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Contra la conjura trujillista. La Revolución actuó con absoluta serenidad (II parte y final)

Fecha: 

00/09/2014

Fuente: 

Boletín Revolución No.41. Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado

Tres días con Fidel en Trinidad

Con el título: “Tres días con Fidel en Trinidad”, el periódico Revolución del 15 de agosto publica un reportaje testimonial del fotógrafo Jesse Fernández sobre lo acontecido en las horas que acompañó a Fidel durante la frustrada invasión trujillista.  
 
En la madrugada del miércoles me dijo Fidel cuando salía de Revolución: “mañana te reúnes con nosotros en la casa de Celia”.  
 
El jueves 13, a las 9, me reuní con Celia que me mandó a Operaciones de la Fuerza Aérea. A las doce llegó Fidel. El [avión] “Sierra Maestra” ya estaba preparado. A las 12:20 subimos al avión. Iban Camilo, Celia, Fidel y algunos rebeldes.  
 
Llegamos a Cienfuegos a las dos de la tarde. El ambiente era raro en el aeropuerto. Allí esperaba el Comisionado con dos máquinas. Proseguimos a Puerto Inglés en la costa sur. La carretera estaba patrullada y en poder del Ejército Revolucionario. Estos tenían en una casa cerca del embarcadero las armas que habían capturado. Estas armas las habían dejado caer la noche anterior, en paracaídas. Unos 20. Parte de estos cayeron en el agua, otros en el monte. Peines de bala para ametralladoras calibre 50, rifles, ametralladora de mano. [...]  
 
El grupo integrado por Fidel, Camilo, Menoyo, varios soldados rebeldes y yo nos dirigimos a una casa que se hallaba cerca de la pista de aterrizaje. Allí esperamos media hora, poco más o menos. Transcurrido ese tiempo oímos los motores y divisamos el aparato volando a gran altura sobre el aeropuerto. Por un instante se nos perdió. Pero volvió ya completamente oscureciendo. Era un C-46 de transporte. Aterrizó, llegó hasta el final de la pista.  
 
Fidel había dado instrucciones a los que descargaron el avión, de que se le dieran vivas a Trujillo con entusiasmo. Hasta les hacía creer que Trinidad estaba en sus manos.  
 
Cuando el aparato dio la vuelta y se situó al centro de la pista, llegaron dos camiones y se pusieron a descargar metódicamente las armas. La operación duraría unos 20 minutos, durante los cuales los motores del avión no se detuvieron.  
 
Desde la casa donde estábamos oíamos claramente los gritos de “viva Trujillo”, “viva el generalísimo”. Al propio tiempo se escuchaba un tiroteo que daba visos de realismo a la escena. Para los del aparato se combatía allí cerca. La “contrarrevolución” era un hecho.  
 
El avión despegó normalmente y nos adelantamos hacia el aeropuerto para ver el material descargado. Traía bazookas, 40 cajas de mil balas calibre 50 para ametralladoras, rifles. [...]  
 
Media hora más tarde seguimos rumbo a Cienfuegos. Al día siguiente por la mañana, cerca de las 8, volvimos a Trinidad. Cuando llegamos al cuartel estaba detenido allí un civil llamado Ramón Rodríguez el cual había aterrizado en una avioneta haciéndose sospechoso.  
 
Fidel subió al cuarto de comunicaciones donde ya estaban en contacto con la radio de Santo Domingo. Allí decidió cursar un mensaje a Santo Domingo que decía en parte que Trinidad estaba en poder de la contrarrevolución y que ese era el momento de mandar refuerzos. “Mande experto en armas porque aquí hay gente de pelea que no sabe usar las armas”. Tres veces se transmitió el mensaje.Santo Domingo contestó: “haremos lo posible por mandarle lo que piden. Recibido”.  
 
Una de las cosas que se le pidió fue un transmisor Viking de mayor potencia, debido a que las transmisiones se dificultaban por la noche. Todo esto ocurría en un cuarto lleno de rebeldes con Fidel, jefe de las tropas. Y aquello tenía el aspecto de algo irreal.  
 
“Henry” [comandante William Morgan, supuesto jefe de la contrarrevolución] les habló. Confiaban en su palabra.  
 
A las tres de la tarde se recibió un parte de que salía para allá un avión. Tardaría, según cálculos, cuatro horas y 10 minutos, desde su base en Santo Domingo a Trinidad. [...]  
 
