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Fidel Castro: Los americanos van a pagar cada uno de sus crímenes

Fecha: 

06/06/2017

Fuente: 

Radio Rebelde

Autor: 

5 de junio de 1958.- Fidel le escribe una breve carta a Celia Sánchez. La aviación batistiana había bombardeado el firme de Minas de Frío, en la Sierra Maestra y descargó sus metrallas sobre un bohío entre los cafetales. Algunas de las bombas cayeron sobre la choza que habitaba el campesino Mario Sariol.
 
La vivienda estalló en pedazos, con sus viejos muebles y los pocos alimentos y medicinas que estaban guardados allí.


Mario estaba en el secadero de café y al regresar halló todo arrasado y su familia no estaba. En la desesperación no vio que ellos, su esposa y cinco hijos, salían del túnel de una vieja mina de manganeso. Sólo atinó entonces a recoger algunos pedazos de las bombas y cohetes que cayeron.
 
Corrió hacia el campamento cercano donde estaban los combatientes rebeldes. Le mostró a Fidel los restos de las mortíferas armas donde se podía leer la inscripción USAF (United States Air Force).
 
Acerca de esto Fidel le manifiesta a Celia Sánchez en la carta que le dirige:
 
“Celia: Al ver los cohetes que tiraron en casa de Mario, me he jurado que los americanos van a pagar bien caro lo que están haciendo. Cuando esta guerra se acabe, empezará para mí una guerra mucho más larga y grande: la guerra que voy a echar contra ellos. Me doy cuenta que ese va a ser mi destino verdadero. Fidel”.
 
Este día, en 1972, Fidel habla en la Universidad de Ciencias Agrícolas de Godollo, Hungría.
 
“El revolucionario tiene una idea, tiene una causa; su deber primero es luchar por ella. Y la historia de todas las revoluciones tuvo su precedente en los esfuerzos de los revolucionarios”.

En compañía de Jeno Fock, Fidel recorre la cuidad de microbiología, los talleres de la facultad de ingeniería agrícola
y otras instalaciones en su visita a la Universidad de Ciencias Agrícolas de Gödölló.

Comenta que el mundo tiene ante sí grandes retos. Entre ellos cita lo referido al envenenamiento de la atmósfera, de los ríos, de los mares y del aire.
 
“Y esa realidad aumenta”.  
 
El cinco de junio del año 1989, Fidel habla en el acto de inauguración de las obras de ampliación del Hospital Clínico-Quirúrgico "Joaquín Albarrán", de La Habana.
 
Precisa al comentar la magnitud de las obras que en la práctica, más que una simple ampliación del centro, se había realizado una triplicación del hospital.
 

Igualmente manifiesta acerca de la importante labor que se realiza en Cuba en centros de investigación relacionados con la salud de la población.
 
“Nuestros centros de investigación trabajan en nuevas investigaciones médicas, nuestros centros de información trabajan en la búsqueda de nueva información, nuestras delegaciones de salud viajan por el mundo buscando todo aquello que pueda ser útil a nuestro pueblo; porque ese es el principio que se aplica: que cada ciudadano tenga la posibilidad de tener la óptima atención médica”.
 
Destaca, además, el papel del médico de la familia.
 
“Hoy no se concibe ningún programa importante de salud del país sin la colaboración del médico de la familia, que nos sitúa en una posición privilegiada en el mundo, porque es realmente un privilegio para un pueblo poder tener esa institución —¡el primero en el mundo!—, que ya otros países tratan de aplicar. Y ello ha sido posible por un esfuerzo sostenido durante muchos años en la salud y en la formación de los médicos, tanto desde el punto de vista técnico como revolucionario”.