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Tu historia con Fidel

El Comandante en Jefe siempre estuvo al tanto de las personas que se vieron afectadas por el dengue hemorrágico.
El Comandante en Jefe siempre estuvo al tanto de las personas que se vieron afectadas por el dengue hemorrágico.

Datum: 

27/11/2016

Quelle: 

Periódico Granma

Autor: 

El líder de la Revolución Cubana, Fidel Cas­tro, dejó una huella profunda no solo en el pueblo que lo vio nacer y al que condujo hasta su definitiva independencia, sino en muchas otras tierras que quedaron marcadas por su visión de estadista y ejemplo revolucionario. Por tal razón, Granma ha convocado a todos los lectores, dentro y fuera de Cuba, a que com­partan su historia personal sobre Fidel, opiniones, anécdotas, encuentros, impresiones y to­do lo que los haya unido a este hombre de talla universal fallecido el 25 de noviembre del 2016 a los 90 años.
 
Para ello hemos puesto a disposición el co­rreo electrónico tuhistoria@granma.cu, y nues­tra plataforma de comentarios en la página web. Recomendamos un máximo de 400 palabras en los textos para facilitar el manejo de un alto volumen de información y que, si es posible, acompañen su mensaje con imá­genes.
 
He aquí algunas de las primeras historias compartidas.
 
Yaremy López Garcés
 
Con solo cuatro añitos de edad tuve mi primer encuentro con el Comandante. Cuando aún convaleciente de los dos paros cardíacos y los tres vómitos de sangre que tuve, debido al dengue hemorrágico de 1981, donde murieron 111 niños.
 
Pude ver la silueta verde del Comandante que subió a verme, porque yo estaba llorando al no poder bajar como los demás niños a ver­lo, puesto que aún estaba en la cámara de oxígeno. Recuerdo que estuvo hablando con mi mamá y abrió el zíper y metió la mano y me secó las lágrimas. Después de eso lo pude te­ner delante de mí en dos ocasiones más, sin contar las veces que lo vi en la Plaza de la Re­vo­lución y siempre me enorgullecí de ser una cubana con la dicha de haber nacido en la Re­volución.
 
Siempre se le va a querer y extrañar mucho Comandante, pero nunca olvidar, puesto que usted vivirá por siempre en todos los corazones de los cubanos.
 
Dr. Aleisey Guerrero Zayas (misión médica en Brasil. Provincia Holguín)
 
Una tarde noche del 2003, era el final de día 7 de octubre, llegamos juntos 300 médicos al Palacio de la Revolución. El motivo nos enorgullecida a todos, un grupo de médicos que par­tíamos a Venezuela en camino a saldar nuestra propia deuda con la humanidad; nada más y nada menos que recibiríamos la misión de las propias manos de nuestro guía, nuestro invicto Comandante. Muchos sin almorzar ni comer, un poco de ansiedad e ilusiones, a más de cuatro horas de espera entró en la sala una luz, una especie de enigma, vestido de verdeolivo y con su sonrisa de padre, nuestro Co­mandante.
 
En ese instante ya no había hambre, y mu­cho menos ansiedad, quedamos todos animados con su presencia, una conversación de cin­co horas que nos pareció segundos, una fo­to con cada grupo y un apretón de manos fue su­ficiente para entenderlo todo, era como en­con­trarse frente a frente con la razón de lu­cha y el motivo para triunfar.
 
Gloria eterna, Comandante, tu ejército de ba­­tas blancas no te fallará. Descanse en paz, la bandera de lucha es nuestra.
 
Anzardo
 

El líder de la Revolución Cubana siempre al lado de su pueblo.
foto: arnaldo santos Foto: Arnaldo Santos

Fue un honor muy grande para mi trabajar en la construcción del Cardiocentro Willian So­ler, formé parte de la Brigada XXX Aniversario del Granma integrada por jóvenes de la ca­pital para impulsar esta importante obra de la salud, inaugurada en agosto de 1986. Aquí nos visitaba Fidel cada semana y conversaba con todos, nos explicaba la importancia de la obra, cuántos niños podrían salvarse de enfermedades cardiacas después que estuviera terminada. Se interesaba por la formación de cada uno de nosotros, la importancia para los jóvenes del estudio y la superación profesional; qué comía­mos, cuántas horas trabajábamos, tenía una sensibilidad muy especial por los jóvenes.
 
