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Acerca de las intervenciones en el encuentro internacional Contra el terrorismo, por la verdad y la justicia

Fecha: 

02/06/2005

Fuente: 

Granma
Si se quiere erradicar el terrorismo, más que denunciarlo, se deben barrer las ideas emparentadas con el nazifascismo para que no prosperen. Para ello es necesario lograr que los autores no vuelvan a ser dueños del orbe ni tengan el poder con el cual cuentan hoy.

Ese enfoque del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros Fidel Castro fue compartido por los participantes del encuentro . Fidel intervino en varias ocasiones, durante la presentación de paneles que abordaron diversas aristas del asunto, para indagar sobre las escabrosas conexiones entre la ultraderecha norteamericana representada en la dinastía Bush, la mafia anticubana basada en Estados Unidos y el terrorismo de Estado que ha imperado en América Latina al amparo de Washington.

Particularmente sensible se mostró, al preguntar por el destino y los traumas de los centenares de niños argentinos y uruguayos secuestrados durante el Plan Cóndor, la transnacional del terror consumada por la alianza antes mencionada. Al cabo de tanto tiempo solo 79 han sido ubicados.

También hizo un llamado a acabar con los que imponen al mundo la mentira y la injusticia, y a demostrar cuán olímpicamente cínico y mentiroso es el imperio.

En otro momento explicó cómo esta batalla que estamos librando contra el terrorismo debe ser difundida en el seno del pueblo norteamericano, que ha sido engañado por sus gobernantes pero que ya va despertando como lo hizo cuando comprendió el verdadero cariz de la agresión a Viet Nam y rechazó esa aventura bélica y repudió el secuestro del niño Elián. Un pueblo cuyos valores éticos ponderó y que cuando esté bien informado, dijo Fidel, será un gran aliado para que se abra paso el camino de la verdad.

Esta batalla, aseguró Fidel, se va a ganar, porque los instrumentos de dominación del imperio se desgastan cada vez más y la crisis objetiva que afecta a la Humanidad se está convirtiendo en el más leal de todos las aliados de nuestra justísima e irrenunciable causa.