diez veces superiores a las que encontró la Revolución.

Las producciones de acero, maquinarias, materiales de construcción, alimenticia, textil y otras, crecieron varias veces, viéndose hoy obstaculizadas por factores externos de sobra conocidos, que no voy a repetir aquí, baste citar solo bloqueo cada vez más despiadado y desaparición del campo socialista y de la URSS.

Caminos, carreteras, presas, canales, sistemas de riego, maquinaria agrícola y equipos de construcción, alcanzaron niveles nunca antes vistos.

Ningún ciudadano --y recuerden que mencionábamos las cajas de seguros desfalcadas-- carece de seguridad social, y la población pensionada se acerca casi a un millón y medio de personas. En 1977, por cada 2,4 trabajadores en activo existía un pensionado. En 1998 se invertirán más de 1 700 millones de pesos en este sector. En pleno período especial el gasto ha crecido en más de 500 millones de pesos.

Así actúa, así se esfuerza por cumplir la Revolución. ¡Así se cumplen las promesas del Moncada! (Aplausos.)

Hoy defendemos heroicamente la independencia del país, su dignidad, su honor y las conquistas alcanzadas.

Añado que me he limitado a algunos datos y a algunos índices, consciente como estoy y estamos todos de las grandes limitaciones con que trabajamos, la necesidad de utilizar mucho mejor todos esos recursos y la necesidad de mejorar el trabajo humano, los factores subjetivos, porque puede faltar un calmante, digamos, en un momento dado; pero muchas veces nada calma tanto como una palmada de cariño, de afecto y de consideración a un enfermo (Aplausos).

¿De cuántas cosas más pudiéramos hablar? Vicios, injusticias que ha eliminado nuestra sociedad: la desigualdad, la discriminación, por razones de raza o de sexo, que tanto hería a millones de nuestros compatriotas todos los días como fruto de aquellos que se consideraban superiores racialmente, y ustedes saben que esos prejuicios no nacieron en nuestro país, los trajeron del exterior.

Nosotros somos un pueblo mezclado, un pueblo híbrido, un pueblo mestizo. Esas ínfulas de club para blancos, escuelas para blancos, playas para blancos y cosas por el estilo (Del público le dicen: "¡Solavaya!"). Eso, eso, ¡solavaya! (Aplausos) y que vaya bien sola, porque eso fue importado con las intervenciones y con la neocolonización de nuestro país.

Las mujeres constituyen hoy más del 60% de la fuerza técnica del país (Aplausos). Quisiera que me hablaran de otros países en que sea así; aunque seamos un país pobre, bloqueado y doblemente bloqueado, contra el cual se realiza una guerra económica hace decenas de años.

¿Qué no habríamos podido hacer si nos dejan trabajar en paz y si nos dejan ejercer nuestro derecho a tener el sistema político, social y económico que decidamos darnos?

Si ya conocimos aquella basura de la que hablábamos a raíz de aquel 26 de julio hace 45 años, ¿por qué tenemos que volver a eso y quién puede obligarnos a volver a eso? (Del público le dicen: "¡Nadie!" y "¡Abajo el imperialismo!") (Aplausos).

¿A qué precio hemos tenido que pagarlo? A un precio grande, al precio de un bloqueo y una guerra económica que duran ya más de 35 años, al precio de agresiones, guerras sucias, sabotajes, bandas contrarrevolucionarias, invasiones mercenarias dignas de figurar en cualquiera de los textos de la escuela "Ñico López", del Partido, recordando la cantidad de latifundistas que había en aquella invasión, la cantidad de esbirros de la época de la tiranía, la cantidad de oligarcas y burgueses. ¿Se imaginan por un segundo aquella contrarrevolución triunfante?

¿Qué pasó en Guatemala, queridos compatriotas de Santiago de Cuba y de todo el país? ¿Qué pasó cuando aquella invasión mercenaria triunfó? ¿Qué pasó? Eso fue en el año 1954, después del Moncada, estábamos nosotros presos. Solo porque hicieron una reforma agraria para ayudar a los millones de indios que tiene ese país, que fueron despojados de sus tierras y mantenidos en la mayor miseria, ¿qué pasó? Ciento cincuenta mil víctimas, 150 000 muertos, de ellos más de 100 000 desaparecidos.

¿Quién hizo esa contrarrevolución? ¿Quién apoyó a todos esos gobiernos que desaparecieron a tanta gente? ¡Ah!, los máximos defensores de la democracia y de los derechos humanos.

Los desaparecidos no se sabe donde están y los muertos sabemos que están bajo tierra, los muertos que no desaparecieron; pero el mundo está inundado de palabras, de clichés, de mentiras, de demagogias.

¿Quién desapareció a las 30 000 personas en Argentina? ¿Quién apoyó a aquellos que las hicieron desaparecer? ¿Quiénes fueron los responsables de los 3 000 que desaparecieron o murieron asesinados en Chile? ¿Quiénes fueron los responsables de las decenas de miles de personas que murieron en El Salvador o en Nicaragua con las guerras sucias, con los gobiernos represivos?

¿Qué habría pasado aquí si aquella receta imperialista triunfa, con aquellos señores llenos de odio que venían a recuperar sus tierras, sus negocios, sus casas, sus privilegios?

A un obispo guatemalteco que hace unos meses publicó un informe con todos los datos de los crímenes en Guatemala, después que vinieron las negociaciones de paz, antes de las 72 horas de haber publicado ese informe, lo asesinaron brutalmente. Todavía están buscando a los responsables; por publicar un informe, 72 horas con vida, y eso después de firmados los acuerdos y de los arreglos de paz.

¿Qué habría esperado a nuestro país si aquella contrarrevolución triunfa?

¿Cuántos hijos de nuestro pueblo no se perdieron luchando contra bandidos en el Escambray y en otros muchos lugares? Organizaron bandas en todas las antiguas provincias del país, hasta en la provincia de La Habana.

Después, casi una guerra mundial nuclear en octubre de 1962. ¿Como consecuencia de qué?, de planes que hoy son reconocidos en documentos desclasificados publicados en el propio Estados Unidos, que estaba buscando un pretexto para invadir la isla después de la derrota de Girón. Ataques piratas, actos terroristas que se han prolongado decenas de años, planes de atentados que no han cesado un solo instante.

Creo que ostento el dudosamente estimulante récord de haber sido blanco u objetivo de más planes de atentados que ningún otro político en ningún otro país y en ninguna otra época; y como no han tenido suerte, no han tenido éxito, a cada rato me enferman, me matan.

El otro día les decía a unos periodistas: "Oiganme, me van a crear un problema, el día que me muera no lo va a creer nadie" (Risas). Ha sido un precio alto, no por mí --tengan la seguridad de que casi me divierto con esas noticias y esos planes, de verdad--, pero lo señalo, como parte de la lucha que hemos tenido que librar, y especialmente contra el bloqueo, la guerra económica, el intento de asfixiar a nuestro pueblo, de poner todos los días a prueba su voluntad, su firmeza, su heroísmo.

Esto que digo se puede argumentar.

Hace unos días, en el propio Estados Unidos, un periódico conocido --con cuya línea no siempre estamos de acuerdo, cuyos artículos y enfoques no siempre compartimos; pero que, sin duda, es un periódico que goza de gran autoridad en Estados Unidos y en el mundo-- publicó una información que resultó sensacional.

Nuestros periódicos, que no han participado en ese debate, se limitaron a hacer una reseña objetiva del contenido de esa información, y yo creo que es importante que reflexionemos un poco sobre este punto y conozcamos esas informaciones. No es que nosotros las ignoremos, es otra cosa; pero es importante que la opinión pública de Estados Unidos sea informada de algunas cosas, fíjense bien, de algunas cosas que se han hecho contra nuestro país, de algunos crímenes que se han cometido contra nuestro pueblo.

¿Qué dice el New York Times sobre uno de los más connotados terroristas contrarrevolucionarios engendrados por Estados Unidos?, y voy también aquí a limitarme a lo esencial --miro el reloj, sé que hay calor, pero tal vez les interese a ustedes este material.

Dice --a grandes rasgos, repito, los puntos esenciales; lo subrayé porque es largo, quiero ser textual en las citas--: "El señor Posada fue entrenado por la Agencia Central de Inteligencia en demolición y guerra de guerrillas en el decenio de 1960.

"Posada expresó que la colocación de bombas en los hoteles y otras operaciones habían sido apoyadas por líderes de la Fundación Nacional Cubano Americana, su fundador y jefe, Jorge Mas Canosa, quien murió el año pasado, fue acogido en la Casa Blanca por los presidentes Reagan, Bush y Clinton.

"Poderosa fuerza tanto en las elecciones de la Florida como en las nacionales y renombrado donante de las campañas, Mas Canosa desempeñó un papel decisivo en persuadir a Clinton de que cambiara su manera de pensar y siguiera el derrotero de imponer sanciones y aislar a la Cuba de Castro." Parece que esta Cuba es de Castro, no es la Cuba de 11 millones de compatriotas (Aplausos).

"Jorge lo controlaba todo" --Jorge es el nombre familiar de este señor, Mas Canosa, un poco más y lo llaman Jorgito (Risas)--, "expresó Posada.

"A través de los años Posada calculó que Mas le había enviado más de 200 000 dólares, el dinero llegaba con el mensaje: ‘Esto es para la iglesia’" --es el nombre clave, no vayan a creer que era para ayudar a alguna iglesia--, era para puros actos de terrorismo.

"Fueron exiliados cubanos, como Posada, los que fueron reclutados por la CIA para los subsiguientes atentados contra la vida de Castro. Encarcelado por uno de los más vergonzosos ataques anticubanos, la colocación de una bomba en un avión civil de Cubana en 1976, escapó más tarde de una cárcel venezolana para integrar el eje de la cruzada anticomunista de la Casa Blanca en el hemisferio occidental iniciada por Reagan: las actividades clandestinas del teniente coronel Oliver North para suministrar armas a los contras de Nicaragua.

"Parte de lo que dijo sobre su pasado, puede verificarse mediante documentos del gobierno, recientemente desclasificados, así como mediante entrevistas con ex miembros de la fundación y funcionarios de los Estados Unidos." Al individuo le dio por hablar, una megalomanía tremenda, y habló hasta por los codos. Deseo expresarles que mucho, mucho, y también más de lo que habló, lo sabemos nosotros.

Esto es muy importante: Afirmó "que las autoridades estadounidenses, encargadas de hacer cumplir la ley, mantuvieron una actitud de propicio abandono respecto de Posada durante la mayor parte de su carrera, permitiéndole que siguiera libre y en actividad.

"La fundación de los exiliados, creada en 1981, ha tratado de presentarse como la voz responsable de la comunidad de exiliados cubanos, dedicada a debilitar el régimen de Castro mediante la política y no la fuerza. Gracias a ese enfoque y millones en donaciones para las campañas" --son las campañas electorales de Estados Unidos-- "la fundación se convirtió en una de las organizaciones de cabildeo más efectivas de Washington y en el principal arquitecto de la política estadounidense hacia Cuba.

"Cualquier prueba de que la fundación o sus líderes repartían dinero a los republicanos y a los demócratas, y al mismo tiempo apoyaban sabotajes con bombas, pudiera debilitar las afirmaciones de legalidad que hace el grupo. Esa clase de actividad pudiera también violar la Ley Logan, que ilegaliza cualquier conspiración para matar, secuestrar, lisiar o lesionar a personas, o causar daños y perjuicios a la propiedad de otro país." Hay una ley.

