Reden und Ansprachen

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ EN LA INAUGURACIÓN DEL COMPLEJO DE LA SALUD "ERNESTO CHE GUEVARA", EN LA PROVINCIA DE LAS TUNAS, EL 14 DE JUNIO DE 1980

Datum: 

14/06/1980

Compatriotas de la provincia de Las Tunas:

Hace algo más de dos años visitamos esta provincia, para inaugurar la terminal de azúcar a granel de Puerto Carúpano. En aquella ocasión hicimos un amplio recorrido por toda la provincia, se tomaron decisiones; por ejemplo, construir dos carreteras, porque veíamos que a pesar de que la Revolución había construido muchas carreteras en todo el país, Las Tunas no estaba muy bien de carreteras: la carretera hacia el Argelia Libre y la carretera de Puerto Padre al Argelia Libre. También por aquellos días se estaba construyendo la carretera hacia la playa —creo que de La Llanita, es como se llama, ¿no?— que, por cierto, es una gran playa; creo que ahora lo que falta es un poco de transporte para llegar hasta la playa y algunas instalaciones en la playa (APLAUSOS).

También visitamos en aquella ocasión las fábricas de estructuras de acero y de botellas. La de botellas la estaban comenzando por aquellos días, estaban en las excavaciones; la de estructuras estaba más adelantada. Y nos propusimos que la fábrica de botellas se terminara un año antes, porque creo que estaba planificada para 1981. Creo, sin embargo, que la fábrica de botellas la vamos a tener ya terminada este año (APLAUSOS). Es, por supuesto, la fábrica de botellas mayor de Cuba, y no creo que exageraría si dijera que una de las mayores del área de América Latina, ya que puede producir mucho más de 300 millones de botellas, que resultan indispensables para el desarrollo de nuestra economía.

También visitamos en aquella ocasión la fábrica, en construcción, de tableros de bagazo del "Jesús Menéndez", que va a ser también la mayor de Cuba de este tipo de producción, porque tiene dos líneas, es el doble de la del "Camilo Cienfuegos" y de la que se está construyendo en el central Primero de Enero.

Estas industrias marcan lo que pudiéramos llamar el inicio de la industrialización de Las Tunas. Después están proyectadas otras fábricas, y entre ellas también centrales nuevos, centrales azucareros.

Pero en aquella ocasión visitamos también las obras de este Combinado en construcción. Ya estaban adelantadas algunas de ellas, como el hogar de ancianos, el hospital. En aquella ocasión se estuvieron elaborando las ideas del Politécnico de la Salud, que ya está terminado, e igualmente la idea de la Facultad de Medicina de Las Tunas (APLAUSOS). Por cierto que en la provincia se está construyendo también el hospital de Puerto Padre. Vamos a ver si esa obra la podemos adelantar ahora, y satisfacer de forma más cabal las necesidades médicas de Las Tunas.

Para nosotros es un motivo de profunda satisfacción poder venir aquí hoy, ya con estas obras terminadas, a festejar junto a ustedes la inauguración de este Combinado de la Salud, que podemos decir que es uno de los más completos del país (APLAUSOS). Estas son las ventajas de hacer las cosas nuevas: como no había nada, pues se ha podido hacer todo ahora bien combinado, bien coordinado; de modo que aquí tendremos el complejo completo, le faltará solo la Facultad de Medicina, cuyo movimiento de tierra se ha iniciado ya (APLAUSOS). Estas cosas se dicen así, pero tienen más importancia de lo que uno se imagina.

Recuerdo bien cuando inauguramos el hospital "Lenin", en Holguín, aquel gran hospital que construimos con la colaboración de la Unión Soviética. De esto hace ya algunos años. Fue un día como hoy, y se reunió el pueblo holguinero para inaugurar aquel hospital. Lógicamente, todos comprendían la importancia que tenía para el bienestar y la salud del pueblo aquel hospital, quién sabe cuántas decenas y decenas de miles de personas han recobrado su salud allí, o cientos de miles; quién sabe cuántas miles y miles de vidas se han salvado en aquel hospital. Pero cualquiera podría pensar que la tarea de un hospital se limita a salvar vidas, a recuperar la salud, defender la salud, proteger la salud de los ciudadanos. Sin embargo, recorriendo hoy el hospital de Las Tunas, nosotros vemos que estas instituciones tienen una dimensión mayor todavía, porque les pregunté a casi todos los especialistas que nos fuimos encontrando a lo largo del recorrido del hospital, especialistas muy valiosos y muy jóvenes (APLAUSOS), les preguntaba dónde habían estudiado y de dónde eran. Hay algunos que son de La Habana, unos pocos; pero me encontré un gran número que son de las provincias orientales, y algunos de ellos de aquí, de Las Tunas (APLAUSOS). Les pregunté dónde habían estudiado, como dije, y casi todos hicieron el internado, o el postgrado, en el "Lenin" de Holguín (APLAUSOS). Es decir que el "Lenin" se convirtió en una incubadora de médicos y especialistas, en una fragua de nuevos cuadros, esos que vienen a prestar servicios aquí.

De modo que cuando hoy hablamos de este hospital que se inaugura, y hablamos de ese Politécnico de la Salud que ya está funcionando, y hablamos de esa Facultad de Medicina que empieza a construirse, me imagino el futuro: un nuevo centro de formación de especialistas altamente calificados, de nuevos médicos para satisfacer las necesidades de nuestro pueblo, y posiblemente las necesidades de otros pueblos, porque tenemos más de 2 000 entre médicos, estomatólogos y personal de la salud, trabajando en el exterior.

Vemos igualmente el significado que tiene este hospital y que tendrá esa Facultad, no solo para el bienestar de ustedes; porque el hospital que tiene una Facultad de Medicina desarrolla todavía mejores médicos, porque se reúnen los más preparados, los de más experiencias, como profesores de ese centro. Me imagino que muchos médicos del hospital trabajarán como profesores del centro, y profesores de esa Facultad trabajarán también, prestarán servicio en el hospital; todo eso ayuda a elevar la calidad.

Realmente observamos una gran transformación en la provincia de Las Tunas. Trataba de recordarme qué era Las Tunas en el pasado, y muchos de ustedes lo recuerdan; no todos, desde luego, veo muchas caras jóvenes aquí. Veo a Zayas también (RISAS Y APLAUSOS), es una cara joven, pero más o menos contemporáneo mío (RISAS), quizás un poco más nuevo. Zayas debe recordarlo, y qué no puede recordar Zayas.

