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Cuando la Marcha del 26 de Julio vibró en la Plaza Roja

Fecha: 

07/11/2017

Fuente: 

Periódico Granma

Autor: 

El 28 de octubre de 1962, cuatro días después de haberse instalado el bloqueo naval y aéreo alrededor de Cuba por las fuerzas armadas de Estados Unidos, Cuba conoció que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas había decidido –sin informar ni consultar al Gobierno Revolucionario–, retirar los cohetes nucleares, que había instalado en nuestro país, previa consulta con la dirección revolucionaria.   
 
Como respuesta a esta decisión, desconociendo a Cuba, el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, dio a conocer la posición del Gobierno Revolucionario cubano exigiendo el cumplimiento de Cinco Puntos, como condición única para aceptar la retirada de los cohetes, condición que fue apoyada masivamente por el pueblo.
 
El primero de noviembre de 1962, Fidel Castro en una histórica intervención expuso ampliamente al pueblo cubano que la verdadera solución de la paz son las garantías de los Cinco Puntos; antes de finalizar su intervención manifestó las discrepancias surgidas con la URSS, durante la conocida Crisis de Octubre.
 
El líder de la Revolución Cubana no aceptó las justificaciones de la URSS por la decisión unipersonal de Nikita Jruschov de retirar los cohetes nucleares de Cuba y junto con los cohetes otros medios de combate, exigidos por el gobierno norteamericano. Las relaciones entre Cuba y la URSS eran extremadamente tensas. No obstante la seriedad de las discrepancias surgidas, los sentimientos de camaradería con la URSS se mantenían, y Fidel se preocupaba que no se afectaran más. Por ello, el 6 de noviembre de 1962, el Gobierno Revolucionario de Cuba envió un mensaje de salutación al Gobierno, el Partido y al pueblo de la Unión Soviética por el aniversario 45 del triunfo de la Revolución de Octubre:
 
«…la clase obrera, el pueblo y el Gobierno Revolucionario de Cuba, en pie de lucha en defensa de la autodeterminación, independencia, soberanía y decoro de la patria agredida por el imperialismo norteamericano, renuevan en este histórico aniversario, su fe en los principios del marxismo leninismo, su decisión de edificar una sociedad socialista y su lealtad al internacionalismo proletario, levantando como bandera los Cinco Puntos que garantizan a nuestro pueblo la paz con dignidad que impedirá el recrudecimiento del peligro de una guerra termonuclear, aún a las puertas».1
 
También, ese día, vísperas del aniversario 45 del triunfo de la Revolución de Octubre, en Cuba se conmemoró la efeméride, con un acto en el teatro García Lorca. La concurrencia desbordó el teatro, llenó el Parque Central y varias cuadras. El acto fue presidido por Osvaldo Dorticós y Anastas Mikoyán, quien se encontraba en Cuba en un esfuerzo para limar las diferencias surgidas en los días de la Crisis de Octubre. El resumen estuvo a cargo de Carlos Rafael Rodríguez.
 
El bloqueo naval y aéreo de las fuerzas armadas de Estados Unidos alrededor de Cuba, establecido desde el 24 de octubre, todavía se mantenía el 7 de noviembre.

Ese día, en la Plaza Roja de Moscú, durante el tradicional desfile para conmemorar el aniversario de la Revolución de Octubre, se realizó un singular homenaje a Cuba.
 
Después de la alocución a la tropa del jefe militar de la Plaza de Moscú y del saludo de Nikita Jruschov alusivo a la fecha, una banda de 500 músicos interpretó el Himno Soviético dando comienzo al grandioso desfile militar. Las más famosas marchas militares de todas las épocas del poder soviético acompañaban el desfile. Súbitamente, después de la tercera marcha, vibraron los acordes inconfundibles de nuestra combativa Marcha del 26 de Julio. Era un hecho extraordinario.
 
Nunca, en 45 años de poder soviético, se había escuchado una marcha extranjera en esos desfiles. Ante el Mausoleo de Lenin, en cuya tribuna se encontraban Jruschov y los principales dirigentes del Estado soviético, Cuba se hizo presente en la Plaza Roja.
 
Terminado el desfile de las tropas de infantería, y antes de que comenzasen a pasar las fuerzas motorizadas y los cohetes, la banda se despidió desfilando ante la tribuna. Al llegar frente a ella, nuevamente interpretó las notas de la Marcha del 26 de Julio.
 
En horas de la noche, a la recepción en la Embajada de la URSS en Cuba asistió el Comandante en Jefe, Fidel Castro, acompañado por los comandantes Raúl Castro y Ernesto Che Guevara y el presidente Osvaldo Dorticós.
 
Sin dudas, aunque las discrepancias deterioraron las relaciones con la Unión Soviética, prevalecía la admiración y respeto a la Revolución encabezada por Vladimir Ilich Lenin y la amistad con aquella nación.
 
1 Noticias de Hoy, La Habana, 7 de noviembre de 1962, p. 1.