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16 de octubre de 1953

Portada de la Historia me Absolverá en varios idiomas.

Fuente: 

Periódico Granma

Autor: 

Este día el líder histórico de la Revolución Cubana pronunció su histórico alegato conocido como la Historia me absolverá.
 
Dijo Fidel:
 
“…heme aquí en este cuartico del Hospital Civil, adonde me han traído para ser juzgado en sigilo, de modo que no se oiga, que mi voz se apague y nadie se entere de las cosas que voy a decir. ¿Para qué quieren ese imponente Pa­lacio de Justicia, donde los señores Ma­gis­tra­dos se encontrarán, sin duda mucho más có­mo­dos? No es conveniente, os advierto, que se imparta justicia desde el cuarto de un hospital, rodeado de centinelas, porque pudiera pensar la ciudadanía que nuestra justicia está enferma… está presa. (…) Solo han dejado pa­sar dos letrados y seis periodistas en cuyos periódicos la censura no permitirá publicar una palabra. Veo que ten­go por único público, en esta sala y en los pasillos, cerca de cien soldados y oficiales ¡Gracias por la atención que me están prestando! ¡Ojalá tuviera delante de mí todo el Ejército!”.
 
Así expresó Fidel en el alegato que pronunció el 16 de octubre de 1953, y que ha pasado a nuestros días como La Historia me absolverá. Obra magistral que él mismo pudo reconstruir en la cárcel de Isla de Pinos y encargó a sus com­pañeras de lucha Haydée Santamaría y Melba Hernández que lo hicieran imprimir clan­destinamente, y así también se distribu­yó en toda Cuba. Denuncia de los crímenes cometidos tras los asaltos al Moncada y Ba­ya­mo el 26 de julio de 1953, pieza jurídica im­pe­cable y programa político revolucionario que cumplió la Revolución triunfante en sus primeros años, y aún tiene vigencia. Tanta, que hasta se proyectaron en el programa la importancia del turismo para la economía de Cuba, la creación de cooperativas y participación de los trabajadores en algunas industrias, por solo mencionar algunos puntos, luego de la educación, la reforma de la enseñanza, la salud y la solidaridad con otros pueblos.
 
Desde hace mucho tiempo su alegato de defensa, programático, se multiplicó. No solo se publicaría en Cuba, sino en casi todas las partes del mundo, en numerosos idiomas.