Yo, por ejemplo, recordaba que, cuando nosotros desembarcamos en el Granma, Zayas, con otros poquitos compañeros y dos revólveres, se alzaron, y no solo se alzaron, sino que tomaron un cuartel (APLAUSOS); y no solo lo tomaron, sino que se llevaron los dos fusiles que había allí (RISAS). Una prueba más de que para hacer la revolución muchas veces no hace falta ni armas, porque las armas las tiene el enemigo y hay que quitárselas. Eso fue lo que nosotros hicimos.

Y recuerdo también cuando llegaron aquellos dos fusiles a la Sierra Maestra. Aquello era una fiesta cuando llegaron Zayas, Pupo, y otros compañeros, Guillermo Domínguez, un compañero muy valioso que murió en la Sierra Maestra, y ellos se unieron a nosotros con sus dos fusiles. Y en aquella época, para nosotros, dos fusiles no se sabe lo que valían.

Ellos se sublevaron el 29 por la noche, antes de la sublevación...

(EL GENERAL DE EJÉRCITO RAÚL CASTRO LE DICE: "Y Raúl Castro Mercader.")

Bueno, no lo he mencionado (APLAUSOS). Es que yo no estaba haciendo el recuento. Eran cuatro, ¿verdad Alfonso? Guillermo, tú, Raúl Castro Mercader y Pupo (APLAUSOS). Ellos secundaron nuestro movimiento en condiciones muy difíciles, dando prueba de una extraordinaria presencia de ánimo.

Ellos deben recordar el pasado: ¿qué era Las Tunas? Un pueblo, todavía no puedo decir que había una ciudad aquí, yo diría que era un pueblito, una aldea por donde pasaba una carretera; es la verdad. Vemos cómo se va transformando Las Tunas, con las viviendas, con estas instalaciones sociales. Desde aquí mismo estamos viendo una serie de obras: el politécnico, la escuela formadora de maestros que lleva años funcionando, que ha ocupado lugares destacados en la nación como buena escuela, y todas estas obras, las edificaciones, las fábricas, los caminos. Se va transformando la provincia de una de las más atrasadas del país realmente y de las más pobres; esa era la realidad de Las Tunas.

No obstante que Las Tunas tiene una gloriosa historia, una extraordinaria participación en nuestras luchas por la independencia, y en nuestras luchas revolucionarias. Desde 1868, a lo largo de aquella guerra y de las guerras de independencia, y en nuestras luchas revolucionarias, Las Tunas tuvo un lugar destacado.

¿Pero qué tenía Las Tunas? ¿Qué había hecho la nación por Las Tunas? Prácticamente nada, y solo con la Revolución comenzó el desarrollo que en los últimos años ha ido alcanzando un ritmo acelerado. Sabemos, estamos conscientes de todo lo que nos falta, es mucho. Decíamos que, incluso, Las Tunas no tiene ni siquiera un hotel, y algunos que podíamos llamar hoteluchos que tenía, los tiene hoy casi dedicados a albergar técnicos, porque con este desarrollo, con este hospital que necesita 170 médicos, con esa fábrica de botellas que necesita decenas y decenas de técnicos, y la de estructuras, y las demás fábricas, lógicamente no hay viviendas suficientes para ellos. Y nos hacen falta viviendas no solo para los técnicos, nos hacen falta viviendas para el pueblo.

Hay una idea de desarrollar la construcción de viviendas en todas las áreas agrícolas, sobre todo, que como ustedes saben son muy pobres, una provincia con enormes extensiones cañeras sin viviendas, y tenemos el propósito de priorizar la construcción de viviendas en aquellas provincias como Las Tunas, Ciego de Avila, para citar algunos ejemplos, que son grandes productores de azúcar y sin embargo carecen de viviendas, donde las condiciones socioeconómicas de los trabajadores todavía son muy duras y muy pobres. Estamos conscientes de eso.

El Partido en la provincia tiene el propósito de iniciar allí, donde se van a construir los pueblos nuevos en las áreas cañeras y en centrales azucareros, la idea de comenzar este año una construcción de por lo menos 10 casas por distrito cañero, que son 70; y también en los centrales azucareros, poniendo el énfasis en aquellos que están más retirados, más desguarnecidos, como son el "Amancio" o el Argelia Libre. Ese es un comienzo, es un comienzo, porque en los planes perspectivos del país está la construcción de pueblos en todos esos distritos.

Claro, yo le decía a Alfonso que tenía que hacer el plan director con esas primeras casitas, y le recordaba que desde la época de la colonización, allá por el año 1500, a principios del siglo XVI, cuando llegó Diego Velázquez por acá, cuando fundó Baracoa y fundó Santiago de Cuba y algunas otras ciudades, estableció una especie de plan director de la ciudad. Aquí va la plaza, aquí va el cuartel, aquí va la iglesia, aquí va el ayuntamiento. Y nosotros también en nuestros pueblitos pues tenemos que hacer el plan director, para que esas primeras casas que se construyan estén ya dentro de la idea de lo que van a ser los pueblos del futuro.

Estamos conscientes de todas esas realidades; pero estamos dispuestos y decididos, como están ustedes, a seguir trabajando, y a seguir avanzando (APLAUSOS).

Con relación a la salud pública, algo tan esencial y tan vital, aquí traigo algunos datos sobre la situación de Las Tunas antes de la Revolución.

En Las Tunas, como en todo el país, la salud pública tenía idénticos rasgos y características. No existía una política nacional para el desarrollo de los servicios y consecuentemente la provincia carecía de ella; no se aplicaba el concepto preventivo-curativo en los servicios de salud; no se educaba a la población, ni participaban las masas en los programas de salud; no había una cobertura mínima de servicios en todo el territorio; no se desarrollaban programas integrales de salud; no había desarrollo alguno de servicios especializados; no se desarrollaban programas de control y erradicación de las principales enfermedades que afectaban a la población; no había programa de atención materno-infantil, del escolar, de los trabajadores; no existían condiciones materiales mínimas, siquiera, para la atención de los enfermos; no se formaba personal de salud general o especializado; no había suficientes médicos, estomatólogos, enfermeras, técnicos, etcétera; no existían instituciones especializadas para la atención de ancianos, impedidos, etcétera. Sobre estas dramáticas realidades ha realizado la Revolución un colosal esfuerzo en estos 20 años.

