Artikel

“Fue un sueño de toda mi vida"

Datum: 

23/08/1998

Quelle: 

Juventud Rebelde

Autor: 

Mi suegra Cristina llamó, con palabras entrecortadas. A sus 78 años nunca imaginó que vería aterrizar en suelo dominicano al Comandante Fidel Castro. De Santiago de los Caballeros llamó también mi madre. Me dijo: "No he parado de llorar".

Las dos recordaban los años en que ellas y algunos otros escuchaban a Radio Rebelde "debajo de las camas" o "encerradas en los closets", durante la dictadura de Trujillo. Era esa misma voz, la misma que habían escuchado hacía casi 40 años, la que decía emocionada: "Me encuentro aquí y casi no lo creo. Fue un sueño de toda la vida". Y "un sueño de toda la vida" había sido también para nosotros los dominicanos, este día, esta mañana radiante en que se repitió el abrazo que se dieran un viejo guerrero banilejo, metido a agricultor, y un ser luminoso, poeta, cuya única oferta era "la probable ingratitud de los hombres".

Atrás quedan las interminables jornadas de solidaridad, las celebraciones del 26 de Julio, las marchas, los afiches, las camisetas, las pasadías para recabar libretas escolares, lápices, medicinas, jabón, detergente.
La terca determinación de la América de Simón Bolívar, Martí, Antonio Maceo y Juan Pablo Duarte, de no dejar exterminar por asfixia y por hambre a una isla hermana que hoy representa la dignidad de América.

Atrás queda el último intento de exterminar a Cuba: la Ley Helms-Burton, penalizando a todo país que comercie con ella, que sostenga algún tipo de intercambio con la isla insurgente. Invitada a este cónclave, Cuba se abre al encuentro con los 14 colegas de las islas del Caribe reunidas en el CARICOM, donde participa en calidad de observadora, pero ha monopolizado todos los medios de comunicación.

Por eso los millares de afiches que se colocaron en toda la travesía por donde debía pasar Fidel decían: BIENVENIDO FIDEL, DIGNIDAD DE AMERICA. Y también lo decían los carteles colocados encima de los cocoteros que están frente al hotel Jaragua (de Jaragua venía Hatuey, el primer dominicano "de quien aprendimos la libertad", recordó Fidel en su discurso al llegar...(coincidencias de la Historia), donde se hospedó la delegación cubana.

Y, CON CUBA, CON EL SOCIALISMO Y LA REVOLUCION, CON FIDEL, CON EL CHE, cerca de medio millar de personas apostadas a la entrada del hotel, con esas pancartas, han creado una "guardia moral" que enfrenta cualquier intento de agresión a Fidel y quienes le acompañan.

Son la punta de un iceberg, el iceberg de una solidaridad con Cuba que hace más de cien años se selló en Montecristi y en Baní, las dos ciudades que Fidel visitará durante su estadía y que desde hace varias semanas están engalanando sus calles con banderas dominicanas y cubanas.

"Es mucho lo que hemos hecho juntos, pero es mucho más lo que ambos debemos hacer por el futuro", dijo Fidel, sellando con estas palabras la era de abierta colaboración que se ha de profundizar con las relaciones diplomáticas, científicas, culturales, comerciales y políticas entre ambas naciones.

¡Enjúguense las lágrimas y vamos a celebrar!, le dije a mis dos ancianas, mientras me aprestaba, bandera cubana en mano, a hacer mi ronda en el malecón, celebrando que aún estamos vivas y de pie, la mayor de nuestras victorias. *Chiqui Vicioso es una reconocida poetisa dominicana, consultora independiente en temas de género y educación, y colaboradora de Naciones Unidas.