Reden und Ansprachen

Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el acto de bienvenida convocado por el Partido Socialista de Chile, efectuado en el Centro Cultural Canelo de Nos, en Santiago de Chile, el 10 de noviembre de 1996

Datum: 

10/11/1996

Querida Tencha;

Querida Isabel;

Queridos amigos, dirigentes y miembros del Partido Socialista;

Queridos invitados:

Realmente ustedes pueden suponer el gran impacto que me produce este caluroso, generoso y solidario recibimiento. Naturalmente que nos estimula mucho; sin embargo, cómo voy a hablar aquí. Primero que todo, haciendo uso de la palabra con un cuidado especial (RISAS), no porque me lo prohíba nadie (EXCLAMACIONES Y APLAUSOS), no porque me lo haya recomendado alguna persona (RISAS), al contrario, me dijeron que era libre de participar en la actividad que quisiéramos participar; pero estamos en circunstancias especiales y estoy obligado a ser discreto, porque estoy aquí como invitado del gobierno para participar en la VI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina.

Desde el primer instante que se supo o se acercaba la cumbre, eso provocó polarizaciones, declaraciones, movimientos, polémicas y acciones de todo tipo, casi como para hacer imposible mi viaje a Chile; por mi parte, yo no podía desear ni deseaba bajo ningún concepto crearles dificultades a ustedes, ni crearle dificultades al gobierno, que brindó todas las facilidades desde el primer momento para la visita, colaboró en la organización y cooperó en las cuestiones de seguridad, realmente, sin vacilación alguna. Creo que el primer deber de un visitante en esas condiciones es ser cuidadoso y no mezclarse en lo más mínimo con cualquier tema que tenga relación con los asuntos internos del país (APLAUSOS).

Cualquiera comprende que en mi condición de revolucionario, de amigo de este país con el que tengo tan estrechos vínculos, es decir, con su pueblo, con sus vanguardias, con sus magníficos luchadores por el bienestar y por el progreso de este país, debo pensar que habría muchos temas si dejara correr simplemente la inspiración (DEL PUBLICO LE DICEN: "Déjela"). (RISAS Y APLAUSOS).

Estoy muy, muy consciente de todas las situaciones y de lo que puede beneficiar o puede perjudicar a ustedes, o crearles dificultades al país, e incluso al gobierno que ha sido tan hospitalario con nosotros; pero también hay muchos temas de los que puedo hablar, pero no voy a hablar de ellos, y no voy a ser demasiado extenso (RISAS).

Quería darles esta explicación, en primer lugar, y les digo que no fue fácil venir, porque uno tiene sus resistencias y estaba la gente muy preocupada allá en nuestro país, preocupaciones que, lógicamente, uno debe tomar en cuenta; pero, claro, tampoco podíamos dejarnos intimidar. ¿Qué es eso de que por todas esas amenazas y todas esas cosas yo dejara de venir a la cumbre? Sabía que ustedes deseaban que hiciéramos la visita, que tenían planes, proyectos con relación a eso, también tomando en cuenta las circunstancias en que la visita tenía lugar.

Pero, bueno, por aquí traigo un panfleto (RISAS) que tiraron en la Embajada. ¡Oiganme, para que ustedes vean! Se llama Acción Anticastrista, una organización —eso no tiene que ver con los asuntos internos de Chile, tiene que ver con los asuntos míos (RISAS Y APLAUSOS)—, y decían que había que matarme, que no podía salir vivo de aquí, y hasta ahora, afortunadamente, no ha ocurrido nada de eso. Pero vean qué letrero o qué panfleto: "Solo los puercos llorarán tu ajusticiamiento." "Por Chile y por Cuba, muerte al perro Fidel." Honrado de que me llamen perro, porque los perros siempre son muy fieles (RISAS Y APLAUSOS). También antes dice "solo los puercos", y me alegro por los puercos, que tal vez no tengan que llorar nada (RISAS). "En Chile orgullosos escribiremos tu epitafio." Ojalá sepan leer y escribir y hagan alguno más o menos con cierta elegancia (RISAS).

¡Ah!, dice: "Aquí yace el bastardo más grande de Cuba que vino a morir a una tierra libre." Mis restos, o los pueden dejar aquí o los mandan para Cuba, en cualquiera de los dos lugares me sentiré muy honrado (APLAUSOS).

"Fidel, nuestro pueblo tampoco perdona ni olvida", y vuelve a repetir lo mismo: "Muerte al perro Fidel. Escuadrón patria y muerte." Pues nosotros decimos: Patria o Muerte, Dignidad o Muerte (DEL PUBLICO LE DICEN: "Además, tú eres el caballo"). (RISAS.) A los caballos no los metieron en este problema (RISAS).

Todas esas cosas, crear una atmósfera de terror, ¡qué manera "civilizada" de proceder! Lo voy a guardar (DEL PUBLICO LE DICEN QUE NO LO GUARDE). Tengo que guardarlo para ponerlo en el museo de las cosas raras de este mundo (RISAS).