El momento más emocionante para mí fue en la inauguración del Cardiocentro, fui seleccionado para hablar en el acto a nombre de los constructores y entregarle un álbum de los mo­mentos más importantes en la construcción. Al recibir el álbum me dio un abrazo y pude sentir que estaba emocionado por la terminación de la obra.
 
Siempre vi en Fidel un padre, el padre de to­dos los cubanos. Así eduqué a mis hijos. Juntos lloramos su muerte física, porque para los revolucionarios de Cuba y el mundo estará tan vivo como siempre. Su ejemplo y sus ideas pasarán de generación en generación en la historia de la humanidad.
 
Tamara Díaz Lorenzo
 
Cuando estaba en el preuniversitario, en las va­caciones íbamos quince días a las Bri­gadas Estudiantiles del Trabajo (BET). Esos días nos pi­­dieron que apoyáramos de manera importante los cultivos de plátano microjet, que en ese en­tonces empezaba a florecer co­mo proyecto. Uno de los días, cuando nos en­con­trá­ba­mos en el campamento, sin saberlo era ho­rario de almuerzo y empezamos a ver que nos piden que formemos y que recibiríamos una gran visita. Y en breves minutos apareció Fidel. Fue algo muy emocionante para nosotros co­mo adolescentes.
 
Ahí nos explicó de la importancia de nuestro trabajo, cómo el hombre nuevo debía formarse en el estudio y trabajo y que se sentía orgulloso de que la Revolución contara con jó­venes como nosotros. Estuvo muy cerquita de nosotros y esa noche recuerdo que no po­día­mos dormir. Para mí fue una de las experiencias más bonitas e inolvidables de mi vida.
 
De verdad tengo mucho dolor por lo sucedido. Sabemos que a todos nos va a pasar, pe­ro lo veíamos tan lejano. Pero su ejemplo y en­se­ñan­za tiene que motivarnos para seguir construyendo su gran obra.
 
Dailyn Sordo Peláez. Colaboradora médica en Brasil
 
Con gran tristeza despertó todo el mundo con la noticia de la desaparición física de nuestro líder Fidel. El 13 de agosto, en su último cumpleaños, escribí una pequeña crónica que les envío ahora, fue mi homenaje al eterno Fidel:
 
«Nunca imaginé tenerlo tan cerquita».
 
Lo recuerdo como si lo viviera ahora mis­mo, nos daban la noticia de que nos traslada­rían a la capital para hacer una graduación di­ferente, nuestro líder Fidel quería reunir a to­dos los graduados de ese año para homenajear a los que comenzaríamos nuestra vida laboral. Para mí era difícil viajar, porque recién había nacido mi hijo, y, aunque eran pocos días que estaría fuera, la separación era dolorosa.
 

Fidel durante una visita al Centro
de Inmunoensayo. Foto: Archivo

Llegó el tan esperado 13 de agosto del 2000. Estábamos desde temprano en la Tribuna An­timperialista, que, colorida con sus banderas, nos daba la bienvenida.
 
De repente entra Fidel. Nunca imaginé te­nerlo tan cerquita, mi corazón se agitaba de poder realizar el sueño de escucharlo en vivo. El discurso fue corto, pero sus palabras llegaron a cada uno de los ahí reunidos, quienes asumimos el compromiso de llevar la salud donde fuese necesario.
 
Lo prometí y lo cumplí, por tercera ocasión me encuentro fuera de mi país prestando colaboración médica en tierras lejanas a la mía. Me siento orgullosa de mi formación y mi nacionalidad, así como de haber estado allí, aquel lejano 13 de agosto del 2000. Gracias Fidel, por no olvidarte de los más humildes. Que estos 90 años sean la base de otros muchos años más. ¡Muchas gracias!
 