"Los comentarios de Posada sugieren que la promoción que la fundación hace en público de llevar a cabo una oposición contra Castro, estrictamente no violenta, fue una ficción cuidadosamente elaborada. Cuando se le preguntó si él funcionaba como el ala militar del ala política de la fundación, muy similar a lo que el Ejército Republicano Irlandés hace para el Sinn Fein, replicó: ‘Parece algo así’, y se rió." Imagino que los del Ejército Republicano Irlandés y los del Sinn Fein deben estar realmente ofendidos con esta comparación.

El tipo, cínicamente, responde de esa forma cuando le preguntan si es el ala militar de esa mafia, llamada Fundación Cubano Americana.

Vean:

"En las entrevistas y en su autobiografía" --se hizo una autobiografía contando algunas de estas cosas-- "Posada dijo que había recibido apoyo financiero de Mas y de Feliciano Foyo, tesorero del grupo, y también de Alberto Hernández, quien sucedió a Mas como presidente.

"Cuando las bombas comenzaron a explotar el año pasado en los hoteles cubanos, el gobierno de ese país" --dice el periódico-- "aseguró que los ataques habían sido organizados y pagados por exiliados que operaban desde Miami, afirmación que reforzaron con la cinta de video de un operativo que confesó estar realizando algunos de los sabotajes.

"Sin embargo, él dijo al New York Times que las autoridades estadounidenses no habían hecho ningún esfuerzo para interrogarlo sobre el caso. Atribuyó la falta de acción, en parte, a su antigua relación con los órganos americanos de inteligencia y los órganos encargados de hacer cumplir la ley.

"Como ustedes pueden ver –dijo-- el FBI y la CIA no me molestan, y yo soy neutral con ellos. Siempre que puedo ayudarlos, lo hago.

"Al principio habló de vínculos permanentes con la Agencia de Inteligencia de los Estados Unidos y de una íntima amistad con al menos dos oficiales activos del FBI, incluido –manifestó-- un importante oficial de la oficina de Washington.

"G. Robert Blakey, consultor principal del Comité Especial de la Cámara en relación con asesinatos en 1978, manifestó que había revisado muchos de los expedientes secretos del FBI sobre los cubanos anticastristas desde 1978, y había observado muchos ejemplos en los que el Buró se había hecho el de la vista gorda respecto de posibles violaciones de la ley.

"Como él expresó: ‘cuando leí algunas de aquellas cosas --yo soy un viejo fiscal federal--, pensé: ¿Por qué no se acusa a nadie por esto?’", esto lo dice un consultor del Comité, porque ha habido comisiones que han investigado, que han tenido acceso a determinados documentos.

"Posada admitió con orgullo haber sido el autor de los ataques con bombas a los hoteles, realizados el pasado año. Las bombas estaban dirigidas también, dijo Posada" --vean--, "a sembrar la duda en el extranjero acerca de la estabilidad del régimen, a hacer que Cuba pensara que tenía operativos en el ejército y a estimular la oposición interna.

"Posada calificó la muerte del turista italiano de singular accidente, pero declaró que tenía la conciencia tranquila, y dijo: ‘Duermo como un bebé’. ‘Es triste que alguien haya muerto, pero no podemos detenernos’, añadió. ‘Ese italiano estaba sentado en el lugar equivocado en el momento equivocado’." Vean qué cínico.

"’Los atentados a los hoteles fueron organizados desde El Salvador y Guatemala’, expresó Posada.

"Posada dijo que Mas Canosa sabía muy bien que él estaba detrás de los sabotajes con bombas, efectuados en los hoteles el año pasado; pero los dos hombres tenían un acuerdo, muy antiguo, manifestó: no tratar nunca los detalles de ninguna operación en la que Posada estuviera participando." Eso era así: "Esto es para la iglesia."

"Interrogado acerca de la última vez que había visitado los Estados Unidos respondió con una risa y una pregunta, que él a su vez hizo, ‘¿oficialmente o extraoficialmente?’ Un funcionario del Departamento de Estado dijo que constaba que Posada había visitado Miami en el verano de 1996.

Continúa la información del New York Times.

"Ciudad de Guatemala: Durante el verano de 1997 se produjeron explosiones de bombas en algunos de los hoteles, restaurantes y discotecas más de moda en La Habana, resultando muerto un turista extranjero y sembrando la confusión y el nerviosismo en toda Cuba. Fue algo sorprendente e inexplicable.

"En su oficina aquí, en las montañas de América Central, un hombre de negocios cubano-americano llamado Antonio Jorge (Tony) Alvarez, estaba seguro de saber la respuesta. Durante casi un año había visto con creciente preocupación cómo dos de sus socios, que trabajaban con un misterioso hombre de cabello cano, que tenía acento cubano y múltiples pasaportes, compraban explosivos y detonadores y se felicitaban mutuamente por un trabajo bien hecho cada vez que una bomba explotaba en Cuba.

"Lo que es más, Alvarez llegó a escuchar a los hombres hablar de asesinar a Fidel Castro en una conferencia de Jefes de Estado, que se iba a celebrar en isla Margarita, Venezuela. Alarmado acudió a los oficiales de seguridad guatemaltecos, cuando no respondieron escribió una carta, que a la larga llegó a las manos de los agentes de inteligencia venezolanos y de los oficiales del FBI de los Estados Unidos.

"Las autoridades venezolanas reaccionaron enérgicamente al conocer la información e hicieron registros en busca de explosivos en la isla, donde la reunión habría de celebrarse; pero en los Estados Unidos la carta despertó lo que Alvarez calificó de una respuesta sorprendentemente indiferente. Si el FBI se hubiera reunido con Alvarez, los agentes habrían escuchado una historia muy curiosa sobre el bajo mundo anticastrista, también se habrían enterado de los posibles vínculos entre los conspiradores de Guatemala y los exilados cubanos que viven en Union City, New Jersey, de quienes Alvarez dijo que estaban enviando dinero a los conspiradores. Esa alegación plantea interrogantes sobre si las leyes estadounidenses se violaron en los sabotajes de los hoteles cubanos, en los que un turista italiano murió y tres personas resultaron heridas.

"Pero Alvarez dice que el FBI mostró una estudiada falta de curiosidad sobre los sabotajes y Posada, quien reconoció en una entrevista, que había dirigido la operación, dijo que no había indicio de que el FBI lo estuviera investigando.

"Posada expresó confianza en que el FBI no estuviera analizando sus operaciones en Guatemala, ‘porque la primera persona con la que querrían hablar sería conmigo y nadie llamó, además’, dijo, ‘nadie del buró ha tratado de entrevistar a sus colaboradores, yo lo sabría’, afirmó.

"Alvarez, por lo contrario, está disgustado por sus experiencias como informante y cree que Posada, desde hace tiempo, ha proporcionado información a las autoridades norteamericanas. ‘Yo creo que están todos confabulados: Posada, el FBI’, dijo. ‘Arriesgué mi vida y mi negocio y ellos no hicieron nada’."

Este fue un eléctrico que estaba en un negocio, se preocupó seriamente y decidió contar lo que sabía a las autoridades, sin duda, arriesgándose la vida.

"Según Alvarez, estando en su oficina un día, a comienzos del año pasado, vino Posada y entregó un enorme fajo de billetes de 100 dólares a sus socios, estos, a su vez, dijo, adquirían detonadores y pequeñas calculadoras con cronómetros del tipo que puede usarse en bombas. Eso era lo suficientemente sospechoso, dijo Alvarez, pero su mayor sorpresa fue la que recibió cuando halló explosivos en el closet de una oficina. Recuerda que en una bolsa plástica tenían 23 tubos de algo fabricado por la industria militar mexicana, que se suponía eran los materiales explosivos más modernos del mundo.

"En agosto, en el apogeo de la campaña de explosiones en Cuba, Tony Alvarez dijo que había interceptado un fax enviado por Posada desde El Salvador, con la firma de Solo. El mensaje decía: ‘Si no hay publicidad el trabajo no es útil, los periódicos estadounidenses no publican nada que no se haya confirmado’." Esto, desde luego, no es una verdad absoluta, ni mucho menos, es lo que dijo. "‘Necesito todos los datos de la discoteca para confirmarlo’" --se refería al acto terrorista que habían realizado en una discoteca del Cohíba. "’Si no hay publicidad no hay pago’.

"Alvarez dijo que el fax lo alarmó tanto que escribió una carta sobre esta cuestión horrible y se la entregó a la inteligencia de Guatemala. Así mismo Alvarez recuerda haber escuchado planes de perpetrar atentados contra Castro durante su visita a Guatemala, prevista para diciembre de 1996 y después durante la visita a la isla Margarita en noviembre de 1997."

A mí me habían invitado a Guatemala y, efectivamente, visité Margarita hace unos meses, a la reunión Cumbre Iberoamericana.

"Castro asistió al encuentro sin contratiempos, a comienzo de noviembre, volando en convoy de protección de tres aeronaves." Hay que usar de vez en cuando alguna desinformación, ¿no?, confundirlos, puesto que todos estos datos, detalles y planes, por lo general, los conocemos. "Poco antes de su llegada, más de 250 agentes, venezolanos y colombianos, inspeccionaron el lujoso hotel Bonita, donde se celebraría la reunión, y el gobierno expulsó a los exiliados cubanos que habían viajado a la isla antes que el dirigente cubano.

"Sin embargo, poco antes de la reunión se produjo una curiosa detención: cuatro hombres que viajaban en una embarcación fueron detenidos por los servicios de guardacostas de Estados Unidos, saliendo de Puerto Rico; casi de inmediato el líder del grupo, Angel Alfonso Alemán, de Union City, declaró que iba en una misión destinada a ultimar a Castro, según testimonio presentado ante los tribunales por funcionarios federales."

Esto fue público, mientras nosotros acusábamos y denunciábamos a la fundación, y ellos negándolo, en Puerto Rico capturan una lancha que era nada menos que propiedad de uno de los jefes principales --no sé si el jefe principal-- de esa famosa fundación, con dos fusiles altamente sofisticados, calibre 50, semiautomáticos, mira telescópica, rayo infrarrojo, un alcance de 1 500 a 1 600 metros, que puede perforar un carro blindado a 400 metros, que puede disparar contra un avión en tierra, o aterrizando, o despegando. Los capturan los guardacostas; posiblemente previendo contrabando de drogas o algo de eso, capturan el barco, los tripulantes y los llevan a las autoridades correspondientes en Puerto Rico, e inmediatamente los tipos dijeron cuáles eran los planes. Y habían salido de Miami, tranquilamente, con sus fusiles y todas las condiciones para utilizar las armas en Margarita.

"Los oficiales de la policía estadounidense" --y esto era público, esto no lo ha dicho solo el New York Times, salió en todos los cables-- "rápidamente constataron que la embarcación estaba registrada a nombre de un miembro de la Junta Ejecutiva de la Fundación Nacional Cubano Americana. Además, una de las armas que se encontraban a bordo, se halló que pertenecía al presidente del grupo de esa fundación, según documento de los tribunales. El juicio también condujo a Union City." Vean ustedes como se van empatando los hechos.

Continúan la información haciendo historia del personaje.

"Dos años después que la invasión de Bahía de Cochinos terminó en una derrota ignominiosa en las playas cubanas, dos jóvenes exiliados cubanos (Jorge Mas Canosa y Luis Posada Carriles)" --esto lo pongo entre paréntesis para que lo comprendan los lectores, porque se refiere a ellos, no todo el mundo está familiarizado con esos personajes--, "de pie, uno al lado del otro, bajo el sol primaveral de Fort Benning, Georgia, se entrenaban para su próxima salida hacia La Habana. Corría el año 1963, momento de febriles complots estadounidenses contra el gobierno de Castro; los dos hombres pertenecían al grupo de exiliados que habían sobrevivido a la burda operación para derrocar al dirigente cubano, y se habían alistado en el Ejército de Estados Unidos, confiados en que el presidente Kennedy pronto organizaría otro ataque que barrería el comunismo del hemisferio."