Realmente esta mañana viví una gran emoción y será para mí un día inolvidable ese en que pude cumplir mi deseo de visitar la tumba de Allende, y también de Beatriz. Me trajo a la memoria tantas cosas y tantos recuerdos, desde la primera vez que lo vimos, que lo conocimos en los primeros años, se puede decir que en los primeros minutos de la Revolución: aquel entusiasmo enorme, aquella alegría, aquella amistad, aquella admiración con que vio el triunfo de la Revolución Cubana; las veces que visitó nuestro país, las veces que conversamos, porque fue una amistad que no tuvo una sola laguna; el recuerdo de su entereza, de su firmeza, de su valentía, sus sueños por Chile, su preocupación por las cuestiones de la salud, la educación y muchos de los problemas con los que venía lidiando desde hacía mucho tiempo. Son de esas cosas que se sienten realmente con una enorme profundidad.

Qué impresión también al ver este retrato que tanto nos recuerda su cariño por el pueblo, su firmeza, su entereza, en resumen, su gran heroísmo. Nosotros compartimos con ustedes las esperanzas de que esa memoria se mantenga viva y crezca cada año en el corazón y en la mente de los chilenos, como crece y crecerá en la mente y el corazón de América Latina, y en la mente y el corazón del mundo entero (APLAUSOS).

Hemos estado participando en la cumbre, gracias a todos, gracias a ustedes que nos apoyaron con su aliento y con su estímulo, y les puedo decir que la cumbre va marchando bien. Realmente, como dije al llegar, esta cumbre es un factor de prestigio, de honor y de gloria para Chile.

Ya esta es la VI Cumbre. Pero sobre las cumbres quiero decir que es una de esas pocas instituciones latinoamericanas de las cuales Cuba no está excluida, porque cuando se organizó por primera vez en Guadalajara, el gobierno mexicano nos invitó, a pesar de que nuestros vecinos del Norte estaban rabiando realmente; esos se han pasado más de 35 años saboteándolo todo y tratando de aislar al país. Después ha habido cuatro cumbres más y ahora esta, y en todas hemos estado. En todas siempre se organizan movimientos por parte de Estados Unidos y los enemigos de la Revolución, se mueven, viajan en aviones, hacen planes y hacen propaganda, tratan de molestar todo lo posible, puesto que se mueven libremente por todos esos lugares.

Son cumbres, además, difíciles, y ello se debe al hecho de que hay una fuerte diferencia entre nuestra manera de pensar, nuestra ideología, nuestra política, realmente, y el pensamiento de muchos de los dirigentes que han estado o están en estas cumbres; porque lo real es que desde la primera ya la idea neoliberal, el neoliberalismo había ganado mucha fuerza, y ganó gran fuerza en este continente, en nuestra región. Fue la época en que los yankis —espero que no se ofendan porque yo los llame yankis cariñosamente (RISAS)— estaban enloquecidos con los problemas de la deuda externa e inventaron una serie de fórmulas, algunos remedios, algunas curas de mercuro cromo para aliviar, aligerar la situación de algunos países; apretaron la mano, se produce la crisis del campo socialista, el derrumbe de la Unión Soviética y empezó a producirse el hegemonismo de Estados Unidos como única gran potencia y a convertirse y a actuar, prácticamente, como dueño del mundo, con una influencia mayor, un poderío militar mayor; poderío militar que sigue creciendo, porque a pesar de que ya no existe el campo socialista y no existen pretextos, gastan más de 250 000 millones de dólares al año en armas, y armas cada vez más sofisticadas, y uno se pregunta: ¿Para qué quiere esas armas? ¿Qué objetivos tienen esas armas, sino garantizar un dominio del mundo, en la locura de querer gobernar el mundo cuando ellos mismos no saben gobernarse a sí mismos? (APLAUSOS.)

Quizás la vida les enseñe algún día, como han tenido que aprender otras muchas lecciones, que toda esa política es una locura, lo mismo que la competencia de armas de las potencias desarrolladas más poderosas, que están enloquecidos en la idea de vender armas por todas partes, con las cuales se producen después guerras que sirven de pretexto para las intervenciones de Naciones Unidas. Es que no tiene sentido ese enorme poderío; enorme, creciente y cada vez más sofisticado.

Todo eso ha influido en el mundo tremendamente. Para los hombres progresistas, para las fuerzas revolucionarias en el mundo, todo lo ocurrido significó un tremendísimo golpe moral, un golpe casi destructor, realmente; incluso se hicieron ilusiones de que venía el imperio de 1 000 años. Otros habían hablado ya de imperio de 1 000 años; realmente, no duraron mucho tiempo.

Se observa en el imperialismo una política más ambiciosa cada vez, más egoísta, más exigente y más impositiva. Los embajadores norteamericanos, que antes, de vez en cuando, hacían una declaración, eran más discretos, ahora hacen declaraciones todos los días, dondequiera que les parece, y hacen declaraciones sobre asuntos puramente internos de los países. Todo eso ha influido, desde luego, en la América Latina y por eso las ideas que pretendieron imponer las fueron imponiendo, y ya se empiezan a observar algunos inconvenientes para los países.

