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Acerca del diálogo sostenido con estudiantes y profesores en el Aula Magna de la Universidad de La Habana

Fecha: 

18/11/2005

Fuente: 

Periódico Granma

Fidel fue a la Universidad de La Habana para decirle al pueblo, y sobre todo a los jóvenes, que confía en su disposición y capacidad para fortalecer y mantener el carácter invencible de la Revolución, que ni se desmoronará desde adentro ni será derrotada por el imperialismo yanqui.

Fue también para hablar de las complejidades del mundo actual y venidero, de los errores internos, de las condiciones de vida de nuestra gente que seguirán avanzando; de la necesidad de pensar en los males por vencer, incluido el delito y en particular el enriquecimiento ilícito.

Sus palabras en el Aula Magna confirmaron al auditorio y a los miles de jóvenes congregados en las afueras del recinto, quienes seguían la intervención mediante grandes pantallas de televisión, que allí estaba el mismo rebelde que 60 años atrás había ingresado en esa alta casa de estudios, con una sola diferencia: hoy tiene la experiencia de seis décadas de lucha y la sana satisfacción de haber sido leal a la Patria en todo momento.

La Revolución necesita el apoyo del pueblo para llevar adelante todas las medidas en curso dirigidas no solo a eliminar desigualdades sociales, ofrecer condiciones de vida más favorables y ahorrar recursos como la energía eléctrica, sino también para librar la batalla contra el delito y el caldo de cultivo de infinidad de violaciones, aseguró el líder de la Revolución.

En la Universidad de La Habana, recordó, adquirió todas las ideas que lo convirtieron en un revolucionario, en un socialista, y aseguró sentirse hoy 10, 20, 100 veces más revolucionario de lo que era entonces, y mil veces más dispuesto a entregar su vida.

Solo la conciencia, dijo, puede conducir al hombre a los más grandes actos de heroísmo, y no importa cuán diferentes somos, pues a pesar de las diferencias podemos ser uno en un momento; son las ideas las que nos unen y nos hacen un pueblo combatiente, las que nos transforman, no ya individualmente, sino colectivamente en revolucionarios; y hoy esos valores se han multiplicado. Estamos armados de ideas, conocimiento y cultura, sentenció.

Estamos en batalla contra los vicios generalizados, los desvíos de recursos y los robos, que aumentaron durante los años difíciles del período especial.

Según explicó, los 28 000 trabajadores sociales en activo están enfrascados en ese combate: el control que ejercen sobre el traslado de combustible y su venta en los servicentros, ya está dando frutos en varias provincias; y para ellos habrá nuevas tareas en el enfrentamiento a la corrupción, de lo cual se satisface el pueblo, como constatan los estados de opinión registrados.

No habrá tregua con nadie, subrayó Fidel. Apelaremos, agregó, al honor de cada sector, pues en cada ser humano hay una alta dosis de vergüenza; por eso hay que usar más la crítica y la autocrítica en los colectivos, los núcleos del Partido, y luego hacer lo mismo en el ámbito de los municipios, las provincias y hasta en el plano nacional. La Revolución, comentó, va a usar todas esas armas, sin dejar de establecer y reforzar los controles de carácter administrativo. Estamos en condiciones, afirmó, de tomar el toro por los cuernos.

Entre los errores cometidos en el país criticó la errónea idea de quienes pensaron que alguien ya sabía de socialismo, de cómo se construye, como si se tratara de una ciencia exacta, al poner en segundo plano un principio fundamental: la dialéctica materialista.

Incluyó entre los problemas la falta de racionalidad económica y el mal manejo de los recursos financieros por parte de las empresas. También mencionó la necesidad de crear conciencia económica en la población. Sobre esto último, indicó que aún muchos ciudadanos no tienen conciencia del despilfarro, así ocurre en el caso del consumo de electricidad, cuyos precios subsidiados no invitan al ahorro. Reiteró que a quienes más gastan será preciso aplicarles tarifas superiores.

Actualmente, reconoció, hay en el país personas que no viven del trabajo, sino de los negocios ilícitos con la gasolina, los productos salidos de los puertos y de la agricultura nacional, de las tiendas recaudadoras de divisas y los hoteles dedicados al turismo internacional. A esos se les pondrá freno, pues no puede ser que sus ingresos indebidos sean 40-50 veces superiores a los de quienes realizan faenas abnegadas como las de los médicos internacionalistas.

Por espacio de más de seis horas Fidel conversó con alumnos y profesores universitarios de los más importantes centros de la Educación Superior en el país, dirigentes estudiantiles, del Partido, el Gobierno, el Estado y las organizaciones de masas. Fue entre otras cosas, una oportunidad más para poner en ridículo las recientes mentiras difundidas por la CIA acerca de la supuesta enfermedad del Presidente cubano, a quien esta vez le achacaron padecer del mal de Parkinson. Me siento, contestó Fidel, mejor que nunca, con más voluntad que nunca. En los últimos meses, refirió, ha incrementado los ejercicios físicos y la disciplina diaria en el cuidado de su persona. Trabaja duro en la rehabilitación tras la caída que sufrió meses atrás.

A la CIA el líder de la Revolución le recomendó no perder su tiempo en supuestas investigaciones acerca de su salud. Debería ocuparse , dijo, de indagar sobre el "emperador" al frente de la Casa Blanca, y de cómo connotados terroristas como Luis Posada Carriles llegaron a los EE.UU., pues hasta el momento la Administración estadounidense no ha dicho una palabra sobre el asunto, como tampoco el Gobierno de México, pese a las reiteradas solicitudes de Cuba de esclarecer el asunto.