En realidad este individuo, Posada, no llegó a estar en Girón, quedó ahí para una segunda oleada, y el otro creo que tampoco, habría que comprobarlo; por alguna razón o por otra, no llegó a Girón.

"La CIA nos enseñó de todo --dijo Posada--, nos enseñó sobre explosivos, asesinatos, bombas, sabotajes." Voy tomando lo esencial, como les dije.

"Ambos hombres dejaron el ejército cuando se hizo evidente que los Estados Unidos no tenían intención de volver a invadir a Cuba; se asentaron en Miami, epicentro de la actividad contra Castro. Mientras Mas Canosa se abría paso en los negocios, Posada establecía estrechos lazos con la CIA que utilizaba Miami como base de las operaciones contra Castro.

"Eran momentos confusos de conspiraciones y complots, algunos atolondrados, otros terriblemente serios. La estación de la agencia en Miami era una de las más grandes, y sus oficiales se afanaban por inducir a los cubanos opuestos a Castro a ingresar en la compañía.

"Las figuras del crimen organizado de Miami, que habían obtenido grandes ganancias con el gobierno de Batista, estaban deseosas de financiar la oposición cubana o utilizar a los cubanos para sus propios fines. En las entrevistas Posada solo se refirió indirectamente a ese período y proporcionó menos datos aún acerca de su autobiografía de 1994."

Ahora viene otra cosa. Parece que los del periódico fueron a ciertos archivos y examinaron documentos. Dice el periódico:

"Documentos recientemente desclasificados, puestos a disposición del New York Times, por el Archivo Nacional de Seguridad, grupo de investigación no lucrativo radicado en Washington, aclaran el porqué durante una buena parte de ese tiempo la CIA dirigía las actividades de Posada y se inmiscuía en cuestiones tan insignificantes como si debía o no comprar una embarcación. Esos documentos pertenecen a los voluminosos expedientes compilados por el Comité Selecto sobre Asesinatos, establecido por la Cámara en 1978. Como parte de su investigación del asesinato del presidente Kennedy, se permitió que los investigadores que examinaban si los cubanos opuestos a Castro tenían o no vínculos con el asesinato de 1963, leyeran y resumieran un sinnúmero de cables y documentos gubernamentales que siguen siendo secretos."

Evidentemente aquí, y tomado literalmente, el artículo dice al principio: "Documento recientemente desclasificado", y después habla de que le permitieron a los investigadores del Comité de la Cámara leer y resumieron un sinnúmero de cables y documentos gubernamentales que siguen siendo secretos. Es decir, parece que este comité manejó documentos que han sido desclasificados y documentos que todavía son secretos. Pero este comité hizo resúmenes de esos documentos, tomó notas.

Y dice el artículo:

"Según esos resúmenes, Posada proporcionaba ininterrumpidamente a la agencia y al FBI un caudal de información valiosa sobre las actividades de los exiliados cubanos en Miami. Fue la CIA la que dio instrucciones a Posada de que estableciera un centro de entrenamiento para operaciones de guerrilla contra Castro.

"A finales de los años 70, cuando fue entrevistado por investigadores del Comité de la Cámara sobre asesinato, Posada dijo que lo habían entrenado como operativo de la CIA en los cayos de la Florida y muy pronto se había convertido en agente principal. Afirmó que su grupo anticastro había trabajado directamente con la compañía y que había tenido armas, embarcaciones y una red de casas de refugio.

"Al mismo tiempo --estos datos son interesantes para sacar las conclusiones--, Posada profundizaba sus relaciones con Mas Canosa, a quien se le describe en uno de los documentos de la CIA como uno de sus grandes amigos." Es decir, el pulcro y limpio director de la fundación es descrito como uno de los grandes amigos del famoso terrorista. "Ambos desempeñaban un papel activo en el grupo RECE (Representación Cubana en Exilio) y, posteriormente, en la gran alianza general, denominada CORU (Coordinadora de Organizaciones Revolucionarias Unidas), las cuales emprendieron acciones violentas dirigidas a derrocar el gobierno de Castro.

"En una serie de despachos cablegráficos de julio de 1965" --eso es tomado de los documentos--, "se afirma que los dos hombres conspiraban para atacar las instalaciones soviéticas y cubanas en el exterior.

"En un documento se citó a Posada cuando expresó que Jorge Mas Canosa, del grupo RECE" --todavía no existía la fundación-- "había pagado a un asesino 5 000 dólares para que cubriera los gastos de una operación de destrucción en México, y que el propio Posada tenía planes de colocar minas magnéticas en un barco cubano-soviético en el puerto de Veracruz, y que tenía 10 libras de explosivo C-4 y detonadores.

"Según otros documentos" --y esto lo saben allí, son documentos que obran allí en poder del gobierno de Estados Unidos-- "Mas Canosa tenía en su posesión 125 libras de Pentol, que se colocarían como carga en los barcos, y había propuesto a los expertos en demoliciones viajar él mismo a España y México a expensas del RECE y colocar las bombas en instalaciones comunistas en esos países." Aquí se definen claramente todos los antecedentes terroristas, no de Posada, sino de Mas Canosa.

"Según los cables" --esos cables desclasificados o secretos todavía--, "el 24 de julio Posada había terminado dos bombas de 10 libras para el RECE, trabajando directamente con Mas Canosa. En ese momento los cables informaban misteriosamente que se había instruido a Posada retirarse de las actividades.

"En 1967 la vida de Posada dio un nuevo vuelco cuando abandonó abruptamente Miami y se unió a la inteligencia venezolana. Ello marcó el comienzo de sus años como oficial operativo para una serie de gobiernos latinoamericanos.

"Obtuvo su empleo de jefe de operaciones de la inteligencia venezolana con la ayuda de las recomendaciones de la CIA y fue enviado inmediatamente a aniquilar los movimientos de guerrillas izquierdistas que Castro apoyaba en Venezuela.

Dice: "Los perseguí muy intensamente --dijo de los guerrilleros--, algunos de los cuales abandonaron posteriormente la lucha armada y son ahora importantes figuras políticas en Venezuela. Muchas, muchas personas murieron", declaró el tipo.

"Posada también organizó el viaje de un viejo amigo de sus días en la CIA --Orlando Bosch-- a Venezuela a hacer un sabotaje contra el gobierno de Castro. Bosch había sido condenado anteriormente en los Estados Unidos por hacer estallar una bomba en un carguero polaco destinado a Cuba y preconizó el derrocamiento violento de Castro.

"Por ese tiempo las relaciones de Posada con las autoridades estadounidenses entraron súbitamente en crisis por un informe de la inteligencia de que Posada puede estar involucrado en el contrabando de cocaína de Colombia a Miami, a través de Venezuela, así como en la falsificación de dinero estadounidense en Venezuela." Esto lo vieron en esos papeles, una comunicación de la CIA.

"Según el informe --una copia resumida del cual se encuentra en los archivos de los investigadores de la Cámara--, la CIA decidió no enfrentar directamente a Posada con las acusaciones para no comprometer las investigaciones en marcha." No se sabe a qué investigaciones se refieren, posiblemente sea a las investigaciones que estaba haciendo el comité.

"A Posada se le interrogó, y solo se le halló culpable de tener malas amistades" --según dice la sinopsis de otro informe. "Los interrogadores quedaron convencidos de su negación del tráfico de drogas", concluía el informe.

"Aun así, en febrero de 1976, los oficiales de la agencia decidieron romper sus vínculos con Posada, por lo que misteriosamente se describió en los documentos como preocupaciones en torno a asuntos tributarios pendientes.

"En los meses siguientes Posada pasó información a la agencia. Alertó de que Bosch y otro exiliado cubano conspiraban contra el sobrino del depuesto presidente izquierdista de Chile.

"En junio de ese año Posada llamaba nuevamente a la CIA en relación con planes del exilio de hacer estallar la aeronave de Cubana que salía de Panamá.

"Cuatro meses más tarde, el 6 de octubre de 1976, un avión de Cubana, con 73 pasajeros a bordo, estalló en el aire poco después de despegar de la isla de Barbados. Entre los muertos se encontraban adolescentes integrantes del Equipo Nacional de Esgrima de Cuba.

"Al día siguiente, la CIA hizo lo que se denominó como ‘intentos infructuosos’ de contactar a Posada.

"La explosión cambió dramáticamente la suerte de Posada. Los investigadores de Venezuela localizaron la bomba en el compartimento del equipaje del avión e identificaron a dos venezolanos que habían despachado el equipaje hasta La Habana, pero se habían quedado en Barbados. Los hombres habían trabajado para Posada, quien fue arrestado y acusado de la explosión. Así mismo fue arrestado Bosch, quien había colaborado con Posada por largo tiempo."

En realidad fue la actitud de los caribeños, los de Barbados y los de Trinidad, la que hizo posible capturar a aquella gente. Alarcón conoce bien esa historia, porque debatió sobre el tema allá en Naciones Unidas por aquellos días.

"Un oficial retirado de la CIA, familiarizado con el caso, dijo en una entrevista reciente que Bosch y Posada eran los principales sospechosos, y añadió: ‘no había otros’.

"Posada reconoció que él pudiera estar aún encarcelado en Venezuela si sus amigos, principalmente Mas Canosa, no hubieran venido a su rescate." Vean qué de cosas raras, entre estos dos personajes que estudiaron juntos en Fort Benning. "En una declaración jurada, tomada en proceso civil, Ricardo Mas, hermano de Jorge Mas, enemistado con él, contó cómo había viajado a Panamá para buscar el efectivo que se utilizó para pagar la fuga de Posada.

"De 1972 a 1985 Ricardo Mas fue el controlador de la compañía Church and Tower, propiedad de su hermano. Afirmó que por instrucción de este depositó un cheque en una de las cuentas de la compañía panameña y regresó con el efectivo. Dijo que necesitaba que yo viniera y trajera 50 000 dólares que se utilizarían para sacar a Luis Posada Carriles de la prisión, que era mejor que Carriles estuviera fuera, que podía empezar a hablar, declaró Ricardo Mas. ‘Creo que el hombre se está rindiendo, había que sacarlo de la prisión’.

"En la madrugada del 18 de agosto de 1985, durante un cambio de guardia, Posada, vestido con una chaqueta negra y con la capucha sobre la cabeza como un sacerdote, cruzó el patio de la prisión. Llevaba una biblia para dar más la imagen de sacerdote y un bolso con algunos alimentos y una linterna. Después de 15 días en Caracas, Venezuela --dijo Posada-- lo llevaron a Aruba, en un barco camaronero. De allí voló en un avión privado a Costa Rica y posteriormente a El Salvador." Vean la historia, para que vayan relacionando los hechos.

No me he extendido para mortificarlos a ustedes, sino para que tengan ustedes, y los demás, los elementos de juicio necesarios.

"Posada estaba nuevamente trabajando para el gobierno estadounidense, esta vez en una operación encubierta que tenía vínculos con la CIA y con el agregado militar local; pero que era dirigida por la Casa Blanca."

¿Han seguido hasta aquí el hilo o tienen alguna pregunta que hacer? (Risas.) Si no después, si se empatan con un periódico, pueden leerlo con más calma; trataremos de que les llegue, para que conozcan a los vecinos del Norte, su política, sus tácticas, sus procedimientos.

Ahora bien, hemos hablado del avión que explotó en Barbados, una de las heridas más profundas que ha sufrido nuestro país, demostrada en aquel acto que reunió a un millón de personas en la Plaza de la Revolución; en aquellas grabaciones de último minuto cuando el avión incendiado iba cayendo y los pilotos narraban a la torre de control lo que estaba sucediendo. Después, si acaso, algunos restos recogidos en medio de las olas.