Médicos: en 1959 había 58 y casi todos estaban dedicados a la medicina privada. Ustedes conocen la historia del campesino cuando tenía familiares enfermos —si llegaba a tiempo—, tenía que llevar el lechoncito, las gallinas, todo eso y venderlos para pagar la consulta, esa es la trágica realidad. En 1980 tenemos 311 médicos, es decir, más de cinco veces el número de médicos que había antes de la Revolución, y 311 médicos trabajando para el pueblo.

Estomatólogos había 5, ahora hay 76; enfermeras había 22, ahora hay 226; auxiliares de enfermería había 0, ahora hay 465; técnicos medios había 8, ¡8 técnicos medios!, hoy hay 543; hospitales había 4 pequeños hospitales, hoy hay 9; policlínicos había 0, ahora hay 17; clínicas estomatológicas había 0, ahora hay 4; hospitales rurales 0, ahora hay 1; dispensarios rurales 0, ahora hay 7; escuelas de enfermeras 0, ahora hay 2; politécnicos de la salud 0, ahora hay 1; hogares maternos 0, ahora 6; hogares de ancianos 0, ahora hay 6; banco de sangre 0, ahora hay 3; camas de atención médica había 310, incluyendo las privadas donde podían ir los que tenían dinero, ahora hay 1 451 camas y aumentará con el hospital de Puerto Padre; camas de asistencia social 0, y ahora hay 380.

El hospital que hoy se inaugura oficialmente brindará servicios clínico-quirúrgicos y gineco-obstétricos, cuenta con 630 camas, pero podrían elevarse a 760 sin afectar el confort de los enfermos. Está dotado con equipos de la más moderna tecnología; su costo fue de 16 millones de pesos, de los cuales 13 500 000 correspondieron al valor de la construcción civil y 2 500 000 al valor de equipos médicos y no médicos; en él se brindarán 28 especialidades diferentes, varias de las cuales no existían en la provincia.

El hogar de ancianos tiene una dotación de 150 camas, pero puede recibir otros 50 ancianos durante el día. Cuenta con consultorio médico y de enfermería, con áreas de artesanía, fisioterapia, recreación, huerto y otras. Posee habitaciones para matrimonios. Esta institución que más bien parece un hotel, está concebida para que los ancianos que en ella se alberguen se mantengan activos, para que puedan desarrollar sus capacidades y facultades, para que realmente dispongan de todo lo necesario y puedan disfrutar de una vejez agradable, tranquila y útil.

El hogar de impedidos dispondrá de 100 plazas, teniendo ya la provincia en lista de espera a 105, pero con la posibilidad de atender a otros 50 durante el día. Se trata de una institución médico-psicopedagógica que tiene como propósito obtener el desarrollo de las capacidades dañadas hasta el límite máximo de lo posible, de tal manera que permita la más adecuada integración de los pacientes al seno de la colectividad.

Este complejo de la salud mejora notoriamente la base material de la provincia para poder hacer frente a las necesidades crecientes de su población. Las Tunas era la provincia del país que menos camas por habitantes tenía, pues contaba solo con 1,7 camas hospitalarias por cada 1 000 habitantes, pasando a 3,2; pero lo alcanzado hasta el momento es solo un atisbo al porvenir. Ya se encuentra adelantado el hospital clínico-quirúrgico de Puerto Padre que al concluirse elevará el indicador a 4,02 camas, lo que le proporcionará una tasa realmente satisfactoria; además transformará una instalación en hospital de rehabilitación, siendo con los de Ciudad de La Habana, las únicas que hasta el presente contarán con instituciones especializadas de ese tipo (APLAUSOS).

Nosotros hemos visitado los salones del hospital, hemos visto los equipos, y realmente lo más moderno que existe en el mundo en materia de equipos médicos está ahí en ese hospital, lo que significará seguridad para la población de esta provincia, significará bienestar y tranquilidad para nuestro pueblo.

Hemos conversado con los especialistas y de ellos hemos quedado con una gran impresión sobre su calidad técnica, su calidad humana y su calidad revolucionaria (APLAUSOS). Especialistas y técnicos formados en la Revolución.

Al hablar de salud sería bueno señalar algunos índices de cómo ha avanzado la salud pública en los años de la Revolución. Por ejemplo, la esperanza de vida al nacer, el promedio actual es de 70 años, tenemos el más alto nivel de toda la América Latina, en esperanza de vida al nacer (APLAUSOS), y casi similar a la de Estados Unidos.

En recursos humanos: médicos tenemos ya 15 038, es decir, 1 médico cada 650 habitantes (APLAUSOS). Ingresan en la escuela de medicina alrededor de 4 000 por año, y seguiremos ingresando y aumentando el ingreso en las escuelas de medicina. Para 1985 tendremos alrededor de 20 000 médicos, dentro de cinco años (APLAUSOS); es decir, llegaremos a tener 1 médico cada 500 habitantes aproximadamente. Este índice también es el más alto de toda la América Latina, en médicos por habitantes. Y seguiremos después otro quinquenio y otro y otro hasta el 2000, y pienso que ustedes estarán aquí en el 2000; total, desde el alzamiento de Alfonso (APLAUSOS) han transcurrido 24 años, y aquí tenemos a Alfonso, así que tendremos en el 2000 si trabajamos bien, si trabajamos duro.

Estomatólogos tenemos 3 560, enfermeras 13 351, y nuevas escuelas que estamos haciendo; auxiliares de enfermeras, 12 727; técnicos y auxiliares, 27 850. Esos son los recursos humanos calificados que tiene el país en el frente de la salud.

Otro índice: reducción de la mortalidad infantil. De una cifra superior a 60 por 1000 nacidos vivos en 1959, a 19,3 por 1 000 nacidos vivos en 1979. Vean qué reducción de la mortalidad infantil.

Reducción de la mortalidad preescolar, 1 a 4 años: de 2,1 en 1962, a 1 por 1 000 habitantes de 1 a 4 años en 1979.

Reducción de la mortalidad materna: de 13 en 1959, a 4,7 por 10 000 nacidos vivos en 1979.

Erradicación de enfermedades: paludismo, poliomielitis, difteria y tétanos del recién nacido.

Reducción de enfermedades como: diarreicas agudas, tétanos y tuberculosis.

Porcentaje de nacimiento en instituciones que se ha mantenido por encima del 95% en los últimos 10 años: en 1979 fue de 98,3%.