Teresita Romero Rodríguez Presidenta de la Asamblea Provincial
 
Los trabajadores de la Asamblea Provincial del Poder Popular de Sancti Spíritus y su Con­sejo de la Administración, en nombre de to­dos los espirituanos, hacen llegar el más sentido mensaje de condolencias a los familiares más allegados y, en especial, al querido Raúl, por la irreparable pérdida de nuestro invicto Co­­mandante en Jefe. Como se ha dicho, ha muerto el padre de los cubanos dignos, pero su legado, enseñanzas, ejemplo y maestría vivirán por siempre entre nosotros. Hay dolor en este pueblo pero hay también confianza en la durabilidad de su obra que con sus manos y talento nos enseñó a crear. Gracias, querido Fidel, por todo lo que hiciste y por lo que nos diste, por eso vivirás por siempre en el corazón y la acción de todos los cubanos. No te decimos adiós, te decimos ¡Hasta siempre, Co­man­dan­te en Jefe!
 
Mayra
 
Tuve el grandísimo honor de nacer en Cu­ba. Tuve el grandísimo honor de nacer con el triunfo de la Revolución, tengo el grandísimo honor de haber vivido todos estos años en Cuba y conocer al líder indiscutible que fue, que es, Fidel, para Cuba y para el mundo. Hoy, más que nunca, agradecemos haberlo tenido y siempre lo tendremos.
 
Yanetsi Gutiérrez
 
Estos son días de conmoción, de hondo do­lor, pero de gran compromiso, ese que nos une eternamente a nuestro Comandante, más allá de la vida, más allá de la muerte, más allá del tiempo.
 
El Comandante, en una de sus inagotables aseveraciones, destacó:
 
«Jamás un pueblo tuvo cosas tan sagradas que defender, ni convicciones tan profundas por las cuales luchar».
 
Todas ellas nos las ofreció él, ahí están y permanecerán, porque las defenderemos y lu­charemos incansablemente por preservarlas: la Revolución, su obra; nuestro Coman­dante, su legado.
 
Fuerza a todos.
 
Lic. Félix Rojas Torres
 
Jefe de Dpto Docente Tecnologías de la Salud De Estudiantes y Profesores de Tecnología de la Salud, Holguín
 

Su preocupación por las nuevas generaciones
fue constante. Foto: Liborio Noval

Nunca antes un suceso ha causado tanto dolor en nuestro pueblo como la reciente pérdida de nuestro siempre invicto Comandante en Jefe Fidel.
 
Su desaparición física la sentimos en lo más sincero y profundo nuestras almas porque él constituye faro y guía del futuro de nuestra Re­volución Socialista y la esperanza de transformación social de la que el mundo está nece­sitado.
 
Fidel seguirá siendo bandera eterna de hu­manismo, lealtad, patriotismo, humildad y compromiso. El estará por siempre en tiempo presente y su inmensa capacidad de soñar por el bienestar del desposeído se patentiza en el cumplimiento del concepto de Revolución que hoy nos deja a todas las generaciones de cu­banos.
 
Sigamos como él nos enseñó, a nunca lu­char por gloria ni por honores sino por las batallas y las tareas, sigamos siendo cómplices y protagonistas de sus anhelos y convicciones porque Fidel es Cuba entera.
 
En cada paso, en cada acción debemos de­cir ¡Yo soy Fidel! Porque Fidel somos todos.
 
Firmemos nuestro compromiso y fidelidad para con sus ideas.
 
Honor y Gloria eterna para nuestro Co­man­dante en Jefe Fidel Castro Ruz.
 
¡Hasta la Victoria Siempre Comandante!
 
Patria o Muerte
 
Venceremos
 
Efren Monzón Pellicier
 
Ha muerto el más grande, pero como dice Martí, la muerte no es verdad cuando se ha cum­plido bien la obra de la vida. Honor y gloria.
 