Era tan escandaloso aquello, que al gobierno de Venezuela no le quedó más remedio que abrir juicio; hasta incluso en virtud de sobornos y de dinero, estaban a punto de absolver o llegaron a absolver a los culpables, dos venezolanos que pusieron las bombas y los dos autores intelectuales que lo organizaron todo. Como todo estaba absolutamente probado, el juicio tuvo que rehacerse, y en aquel proceso es cuando rescatan a Posada de la forma que aquí se explica. Queda Bosch allí, y al final condenan a los dos venezolanos y absuelven a Bosch, que tenía causa pendiente en Estados Unidos por aquel delito que se le achacaba contra un barco, el sabotaje contra un barco de Polonia; lo reciben, hacen el paripé de algunas medidas, que él tenía que estar bajo control, y allá está en Miami participando también, de una forma o de otra, en actividades terroristas.

Se me ocurrió, en vista de todos estos datos, buscar el discurso pronunciado en la Plaza de la Revolución, cuando despedimos el duelo de aquellas víctimas entre las cuales --la inmensa mayoría cubanos, más de 50, creo que alrededor de 57-- estaba el equipo completo de esgrima, que había ganado todas las medallas de oro, niños prácticamente, de brillante carrera deportiva; 11 estudiantes de Guyana, algunos coreanos que estaban de visita, y el resto, compatriotas.

Aquí hay uno, aquí mismo, si quieren lo señalo, que estaba destinado a morir en ese avión, el compañero Carlos Lage. Estaba en Panamá, tenía que regresar rápidamente y deciden buscar la posibilidad de tomar este avión en Barbados, lo tienen ya solicitado cuando le informaron que había dos variantes: la de Barbados o la de México y que por México se regresaba más rápido, decidiendo entonces tomar esta ruta. Ya ustedes ven qué cuadro tan excelente estuvo a punto de perder la Revolución en esta aventura criminal de la que estamos hablando. Yo no sabía nada de eso. No sabía y el otro día analizando estos materiales, todas esas cosas, me dice: Yo estaba destinado a ese avión. Le digo: ¡Cuéntame!, y ahora se lo cuento a ustedes.

No les voy a leer el discurso de despedida del duelo de las víctimas ni mucho menos, sino cosas esenciales, para seguir la historia, para seguir el hilo y para sacar las conclusiones pertinentes. ¿Qué dijimos nosotros?, dijimos unas cuantas cosas. Al igual que cuando hablé de la Historia me Absolverá, en la que dije muchas cosas en las que fundamentaba todas las medidas que debíamos tomar, cuál era el estado de los campesinos, de los obreros, del pueblo pobre, las enfermedades, que hoy no mencioné, simplemente cité las medidas esenciales que nos habíamos comprometido a realizar, también allá en la Plaza de la Revolución analicé una serie de cosas que hoy, al volver a leerlas, las encuentro interesantes. Hace 22 años, pero quiero atenerme solo a aquellas asociadas con la historia que apareciera en el New York Times.

Decía: "Al principio teníamos dudas de si la CIA había organizado directamente el sabotaje o lo elaboró cuidadosamente a través de sus organizaciones de cobertura integradas por contrarrevolucionarios cubanos; ahora" --expresaba entonces-- "nos inclinamos decididamente por la primera tesis."

Con el decursar de los años --esto lo añado--, a partir de las informaciones que fuimos reuniendo, porque hubo de todo: libros, biografías, entrevistas, gente que se hizo amiga de esta gente allá en la prisión, eran revolucionarias, conquistaron su confianza, y les contaron muchas cosas, este señor dijo: "Sí, volé el avión, y qué." Fuimos reuniendo así muchos datos como este y otros más. Parte importante de la información recogida fue publicada en un libro, por eso digo: A partir de las informaciones que fuimos reuniendo y los documentos desclasificados por Estados Unidos y otros medios, nos reafirmamos en esa convicción: Posada Carriles nunca rompió sus vínculos con la CIA, aun admitiendo la afirmación del New York Times de que en febrero de 1976 esos vínculos se hubiesen roto temporalmente, el propio Posada Carriles confesó, según ese órgano de prensa, que había advertido a la CIA en el mes de junio sobre el plan de volar el avión de Cubana, lo que ocurrió, efectivamente, cuatro meses después, como ya leí en el informe del New York Times.

Nosotros decimos que aunque se admitiese --¡que no admitimos!-- que la CIA hubiese roto los vínculos con este señor, lo que confesó Posada Carriles de que había advertido a la CIA en el mes de junio sobre el plan de volar el avión de Cubana, y que ocurrió, efectivamente, cuatro meses después, es muy importante. ¿Se mantenían o no se mantenían los vínculos? ¿Rompieron con él o no rompieron ese año casual de 1976, en febrero de ese año en que se produce, precisamente, el sabotaje de la nave cubana?

El confiesa que mantenía informada a la CIA. Lo cierto es que en cualquiera de las dos teorías, y aun aceptando que había roto los vínculos con él en febrero, sin que este dejara de suministrarle información sistemática, incluida la del plan de volar el avión, la CIA no hizo absolutamente nada por prevenirlo, advertirlo o evitarlo. ¿Quién miente, la CIA o Posada Carriles? O la CIA tenía la responsabilidad, porque, a nuestro juicio, los vínculos nunca se rompieron --después diré por qué--, o la CIA había roto los vínculos, pero Posada Carriles, como es muy lógico, la mantenía informada.

Las vidas de aquellas 73 personas habrían podido salvarse.

¿Qué continuábamos diciendo nosotros? "Lo más repugnante de este caso es el empleo de mercenarios que por dinero son capaces de cegar en unos segundos 73 preciosas vidas de personas inocentes e indefensas, con las cuales incluso viajaron en el avión minutos antes."

Y añadíamos: "Los autores de estos crímenes se mueven impunemente por todas partes; cuentan con recursos financieros inagotables; utilizan pasaporte de Estados Unidos como ciudadanos naturalizados de ese país o documentos reales o falsos de otros numerosos países, y emplean los medios más sofisticados de terror y crimen.

"¿Quién sino la CIA" --decíamos entonces--, "al amparo de las condiciones de dominio e impunidad imperialistas establecidas en este hemisferio, puede realizar estos hechos?"

Y continuaba más adelante: "El pasado mes de junio un grupo de organizaciones contrarrevolucionarias terroristas radicadas todas en Estados Unidos (...) --integradas en su mayoría por elementos que han trabajado para la CIA durante varios años y recibieron de ella el entrenamiento--, se reunieron en Costa Rica" --debo recalcarlo-- "para crear un llamado Comando de Organizaciones Revolucionarias Unidas." Y lo recalco porque desde allí, desde Costa Rica, se realizaron ataques piratas contra nuestro país, tenían allí las bases, fue sede de la fundación de este famoso CORU, del cual se hablaba en el artículo del New York Times, y por otras cosas que en su oportunidad se puedan informar.

Pero vean cómo aparece el CORU famoso. Ya nosotros denunciábamos estas maniobras y estos planes.

"En Estados Unidos" --decíamos entonces-- "estos grupos proclaman públicamente sus crímenes y anuncian nuevos actos vandálicos.

"Haciendo un recuento" --decía en aquel discurso-- "de los actos terroristas llevados a cabo contra Cuba, después que el gobierno de Estados Unidos lanzó insolentes amenazas contra nuestro país, tenemos los siguientes:

"-Año 1976. Seis de abril. Dos barcos pesqueros, ‘Ferro-119’ y ‘Ferro-123’, son atacados por lanchas piratas procedentes de la Florida causando la muerte al pescador Bienvenido Mauriz y graves daños a las embarcaciones.

"-22 de abril. Una bomba es colocada en la Embajada cubana en Portugal ocasionando la muerte de dos compañeros y heridas graves a varios más, destruyendo totalmente el local.

"-5 de julio. La misión de Cuba ante la ONU es objeto de un atentado con explosivos ocasionando importantes pérdidas materiales.

"-9 de julio. Una bomba hace explosión en el vagón que cargaba los equipajes del vuelo de Cubana de Aviación, en el aeropuerto de Jamaica, momentos antes de ser transbordados." Es decir, por pura casualidad no explotó en el aire el 9 de julio un avión de Cubana que iba a cargar aquellos equipajes.

"-10 de julio. Una bomba estalla en las oficinas de la British West Indies de Barbados, que representa los intereses de Cubana de Aviación en ese país.

"-23 de julio. Un técnico del Instituto Nacional de la Pesca, Artagnán Díaz Díaz, es asesinado en un intento de secuestrar al cónsul cubano en Mérida.

"-9 de agosto. Dos funcionarios de la Embajada cubana en Argentina son secuestrados sin que se haya vuelto a tener noticias de ellos.

"-18 de agosto. Una bomba hace explosión en las oficinas de Cubana de Aviación en Panamá, causando daños de consideración.

"-6 de octubre. Es destruido en pleno vuelo un avión de Cubana de Aviación con 73 personas a bordo."

Y continué: "Como se puede apreciar, en solo dos meses fueron organizados dos sabotajes de extraordinaria gravedad contra aviones cubanos en vuelos internacionales repletos de pasajeros, uno de los cuales resultó fatal.

"Detrás de estos hechos está la CIA. Y casi sin excepción en todas las ocasiones, las organizaciones terroristas que radican en Estados Unidos y actúan impunemente en territorio de ese país, esencialmente las cinco que integran el conjunto llamado CORU, se atribuyeron la paternidad de los mismos." Esa organización creada en Costa Rica se atribuyó la paternidad de todas estas actividades terroristas.

Dije: "Y casi sin excepción en todas las ocasiones, las organizaciones terroristas (...), esencialmente las cinco que integran el conjunto llamado CORU, se atribuyeron la paternidad de los mismos."

Y dije también: "Aun cuando el Senado de Estados Unidos investigó y reconoció públicamente los incontables planes de la CIA para asesinar a los dirigentes de la Revolución Cubana y su consagración a esa tarea durante varios años, el Gobierno de Estados Unidos no ha dado ninguna explicación de tales hechos al Gobierno de Cuba ni ha pedido siquiera la menor excusa.

"Tenemos la sospecha de que el Gobierno de Estados Unidos no ha renunciado a tales prácticas", decíamos hace 22 años. "El 9 de octubre, solo tres días después del criminal sabotaje de Barbados, fue interceptado un mensaje enviado por la CIA a un agente suyo en La Habana. Dicho mensaje, trasmitido desde el centro principal de la CIA en Langley, Virginia, dice textualmente, entre otras cosas: ‘Favor informar primera oportunidad cualquier dato respecto a asistencia Fidel ceremonia primer aniversario independencia de Angola, día 11 de noviembre. Caso afirmativo, tratar de averiguar itinerario completo visita Fidel otros países mismo viaje’.

"Otra instrucción de fecha anterior dice así:

"¿Cuál es la reacción oficial y particular sobre ataques de bombas contra oficinas cubanas en el extranjero?" Le están preguntando a su espía o supuesto espía aquí. "¿Qué van a hacer para evitarlas y prevenirlas? ¿De quién se sospecha como responsables? ¿Habrá represalias?"