Incremento en el número de inmunizaciones con BCG, triple, antipolio, antisarampiónica y antitifóidica, debe ser. Bueno, aquí le falta el acento; un médico podría esclarecer esto. Dice que es antitifóidica. Falta un acento en la o (RISAS).

Existen en la actualidad cuatro institutos superiores de ciencias médicas, con 11 facultades de medicina y dos de estomatología, en relación con una escuela de medicina y otra de estomatología en 1959.

En el curso de 1979-1980, hay 13 052 alumnos en los centros de educación superior subordinados al Ministerio de Salud Pública, de los cuales 11 056 corresponden a medicina, 1 852 a estomatología, y 144 a licenciatura de enfermería.

En 1979 se impartió docencia en 61 hospitales, 10 clínicas estomatológicas, 14 policlínicos comunitarios, siete centros de higiene y epidemiología, y en 12 institutos de investigaciones.

Desde 1959 al 31 de diciembre de 1979, se han graduado 13 958 médicos y 2 973 estomatólogos. En este mismo período se han graduado 4 516 especializados, de los cuales 4 146 pertenecen a especializaciones médicas y 370 a estomatológicas. Hay en la actualidad 2 284 residentes, de los cuales 2 073 son especializaciones médicas y 211 estomatológicas.

En 1979 se registró el mayor número de donaciones de sangre, con un total de 354 734, lo que equivale a 3,6 donaciones por 100 habitantes. Me acuerdo hace algunos años cuando habíamos llegado a las 100 000, y ya pasamos de 300 000 donaciones al año, donaciones que no solo sirven para salvar vidas en situaciones de emergencia, sino también para elaborar productos de una importancia decisiva para la atención de ciertas enfermedades.

Las enfermedades infecto-contagiosas, constituían un verdadero flagelo para la población cubana, sobre todo para la población campesina. Las enfermedades diarreicas agudas se ensañaban en la niñez, y eran la primera causa de mortalidad infantil. En 1962 todavía se registraron 2 723 defunciones por esa causa en los menores de un año, 2 723 defunciones, y en 1979 la cifra fue de 140; 2 723 en 1962, 140 en el año 1979 (APLAUSOS); una diferencia abismal la casi total supresión de la muerte por esa causa. No hablemos de lo que era antes de la Revolución, y quizás las enteritis sean, como ninguna otra enfermedad, el exponente más manifiesto del subdesarrollo, de la miseria, de la desnutrición y de la incultura.

De tétanos, con una alta letalidad, se reportaron 645 casos en 1962, descendiendo todos los años hasta llegar a 31 en 1979 (APLAUSOS). Es decir que del año 1962 al año 1979, hemos bajado de 645 casos a 31 casos.

La tuberculosis, otra enfermedad social, demandó de la Revolución desde muy temprano la ampliación o construcción de nuevos hospitales especializados. Hoy, a excepción de uno, todos los hospitales dedicados a esta enfermedad se han transformado en clínico-quirúrgicos, hogares de ancianos, o son asientos de institutos de investigación.

La mortalidad por esta enfermedad descendió de 16,6 por 100 000 habitantes en 1959, a 1,8 en 1979, una de las más bajas del mundo. En 1975 esta tasa era de 19,1 para Chile; 18,3 para Guatemala; 7,8 para Venezuela, y 7,6 para Puerto Rico. Pero más importante aún es que la morbilidad ha alcanzado una tasa tan baja que sitúa universalmente a Cuba en lugar cimero (APLAUSOS).

Es decir, no solo se han construido nuevos hospitales, sino que además se han suprimido enfermedades, y hemos aplicado la medicina preventiva; porque más importante aun que ser atendidos en los hospitales es evitar que el ciudadano tenga que ser atendido en el hospital.

Por eso nosotros tenemos los índices de salud más altos de América Latina; no hay comparación posible. Podemos analizar algunos de estos datos. Por ejemplo:

Mortalidad infantil, tasa por 1 000 nacidos vivos: en Paraguay, 94,3; en Guatemala, 80,7; en Perú, 72,4; en Chile, 63,3; en Colombia, 52,5; en Venezuela, 43,7, a pesar de su petróleo; en Cuba, 19,4 (APLAUSOS).

Mortalidad preescolar, tasa por 1 000 preescolares, 1 a 4 años: en Guatemala, 24,2; en Ecuador, 13,9; El Salvador, 9,5; en Honduras, 9,2; en Perú, 7,5; en Paraguay, 5,6 —es que se mueren antes—; en Colombia, 4,9; en Dominicana, 4,8; en Venezuela, a pesar de su petróleo, 3,8; en Cuba, 1 (APLAUSOS).

Mortalidad materna, tasa por 10 000 nacidos vivos: en Paraguay, 47,8; Perú, 23,2; Colombia, 17,1; Guatemala, 14,5; Chile, 13,1; El Salvador, 9,5; Venezuela, 6,8; Cuba, 4,7 (APLAUSOS).

Expectativa de vida al nacer: Bolivia, 48,3; Haití, 52,2; Guatemala, 55,7; Honduras, 56,2; Perú, 58,1; El Salvador, 60,7; Colombia, 63,4; Brasil, 63,6; de Venezuela no tengo el dato aquí, pero lo he visto en otro lugar, como 63 ó 64, a pesar de su petróleo (RISAS); Cuba, 70,4 (APLAUSOS).

Mortalidad por tuberculosis, tasa por 100 000 habitantes: Chile, 19,1; Guatemala, 18,3; Paraguay, 16,9; Colombia, 11,7; Venezuela, 7,8, a pesar... (RISAS); Puerto Rico, la colonia yanki, 7,6; Costa Rica, 5,2; Cuba, 1,8 (APLAUSOS).

Mortalidad por tétanos, tasa por 100 000 habitantes: Ecuador, 11,9; Paraguay, 7; Dominicana, 4,8; El Salvador, 4,8; Costa Rica, 3,8; Colombia, 3,1; Venezuela, 1,6; Cuba, 0,2 (APLAUSOS).

Mortalidad por sarampión, tasa por 100 000 habitantes: Guatemala, 79,9; Ecuador, 48,1; El Salvador, 12,9; Paraguay, 11,8; Honduras, 8,1; Venezuela, 6,2; Dominicana, 4; Colombia, 2,4; Cuba, 0,1 (APLAUSOS).