La inflación lograron reducirla, es cierto; lograron un mayor ingreso de capitales, aunque las dos terceras partes son capitales especulativos a corto plazo, que se desaparecen de la noche a la mañana, causando terribles estragos en la economía de los países; lograron reducir los déficit fiscales, todas esas condiciones que van imponiendo el Fondo Monetario y el Banco Mundial.

Nosotros no somos neoliberales y en esas reuniones muchas veces resultamos ser los que hacemos planteamientos, que responden a nuestra manera de pensar y lealmente los exponemos, en defensa de nuestras ideas y en defensa de nuestro socialismo. Claro, es un papel un poco de aguafiestas, pero resulta tarea difícil cuando usted tiene que exponer un punto de vista, sabiendo que no es el punto de vista de prácticamente ningún otro de los participantes en la cumbre (APLAUSOS). No obstante, he tenido oportunidad de conocer a gente talentosa, gente llena de buenas intenciones, que tienen su manera de pensar, que creen así, y respeto esa manera de pensar; gente amistosa, mucha gente amistosa en esas cumbres, amistosa con Cuba, amistosa con la delegación de Cuba.

Decía anteriormente que gente de talento, que se expresa bien, que expone bien algunas ideas, defiende objetivos. No voy a decir que por el hecho de que tengan una proyección neoliberal, y no todos, dejen por ello de interesarse y preocuparse por cuestiones que son de interés para sus países y para los países de América Latina.

Las cumbres han sido útiles porque han contribuido a niveles de unidad, de conocimiento, de relaciones, de integración; se han impulsado esfuerzos de integración regional a través de las cumbres y van logrando algunos resultados positivos, constructivos. A nosotros nos alegra, porque no se trata aquí de la forma de pensar sobre la economía, sino de cómo se piense acerca del destino y del futuro de nuestra región, si es que Estados Unidos se va a tragar a América Latina completa, o si América Latina va a sobrevivir como una región independiente y tiene una oportunidad de una forma o de otra, aunque sea capitalista, de buscar un lugar en el mundo.

Europa, que guerreó durante tantos siglos, después de la última guerra mundial se ha ido uniendo y ha ido alcanzando niveles de integración no solo económica, sino política.

Para mí está clarísimo que América Latina necesita la integración económica y la integración política, al final, como hicieron los europeos, aunque se comience ahora por la integración económica, si los dejan, ¡si los dejan!, porque Estados Unidos no está interesado en lo más mínimo en que América Latina se integre económica y políticamente, puesto que llegaría a ser un grupo de países, realmente, poderosos; tendrían un lugar en el mundo mucho más que el que tendría un continente balcanizado y sometido, donde las más estratégicas áreas de la economía y de los servicios caigan en manos del capital extranjero y caigan, en definitiva, bajo el control de Estados Unidos, como controla hoy prácticamente los medios de divulgación masiva que tanto conspiran contra nuestra cultura, porque son los que hacen prácticamente todas las películas, los documentales.

Se ha luchado por un Nuevo Cine o por un Cine Latinoamericano, pero no es nada comparado con lo que producen allá en la televisión. Mandan enlatada la ideología y el consumismo a través de documentales, películas, noticias.

Medios de divulgación, medios de prensa, agencias, todo eso. No se imaginan ustedes el poder que tienen, ¡no se lo imaginan! Nosotros lo conocemos porque lo hemos sufrido y porque llega mucha gente a Cuba y dice: "Cómo es esto, yo no podía imaginarme estas cosas." No, no se saben; no saben ni siquiera que en Cuba hay elecciones, ni saben de nuestro sistema electoral una palabra, no saben nada de la historia de la Revolución y ven cosas de las cuales se asombran, y luego nos dicen: "¿Pero ustedes cómo no divulgan esto?" Y dónde están los instrumentos para divulgar eso, si los instrumentos están todos en manos de Estados Unidos. Ellos son los que hacen las opiniones muchas veces en el mundo, porque tienen dinero, reporteros en todas partes, las noticias aparecen casi en el acto lo mismo ocurran en el Medio Oriente que en Iraq, dondequiera que hay una guerra, dondequiera que hay un problema ahí están, y esos son medios tremendos de influencia sobre la mente de las personas, contra lo cual no hay otra vacuna que el instinto de los hombres y mujeres del pueblo que van cansándose de todo eso y, sobre todo, la gente avanzada, la gente que piensa, la gente que comprende.

Ellos ejercen una enorme influencia con los medios masivos, y uno se pregunta: ¿En el futuro de quién serán las líneas aéreas de América Latina? ¿Quién tiene el capital? ¿Quién tiene la tecnología? ¿Quién tiene los aviones? ¿Quiénes serán los dueños de las líneas mercantes de este hemisferio? ¿Quiénes serán los dueños de los bancos? ¿Quiénes serán los dueños de las casas de seguros, de las finanzas?, que prácticamente lo son. ¿Quiénes serán los dueños de las cadenas de tiendas? ¿Quiénes serán los dueños de las industrias más avanzadas, en esta globalización que prácticamente prohíbe a los países defender sus economías?, porque al fin y al cabo tienen que entrar en feroz competencia con una potencia que tiene tantos recursos científicos y tecnológicos y tanto dinero. Eso es lo que nos hace preocupar por el porvenir de nuestros pueblos; es decir, estamos bajo el riesgo de que se aproveche de todo.