Entonces decíamos:

"Esperamos que el Gobierno de Estados Unidos no se atreva a negar la veracidad de estas instrucciones de la oficina central de la CIA y otras muchas que en flagrantes actos de espionaje ha cursado a la misma persona. Poseemos la clave, las cifras y todas las pruebas de la autenticidad de estas comunicaciones. En este caso concreto, el supuesto agente reclutado por la CIA, desde el primer instante y durante 10 años ha mantenido al Gobierno de Cuba detalladamente informado de todos sus contactos con la misma, los equipos y las instrucciones recibidas. La CIA suponía que el agente había logrado colocar un microtrasmisor electrónico moderno, que le fuera entregado por esta, nada menos que en el despacho del compañero Osmany Cienfuegos, Secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros."

En esa ocasión nos vimos obligados a quemar, a incinerar, realmente, a un importante agente, dada la gravedad del caso y dada la necesidad de justificar nuestra sospecha por la participación de la CIA en esas actividades terroristas y en los planes de atentados personales contra mí. Quemamos un agente, y eso no se puede hacer todos los días ni a todas horas, pero algo teníamos que decir sobre eso. Y hoy vuelve a ser útil recordar aquellos hechos.

Continuaba en ese mismo discurso:

"De ahí la seguridad con que presumía recibir, con la debida antelación, la información pertinente sobre cualquier viaje del Primer Ministro de Cuba al extranjero.

"Los que imaginan que la CIA se ha enmendado un ápice por las denuncias que en el propio seno de la sociedad norteamericana se han producido sobre sus espeluznantes hechos, están en un profundo error. Sus métodos, en todo caso, se harán más sutiles y más pérfidos.

"¿Para qué deseaba la CIA conocer el itinerario exacto del posible viaje del Primer Ministro a Angola y otros países de Africa con motivo del 11 de noviembre? ¿Por qué deseaba conocer qué medidas se tomarían para evitar y prevenir los actos terroristas?"

Fíjense en qué fecha, hace 22 años estábamos planteando estas mismas cosas. Realmente, ¿qué ha publicado el New York Times ahora que no hayamos denunciado nosotros? ¿Qué hay de nuevo? Sí, han pasado 22 años, y hay documentos desclasificados, hay investigaciones que se hicieron después que yo pronuncié aquel discurso, por comités del Congreso de Estados Unidos, ciertamente. Aportan datos, informaciones que han estado a su alcance; pero desde época tan lejana, como son esos 22 años, nosotros habíamos planteado estos métodos sutiles, más cuidadosos para hacer las cosas, lo denunciamos entonces. Todo eso, realmente, se refleja en la información.

Es posible que ese órgano de prensa tenga más datos; pero para nosotros ellos tienen una parte de la película y nosotros tenemos la otra parte.

Ahora bien, una pregunta:

¿Cómo puede explicarse que Posada Carriles, reclutado y entrenado por la CIA, que realizó numerosos actos de terrorismo contra Cuba, pase, por recomendación de Estados Unidos, a convertirse en jefe de operaciones de la DISIP, en Venezuela, para perseguir y asesinar a revolucionarios venezolanos?

¿Cómo puede explicarse que después de organizar el monstruoso crimen de Barbados pueda escaparse de la prisión con dinero enviado por la Fundación Cubano Americana y a las pocas semanas llegara a El Salvador para unirse a Oliver North, famoso coronel ayudante de Reagan, y trabajar, desde Ilopango, en una operación de la Casa Blanca para suministrar a la contrarrevolución nicaragüense con las armas provenientes de lo que constituyó después el sensacional escándalo mundialmente conocido como Irán-contras?

Después de esto, ¿cómo puede explicarse que la CIA haya roto sus vínculos con Posada Carriles en febrero de 1976, pocos meses antes de que hiciera estallar en el aire el avión de Cubana en Barbados?

¿Cómo puede explicarse que aparezca luego organizando atentados contra Castro durante años, y hasta fecha muy reciente, y ataques con bombas en los hoteles de La Habana? Quién va a creer eso del hombre que, recomendado por la CIA, pasó a ser jefe de operaciones de la DISIP de Venezuela, en guerra contra la guerrilla; su mejor hombre, el de más confianza, a quien capturan casi por casualidad, al no poder escapar aquellos dos mercenarios venezolanos que trabajaban con él debido a las medidas tomadas por las autoridades de Barbados y de Trinidad. Y después escapa de la cárcel y en cuestión de días está de nuevo trabajando en una operación mucho más importante, secreta, sensible y comprometedora, bajo las órdenes de un coronel ayudante o asesor del Presidente de Estados Unidos, dirigido desde la Casa Blanca.

Es decir que al escaparse Posada Carriles de aquella cárcel, mediante los sobornos y los métodos conocidos, prácticamente es ascendido a la categoría de colaborador del Presidente de Estados Unidos. ¿Teníamos o no teníamos razón cuando despedíamos el duelo a las víctimas del sabotaje de Barbados? Y cuántas cosas más habrá todavía por conocer, cuando de verdad se desclasifiquen los documentos.

¿Cuántos años han transcurrido de la muerte de Kennedy? Treinta y cinco años aproximadamente, no se han desclasificado esos documentos. ¿Por qué no se acaban de publicar todos?

Nuestros puntos de vista: los planes de atentados y los actos terroristas no fueron suspendidos por Estados Unidos a partir de las denuncias de la comisión del Senado. El Senado organizó una comisión, descubrió, comprobó y denunció un número de atentados contra mí, que fueron publicados ampliamente; una parte nada más de los planes de atentados, lo que ellos pudieron investigar y comprobar. Claro, cuando Cuba lo denunciaba no tenía importancia, cuando una comisión del Senado lo denuncia se considera como una verdad evidente, admitida, etcétera; pero es el tiempo el que nos ha ido dando siempre la razón.

¿Cómo pueden realizarse esas operaciones sin la complicidad, la tolerancia y el apoyo de las autoridades norteamericanas? Todo lo que hizo Posada Carriles, organizando planes de atentados hasta muy reciente, y continúa organizándolos, me limito solo, solo, solo a decir eso. ¿Cómo puede organizar todos esos planes de atentados y de terrorismo sin la complicidad, la tolerancia y el apoyo de las autoridades norteamericanas? Si quieren puedo, incluso, limitar un poco más la afirmación y en vez de "las", decir "de autoridades norteamericanas".

Por tanto, y a partir de todos estos elementos de juicio que les he expuesto, consideramos que Estados Unidos fue culpable del sabotaje al avión de Cubana en Barbados que costó la vida de 73 personas. Estados Unidos es culpable de las bombas que estallaron en los hoteles de la capital para sabotear el turismo, para golpear nuestra economía, no bastándole, al parecer, con el cruel y despiadado bloqueo que aplican contra nuestro país. Estados Unidos es culpable de los numerosos planes de atentados contra mí, en este caso, o contra cualquier dirigente de la Revolución, que llevan a cabo estos señores, esta mafia, estos gángsteres mercenarios pagados por la Fundación Cubano Americana, por acción o por omisión. Y, evidentemente, por todos los elementos de juicio con que contamos, es culpable por acción de muchos de aquellos crímenes y atentados terroristas que se cometieron contra nuestro país.

Pero quiero ser franco, quiero ser claro, no quiero hacer imputaciones injustas. No culpamos de estos hechos a la actual administración de Estados Unidos; no creemos, sinceramente, al señor Clinton capaz de ordenar atentados a dirigentes políticos y planes terroristas contra otro país. No se concilia, realmente, con la idea, con el concepto, con los informes, con lo que se percibe acerca de él, y hemos aprendido en estos años a conocer a los dirigentes de ese país. Realmente, si lo creyera, lo diría aquí, tranquilamente. No lo creo.

¿Qué pienso? Conozco virtudes y conozco defectos del señor Clinton; lo he seguido de cerca, como es nuestro deber, a través de las noticias, cables, acciones, etcétera. Debo decir que Clinton ha sido miserablemente engañado, le presentaron una fundación supuestamente pacífica y beatífica; una fundación, una institución terrorista, encabezada por un individuo que practicó durante años directamente el terrorismo y continuó aplicándolo a lo largo de los años a través de esa fundación.

Esa organización terrorista se reunió --como dice el mismo artículo que señalábamos aquí-- con Reagan, con Bush y con Clinton; esa fundación sufragó las campañas políticas de un número de representantes y de algunos senadores, con los cuales fue constituyendo el lobby a través del cual influye en la política de Estados Unidos. Una fundación que ha ejercido el terror fascista entre los cubanos de Miami; sí, porque no el ciento por ciento ni mucho menos de los que viven en Miami son contrarrevolucionarios, ni apoyan a esa fundación, pero los han mantenido bajo el terror. Son los dueños de todas las estaciones de radio, de televisión, de los puestos de trabajo en el ayuntamiento, donde han desfalcado los fondos --otro escándalo que se conoce públicamente--; tienen gran influencia, si ellos no quieren que alguien encuentre un empleo, no encuentra un empleo.

Aquí han estado visitantes de la Comunidad Cubana, procedentes de Miami, se han reunido en La Habana, y hay que ver las medidas que han tomado contra algunos de ellos, contra profesionales, contra personas que han sido partidarias de normalizar las relaciones, que se han opuesto al bloqueo: llevar grupos a hostigarlas en las casas, obligarlas a renunciar al empleo, obligarlas a renunciar a los clubes, incluso, donde hacen ejercicios, un club recreativo; llegar en pandilla y tomar el automóvil con la familia adentro y batuquearlo; difamar de la gente, usar métodos psicológicos, terror físico y terror psicológico en el seno de la comunidad de origen cubano en Estados Unidos.

Sí, al principio se fueron, fundamentalmente, ladrones, esbirros, los primeros que llegaron allá, el grupo de Batista, y después fueron saliendo latifundistas, casatenientes, muchos de aquellos que se vieron afectados por las leyes revolucionarias; pero después se produjo una emigración evidentemente económica, la que tiene lugar en el hemisferio. Hay no sé cuántos millones de mexicanos, creo que más de 20 millones de descendientes de mexicanos y más de 10 millones, serán 10 ó 15 millones de mexicanos, nacidos en México; ahora, esos no se llaman exiliados, se llaman emigrantes. Hay más de un millón de dominicanos, parte de los cuales han cruzado por el Paso de la Mona hacia Puerto Rico y han ido a parar a Estados Unidos; esos no son exiliados dominicanos, son emigrantes dominicanos. Y así con todos. Si proceden de Cuba y se han movido por razones familiares o por razones económicas no son emigrantes, son exiliados.

A partir de la abismal diferencia y la injusta diferencia que el orden económico mundial, desde el colonialismo hasta hoy, ha establecido y establece cada vez más entre los países ricos y desarrollados y los países del Tercer Mundo, la presión que realizan los ciudadanos de ese Tercer Mundo para ingresar a los países industrializados es enorme.

Imagínense ustedes que Estados Unidos hubiera hecho con México o con el resto de América Latina lo que hizo con Cuba, que todo el que llegaba allí, automáticamente, recibía el derecho de residencia, no importaba que fuera un lumpen, un delincuente, un escapado de las prisiones, que hubiese cometido un crimen, cualquier cosa. Jamás alguno de esos individuos fue expulsado de allí, tenía derecho. ¡Unico país en el mundo cuyos ciudadanos podían llegar a Estados Unidos y hacer eso! Derecho automático de residencia. Claro que encima de eso tenían que hacer algunas declaraciones contra el socialismo que los enseñó a leer y a escribir, y hasta les enseñó un oficio y les enseñó muchas cosas. Esa era la carta de crédito para obtener un empleo, un trabajo, o algo por el estilo.

Si Estados Unidos hubiese hecho eso con América Latina, hoy, a los casi 40 años del triunfo de la Revolución, más de la mitad de los ciudadanos de ese país serían latinoamericanos y no serían exiliados, serían inmigrantes.

Claro que mientras proclaman el libre tránsito de mercancías y de capitales, aprietan cada vez más la tuerca para que no se produzca el libre tránsito de trabajadores y de personas.