Casos notificados de poliomielitis aguda: Brasil, 2 502 —esos son los notificados, porque no les vayan a creer mucho a los datos estadísticos de esa gente—; Colombia, 558; Perú, 131; El Salvador, 73; Bolivia, 32; Venezuela, 28; Cuba, 1 que se produjo por un descuido familiar en la vacunación. Hubo muchos años sin ningún caso (APLAUSOS).

Casos notificados de paludismo: Brasil —estos son los notificados, repito, porque si no hay médicos nadie sabe qué padecen los pacientes—, 89 959; El Salvador, 83 289; Colombia, 37 306; Perú, 18 463; Haití, 15 087; Guatemala, 9 616; Venezuela, 4 759; Cuba —casos que han venido de los trabajadores en el exterior—, 298 casos que son inmediatamente atendidos y curada la enfermedad; casos nacionales, ninguno (APLAUSOS).

Aquí tenemos porcentaje de muertes por enfermedades infecciosas y parasitarias alrededor del año 1976, no estamos hablando de 1980, que hemos ido progresando por año: Honduras, 44,5%, del porcentaje de muertes, por enfermedades infecciosas y parasitarias; Guatemala 62,5, ¡vean qué porcentaje!; El Salvador, 38,6; Chile, 24,5; Costa Rica, 21,4; Venezuela, 24,6; Perú, 54,2; Ecuador, 50,7; Cuba, 2,1 (APLAUSOS).

Hay otro dato interesante de esta década, muy interesante; por ejemplo, calorías per cápita por día: Haití, 1 700; Colombia, 1 802; Bolivia, 1 858; República Dominicana, 2 156; Ecuador, 2 084; Guatemala, 1 988; Perú, 2 350; Honduras, 2 049; Venezuela, 2 388; Cuba, 2 728 (APLAUSOS).

Gramos de proteínas per cápita por día: Haití, 41; Colombia, 46,1; Bolivia, 48,4; República Dominicana, 44,8; Ecuador, 47,3; Guatemala, 52,7; Perú, 64; Honduras, 52,1; Venezuela, 62,6; Cuba, 70,1 (APLAUSOS).

Y estos datos están tomados de publicaciones internacionales, que se refieren a los índices de salud y de alimentación de nuestros países.

Y cuando aquí se dice per cápita es per cápita, es decir, hay un reparto justo; cuando por allá se dice per cápita, ustedes saben perfectamente bien que era como el per cápita que había antes aquí en la época de Alfonso (RISAS), que a uno le tocaba el triple y al otro nada. Es así.

De modo que estos son datos elocuentes, que no los puede refutar nadie. Y eso solo es posible con la revolución socialista, no hay otra forma; bajo el capitalismo y bajo el dominio imperialista es absolutamente imposible (APLAUSOS).

Estos son los progresos de nuestra Revolución en estos 20 años, ¡en estos 20 años! ¿Qué han logrado los demás países latinoamericanos? ¿Qué ha podido hacer el imperialismo? Vean qué situación desastrosa de salud y de alimentación tienen estos países, incluso países riquísimos, que se toman el lujo de despilfarrar millones, que muchas veces son producto del saqueo a los países subdesarrollados no petroleros del Tercer Mundo. Y no lo logran porque la sociedad del egoísmo, la sociedad de la explotación del hombre por el hombre, la sociedad donde el ser humano es un cero a la izquierda no resuelve esos problemas ni los podrá resolver jamás, porque ni siquiera se preocupa por estos problemas. Y por ello, a pesar de los miles de millones que invierte el imperialismo en tratar de desestabilizar a nuestro país, obstruccionar nuestros planes, hacer campañas contra la Revolución, para engañar miserablemente a los pueblos, estos datos son demasiado elocuentes para que pueda ripostarlos nadie (APLAUSOS).

Si vamos a los índices de educación, es también otra cosa asombrosa la diferencia de esos países con nosotros. Si vamos a los índices de empleo, igual. Y no hablemos ya de droga, prostitución, juego y todo eso; no hablemos de eso ya, porque están allá en cantidades astronómicas y aquí prácticamente erradicados. En delitos también. Nosotros tenemos también nuestros delincuentes. Bueno, teníamos, los hemos reducido un poco (APLAUSOS). Espérense, espérense, vamos a ser justos. No se ha ido todo el lumpen, no se ha ido todo el lumpen. Tampoco se han ido todos los delincuentes.

A propósito de esto, nosotros en broma decimos que ha surgido —en broma y puede ser que hasta en serio— una nueva categoría, cosa curiosa: el lumpen patriota (RISAS). Bueno, pues sí. Hay lumpen que dice: "Soy lumpen, pero este es mi país y esta es mi patria", y no quiere irse. Pero hay delincuentes presos también que dicen: "Este es mi país y esta es mi patria", y han tenido una actitud. Creo que eso es justo que lo tomemos en cuenta, es justo que lo tomemos en cuenta (APLAUSOS). Esa es la categoría de los presos patriotas. Claro, ahora podemos darles más empleo en las obras. Hay que tener en cuenta que muchos de ellos han aprendido oficios de construcciones, en estas mismas obras trabajaron muchos de ellos e hicieron un buen trabajo; muchos están trabajando. Hay que decir que encuestados sobre la posibilidad de tener la libertad y viajar hacia el "paraíso" yanki, la mayoría dijo que no. Es una cosa importante. Creo que los que nos quedan aquí son gente con la que podemos trabajar mejor, ¡mejor! (APLAUSOS.) Y eso, naturalmente, debemos tenerlo en cuenta. Cómo los planes nuestros se perfeccionan, los llamados planes de rehabilitación, y ofrecemos oportunidades de trabajo, claro, en obras que puedan realizar, mejor serían talleres dentro de las prisiones, mejor.

Esto no quiere decir que de ninguna forma podamos aflojar la lucha contra la delincuencia ni la lucha contra el lumpen; no podemos, menos ahora que más o menos lumpen y contrarrevolución se van asimilando uno a otro. ¡No! Tenemos que mantener y proseguir esa lucha muy dura, muy dura, sin discusión; pero estos factores hay que tenerlos en cuenta: cómo trabajamos con determinado tipo de gente. Hay otros que son lumpen y no se han ido porque no han podido, también. La flota de Mariel fue perdiendo capacidad de transportación y no podemos hacernos ilusiones, a pesar de que la limpieza ha sido considerable, como ustedes los tuneros lo saben perfectamente bien, no creo que ignoren nada de eso (APLAUSOS).