EL PODER INVENCIBLE DE LAS ARMAS MORALES

El Presidente Fidel Castro afirmó que poseemos armas nucleares en virtud del poder invencible que nos dan las armas morales; nunca nos hemos planteado producir armas nucleares ni biológicas, y sin embargo injustamente nos han acusado. No las necesitamos porque ese poder lo tenemos en las ideas y en la magnitud de la justicia por la que luchamos.

Añadió que hoy el imperio amenaza con atacar a Irán si produce combustible nuclear, que no es bomba ni arma nucleares. Han llegado a decir que Cuba está transfiriendo tecnología peligrosa a esa nación, cuando en realidad lo que estamos es trabajando en la creación de un centro para el desarrollo de productos anticancerígenos. Vayan para el demonio con sus mentiras que aquí no van a asustar a nadie, enfatizó al ratificar que nos esforzamos por lograr fármacos contra el SIDA, el cáncer y otras enfermedades. Es la lucha contra la muerte.

Este es el mundo en el que el imperio pretende campear por la fuerza, sobre la base de la mentira y los monopolios. Pero todos los días llegan noticias y se le descubre una nueva canallada, dijo. Hemos conocido del uso de fósforo vivo en la ciudad iraquí de Falluja, un arma prohibida por las convenciones internacionales.

Criticó la postura de los países satélites de Europa, donde se han descubierto cárceles secretas. Esos son los gobiernos que nos acusan de violar los derechos humanos y votan contra Cuba en Ginebra.

Recordó que para honor y gloria de esta Revolución aquí nadie conoció jamás de un centro de tortura. Además, precisó, nuestro pueblo no lo permitiría porque tiene un alto concepto de lo que representa la dignidad humana.

Comentó que si bien se reúne frecuentemente con jóvenes, algunos de los cuales parten a cumplir honrosas misiones internacionalistas, le resultaba imposible faltar a este acto organizado por la FEU para recordar el aniversario 60 de su ingreso en la Universidad de La Habana. Se trata, dijo, de un momento especial en el que la especie humana se encuentra en un verdadero peligro de extinción.

Ante tal realidad consideró que el hombre nunca tuvo más razón para preguntarse si nuestra especie puede emigrar a otro sistema solar donde haya vida.

Fidel señaló que en este difícil mundo de saqueo y explotación se destinan cada año un millón de millones de dólares, en publicidad comercial, y se extraen de las masas empobrecidas varios millones de millones de dólares cada año, mientras ocurren fenómenos como el sismo en Pakistán, en el que mueren cerca de 100 000 personas, 25 000 ó 30 000 de ellas niños. Muchos de estos podrían salvarse si contaran con un adecuado monto de dinero en medicinas y alimentos.

Agregó que vivimos en un mundo donde el imperio se atribuye el derecho de atacar sorpresiva y preventivamente, según su propia definición, a más de 60 países; un mundo donde domina el imperio de la brutalidad y la fuerza, con cientos de bases militares en todo el planeta, entre ellas una en nuestro propio territorio, en contra de la voluntad de los cubanos.

Fidel explicó que fue en la Universidad donde se hizo revolucionario, rebelde con muchas causas y abrazó las ideas de Marx, Engels y Lenin. Además comparó la educación superior de entonces con las realizaciones que hoy día muestra la Revolución.

ETERNO JOVEN UNIVERSITARIO

No hay mayor honor para los universitarios cubanos que conformar su tropa de vanguardia, afirmó Carlos Lage Codorniú, presidente nacional de la Federación Estudiantil Universitaria, dirigiéndose al líder de la Revolución, a quien calificó de eterno joven universitario.

Elogió las transformaciones que tienen lugar en la Educación Superior; y resaltó que hoy la Universidad llega a los municipios y bateyes, está en las comunidades para multiplicar las oportunidades de acceso a ella, renunciando a ser exclusiva y de elite, siendo catalizadora del desarrollo económico y social del país.

Destacó la participación de los universitarios en disímiles tareas de la Batalla de Ideas, con el afán de hacer más socialista nuestra sociedad.

El máximo dirigente de la FEU evocó las palabras de Fidel en la propia Aula Magna hace diez años cuando pidió a los estudiantes que continuaran siendo, y cada vez más, baluartes inconmovibles de la Revolución, baluartes invencibles, baluartes que no se rinden ni claudican jamás.

Lage Codorniú reiteró el compromiso del estudiantado universitario de continuar al lado del pueblo y junto a Fidel. Finalmente agradeció al Jefe de la Revolución la confianza, la obra y la enseñanza para ser eternos jóvenes rebeldes.

Como un reconocimiento especial en nombre de la FEU el presidente saliente, Juan Cabo Mijares, le entregó a Fidel un cuadro, con una imagen del joven universitario estudiante de Derecho que fue, y la siguiente frase: "A nuestro Fidel, por permitirnos el privilegio de combatir a su lado en estas seis décadas".

Concluido el discurso y pasada ya la medianoche, el Presidente Fidel Castro continuaba dialogando con un grupo de estudiantes en el Aula Magna, mientras afuera una multitud similar a la que lo recibiera minutos antes de las seis de la tarde lo aclamaba con consignas revolucionarias.