Ellos quieren Acuerdo de Libre Comercio de las Américas, suspensión de barreras aduanales, libre tránsito de mercancías y capitales; lo que no quieren ni locos aplicar el mismo principio a los trabajadores y a los seres humanos.

Para evitar eso están construyendo una muralla de 3 000 kilómetros, cien veces más grande que la del muro de Berlín, con los mecanismos electrónicos más sofisticados, medidas excepcionales. Obligan a los inmigrantes a meterse por los ríos donde se ahogan, atravesar desiertos donde mueren, sufrir accidentes en carreteras y autopistas, donde viajan los automóviles a muy alta velocidad, al tratar de escapar entre las hileras de automóviles, y todos los meses llegan noticias del número de inmigrantes latinoamericanos que mueren tratando de cruzar las fronteras. En un año mueren más --posiblemente, habría que precisar los cálculos-- que todos los que murieron durante la existencia del muro de Berlín, ¡cada año!, y cada año morirán más, perdiendo la vida de una forma o de otra, por la presión económica.

¿Y por qué, a pesar de existir un acuerdo migratorio entre Cuba y Estados Unidos, algunos tratan de ir? ¡Ah!, porque el acuerdo dice que los que son interceptados en alta mar son devueltos; pero los que se cuelan y pisan tierra norteamericana, ¡ah!, ya es otra ley, y tienen una guerra allí con los guardacostas en virtud de que todavía permanece aquel principio. Si un individuo va, puede intentar cuantas veces quiera tratar de cruzar, porque establecieron esos privilegios contra la Revolución, aunque ahora anden asustados, llenos de xenofobia, tanto en Estados Unidos como en Europa, por miedo a la presión migratoria de los pueblos del Tercer Mundo.

Imagínense ustedes que a los ciudadanos chinos les hubiesen concedido las mismas prerrogativas que a los ciudadanos cubanos.

Tomando en cuenta la diferencia de los niveles de ingreso, estándar de vida, creados históricamente como resultado del colonialismo, el neocolonialismo y la explotación imperialista, millones y decenas de millones, tal vez cientos de millones, desean moverse hacia los países industrializados. Europa está igual.

De ahí nace una creciente xenofobia, de ahí nace un creciente espíritu fascista, racista. Es el temor a los inmigrantes del sur. Mientras se multiplica la población en los países con menos desarrollo, más crece esa tendencia.

Por eso, construyen ese famoso muro del que hablará la historia, porque los mexicanos y los latinoamericanos seguirán inventando cosas para cruzar del lado de allá; pero no son migraciones políticas, son migraciones económicas.

Hay muchos cubanos, realmente, que se han ido por razones económicas; algunos deslumbrados por las sociedades de consumo. Como hemos explicado, ese tipo de sociedades, ese despilfarro es insostenible, sencillamente, y los países del Tercer Mundo se encontrarán cada vez con una resistencia mayor para el ingreso en esos países desarrollados.

Pero allí en Miami estos grupos, la mafia terrorista y fascista se impone por la fuerza; y esa mafia llevó a Clinton a la aprobación de la Ley Torricelli, la primera. Todavía no lo habían electo presidente, cuando ya lo habían embarcado apoyando la Ley Torricelli; la firmó él, la defendía la fundación. El artículo dice que desempeñó un papel decisivo en persuadir al Presidente a que siguiera esa línea.

Desde allí, desde Miami, se realizaron las provocaciones que dieron lugar al incidente del avión, a pesar de que nosotros habíamos protestado reiteradamente y habíamos advertido inútilmente contra esas provocaciones, señalando que iban a dar lugar a un incidente.

La fundación, que tiene muy estrechas relaciones, por cierto, con los adversarios de la actual administración --mantiene muy buenas relaciones y muchos vínculos con la extrema derecha republicana--, pero tiene también relaciones con los demócratas, porque ha dado dinero para campañas en el Congreso a miembros de un partido y de otro, juega con la idea de que controla a la mayoría de los votos de los de origen cubano allí en Miami, y como la Florida es un estado importante en unas elecciones presidenciales, todos esos factores han estado desempeñando su papel allí, en favor de la política de la mafia; pero el hecho real es que han engañado a Clinton.

La fundación financió y vino financiando durante muchos años las actividades terroristas contra Cuba, los planes de atentados y las bombas contra nuestro país.

Lo cierto es que el señor Mas Canosa era terrorista desde mucho antes de que se fundara esa fundación. Lo cierto es que fue Reagan quien impulsó su creación, y vamos a ver ahora cómo pueden probar que son falsas las imputaciones.

Las leyes de Estados Unidos --como se dijo aquí-- castigan esas actividades, y se le colaron allí a Clinton, en la Casa Blanca, los jefes de una organización terrorista que financia atentados personales, financia actos terroristas y paga mercenarios para que pongan bombas en nuestro país.

Vamos a ver cómo pueden negarlo. Vamos a ver cómo pueden negar que ese barco que iba a hacer el atentado en Margarita --capturado por pura casualidad, que había navegado desde Miami hasta Puerto Rico-- no es de la fundación, y las armas no son de la fundación. Vamos a ver cómo manejan ese problema.

Ellos han amenazado con demandar al New York Times, los de la fundación; no lo harán, es casi seguro que no lo harán, porque mientras más se empeñen en demandar al periódico, más se embarcan. Lo que han hecho es cuestionar la credibilidad del periódico. Un periódico que se respete a sí mismo no admite que lo desacrediten, un periódico con experiencia no incurre en imputaciones de esa gravedad que no pueda probarlas. De modo que vamos a ver si de verdad la fundación establece demanda judicial contra la información del New York Times y qué pasa, porque puede haber datos más o menos precisos, pero en esencia la fundación no puede desmentir ninguna de las imputaciones que se le han hecho. Todavía habrá que esclarecer algunos conceptos, algunas contradicciones de menor importancia.

La actitud adoptada por Cuba fue la de no mezclarse, ni siquiera emitir opiniones mientras tenía lugar el debate dentro de Estados Unidos, simplemente reseñar la noticia e informar al pueblo.

Nosotros tenemos bastantes informaciones, poseemos bastantes elementos de juicio, y tal vez lo del New York Times no sea más que la punta del iceberg; pero para el propio gobierno de Estados Unidos significa una posición embarazosa, porque estos fueron los promotores y los impulsores de la Ley Torricelli y de la Ley Helms-Burton, con que esta administración ha endurecido el bloqueo contra Cuba.

Nosotros hemos conocido las personalidades de algunos dirigentes de ese país. Históricamente conocimos a un Roosevelt, no hay duda de que fue un estadista brillante, defendió los intereses de su sociedad capitalista y defendió los intereses del imperio. En esa época había otro imperio muy poderoso, que era el imperio británico, dominaba la India, dominaba una gran parte del mundo y obstruía el comercio norteamericano; Roosevel se dolía de eso, no hay duda de que era un estadista brillante. Uno no se imagina a Franklin Delano Roosevelt preparando planes terroristas, atentados y cosas de esa naturaleza.

Hubo otro presidente, que fue Jimmy Carter, precisamente el que estableció la Oficina de Intereses en Cuba, que se veía poseedor de una ética, defensor del sistema capitalista, del imperialismo y todo eso; pero uno percibía en él a un hombre incapaz de ordenar un asesinato, un atentado, actos terroristas y cosas similares.

De la misma forma, asumo la responsabilidad y no creo que la historia me desmienta, creo conocer desde lejos la psicología del actual Presidente, las preocupaciones del personaje, sus virtudes y sus defectos, y no lo considero de la categoría inescrupulosa de político que ordene hacer cosas de este tipo; pero sí, incuestionablemente que lo han engañado, y lo que puedo decir es que su principal responsabilidad es no haberles prestado atención a las numerosas advertencias y denuncias que Cuba ha hecho en torno a estas actividades; porque las mismas tienen su historia, son cosas que nosotros venimos siguiendo hace rato, defendiendo al país contra tales planes, perfeccionando, realmente, la vigilancia, la guardia, las medidas para que no puedan llevarlos a cabo.

Todos esos grupos fascinerosos se creen con el derecho de organizar una cacería cada vez que yo me muevo de este país. Sí, ni siquiera en las praderas de Africa se organizan más cacerías que las que se organizan contra mí cuando viajo a cumplir algún compromiso internacional, ¡y no por eso dejaré de viajar!, ¡no por eso dejaré de cumplir los compromisos que tenga que cumplir! ¡Que lo sepan, sí, que lo sepan! (Aplausos.)

Recuerdo cuando visité a Allende en Chile, me fueron persiguiendo por todo ese país supuestos periodistas con pasaportes venezolanos, con cámaras de televisión venezolanas, con armas automáticas dentro de los proyectores de televisión y delante de mí estuvieron en alguna entrevista de prensa, a unos pasos. Pero, ¿qué les pasó? No eran fanáticos. No se atrevieron a disparar, porque sabían que iban a morir también y los mercenarios no mueren, los mercenarios lo que quieren es dinero; y los enemigos de la Revolución han sido fundamentalmente mercenarios que lo que quieren es vivir para disfrutar del premio que les paguen por matar.

Ellos han tratado de golpear la economía, como puedan, y siempre, a cualquier lugar donde uno se mueva, siempre están con su plan, organizándolo inmediatamente: si es en Cartagena, en Cartagena; si es Margarita, Margarita; si es la cumbre de Portugal, en la cumbre de Portugal; planes, por doquier. Sí, pero no me voy a detener, cumpliré mi deber hasta el último día, y afrontaré gustosamente todos los riesgos.

Toda mi vida la he pasado corriendo riesgos --y sé que es muy importante la moral (Aplausos)--, desde mucho antes del golpe de Estado del 10 de Marzo, luchando contra pandillas, denunciándolas; como el domador en el circo, he utilizado el látigo. Es como hay que actuar con esos enemigos, denunciarlos una vez y una vez más.

No se me puede olvidar cuando el director de la prisión amenazó con asesinarme, estaba furibundo, parecía un basilisco, por un artículo que desde la prisión publiqué en Bohemia --había uno de esos períodos en que por razones de política electoral no había censura-- renunciando a la amnistía con condiciones, querían darla condicional; se buscó problemas hasta con Batista por el artículo, se puso furioso, pocas veces he visto a un tipo tan furioso. Dijo frenéticamente que me mataba si volvía a escribir otro. Y cuando volví para mi celda lo primero que hice fue un artículo denunciando al tipo, su furia y sus amenazas, y se lo mandé a Bohemia, llegó a Bohemia, pero Bohemia no se atrevió a tanto.

No he podido encontrarlo, miren que he buscado a ver si encuentro mi articulito, escrito allí de madrugada, y pasado por uno de los métodos que usábamos, una especie de tinta invisible que fabricábamos con el zumo de limón, o tal vez dentro de una cajetilla de fósforo, escrito en un papel bien finitico, no recuerdo ahora exactamente, pero iba completico, rápido, y a tiempo, para la edición de Bohemia. Denuncié a aquel "caballero" que me amenazó de madrugada con la muerte, quería ver si era verdad que me mataba o, en definitiva, se le explotaban las venas del cuello por la descomunal furia. Me quedé con la curiosidad. Y no es cuestión de valentía o de considerarse más valiente que los demás, yo creo que en el hombre lo que importa es la dignidad, el valor acompaña a la dignidad; no hay valor sin dignidad, no hay valor sin honor, no hay valor sin principios. Los que defendemos honor, dignidad, principios y una causa justa, siempre tendremos la moral suficiente para ir a donde haya que ir, y nunca nos faltará el ánimo necesario para ello. Todo lo demás es realmente una tontería, una ridiculez.