Antes nos llevaban médicos, ingenieros, profesores, personal muy calificado. Ahora les tocó llevarse el lumpen (DEL PÚBLICO LE DICEN: "La escoria."). Esa es la realidad, a esos que les han llenado la cabeza de ilusiones.

Sí, somos un país subdesarrollado, un país pequeño; no somos el país industrializado, el país rico; tenemos que enfrentarnos a la mayor potencia imperialista del mundo, el país con más recursos industriales y técnicos del mundo capitalista y hemos aceptado el reto siempre, lo hemos aceptado.

Recuerdo aquellos primeros años de la Revolución cuando teníamos solo 6 000 médicos y nos llevaron 3 000, nos llevaron 3 000 médicos, nos dejaron casi sin médicos en los primeros años y aceptamos el reto. Trabajamos con revolucionarios; nos interesan médicos revolucionarios, es lo que nos interesa (APLAUSOS). Ese es el médico que prefiere el pueblo y que quiere el pueblo. Y afortunadamente tenemos muchos médicos revolucionarios (APLAUSOS), y tenemos miles de médicos internacionalistas (APLAUSOS). La situación de ahora es mejor que nunca en ese terreno. Más de 15 000 médicos tenemos ahora, formados por la Revolución en su inmensa mayoría, y 4 000 estudiantes que ingresan por año, y en 1985 serán alrededor de 5 500 por año, aunque habrá que descontar, desde luego, algunos estudiantes becados extranjeros, pero alrededor de 5 000 estudiantes cubanos por año ingresaremos en 1985. ¡Cómo no vamos a aceptarle el reto! Le aceptamos todos los retos que quieran, a la sociedad de la opulencia, a la sociedad de la mentira, a la sociedad del egoísmo, a la sociedad de los vicios, a la sociedad del engaño (APLAUSOS).

Han hablado ahora de que les hemos enviado algunos criminales. iMentira, eso es mentira! No hemos exonerado de responsabilidad y autorizado a salir del país a ningún sancionado por hechos de sangre. Eso es una categoría aparte, está guardadita aquí. Ahora, puede haber algún individuo que cometió en tiempos lejanos un delito de sangre y cumplió la sanción; y si ahora, de una manera absolutamente libre quiso trasladarse al "paraíso" yanki, pues que le vaya bien, qué vamos a hacer (APLAUSOS prolongados).

Para que ustedes vean la mentalidad imperialista, horrorizados, aparentemente horrorizados, diciendo que habíamos mandado unos criminales para allá. Bueno, para que ustedes vean la hipocresía y el fariseísmo imperialista. Cuando triunfó la Revolución el Primero de Enero, tipos que habían asesinado a miles de cubanos, que habían torturado a otros miles: Ventura, Carratalá, Masferrer, toda esa gente, toda esa gente la recibieron allá con los brazos abiertos y se refugiaron verdaderos criminales allí, responsables de miles de asesinatos y de miles de hechos de tortura.

Lo mismo también de Viet Nam, se llevaron decenas de miles de asesinos, y también de Nicaragua; dondequiera que ha existido un gobierno de estos de terror y de sangre reciben los criminales allá; y ahora quieren armar un escándalo porque dicen que algunos criminales han ido para allá.

En realidad, lo que fue para allá... (RISAS). Yo no voy a decir que son criminales, porque criminal es el tipo que asesina a uno y está en una prisión; después de que el individuo cumplió, bueno, ya cumplió, ya saldó su cuenta con la justicia y con la ley, y debe tener el mismo derecho que los demás ciudadanos de viajar a Estados Unidos (RISAS).

En Estados Unidos, a lo largo de nuestra historia, se han refugiado ladrones, ipero no ladrones de gallinas! ladrones de chivas y de puercos (RISAS), no, no, no: tipos que le llevaron cientos de millones de dólares a la economía del país. ¿Y a dónde fueron a parar, con su dinero robado en Cuba, los batistianos? ¿Y dónde fueron a parar, con su dinero robado en Cuba, todos aquellos millonarios de los anteriores gobiernos de este país? Fueron a parar a Estados Unidos, y los recibieron con los brazos abiertos.

Bueno, que reciban ahora al lumpen, a los ladrones de gallinas, de ovejas o de puercos, y de algunas otras cosas más (APLAUSOS). ¿Por qué aquel sí y este no? ¿Dónde está la moral de esa posición? ¿Dónde está la moral de esa política? Es pura hipocresía, puro fariseísmo.

La cuestión es que no se llevaron a los médicos del hospital de Las Tunas, ni de ningún otro lugar, ese es el problema (APLAUSOS). Y los médicos y los técnicos, en general han tenido una magnífica actitud, es mínimo el número de los que han dicho que quieren emigrar. Y, desde luego, en caso de técnicos universitarios no se puede autorizar su salida de inmediato, porque tenemos que ver qué están haciendo. Y por lo general hay distintos criterios sobre eso, pero por lo menos un número de años de servicio es imprescindible (DEL PÚBLICO DICEN: "¡Que paguen!"). He oído eso bastante, la teoría de que deben pagar, reembolsar lo que han costado a la sociedad. Habría que ver cómo se instrumenta eso (EXCLAMACIONES DE: "¡Que paguen, que paguen, que paguen...!").

Pero, como regla general, la actitud de los profesionales, de los técnicos universitarios, es magnífica, corno regla. Y eso nos satisface mucho. Pero, bueno, es el producto de los años de Revolución.

¡Estamos mejor que nunca! Podemos aceptar cualquier reto imperialista, ¡cualquiera! (APLAUSOS.) Incluso tenemos algunos problemas de desempleo; a veces no resulta fácil ubicar en una industria a un desmovilizado del Servicio Militar, porque la población ha crecido, ha explotado, y el número de jóvenes en edad de trabajo es grande y creciente. Tuvimos que hacer un enorme esfuerzo en escuelas, y no siempre nos resulta fácil.

Si tenemos a un apátrida, a un flojo que está ocupando un puesto de trabajo y se quiere ir para el "paraíso" yanki, que le vaya bien, que le vaya bien (EXCLAMACIONES DE: "¡Que se vayan!"), porque entonces nosotros ponemos a un desmovilizado ahí. ¿Un apátrida de estos, que si invaden a este país va a ser quinta columna? Bueno, no va a combatir, ni sabe tirar una piedra. Preferimos a un desmovilizado del Servicio Militar, a un combatiente, a un soldado, a un cubano capaz de cumplir una misión internacionalista, capaz de defender su patria hasta la última gota de sangre, que sabe combatir, sabe trabajar, que tiene otra mentalidad. Es preferible tener ese hombre en ese puesto (APLAUSOS).