Cada vez que trae una industria nueva, reduce los empleos. Así pasa en Europa, países riquísimos con un 14%, un 15% de desempleo. Es tremenda la contradicción que tienen entre la aplicación de la ciencia y de la técnica a la producción, y el problema social que les crea, un problema que tenemos como regla en América Latina, aunque realmente no es igual —y así lo dije en la cumbre— la situación de cada país. No es exactamente igual la situación de cada país, hay diferencias importantes, pero hay tendencias que realmente afectan a todos o a casi todos.

Los fenómenos de la corrupción que acompañan al capitalismo es una cosa tremenda. Dígannoslo a nosotros que hemos abierto algunas brechas y hemos conocido el capital, y, óiganme, esos son los medios más sutiles del mundo para neutralizar, corromper, sobornar, en todas esas cosas se especializan, aunque no todos. Debo decir, en honor de los capitalistas, que conocemos a unos cuantos capitalistas muy serios y muy honrados que no entran en eso. Pero, bueno, ya ustedes vieron a lo que llevaron a los países del antiguo campo socialista, ya ustedes vieron a lo que llevaron a la URSS, porque les digo que en más de 30 años de comercio de miles de millones con el campo socialista y con la URSS cada año, no conocimos un solo caso de alguien que pidiera una comisión para suministrar una mercancía; ni un solo caso de corrupción conocimos nosotros, y a lo largo de esos años en conjunto se intercambiaron decenas y decenas de miles de millones de dólares en mercancías.

Occidente llevó a todos esos países, después del desplome, la corrupción más atroz; y el dinero que sale, que por distintas vías sustraen a la economía de los países, sobre todo en la antigua URSS, sobre todo en Rusia, es realmente enorme. Es preocupante el fenómeno acompañado de estos cambios que se hicieron.

¿Qué tiene de extraño el crecimiento como la espuma de la corrupción en muchas partes de América Latina? Es casi algo natural, habitual, nadie sabe cómo es que van a superar ese fenómeno, uno de los desafíos más grandes que tienen; igual que el fenómeno de la droga, que fue introducido por la existencia de un mercado insaciable y voraz, un mercado consumista, un mercado de placeres. Son los que le han traído a la América Latina este terrible flagelo. Las cantidades de dinero que mueven son enormes; las que se mueven allí, en Estados Unidos, en cuestiones de narcóticos. De cientos de miles de millones es el mercado de las drogas, posiblemente el mercado más grande que existe. Ese es un problema que nos han traído.

Esas cuestiones relativas al porvenir nos preocupan. En las cumbres notamos cierta tendencia al optimismo, que parece que es una necesidad humana (RISAS).

Alguien habló públicamente, todo esto ha salido por televisión, de algunos casos, de los avances, que si la mortalidad infantil ha disminuido, por ejemplo. Sí, es cierto, se han hecho vacunas nuevas, las Naciones Unidas ha trabajado duro, se han hecho campañas de vacunación contra distintas enfermedades que salvan muchas vidas; pero más crece la población, más niños se salvan antes de cumplir los cinco años, pero hay más niños en las calles en muchas ciudades y más niños sin hogar, más niños trabajando en vez de estar en la escuela. Son decenas de millones de niños sin hogar o trabajando. Crece el número en muchas partes, y vuelvo a decir que no es exactamente igual en todas partes, pero en muchos países crecen los barrios marginales, crece la diferencia entre ricos y pobres, una de las cosas más terribles de estas políticas que se están aplicando, cada vez son más ricos los ricos. Y hay algunos datos que recuerdo. Tengo entendido que en algunos países el 20% más rico recibe quince veces más que el 20% de los más pobres; esa diferencia se ahonda cada día más con estas políticas.

Bueno, predomina el criterio del desarrollo; pero tampoco se ve el desarrollo. A decir verdad, salvo algunas excepciones, de 1980 a 1990 no se logró nada, de 1990 a 1994 crecieron un 3%, no se alcanzaron los crecimientos del 6% y el 7% que se alcanzaron en la década del 60 y del 70, y la población se ha duplicado; y en el año 1995 fue insignificante el crecimiento económico. A pesar de eso yo no sé dónde está la base de la euforia.

La deuda externa famosísima. Desde 1985 que dimos aquellas batallas, recordarán ustedes, y reuniones en La Habana, que ejercieron una gran presión sobre los acreedores, que los obligó a buscar fórmulas como consecuencia de esas batallas y de esa conciencia que se iba formando en el mundo para buscar algunos paliativos, sin embargo, de 1986 a 1995, se han pagado 630 000 millones de dólares, en 10 años, ¡seiscientos treinta mil! Y la deuda es mayor, no es menor. Desde 1980 hasta 1995 creo que se han pagado 900 000 millones de dólares por los servicios de la deuda. Es decir, no puede haber motivo de optimismo, aunque, repito, las cumbres son útiles, son positivas, se establecen contactos, se establecen determinados programas, se impulsan las ideas integracionistas y se adquiere una personalidad de cierta forma hemisférica.