Esta vez se había decidido capturar el avión y los tripulantes sin causar bajas, de ser posible. Fidel dio órdenes de que nadie disparara hasta que oyese el mortero instalado en el cuartel. Solo dispararía al aire el grupo encargado de simular combates a lo lejos. Serían las 6:30 cuando todos procedimos a ocupar el sitio designado. Yo llegué al aeropuerto a las siete menos cuarto con el grupo que recibiría el avión, descargaría el equipo y que procedería a la captura del mismo. [...]  
 
Finalmente a la 7:30 ó 7:35 divisamos a lo lejos el aparato. Cuando aterrizó, ya era de noche cerrada y había una luna brillante que lo iluminaba todo. Repitió la operación de aterrizaje, puso proa hacia el mar, se colocó en la pista e hizo lo mismo que la noche anterior. Cuando todo estuviera ya en tierra —el cargamento— los camiones lo trasladarían al cuartel. Creo que eran exactamente las 8:05 minutos, cuando por encima del ruido de los motores que no se apagaron en ningún momento sentí el trepidar de ametralladoras dentro del avión. Instintivamente me pegué más al suelo. Pude escuchar gritos, imprecaciones, quejas. Recuerdo que me incorporé, salte la alambrada de púas y me acerqué al avión.  
 
Cerca del aparato varios compañeros pedían vehículos para transportar heridos. Por unos momentos todo fue confusión. Vi cerca de mí al excapitán Betancourt. Estaba muerto. Un poco más allá se estaban llevando a Frank Hidalgo Gato gravemente herido. [...]  
 
A las 12 de la noche Fidel estableció contacto con La Habana comunicando por primera vez los sucesos ocurridos. [...]  
 
Fidel Castro no tiene tiempo para recordar que ese 13 de agosto cumple treinta y tres años de vida. Pero el regalo no puede ser mejor: ha desmembrado, junto a las Fuerzas Armadas Revolucionarias y al pueblo de Trinidad, la conspiración trujillista. [...]  
 
Conjura trujillista totalmente aplastada  

 
El 14 de agosto el periódico Revolución publica en su primera página, con letras de 12 cm, el titular: “CAPTURAN AVIÓN TRUJILLISTA”. Debajo el epígrafe: ¡De aquí no saldrá nadie!, y luego el bajante: Muertos y heridos en el aeropuerto de Trinidad. A continuación la información:  
 
A las 8:15 de la noche de ayer aterrizó en el aeropuerto de la ciudad de Trinidad, en Las Villas, un avión C-46 que venía con un grupo de la Legión trujillista-batistiana procedente de Santo Domingo.  
 
El avión venía piloteado por el exteniente coronel Antonio Soto segundo jefe de la aviación de Batista. En este avión fue que el primero de enero huyó Batista a Santo Domingo.  
 
Las Fuerzas del Ejército Rebelde, que se habían posesionado del lugar, dieron el alto a los invasores, que contestaron abriendo fuego, originándose un violento combate.  
 
El enemigo tuvo dos muertos aún no identificados y dos heridos, uno de ellos el exteniente coronel Soto, que, como dijimos, piloteaba el avión, y el excapitán Betancourt, también del ejército de la tiranía.  
 
El resto de los ocupantes del avión trujillista fue hecho prisionero, figurando entre ellos, Luis Pozo, hijo del exalcalde de La Habana y un hijo de Martín Pérez, así como un español de la Legión Extranjera Francesa, todos pertenecientes a la Legión trujillista-batistiana que estaba en Santo Domingo a las órdenes de Peraza.  
 
De nuestra parte, según anunció esta madrugada el ejército, hubo dos muertos: el teniente Eliopez Paz y Frank Hidalgo Gato, cuyos familiares partieron anoche mismo hacia Trinidad con el team médico que se envió para atender a los heridos allí.  
 
Resultaron heridos el capitán del Ejército Rebelde Domingo Ortega, menos grave; el capitán Arcadio García, leve; el primer teniente Fidel Salas, grave; el primer teniente Pedro Sánchez, menos grave; el teniente Jesús de la Rosa, menos grave; el teniente Jorge Berrié, muy grave; teniente Héctor Rodríguez, menos grave; el piloto de la Fuerza Aérea Revolucionaria teniente José Luis Cerezada, grave; y el teniente Oscar Héctor Fajardo, muy grave.  
 
Junto con el avión fue capturado un gran cargamento de armas.  
 
Con esta operación de Trinidad queda liquidado el plan contrarrevolucionario que se inició en días pasados con la conspiración latifundistas-batistiana-trujillista, que fue totalmente aplastada.  
 
El Dr. Fidel Castro nos informa desde el lugar de los hechos que en horas de la noche de hoy viernes se dirigirá al pueblo de Cuba para informar ampliamente de todo este proceso contrarrevolucionario. (1) [...]  
 