Y como política de empleo debemos tener en cuenta la prioridad que merecen los que cumplen el Servicio Militar; debemos tenerlo muy priorizado cada vez que vayamos a otorgar un empleo. Tenemos un número de escuelas con unos cuantos miles de ellos, capacitándose después del Servicio como constructores, como torneros, como obreros de la industria mecánica, y creo que vamos a poder emplearlos perfectamente bien.

De modo que no hay que preocuparse de que perdamos un poco de partes blandas. Nos quedamos con los músculos y con el hueso del pueblo. Con eso nos quedamos, con las partes duras (APLAUSOS). Son las partes duras de un pueblo las que son capaces de cualquier cosa. Y a esas partes duras, que son muchas, hay que respetarlas, porque tienen una fuerza impresionante, como se demostró en las batallas de masas de abril y de mayo. Nos quedamos, además, con el cerebro y con el corazón, y los pies bien puestos sobre la tierra (APLAUSOS). Con las partes blandas, cirugía plástica (RISAS).

Esta es la realidad y tal como estamos enfrentando, y cómo nos enfrentaremos en los años futuros, a este desafío imperialista.

Pero pienso que van a ir aprendiendo las lecciones. Poco a poco, ¿no?, son un poco atrasaditos mentales los imperialistas, pero tienen que ir aprendiendo.

¿De qué les ha servido sus 20 años de hostilidad y de lucha contra nosotros? Eso a nosotros nos ha hecho más fuertes, y nos hará más fuertes. Porque ellos, ¿qué experimentaban hacia Cuba? ¡Desprecio!, el más completo, el más absoluto. Cuando intervinieron en nuestra guerra de independencia, cuando nos arrebataron la victoria, cuando no dejaron entrar a Calixto García en Santiago de Cuba, cuando ocuparon territorios nuestros para establecer bases navales, ¡cuando nos impusieron la Enmienda Platt!, con desprecio. Y con ese desprecio dominaron a nuestro país durante casi 60 años. ¡Pero eso se acabó ya hace más de 20 años! (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel, seguro, a los yankis dales duro!" y "¡Fidel, aprieta, que a Cuba se respeta!")

Y estamos dispuestos a defender esa moral y esa dignidad, ¡cueste lo que cueste!, ¡pase lo que pase!

Pero lo que no se puede decir ya es que puedan sentir desprecio hacia nuestro pueblo; tienen que estar conscientes de lo que es nuestro pueblo, y de su fuerza, de su combatividad, de su moral, de su dignidad (APLAUSOS). Ya no podrán despreciarnos. De pueblo despreciado nos hemos convertido en una especie de fantasma para los imperialistas yankis, han perdido el sueño con su estúpida política de hostilidad y de agresión contra nuestra patria.

¡Esperamos que aprendan! ¡Tiempo tenemos para que aprendan! O estaremos otros 20 años, si es necesario, y otros 40 años, si es necesario, y 100 años, si es necesario (APLAUSOS). Estamos dispuestos a enfrentar este desafío, esta lucha, y sabemos que con los años estaremos cada vez menos solos, ¡menos solos en este hemisferio, cada vez menos solos!

Vamos a ver cuánto dura esa podredumbre, esas sociedades egoístas, explotadoras, miserables, vamos a ver cuánto duran, si resisten otros 20 años, y 40, y 100, porque nosotros sabemos que nosotros sí los resistimos (APLAUSOS).

La libertad no es un camino fácil, la verdadera libertad (APLAUSOS); la verdadera justicia no es un camino fácil, y nuestra historia nos lo enseña, nos lo enseña nuestra historia. Empezaron las luchas por la independencia en 1868, por aquí, por donde ustedes viven, por estas tierras que fueron bañadas con la sangre de tantos héroes. Empezaron las luchas de 1868, y lucharon 10 años, y no obtuvieron la victoria; y esperaron casi 20 años para reanudar la lucha otra vez, y lucharon años y tampoco alcanzaron la victoria a causa de la intervención yanki; y fue después de 90 años de lucha, puede decirse, en el siglo pasado y en el presente siglo, que pudimos ser dueños por primera vez de nuestro destino (APLAUSOS). ¡Verdaderamente dueños! Nuestra responsabilidad histórica es saber qué hacemos con esa libertad y cómo empleamos la oportunidad que hemos conquistado en la historia.

Pero ningún central "Guiteras" pertenece a ningún magnate yanki, ningún central Argelia, ni "Jesús Menéndez", ni "Amancio", ni Colombia, ni Perú, pertenecen a ningún magnate yanki (APLAUSOS), ninguna de esas tierras pertenece a ningún terrateniente yanki, a ningún latifundista; son tierras del pueblo que producen para el pueblo, centrales del pueblo que producen para el pueblo, fábricas del pueblo que producen para el pueblo, hospitales del pueblo que trabajan para el pueblo (APLAUSOS). Esa es la Revolución, ese es el socialismo, esa es la gran verdad que los imperialistas no podrán ocultar a los demás pueblos, por mucho que traten de lanzar diariamente un diluvio de mentiras de todas clases, para desinformar a los pueblos. Aquí podrán confundir alguno que otro idiota; pero al pueblo no lo engaña, ni lo confunde nadie (APLAUSOS).

Tenemos que trabajar muy duro, muy duro; tenemos que trabajar con el máximo de eficiencia, y tenemos que trabajar con el máximo de exigencia. Solo trabajando, solo luchando se progresa. Todas las cosas nuevas que vemos en esta provincia es fruto justo y legítimo del esfuerzo y del trabajo. Esta provincia, además, es una de las más importantes provincias azucareras y de mucha perspectiva. Sabemos que el pasado año produjeron más azúcar que en 1970, este año más azúcar que el pasado año; pero también hemos tenido dificultades, sobre todo tuvimos dificultades en las industrias, que si en el "Amancio" no estaba terminada tal caldera, que si en el "Guiteras" tal problema de motor para mover los tándem tenían dificultades, que si en Argelia Libre hay otros tipos de problemas, que si el número de técnicos en los centrales era muy poco. Hemos estado reuniendo información sobre todos los problemas de todos los centrales que dificultan nuestras zafras y tomando medidas. Porque a pesar de que se ha producido más azúcar este año en Las Tunas que el año pasado, y más que en el año 1970, se nos quedaron aquí sin moler unos 70 millones de arrobas de caña, tanta caña como para producir unas 90 000 ó 100 000 toneladas más en esta zafra.