Dentro de unos días pienso visitar a Jamaica, a mis hermanos jamaicanos, que nos han invitado (Aplausos) y nos han insistido que vayamos a Jamaica. El 29 estaré allí, se lo aviso de antemano a todos estos organizadores de atentados y de terrorismo (Aplausos).

El día primero estaré en Barbados, allí donde el gobierno de ese noble país, el valiente gobierno de ese noble país, va a inaugurar un monumento a las víctimas de aquel monstruoso crimen del 6 de octubre de 1976 (Aplausos), y tendré el placer de participar en esa inauguración.

Dos días más tarde estaré en la isla de Granada, donde su valiente gobierno, cuyo Primer Ministro nos visitó no hace mucho tiempo, ha decidido colocar una placa en memoria de los constructores cubanos que hicieron allí aquel aeropuerto y que se comportaron con gran espíritu de trabajo y solidaridad (Aplausos).

Así se va escribiendo la historia moderna de este mundo.

Esos países fueron los últimos en arribar a la independencia después de la Revolución Cubana y se comportan con una gran dignidad, con un gran sentido del honor, son grandes amigos realmente de Cuba. Nos apoyaron en la cuestión del ingreso a Lomé, incluso nos propusieron, solicitaron que junto a ellos lucháramos por los intereses comunes. Y los 71 países del Tercer Mundo que integran la Convención de Lomé apoyaron a Cuba unánimemente, porque Cuba defiende sus causas, porque Cuba defiende sus intereses; en todas las tribunas, en todas partes, en la OMS, en la OMC, en las Naciones Unidas, sigue una política de principio y por eso la apoyan, la admiran y la respetan.

Así que dentro de unos días tendremos que movernos, no nos queda más remedio. No piensen que me disgusta el trabajo que hago aquí todos los días, no; viajo como un deber y cuando cumplo el deber lo hago con placer, cuando defiendo ideas y defiendo principios, me siento satisfecho (Exclamaciones de: "¡Viva el Comandante en Jefe!").

Tendré que ir a la cumbre de Portugal, y tendré que ir a la reunión cumbre del Movimiento de Países No Alineados en Sudáfrica, que ya tuve el honor de visitar cuando la toma de posesión de Mandela (Aplausos). Y estoy invitado a la República Dominicana entre el 19 y el 20 de agosto. Así que aquí tienen noticias, todas las que quieran; pero tengo algunas más, porque sabemos algunas cosas. Pero me las reservo.

Ya veremos cuáles son las tácticas, cómo desarmamos a los tipos esos y cómo les complicamos la vida en sus planes obsesivos de mercenarios, de fanáticos del dinero, y algunos de ellos se han llenado de vanidad, puesto que los han sacado en los periódicos, tipos vanidosos, autosuficientes, primitivos; los pintan de héroes, así los ha pretendido presentar alguna prensa norteamericana --incluso, de cierta forma, al New York Times lo incluyo en ese error-- exaltando individuos predispuestos al crimen, utilizando frases y palabras que los inflan como sapos: "su guerra contra Castro". No es la guerra de los agentes de Estados Unidos contra una revolución, no es la guerra contra una causa justa, no es la guerra contra un pueblo, es la guerra particular de un terrorista contra Castro, tal como a veces la definen ellos. Y, en cierta forma, ese lenguaje los alienta. No conocen bien la psicología de los sujetos y, en parte, eso los pierde, porque se les llena de tal manera la cabeza de humo, que en pose de héroes les da por hablar hasta por los codos.

Hay que ver por qué a este individuo le dio por hacer toda la historia al New York Times y contar todo lo que contó. A las pocas horas lo estaban desmintiendo, se movió todo el mundo. Un avión de la fundación salió rápidamente, porque, bueno, el FBI y la CIA no lo encuentran, pero los periodistas lo encuentran, los periodistas saben dónde está; el artículo dice que en un lugar de Guatemala. Y, bueno, los demás saben, porque cuando salieron los artículos tembló la tierra allí en Miami.

¿Qué dice toda la gente de Miami? Que eso es verdad de cabo a rabo, es lo que dicen. La fundación salió corriendo, buscó un plumífero, cámaras de televisión, lo envió a toda velocidad, sabían bien dónde estaba, para que desmintiera todas las historias que les había hecho a los dos articulistas del New York Times, y, por cierto, dijo que no, que él nunca había dicho nada de eso, ni una palabra, ni había reconocido nada. Pero los del diario tenían las grabaciones completas de todo lo que el tipo dijo, y tienen todos los materiales y documentos necesarios para probarlo.

Se ve por el artículo que lo buscaron en archivos, lo buscaron en todos esos lugares, y los de la fundación están indefensos. Se pusieron a correr, inmediatamente algunos en Miami se dieron cuenta de que el avión que había llevado al periodista era de la fundación; a toda velocidad lo llevó y regresó, y pusieron el material por televisión, rápidamente, y acusaron hasta al periódico de no sé cuántas cosas, de que el periódico era procastrista y cosas por el estilo. Estaban verdaderamente molestos, estaban verdaderamente rabiosos; pero están impotentes, están realmente impotentes, y nosotros no hemos dicho ni una palabra. Tenemos algunas cosas de interés, pero dijimos: Este es un conflicto entre ellos, un debate entre ellos; no mezclarnos. Tenemos nuestro buen inventario de información y de cosas muy interesantes.

Este caballero dice por ahí, entre otras cosas, que él tiene un grupo de mercenarios disponibles que andan libres. Dice que hay dos o tres que vinieron a realizar los planes y no han regresado. Sí. ¿Por qué vemos que ciertas frases y enfoques los halagan y estimulan?, porque unos artículos que aparecieron en el New Herald de Miami, aunque denunciaban cosas, eran relativamente apologéticos, y a los tres días el individuo estaba enviando otro sujeto para acá con las intenciones de hacer lo que habían hecho otros; pero como con la experiencia se aprende rápidamente, ¡rápidamente!, ya no les resulta tan fácil. Y, además, hay más de uno que ha caído en las redes; pero si hay dos o tres y no se ha publicado nada sobre eso, dicen: "¡Qué extraño!" No, no, no, nada es extraño, los tenemos ahí como testigos, de dónde salieron, cómo salieron, cómo trajeron los medios, ¿comprenden?, y quién se los entregó y cuánto les pagaron para venir a poner bombas aquí. No tiene nada de extraño, se van siguiendo los procesos legales pertinentes; pero en esta lucha nosotros sabemos las tácticas que debemos usar.

Solo digo que tenemos pruebas y nada más, y que no se extrañen, que no están luchando contra bobos, que esta Revolución sabe lo que tiene que hacer y sabe investigar lo que tiene que investigar, y sin usar jamás violencia física; nunca la ha usado contra nadie, contra ninguno de estos mercenarios que cuando se ven descubiertos inmediatamente lo cuentan todo, a toda velocidad; les presentan dos o tres pruebas nada más, se desmoralizan rápidamente y empiezan a contarlo todo y a colaborar. Nadie les ha puesto ni les pondrá un dedo arriba; incluso les damos garantía, pueden dársela a los mercenarios esos, que aquí no se les pone un dedo arriba, pero se les descubre. Después viene el problema de los juicios y el problema de las sanciones, porque, realmente, las leyes castigan severamente estos hechos.

Pero resulta verdaderamente lamentable que vengan a Centroamérica, llena de pobreza y de miseria, a contratar mercenarios para realizar actos de terrorismo. No vienen ellos, se cuidan lo suficientemente bien de no venir ellos, y han contratado mercenarios por 5 000 dólares, han contratado mercenarios hasta por 1 500 dólares. Vean ustedes: pasajes, gastos y 1 500 dólares por bomba, a qué extremo llegan de explotar la miseria.

Ahora bien, los periodistas saben dónde están los terroristas; las que no saben dónde están los terroristas son las autoridades de Estados Unidos. Los terroristas han ido, han vuelto, han hecho y han deshecho, eso no puede hacerse sin que se conozca verdaderamente. Esperamos de las autoridades norteamericanas que adopten las medidas pertinentes para poner fin a las actividades de esos grupos, que son potencialmente peligrosos.

Hay un ejemplo, y es de la cuestión de los vuelos, el secuestro de los aviones; lo utilizó el enemigo contra la Revolución Cubana para llevarse aviones, sin embargo, sembró el germen, el virus de una pandemia, que solo Cuba la pudo resolver el día que, advirtiéndolo previamente, devolvió para Estados Unidos a algunos que estaban secuestrando aviones. Lo hicimos por nuestra cuenta, por sentido de responsabilidad; había días que llegaban tres aviones secuestrados a ese aeropuerto. Fue Cuba la que le puso fin a un invento que ellos hicieron.

Estados Unidos tiene muchos grupos terroristas, tiene 800 grupos extremistas, fanáticos, racistas, de los cuales 400 están armados. El otro día vimos un cable informando que el FBI había capturado tres ciudadanos que eran partidarios de la separación de Texas de Estados Unidos. Habían escrito una carta amenazando con usar armas químicas y biológicas. En una camioneta, según dice el cable, llevaban el bacilo del ántrax, una enfermedad grave, y productos que contenían el virus del SIDA, que pensaban emplear utilizando pequeños dardos contaminados. Amenazaron hasta a la fiscal de Estados Unidos, y que incluso el propio Clinton podía ser agredido con esos productos biológicos.

Es que en todas partes del mundo hay locos, y en ese país yo creo que están por encima del promedio los tipos fanáticos, extremistas, racistas, al estilo de los que pusieron la bomba en Oklahoma, matando a más de 150 personas, o de los que querían emplear gas asfixiante o explosivos en el metro de Nueva York.

Ellos mismos tienen un gran problema, cómo evitar que el contagio de las actividades y métodos terroristas se extienda a sus propios grupos de extremistas. Los elementos terroristas extremistas, entrenados en su tiempo por la CIA y pagados por la Fundación Cubano Americana en sus actividades contra Cuba, han ido desarrollando ciertos procedimientos relativamente sofisticados para realizar sus criminales actos. Nosotros, incluso, somos contrarios a que esas técnicas se divulguen, porque apenas unos cuantos locos allí conozcan las mismas, sencillas, fáciles de usar, pueden convertirse en un gran problema para los propios Estados Unidos y otros países.

Las autoridades de ese país conocen bien que hoy los métodos que pueden emplearse son verdaderamente peligrosos, difíciles de descubrir y que pueden emplearse hasta procedimientos químicos y biológicos. Ellos tienen la preocupación, incluso, de que en el futuro puedan realizarse atentados o sabotajes de carácter nuclear, porque con los problemas que han pasado en algunos países, nadie sabe qué control real existe o existirá en el futuro con relación a los materiales necesarios para ello.

No quiero decir mucho, pero pienso que muchos en el mundo están seguros de que con dinero se puedan adquirir hoy cantidades suficientes de material nuclear para fabricar artefactos rudimentarios que pueden requerir no más de 2 ó 3 kilogramos de uranio enriquecido u otro material similar. La literatura científica ha divulgado suficientemente la forma de hacerlo. En Estados Unidos hay personas responsables que tienen preocupaciones de que un día grupos extremistas se decidan a realizar atentados químicos, biológicos e incluso nucleares. Es una pesadilla.

En ese país, repito, hay 800 grupos de ese carácter --lo han publicado ellos--, alrededor de 400 están, gracias a leyes tradicionales que les otorga el derecho a poseerlas; es una de las agonías del actual Presidente de Estados Unidos, cómo limitar al máximo y controlar la posesión de armas. Hay organizaciones poderosas que se oponen a tales medidas. Por otro lado, las películas y seriales televisivos saturados de violencia inducen hasta a los niños a llevar armas a las escuelas y a matar a otros niños. Son problemas realmente serios.