El “aporte” de Trujillo a la reforma agraria
 
 
El comandante Raúl Castro asiste a la Conferencia de Cancilleres en Santiago de Chile y el 19 de agosto ofrece una conferencia de prensa: Contestando a una pregunta sobre “cuándo se realizarán elecciones libres en Cuba”, dijo: “el Gobierno Revolucionario está basado en la democracia y tiene el apoyo del 95 % del pueblo, como pudieron comprobar quienes presenciaron el acto del día 26 de julio”. Seguidamente añadió: “pero no realizamos elecciones por varias razones:  
 
Primero: porque las críticas más violentas por no celebrarlas vienen de la prensa norteamericana, principalmente agencias de información. Fueron norteamericanos los que en 1898 ocuparon nuestro país y no las hicieron hasta cuatro años después. Ni siquiera eran cubanos para justificarse. Decían que no las celebraban porque querían reordenar el país. Bien, nuestro primer argumento, es entonces ese mismo.  
 
Segundo: en Cuba hay que reivindicar la palabra ‘política’, como se reivindicó la palabra ‘guerrillero’. Hay que reivindicarla porque antes el pueblo veía cómo se sucedía un gobierno tras otro, y cada año era peor, hasta culminar en el de Batista. Tenemos que reorganizar los partidos y preocuparnos de aquellas ‘chocherías’ democráticas que podrían debilitar el frente interno”. Después afirmó: “será nuestro pueblo el único que decidirá cuando habrá elecciones libres, porque en mi país solo se hace caso al pueblo”. (2)  
 
Cuando se le preguntó cuál es su posición sobre el comunismo y qué opinaba, dijo: “Me parece que comunistas llaman hoy a los que se quieren perseguir, como llamaban cristianos en época de Nerón, y liberales en la época de la Revolución francesa, a cuantos eran contrarios al régimen imperante”. “El comunismo —añadió— es un simple ‘sambenito’ en esta bendita era atómica. No sé de comunismo, pero he sufrido durante años los males del capitalismo y sobre eso sí sé bastante. Además, de nada valdría si nos vistiéramos de sacerdotes, persiguiéramos a los comunistas y los ahorcáramos y nos volviéramos anticomunistas hasta hacer desaparecer las luces rojas de los semáforos, pero en cambio, hiciéramos la Reforma Agraria, rebajáramos los alquileres en un 50 %, como hemos hecho y termináramos con la exclusividad de las playas para algunos magnates, dándoselas al pueblo como también hicimos, porque entonces inventarían que somos asesinos de comunistas y nos atacaban por eso”.  
 
Y prosiguió: “pero si nos vistiéramos de rojo, enseñáramos a Marx y Lenin en las escuelas e hiciéramos propaganda de los principios comunistas, sin hacer Reforma Agraria, ni rebajas alquileres, ni hacer públicas las playas, entonces dirían: ‘miren esos chicos comunistas que bien van, que bien lo están haciendo’. Y no nos harían nada”.  
 
“Nos oponemos —afirmó Raúl Castro— a todo lo que le haga daño al pueblo de Cuba, y si los comunistas se levantan contra el Gobierno Revolucionario los perseguiremos en defensa del gobierno”. […]  
 
Refiriéndose al posible viaje de Fidel expresó que “el viaje del Primer Ministro Fidel Castro a Chile será considerado para otra oportunidad”.  
 
Raúl Castro calificó al régimen dominicano de “un cáncer cuya mejoría puede mantenerse años más o menos, dependiendo de la solución del propio pueblo dominicano”. Después añadió: “el problemas de Trujillo es difícil y ningún organismo internacional podrá resolverlo. Trujillo seguirá siendo gánster internacional, ratero internacional”.  
 
Refiriéndose al inicio de la Conferencia de Cancilleres expresó que “se pretendió hacer una encerrona contra Cuba”, apuntando que “jamás se la hicieron a Trujillo ni a Pérez Jiménez”. Hizo una relación detallada de la reciente frustrada conspiración contra el gobierno cubano y dijo que “culminó con la captura de un avión, armamentos y el ‘aporte’ de Trujillo a la Reforma Agraria, por 78 000 dólares”. (3)  
 
Al culminar la reunión de cancilleres en Santiago de Chile, el 21 de agosto, el comandante Raúl Castro y su comitiva inician su viaje de retorno a Cuba, aunque primero hacen una breve estancia en Venezuela.
 
 
1 Revolución, La Habana, 14 de agosto de 1959, pp. 1 y 18.
2 Revolución, La Habana, 20 de agosto de 1959, p. 1
3 Ibídem, p. 18.