Adriana
 
Hoy sentimos una gran tristeza por la noticia más reciente del fallecimiento del Coman­dante. Sobre todo los jóvenes que crecimos y tu­vimos la posibilidad de disfrutar de una so­ciedad forjada por una increíble mente dota­da de una inteligencia sin límites. En el corazón de cada cubano hoy existe un gran sentimiento pues despedimos a un hombre único; ini­gua­lable; vemos las calles en silencio; pocos si­quie­ra comentan del tema; otros solo bajan la cabeza; realmente vemos un pueblo triste, pe­ro agradecido de quien dedicó toda su vida a una humilde causa. Gloria eterna al Co­man­dante que siempre nos guió y seguirá haciéndolo.
 
Enmanuel Lara
 
60 años antes partías en viaje desde Tuxpan en aquella cáscara de nuez, el Granma, junto a todo el pueblo cubano ardiendo en las manos de los revolucionarios que empuñaban los fu­siles y en las ideas que soñaban que otro mun­do era posible. Y fue.
 
Sesenta años después, exactos sesenta años, partió en viaje hacia el infinito. ¿No eras eterno ya? ¿No partías hacia la eternidad 60 años antes? Dicen que al compañero caído no se lo llora, sino que se toma su puesto en la lucha. Gigante tarea nos queda por delante, por detrás, por los costados, por arriba y por abajo. ¡Ha muerto un revolucionario, viva la Revolución! #HastaSiempreComandante. Gra­cias, eternamente.
 
Asociación Trabajadores del Estado-Consejo Directivo Capital (Argentina)
 
La Asociación Trabajadores del Estado-Con­sejo Directivo Capital-Argentina, quiere ex­pre­sarle al Gobierno y al Pueblo de la Repú­blica de Cuba nuestro profundo dolor por el fallecimiento del Comandante Fidel Alejandro Castro Ruz, un Revolucionario y verdadero ejemplo de lucha por la Liberación de la Patria Grande.
 
Como sostenía el General Perón en la carta que le dirigiera al Comandante Fidel Castro: «La tarea no termina mientras uno viva, pero bien vale la pena vivir y morir por un ideal que trasciende a los pueblos».
 
Fraternalmente,
 
Daniel Catalano (Secretario General)
 
Juan Manuel Sueiro (Secretario General Adjunto)
 
Marcelo Frondizi (Secretario de Acción Po­lítica)
 
María Herminia González López
 
Gracias a él tenemos Historia, antes éramos un país lleno de miseria y corrupción, hoy so­mos un pueblo con dignidad y humanidad. Desde donde estés con esa misma luz que irradiaba en ti desde el día glorioso que saliste ha­cia Cuba en el yate Granma, con ella mantendrás vivo nuestro camino de continuar la lucha por el sendero de libertad y no cederemos ni un ápice. Mi vida va en ello.
 
Por siempre vivirás, las ideas no mueren Comandante en Jefe.
 
Viva nuestro PCC, Raúl y nuestra Revo­lución.
 
Melissa Delgado Morales (cursa 11no. grado en IPVCE Máximo Gómez Báez de Camagüey)
 
Considero que faltan palabras para expresar lo que es Fidel. Para mí es un padre grande que supiera guiar y organizar a este pueblo has­ta la victoria definitiva, es el padre que se preocupó de regalarnos a los niños cubanos lá­piz, cartilla y manual para que no fuéramos un pueblo de analfabetos y lo logró con la Cam­paña de alfabetización que precisamente este año cumple 55 años de creada.
 
Fidel es gigante de luz y amor porque nos dio la seguridad de que nuestra Revolución era con todos y para el bien de todos como soñó Martí. Precisamente hoy como estudiante le doy muchas gracias a mi eterno Comandante porque gracias a él hoy estudio en esa vocacional que fundó hace 40 años para formar verdaderos hombres de ciencia. Convencida estoy que esta juventud de pinos nuevos continuará su inmensa e imperecedera obra.
 