Nosotros hemos defendido la idea de las cumbres todos los años, porque hubo cierto momento en que se empezó a hablar ya de no hacerlas y los yankis se llenaron de envidia y organizaron una gran cumbre en Miami; por supuesto que nosotros estábamos excluidos (RISAS), pero excluidos de todo: del Fondo Monetario, del Banco Mundial, del Banco Interamericano, de cualquier reunión no podían invitar a Cuba. Y ya se imaginan ustedes el alboroto de Miami, habría competido con el alboroto que algunos quisieron hacer por aquí con motivo de la visita; pero, bueno, si dicen: "A Miami", para Miami voy (RISAS), ¿qué vamos a hacer? Pero, bueno, no me invitaron, me hicieron ese favor de no invitarme (RISAS).

Yo tengo una valoración positiva de las cumbres, con estas características que les explico. Es decir, a veces voy a muchas reuniones, a la reunión de Río sobre medio ambiente, a la de Copenhague sobre desarrollo social, o a la de Estambul sobre los problemas de las comunidades humanas, y en esas reuniones es una maravilla, porque africanos, asiáticos, toda la gente de todas esas regiones, realmente, les dan un gran apoyo a los pronunciamientos de Cuba, a nivel de jefes de delegaciones, a nivel de delegaciones, porque toman en cuenta lo que ha hecho Cuba por el Tercer Mundo, que nuestro país ha derramado hasta su sangre en la lucha por la independencia de las colonias que quedaban en Africa, por la independencia de Angola, por la de Namibia y en la lucha contra los racistas sudafricanos.

Con satisfacción muy grande podemos ver hoy un Africa del Sur sin apartheid, y a un Mandela allí al frente del gobierno; también vemos a una Namibia independiente. No ha sido inútil el esfuerzo y el sacrificio que hemos hecho.

Alrededor de 23 000 médicos cubanos han cumplido misiones internacionalistas, y eso lo agradecen mucho los pueblos. Hubo momentos en que teníamos hasta 24 000 estudiantes extranjeros becados en Cuba. Es un número grande la cantidad de amigos que tenemos por el mundo, porque en otras partes del mundo no logró Estados Unidos ejercer la influencia que ejerció en América Latina; no obstante eso, tenemos muchos amigos en las delegaciones latinoamericanas, mucha gente seria, capaz, que aprecia el esfuerzo que ha hecho Cuba y admira cómo Cuba ha podido lograr, en medio de un bloqueo de más de 35 años, lo que logró.

El bloqueo de Estados Unidos le ha costado a Cuba más de 60 000 millones de dólares. No se puede traer ni una aspirina, ni un remedio contra el cáncer, nada, todo prohibido; es brutal, y no es un bloqueo económico, es una guerra económica la que nos hacen, intensificada después de la caída del campo socialista y de la URSS, más leyes, la Ley Torricelli, la Helms-Burton, y asociado también a cuestiones electorales, a la politiquería y a todo eso. La Ley Helms-Burton era de la extrema derecha y, en un momento dado y en medio de la campaña electoral, la administración actual apoyó esa ley por la teoría y el mito de los votos de Miami, cuando no toda la gente de Miami ni mucho menos está con la extrema derecha republicana, hay un número alto de personas que no están. Pero del 27% o 28% de los votos que le dieron la otra vez, ahora le dieron el 35%; el 65% de los cubanos votó por Dole. ¿Qué le dio la victoria a Clinton? Los otros hispanos, la población negra —en la Florida estoy hablando—, los jubilados, las mujeres, fueron los que realmente le dieron la victoria en la Florida. Es un mito el que aquel grupo fuera decisivo; pero hacen cualquier cosa contra Cuba por congraciarse con aquellos que creían que podían decidir las elecciones.

Bueno, creo que les he hablado bastante de estos temas. Si me permiten un poquito de Cuba..., aunque ya Tencha lo dijo casi todo, porque Tencha está muy bien informada (APLAUSOS). Hablaba sobre el dato de la mortalidad infantil. Yo decía que alguien en la cumbre hablaba de un país que la ha reducido de 60 a 40, es un avance, les explicaba los factores. Se ha reducido en América Latina, hace un número de años era 80; ahora no recuerdo exactamente en qué situación está, pero debe estar entre 40 y 50.

Bueno, realmente, puedo decirles de Cuba que ahora, en este año, la mortalidad infantil está en 8, ya está a nivel de Estados Unidos (APLAUSOS), y, desde luego, es muy inferior a la de Washington, la capital de ese país; a pesar del período especial, a pesar de las enormes dificultades de todo tipo que estamos atravesando, hemos seguido disminuyendo la mortalidad infantil.

No hay un solo niño sin escuela, prácticamente el ciento por ciento, todo el que puede físicamente está en una escuela, y el que no puede está en una escuela especial; todos los niños con problemas de algún tipo o de otro están en las escuelas especiales, los de primaria en la primaria. Tenemos un altísimo porcentaje de escolarización, de más del 90%, en la enseñanza secundaria. No se ha cerrado una sola escuela, un solo círculo, un solo policlínico, hemos seguido produciendo médicos y tenemos ya 62 000 médicos.