Incluso, el central que queda moliendo, nos proponemos parar ese central ya para volcar todas las fuerzas sobre la limpia de la caña. La siembra, el cultivo y la limpia de la caña es esencial en este momento. Y las provincias orientales están atrasadas en la limpia: Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago. Guantánamo es relativamente pequeña en materia azucarera.

En este momento la limpia de la caña es algo esencial, tanto la limpia química, como la limpia a mano de la caña; de ello dependerá la producción de azúcar del próximo año. Está lloviendo bien, si aprovechamos bien esa circunstancia, si aprovechamos las aguas, si cultivamos las cañas, podemos incrementar la producción de azúcar para el próximo año, en un momento en que los precios del azúcar son buenos, son muy buenos. Tenemos que estar conscientes de esta oportunidad, que ahora puede tener un precio tres veces y media superior al que tenía hace dos años. No podemos garantizar que esos precios se mantengan muy altos durante mucho tiempo; pero la oportunidad no podemos perderla, y debemos prepararnos para el próximo año. Y por eso queremos que aquí en esta provincia, donde hemos tenido dificultades industriales, fundamentalmente, tomemos todas las medidas con tiempo y previsión, que no nos agarre enero haciendo una caldera, esa caldera tiene que estar terminada antes de noviembre; que no nos agarre enero instalando un equipo, esos equipos tienen que estar instalados antes de noviembre, antes de que empiece la zafra. Y entonces tenemos la esperanza de que el año próximo Las Tunas pueda hacer todavía una zafra mucho mejor que cualquier año, y producir 80 000 ó 100 000 toneladas de azúcar más que este año (APLAUSOS).

Vamos sustituyendo rápidamente en todo el país las cañas afectadas por la Roya, ya casi la mitad se ha sustituido por otras variedades resistentes a la enfermedad, y ya en el próximo año en primavera no quedará una caballería de caña de 4362 que fue la afectada por la Roya, y que nos afectó la producción de caña y los rendimientos de azúcar este año —estamos trabajando duramente. Se sembrarán en el año alrededor de 33 000 caballerías de caña, entre demoliciones y nuevas áreas, y aspiramos para el próximo año a 36 000 caballerías. Se han adquirido los medios, los equipos, para realizar este trabajo.

Hemos tenido éxito en la lucha contra la fiebre porcina, hemos tenido éxitos en controlar los focos, nuestro país es el único que ha logrado eso —hubo otros vecinos por ahí a donde llegó la enfermedad y no hubo manera, no tienen forma de defenderse—, por la disciplina de nuestro pueblo, por la organización de nuestro pueblo, por la comprensión de nuestro pueblo, fue posible. Ya es la segunda vez que nos enfrentamos a esta enfermedad.

Hemos estudiado los medios químicos para enfrentarnos a la plaga del tabaco, y es realmente muy sospechoso, tantas plagas al mismo tiempo, cuando sabemos que los imperialistas muchas veces estuvieron planeando y ensayando, para utilizar medios de guerra bacteriológica contra nuestro país. ¿Porque qué no han ideado?, ¿qué no han inventado?, ¿qué fechoría?, ¿qué crímenes no se le ha ocurrido al imperialismo para tratar de destruir nuestra Revolución?

Nos hemos enfrentado a todos estos problemas, y tenemos condiciones de superarlos, y tenemos condiciones para hacer una mejor zafra nacionalmente el próximo año; pero Las Tunas tiene que tener un papel importante en eso.

Nos gustaría que con este entusiasmo, con este espíritu de trabajo de los tuneros, con su esfuerzo y su eficiencia se ganaran el derecho a conmemorar un 26 de julio en Las Tunas (EXCLAMACIONES DE: "¡Cumpliremos!" Y APLAUSOS). Piensen en eso y luchen por eso. Nosotros sabemos que ustedes pueden, nosotros sabemos que ustedes tienen la oportunidad.

No es posible concluir este acto de hoy sin expresar nuestro más profundo reconocimiento a los obreros de la construcción que hicieron posible esta maravillosa obra y a todo el pueblo de Las Tunas que tan entusiastamente participó en esta tarea de tanto beneficio para todos ustedes, de tanto beneficio para todo el pueblo y que en la tarde de hoy constituye un motivo de orgullo para el pueblo de Las Tunas, un motivo de orgullo para todo nuestro pueblo y un motivo de orgullo para nuestro Partido (LE DICEN ALGO DEL PÚBLICO).

Hoy se conmemora el aniversario del nacimiento de Antonio Maceo y del Che (APLAUSOS). Quiso la casualidad que dos hombres tan extraordinarios hubiesen nacido precisamente un 14 de junio, dos grandes titanes de nuestro hemisferio: Maceo y el Che (APLAUSOS).

El Che, como médico, como invasor, como internacionalista, como hombre íntegro, combatiente ejemplar, puro, profundo, intransigente; y tomando en cuenta su condición de médico, médico que fue de nuestra tropa en los primeros momentos hasta que se convirtió en jefe de tropas, su nombre será el nombre que lleve este hermoso hospital (APLAUSOS prolongados).

Si Maceo estuviera aquí junto a nosotros, apoyaría firmemente una idea como esta. Maceo tan valiente, tan puro, tan leal, tan disciplinado, tan agradecido, recordaría junto a nosotros, con la misma gratitud que nosotros, el gesto de este hijo del pueblo argentino que se unió a nosotros, arriesgó muchas veces su vida junto a nosotros y dio su vida por la causa de la liberación de este continente; con la misma admiración y respeto, cariño y agradecimiento que experimentó siempre Maceo por aquel insigne internacionalista que fue Máximo Gómez (APLAUSOS).

Maceo es nuestro, su gloria y su memoria continuaremos honrándola de mil formas diferentes; su gloria y su memoria continuaremos honrándola en el trabajo, en las luchas, en el cumplimiento de nuestros deberes internacionalistas y fundamentalmente con nuestro patriotismo (APLAUSOS), dispuestos a hacer realidad aquellas maravillosas palabras: "¡Quien intente apoderarse de Cuba, recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la contienda!" (APLAUSOS.) Obras como esta son un digno homenaje a la memoria de Maceo y del Che.

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!

(OVACIÓN)

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