Hasta la Victoria Siempre, Fidel. Gloria eterna a mi Comandante. Patria o Muerte, Ven­ce­remos
 
Lic. Félix Rojas Torres. Profesor de la Filial de Ciencias Médicas
 
Holguín

 
Mi Comandante
 
Con el deslizar de una lágrima sorprendía el amanecer,
 
Y no lograba comprender, el dolor de la no­ticia.
 
Cual céfiro que asfixia en un aturdimiento dormido,
 
Y es que sigo sorprendido: ¡Ha muerto Fidel!
 
Es Él: admiración, dolor, orgullo y promesa.
 
Está sobre la mesa el concepto de Revo­lución,
 
Será la nueva generación la que continúe el camino,
 
Que brilló desde el Turquino como la estrella que late.
 
La misma que vino en el yate de luz y ga­llardía,
 
La luz que cada día ilumina la ciudad y al campo,
 
Y aunque perdure sin alivio el llanto, la vida destellará,
 
Porque la historia te absolverá y te mantendrá adelante,
 
Como el invencible gigante, luchador, in­c­an­sable y fiel.
 
Hoy tus gotas de miel, dulcifican a cada cu­bano,
 
Y te extendemos la mano junto al escudo y la bandera,
 
Por tu revolución verdadera y tu himno de combate,
 
El corazón nos late para exclamar sombrío y ferviente,
 
¡Hasta la victoria siempre! Eterno Co­man­dante.
 
José Galindo. Monterrey, México
 
La pérdida de Fidel Castro como ícono y luz del socialismo a nivel mundial es una tragedia para el mundo. Con su pérdida se va el último gran líder del siglo XX. Aun así, me llena de orgullo el que Fidel quisiera tanto a su patria y a mi patria. En México, la tierra de Juárez y del General Cárdenas, él tuvo muchos amigos, aquí conoció al Che y de aquí partió a la Re­volución. Fue un hombre culto, querido y respetado por todos los mexicanos por su compromiso social con su patria y con el mundo entero.
 
Yordán Quintero Fuentes
 
No, no ha llegado el final
 
De su firme trayectoria
 
Porque Fidel es historia
 
Y la historia es inmortal
 
El mundo entero está mal
 
Por el líder que perdemos
 
Pero no nos rendiremos
 
En esta lucha constante
 
¡Hasta siempre, Comandante!
 
¡Patria o Muerte!, ¡Venceremos!
 
Inácio
 
Con lágrimas en los ojos me acuerdo de aquel día histórico en que el gigante y carismático Fidel, acompañando a nuestro inolvidable y querido Samora Machel, nos visitó en una escuela en la Isla de la Juventud, en la década del 80. Gracias a su solidaridad, internacionalismo y humanismo, miles de estudiantes africanos y de otras partes del mundo estábamos estudiando en Cuba. Ahí estudiamos y nos formamos. Gracias por todo Comandante. Sus enseñanzas y ejemplo de vida nos seguirán iluminando por toda la vida. El mundo le rinde homenaje. ¡Hasta la victoria Siempre! Inácio, Mozambique.
 
Ricardo
 
Lo conocí personalmente en la Isla durante el Seminario Juvenil por la deuda externa en 1985. Le estreché la mano como todos los in­tegrantes de las delegaciones en la recepción que nos brindó en el Palacio de la Revolución. Siempre se lo he dicho a mis compañeros: es indescriptible la sensación que sentí en ese mo­mento. Como argentino (y por orden alfabético) tenía la suerte de estar sentado en primeras filas y verlo de más cerca en sus alocuciones, brillantes, esclarecedoras. Fue el faro de muchas generaciones y de las pocas luces que tuvimos durante la larga noche de las dictaduras golpistas y los gobiernos neoliberales en el continente. Siento orgullo que con Perón de­safiamos el bloqueo yanky en el 73 y el 74. Como dijo Chávez cuando murió Kirchner en el 2010: Ha muerto un justo, ha muerto un va­liente, ha muerto uno de los más grandes de nosotros, llorarlo sería poco, sigamos su ejemplo y hagamos realidad el sueño de esta gran patria unida y libre. ¡Viva la Revolución y Fidel por siempre!