¡El país bloqueado!, y después del derrumbe del campo socialista y de la URSS, el país que no tiene créditos de ningún organismo internacional, no ha cerrado una sola escuela, no ha desempleado a un solo maestro, y tenemos 62 000 médicos, un médico cada 193 habitantes —así que actualizo el dato que tenía Tencha (APLAUSOS)—, el país del mundo con más alto índice de médicos per cápita, y siguen graduándose médicos, aunque en menor número, desde luego, porque ya tenemos un médico en cada cuadra, como los Comités de Defensa de la Revolución, cualquier persona tiene el médico a 100 metros. Ese servicio no lo tiene ningún país del mundo, y explica que hayamos logrado, a pesar del clima tropical, que no es tan saludable como el clima templado, esa cifra de mortalidad infantil.

Sí, es el país con más alto número de médicos per cápita y el más alto número de maestros per cápita en el mundo, incluyo países desarrollados y todos, y seguimos formando médicos y maestros también. Y los maestros de primaria ya tienen que tener la educación superior para enseñar en una escuela primaria, y hay una serie de índices en que estamos entre los primeros países del mundo y los hemos mantenido en el período especial y después del derrumbe del campo socialista.

¿Y qué significó ese derrumbe? Fue terrible, verdaderamente terrible, perdimos el 75% de nuestro comercio de la noche a la mañana, los suministros seguros de combustible que teníamos, créditos que teníamos, materias primas importantes para nuestras industrias, eso de la noche a la mañana. Yo realmente les pregunto a ustedes, y no quiero que estén de acuerdo con lo que hacemos, pero digo que lo que hacemos nosotros es la única alternativa del país, ¿qué país habría podido resistir semejante golpe y durante cuánto tiempo? Yo digo, como regla, que ningún país latinoamericano —pienso, puedo estar equivocado— habría podido sufrir un golpe semejante un mes; pero ningún país del mundo lo habría podido resistir. No sé qué pasaría en Estados Unidos si se quedan sin combustible y tienen que entrar en un período especial, como tuvimos que entrar nosotros, cuando los períodos especiales estaban diseñados para el caso en que se produjera un bloqueo total del país, y hemos tenido que aplicarlo en tiempo de paz.

Imagínense lo que tuvimos que hacer para que no se pararan todas las fábricas —unas cuantas se pararon—, sin materias primas, cuando el combustible que podíamos obtener era menos de la mitad del que obteníamos antes de ese momento; cómo nos las arreglamos para mantener la zafra, cómo nos las arreglamos para mantener muchas fábricas abiertas. Pero no aplicamos políticas de choque, que son esas que se recomiendan por estos organismos internacionales: para la calle todo el mundo; y nosotros no, para la calle nadie, vamos a esperar. Bueno, si alguien se queda sin empleo le garantizamos el 60% del salario, no quedaba nadie desamparado, ni se quedó ningún jubilado sin la pensión. Hay cosas que oímos decir de un antiguo país socialista en que hace seis meses que no les pagan a tales y a más cuales, son cosas inconcebibles; ni una sola vez en nuestro país se ha dejado de pagar los salarios.

Claro que se fue produciendo una forma de inflación que no era tan terriblemente negativa porque tenemos normada la distribución de muchos productos, pero el dinero empezó a crecer y ya luego tuvimos que enfrentarnos al problema de cómo le hacíamos frente a eso, porque tiene consecuencias muy negativas en la economía, porque si con el salario de uno resuelven y el otro a lo mejor es enfermera o es médico, pues trabaja uno, no trabajan los dos; tiene muchos problemas para la economía y fomenta la bolsa negra y todas esas cosas.

Elaboramos un plan de reducción del exceso de circulante. Lo discutimos en la Asamblea Nacional, lo bajamos, lo discutimos fábrica por fábrica; no sé si fueron alrededor de 80 000 asambleas para discutir un conjunto de medidas con los trabajadores, con los estudiantes, con las mujeres y con todo el mundo, ¿qué ustedes piensan de esta medida, qué piensan de esta otra, cuál sugieren? De todo eso adoptamos un conjunto de medidas, que fueron a la Asamblea Nacional y volvieron a la base. Hubo que aumentar precios de productos suntuarios; no tocamos los precios de los productos básicos, y empezamos a recoger dinero y hemos recogido el 25% del dinero que estaba circulante.

Brevemente les quiero explicar que hemos hecho determinadas aperturas, pero en forma de asociaciones mixtas con empresas cubanas, allí donde aportan tecnologías, o mercados, o experiencias administrativas, que son muy importantes, y frente a las presiones de Estados Unidos, muy fuertes, antes de esta ley: presionando, hablando, amenazando a todo aquel que quisiera hacer algún negocio con nuestro país, una verdadera guerra económica. A pesar de eso, un número importante de personas ha ido a Cuba queriendo invertir, han invertido, les hemos dado facilidades. Adoptamos algunas reformas en la Constitución, podemos llegar a admitir hasta alguna industria, según la circunstancia, con ciento por ciento de capital extranjero; no tenemos ninguna, la única que tenemos acordada tiene alrededor del 65%, una sola, casi todas al 50%, o al 49%. Mantenemos el control de la economía, mantenemos los planes del año, de lo que debe hacer, tratando de optimizar.