Pienso fría y objetivamente que a Estados Unidos no le puede convenir, no le puede interesar el tipo de actividades denunciadas por el New York Times y la apología de sus autores que nosotros estamos denunciando en la noche de hoy, porque constituyen un peligro potencial grande para cualquier país, y, muy particularmente, para la sociedad norteamericana.

Pienso que ellos tengan especial interés en combatir el terrorismo. Y digo aquí, públicamente, que nosotros estamos dispuestos a cooperar.

Ellos, por soberbia, muchas veces han rechazado la cooperación de Cuba en la lucha contra las drogas, a pesar de que ningún país en este hemisferio ha luchado más consecuentemente contra el tráfico y uso de drogas que Cuba y no precisamente porque los narcotraficantes traten de establecer aquí un mercado de drogas, sino porque, dada la posición geográfica de nuestro país, un avión o un barco, por problemas técnicos o errores de navegación, han aterrizado o recalado en nuestro territorio, o porque lanzaban la droga cerca de nuestras costas, o porque, como desgraciadamente ocurrió, algunas cabezas locas concibieron la idea de mezclarse en cuestiones de droga, creyendo que podía ser algo útil.

Lo peor en realidad es que algunos de los que se iniciaron en ese loco juego creían estúpidamente que iban a ayudar al país con eso. Claro que cuando entraron en contacto con determinadas cantidades de dinero, empezó la corrupción y el manejo de dinero fácil. El brote fue arrancado de raíz, la deslealtad y la indisciplina cometidas contra la Revolución castigadas ejemplarmente. Lo que nadie podrá negar es que ningún país ha combatido con más energía y con mayor éxito el problema. Ahora nos defendemos con el mayor celo de las acechanzas que la apertura de nuestras fronteras al turismo, al tráfico comercial y a la inversión nos pueda traer.

Los gobiernos de Estados Unidos nunca han querido acuerdo de cooperación con Cuba en este campo. Cuba, sin embargo, ha estado dispuesta a cooperar contra el tráfico de droga con todos los países. Tiene acuerdos con México y otros estados del continente, tiene acuerdos con países de Europa; pero no existen con Estados Unidos, no quieren, como una prueba de arrogancia y de soberbia.

También en la lucha contra el terrorismo estamos dispuestos a cooperar con Estados Unidos, y estamos convencidos de que los riesgos de ellos son mayores que los nuestros. Ellos no están tan preparados como nosotros para lidiar con este tipo de problemas, tienen millones de trabas, complicaciones, situaciones caóticas en su propio país.

(Se escucha música y mira el reloj). Es que son las 12:00 de la noche (Aplausos), me queda muy poco. ¿Es señal de que empezaron los carnavales ya? (Risas.)

Volviendo al tema, decía que estamos más preparados para lidiar con esos problemas. Aquel es un país muy grande, y ya les digo, violento, como regla general; violencia que se impulsa y se inspira muchas veces a través de los medios de divulgación masiva, el cine, la televisión, los juegos infantiles y otras vías.

Ese país necesita paz interna y necesita realmente, más que nadie, poner bajo control y prevenir los riesgos que tiene por delante.

Nuestra cooperación sería útil y no tenemos ninguna objeción. Pero si no quieren, seguiremos solos luchando todo el tiempo que sea necesario, porque albergamos la convicción de que somos más fuertes que ellos para enfrentarnos al terrorismo, somos menos vulnerables y contamos con la colaboración masiva del pueblo, de las organizaciones de masa, de todos los compatriotas (Aplausos); tenemos educación, cultura, instrucción, organización, mayor experiencia y espíritu de cooperación y de trabajo unido. No obstante, hago constar nuestra disposición.

Expresé aquí mi idea, mi opinión, realmente, sobre estos temas, sobre la actitud del actual Presidente de Estados Unidos. No tengo que exhortarlo, para que no digan después: "Castro exhorta al Presidente de Estados Unidos", digo simplemente que percibo un hombre que tiene preocupaciones por muchos problemas de su país, sentido de responsabilidad, preocupaciones acerca del futuro, habla incluso de un legado histórico personal ; no es que esté de acuerdo, porque pienso que nadie tenga derecho a pensar en legados históricos personales. Como dijo Martí, toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz. Pero tomando en cuenta sus preocupaciones de esa índole, es de suponer que comprenda, que perciba realidades y verdades, que medite y analice las informaciones que se le han ofrecido sobre Cuba, la responsabilidad que le corresponde a su país por las injusticias contra nuestra patria que se han cometido a lo largo de la historia, y se digne a tomar en cuenta las palabras que a nombre de un pueblo pequeño, pero valiente, heroico e indoblegable, hemos pronunciado un día como hoy.

A las nuevas generaciones solo les digo una cosa: Han pasado 45 años desde el ataque al Moncada. Lleva más de un siglo nuestra patria luchando por su independencia y por sus derechos. Treinta años lucharon --desde 1868 hasta 1898-- Maceo, Gómez y otros muchos combatientes; sufrieron la humillación de no poder enarbolar su bandera en esta heroica ciudad, de no poder siquiera penetrar en ella después de 30 años de abnegada, admirable y sacrificada lucha, pero llegó un día en que esas banderas se enarbolaron, en que sus ideas triunfaron, ideas que no fueron nunca estáticas y que nunca detuvieron su marcha ascendente. Cada idea nueva puede ser un peldaño hacia las más altas cimas en el progreso humano.

Nosotros recogimos las ideas de filósofos y pensadores, revolucionarios; nuestro pueblo ha hecho a la vez aportes de nuevas ideas y los seguirá haciendo.

Vivimos en un mundo interesante, excepcional, del cual hemos hablado en otras ocasiones; un mundo en plena fase de globalización que trae problemas tremendos y desafíos inmensos. Nuestro mayor interés es que nuestro pueblo, en sus conocimientos, en su cultura y, sobre todo, en su conciencia política y científica, se encuentre preparado para ese mundo que se nos viene encima y que marcha a pasos de gigantes.

Nuestro deseo hoy, 45 años después, es, precisamente, que nuestro pueblo se prepare y se eduque. Hay que mirar más lejos, hay que elaborar nuevas ideas, enarbolar nuevos objetivos, nuevos principios, partiendo de los mismos sentimientos, amor eterno a la dignidad del hombre, al ser humano, a la justicia que nos llevó hasta aquí, en medio de tantos obstáculos, luchando hoy contra el más poderoso imperio que ha existido sobre la Tierra, que nos ha puesto obstáculos enormes sobre los cuales hemos salido victoriosos.

Seguiremos luchando, tenemos razones para sentirnos confiados.

En el próximo mes de enero vamos a tener en Cuba una reunión muy importante de economistas, debate público de todas las ideas: los partidarios del capitalismo ahí, sí, y los del neoliberalismo también. El tema esencial es la globalización y el neoliberalismo. Creo que va a ser un debate muy serio. Vamos a tener la oportunidad de poner el dedo en los puntos más importantes del momento actual y del futuro.

Tenemos muchos contactos, con muchos dirigentes, muchas personalidades del exterior, y les puedo asegurar que vemos crecer una preocupación muy grande y un creciente interés por todos estos problemas, cuyo análisis a fondo nos ayudará a prepararnos para ese mundo que se encima.

A la nueva generación le recordamos que nuestros mambises lucharon abnegada y heroicamente durante 30 años y vivir después casi 60 años más en aquel país que nos arrebataron para entregárselo a las transnacionales, a los privilegiados, a los oligarcas, a los corrompidos, a los ricos.

Aunque hayan aparecido algunos ricos, por razones que ustedes conocen, tenemos hoy un país que no se ha entregado ni se entregará jamás a los ricos, ni a los oligarcas, ni a los burgueses, ni a los explotadores, ni a los corrompidos. Estamos conscientes de los vicios que nos afectan, de los factores que nos influyen, de las muchas cosas contra las cuales hay que luchar y las muchas cosas que tenemos que perfeccionar; pero no nos desalentamos, confiamos en nuestras ideas, confiamos en nuestro pueblo.

Creemos que hemos cumplido nuestro deber, toda una generación, al haber luchado sin tregua ni descanso durante 45 años desde aquel 26 de Julio de 1953, manteniéndonos firmes en nuestra trinchera, en nuestros principios, con las mismas ideas que nos inspiraron aquel día.

Dicen que con los años los hombres se vuelven conservadores, y es en parte cierto. Como regla, el joven es desinteresado, altruista, arrojado; pero todo depende de las ideas. Nosotros hemos tenido el vigor de las ideas que hemos defendido, y pensamos hoy exactamente como pensábamos aquel día.

Tenemos un poco más de experiencia, un poco más de conocimiento. Algo nos han enseñado estos 45 años y tratamos de trasmitírselo a los compañeros que vienen detrás de nosotros, a las nuevas generaciones que hoy ocupan responsabilidades importantes. De modo que sumemos 30 años en el siglo pasado y 45 en este, 75; desde 1868 hasta ahora, sumen el total, 130 años luchando; pero antes luchaban nuestros compatriotas por tener una independencia, una soberanía, que no llegaron a conocer. Nosotros tuvimos el privilegio de conocerla y exhortamos por eso a las nuevas generaciones a que se apoderen de estas ideas, a que forjen su espíritu en esta lucha, a que la lleven adelante.

Hoy los ideales son más altos. Antes luchábamos por nuestro país; hoy luchamos por el mundo, y luchamos por el mundo debido a dos razones (Aplausos): una, porque adquirimos conciencia de humanidad, tan bellamente expresada en aquella frase martiana: "Patria es humanidad" (Aplausos); otra, porque adquirimos estos conceptos por nuestra educación política, revolucionaria, martiana, marxista, leninista, socialista. Hemos unido la esencia de las mejores ideas de nuestros pensadores y la esencia de las mejores ideas de los pensadores que nacieron en otras tierras, y con ellas hemos ido fortaleciendo y desarrollando nuestros ideales de hoy.

Somos patriotas, pero somos también internacionalistas. Ningún pueblo lo demostró mejor que nosotros, ningún pueblo fue capaz de enviar voluntariamente a más de medio millón de sus hijos a cumplir difíciles misiones en otras tierras del mundo, y eso que hemos sembrado no lo podrá desarraigar nadie. Un árbol se puede caer porque tenga raíces flojas, pero ningún árbol de raíces profundas podrá ser arrancado jamás (Aplausos), y tenemos millones de ciudadanos con raíces profundas y un pueblo de raíces muy profundas. Sepan captarlo, sepan comprenderlo nuestros jóvenes instruidos y cultos; sepan beber de la historia; sepan alimentarse de la gloria de nuestra patria, de sus tradiciones, de sus valores, como se alimentan los niños del pecho de las madres.

No se dejen confundir por nada, no se dejen engañar jamás por nadie. Esa es nuestra esperanza, y que este país jamás retroceda, que esta Revolución jamás retroceda, que toda la dignidad y la gloria que hemos adquirido no puedan destruirla nunca (Aplausos). Ese es nuestro compromiso y ese es nuestro juramento con nuestros mártires gloriosos, con nuestros muertos heroicos.

¡Viva Santiago de Cuba! (Exclamaciones de: "¡Viva!")

¡Viva la ciudad que tan dignamente lleva el nombre de Ciudad Héroe! (Exclamaciones de: "¡Viva!")

¡Viva la cuna de la Revolución!" (Exclamaciones de: "¡Viva!")

Con orgullo lo proclamamos hoy, y con orgullo repetimos:

¡Socialismo o Muerte!

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!

(Ovación.)
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