Y debo decirles que a pesar de que para nuestro país el golpe de lo ocurrido fue anonadante también en lo psicológico, nuestro país se levantó, se fue levantando, el estado de ánimo hoy es muy diferente que en 1992 ó 1993, el espíritu de sacrificio, de trabajo de nuestro pueblo se ha incrementado notablemente.

Si ustedes ven la actitud del pueblo ahora con relación a un ciclón bastante dañino que nos cayó encima, además de las leyes y de todas esas cosas, cómo la gente está trabajando en la recuperación de los daños de un huracán fuerte que afectó a la mitad de las provincias del país, cómo reacciona, de lo que es capaz un pueblo en esas circunstancias.

Logramos ya en 1994 crecer un poquito, se detuvo la caída, esa caída del 35% de que habló Tencha, y se incrementó un 0,7%; el año pasado se incrementó un 2,5%, y este año se incrementa en un 7%, crece el Producto Interno Bruto (APLAUSOS).

Este año ya romperemos el récord de la producción de níquel que había caído bastante, crece el turismo a un ritmo alto, de casi un 30%. Mucho de lo que hemos hecho ha sido con recursos nuestros, no es tanto el capital extranjero, no se vayan a imaginar; lo que más han aportado los extranjeros son la experiencia en materia de administración de hoteles, en lo cual nosotros, por el aislamiento, estábamos muy atrasados.

Se va recuperando la producción cañera también y muchas producciones: las de la industria mecánica, se desarrolla la industria de la biotecnología, la industria farmacéutica y se van creando nuevas fuentes de ingreso para el país.

En un momento, cuando vino esta ley, no se imaginan ustedes el susto que esta ley le sacó a mucha gente en el mundo; pero en el mundo hay gente valiente que desafía las leyes norteamericanas y se han continuado realizando negocios, pero nos hizo daño la ley. Nos hizo daño desde que se anunció; como era una ley republicana que tenía la mayoría en el Congreso, ya mucha gente empezó a asustarse. Cuando de un plumazo Clinton cambia de bando y firma la ley —la ley que habían elaborado sus enemigos y contra la cual había argumentado muchísimo, la firma—, hizo daño.

Indiscutiblemente que todas esas cosas multiplican nuestro esfuerzo para salir adelante; pero confiamos en que saldremos adelante a pesar de todo.

Les voy a dar otro dato casi milagroso: hace año y medio, o un poco más, con 1 dólar se conseguían 150 pesos; como consecuencia de todas las medidas que hemos tomado, con 1 dólar hoy se consiguen 20 pesos, un poquito menos, un poquito más. Eso ha revalorizado el peso (APLAUSOS) y los que tienen pesos los pueden cambiar por dólares y comprar en tiendas de divisas; pero eso sí está bajo el control de la nación. El comercio está bajo el control de la nación, los bancos están bajo el control de la nación, todas las cosas claves. Así que hay una apertura y flexibilidad, pero con todo bien pensado, todo bien calculado, tratando de prever las consecuencias de todo.

Ya se sabe, desde luego, que el turismo no lo habíamos desarrollado durante mucho tiempo; se volvió una necesidad imperiosa. Trae sus dificultades el turismo, lógicamente, pero hemos logrado que el pueblo comprenda.

El secreto de la supervivencia de la Revolución Cubana es el consenso del pueblo, el apoyo del pueblo. Sí, hay gente que se desalienta, hay gente que sueña con otras cosas, en parte, impulsada por las necesidades: con emigrar, o que no está con la Revolución; pero es tan abrumadora la mayoría que apoya a la Revolución, que por eso es fuerte, y ese espíritu se ha fortalecido en los últimos años —debo decirlo—, se ha fortalecido; pero si no tuviéramos el pueblo unido que tenemos, si no tuviéramos el sistema que tenemos, ya no habría Revolución Cubana (APLAUSOS), estaría en manos de las mafias derechistas, terroristas de Miami, con la bendición de Estados Unidos, que tantas veces soñó que se desplomaba. Y después que se desplomó el campo socialista y la URSS, era todas las semanas el pronóstico de que se derrumbaba la Revolución Cubana, y ahora nos estamos acercando a 1997 y con más optimismo cada vez.

Ahora, tenemos realmente un pueblo formidable, un pueblo veterano, un pueblo aguerrido.

Más de medio millón de cubanos —antes les hablé de médicos— han cumplido misiones internacionalistas (APLAUSOS). Eso fue creando un espíritu.

Una vez, cuando los nicaragüenses pidieron maestros, pedimos voluntarios y se ofrecieron 30 000; necesitaban 1 000 ó 2 000. Las bandas de la guerra sucia asesinaron a algunos de ellos, y cuando esto ocurrió se ofrecieron 100 000 (APLAUSOS).

Por nuestras características latinoamericanas y caribeñas, nuestra Revolución fue muy auténtica y no cometió ningún error histórico de represión, por eso podemos decir con un gran orgullo que en nuestro país no existe un solo caso de escuadrón de la muerte, en nuestro país no hubo jamás un desaparecido (APLAUSOS), en nuestro país no hubo jamás un caso de asesinato político, en nuestro país no se dio jamás un caso de tortura (APLAUSOS), a pesar de lo que digan por sus medios de publicidad, las campañas y las calumnias y libros que se han escrito contra la Revolución. Nuestra conciencia está limpia, plenamente limpia, tan limpia que si tenemos un lugar en el Cielo no habrá dificultad alguna para la visa y la entrada directa (RISAS Y APLAUSOS).

En nuestro país no hubo los fenómenos del stalinismo ni esas cosas que desgraciadamente dejaron huella y dejaron un saldo. Es decir que hubo una política y una política humana.

Calculando la mortalidad infantil que había, por ejemplo, antes de la Revolución y la que tenemos ahora, el número de vidas salvadas de niños es más de 300 000, solo en niños; las perspectivas de vida se han elevado hasta 76 años, aproximadamente, a pesar de todos los problemas y de todas las dificultades. Y, a pesar de eso, los niños siguen recibiendo un litro de leche diario, todos los niños lo reciben (APLAUSOS).

Les digo esto para explicarles el milagro de que nuestro país haya resistido. Un país unido, un país con una fuerte conciencia; más de 35 años resistiendo al poderoso imperio. Se acabó URSS y todo lo demás, y lleva ya más de seis años resistiendo el poderoso imperio, que no haya qué hacer, qué inventar, realmente, para liquidar la Revolución.

Estas son las realidades de Cuba en este momento. Me faltaría añadir que si estos que quieren ponerme un epitafio lograran ponerme un epitafio, no pasa nada en Cuba, en absoluto (APLAUSOS). Tenemos un pueblo con un nivel de escolaridad altísimo —una de las cosas que les gusta a los inversionistas que van a Cuba es el nivel de escolaridad de nuestro pueblo, altísimo nivel; la facilidad y la rapidez con que aprenden a manejar cualquier máquina—, un pueblo que tiene realmente una conciencia elevada.

Hay miles de cuadros jóvenes en los municipios, en las provincias, todos los dirigentes son gente muy joven. Hay cuadros nuevos a nivel del Gobierno, del Parlamento, de todo, mucha gente nueva y muy valiosa que garantiza la continuidad de la obra revolucionaria.

Es todo un mito en algunas cosas. No tengo ni mucho menos los méritos de lo que en nuestro país se haya hecho en estos años de Revolución, ha sido el trabajo de millones de personas; ni depende de persona alguna el destino del país. Eso, realmente, nos da mucha satisfacción y nos da mucha tranquilidad.

Se equivocan aquellos que crean que cuando por cualquier cosa, un resfriado, una gripe mala, una neumonía, un infarto, o por cualquier otra cosa, no haya Fidel... Es un mito, se lo puedo asegurar, y creo que para gente que tiene ideas progresistas, ideas de izquierda, ideas avanzadas, eso debe ser un motivo de satisfacción.

Podría alguno preguntar: "¿Pero por qué está ahí Castro tanto tiempo?" ¿Y qué culpa tengo yo?, me pregunto (RISAS). Primero, un fracaso completo de la CIA que trató de matarme no se sabe cuántas veces y fracasó. No es que yo esté, es que me tienen ahí; no soy yo el que me tengo, es la Revolución, el pueblo el que me tiene ahí (APLAUSOS).

Llevo ya 50 años de lucha revolucionaria. Créanme que para mí las funciones que desempeño constituyen simple y únicamente un deber no una ambición, se lo digo con el alma; no un deseo. Dicen que el descanso de los revolucionarios es la tumba; pero, bueno, eso era cuando la gente tenía un promedio de vida de 40 ó 50 años (RISAS), pero no ya cuando tenga tantos años en el trabajo... Y el trabajo no es fácil, a veces uno tiene que imponerse esfuerzos grandes. ¿Pero de qué voy a hablar, si aquí tenemos a Tencha que es un ejemplo? (APLAUSOS.)

Hoy empecé temprano, sin un segundo de descanso. Había dormido dos horas antes de anoche, y anoche cuatro; llevo seis, y es un trabajo largo, tremendo, ya venía medio dormido en el carro cuando venía para acá, y digo: ¿Iré a dormirme allí en el acto de nuestros amigos? (RISAS.) Pero de verdad venía con sueño, lo que pasa es que después las histaminas suben como consecuencia de las emociones y de los estímulos, como el que hemos recibido en el día de hoy, y por eso es como si se le quitara el sueño a uno.

Espero que los datos que he dado más o menos estén ajustados a lo que son, ¿no? (RISAS.)

Me he sentido realmente muy bien y muy entusiasmado. Les pido que me perdonen si me he extendido demasiado, pero quería decirles estas cosas, tenía necesidad de decirles estas cosas y espero que no me haya salido de mi línea, ni de mi idea de no mezclarme en absoluto en cuestiones de política interna del país, ¿está claro?

¡Muchas gracias!

(OVACION.)

(VERSIONES TAQUIGRÁFICAS - CONSEJO DE ESTADO)