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Fidel obró en la liberación de Rafael Cancel Miranda y sus compañeros

Rafael Cancel Miranda siempre contó con la amistad del pueblo cubano y de sus máximos líderes, en especial de Fidel Castro. Foto: El Nuevo Día
Rafael Cancel Miranda siempre contó con la amistad del pueblo cubano y de sus máximos líderes, en especial de Fidel Castro. Foto: El Nuevo Día

Fecha: 

07/03/2020

Fuente: 

Periódico Granma

Autor: 

Gracias le doy a la vida por mi cielo ser boricua, mi alma, nacionalista y mi credo, Fidelista, reza esta oda de Rafael Cancel Miranda, y no podía ser de otra manera, porque Fidel fue un aliado incondicional en la lucha por la independencia de Puerto Rico.
 
El Comandante en Jefe de la Revolución Cubana participó activamente en la internacionalización del caso colonial de ese país, y la misión diplomática de Cuba ante la Organización de Naciones Unidas presentó la situación boricua en el Comité de Descolonización.
 
La solidaridad y el compromiso de nuestro líder histórico fue mucho más allá, pues su figura fue esencial para que quedaran en libertad los independentistas puertorriqueños Lolita Lebrón, Irving Flores, Rafael Cancel y Andrés Figueroa Cordero, todos miembros del Partido Nacionalista de Puerto Rico, quienes irrumpieron el 1ro. de marzo de 1954 en el Capitolio de Estados Unidos, y al grito de ¡Viva Puerto Rico Libre!, abrieron fuego para llamar la atención.
 
La Fiscalía, encabezada por Leo A. Rover, exigió la pena de muerte, pero el juez Alexander Holtzoff decidió condenarlos a los plazos más largos de prisión posible. Lebrón fue condenada a 50 años y Cancel, Cordero e Irving a 75 años de encarcelamiento.
 
Durante los largos años de encierro, los patriotas puertorriqueños recibieron un trato contrario a los más elementales derechos humanos, que incluyó el aislamiento, presiones políticas, intimidaciones y falta de atención médica.
 
Alrededor de esta situación se implementó una gran campaña internacional a favor de su libertad. Incluso en Estados Unidos, numerosas personalidades políticas y sociales se pronunciaron por la excarcelación de los detenidos.
 
El 6 de septiembre de 1979, el presidente, James Carter decretó la liberación de Lolita Lebrón, Rafael Cancel, Oscar Collazo e Irving Flores, luego de cumplir más de 25 años de prisión. La Casa Blanca anunció, a las 11 de la noche  del día 6, que el presidente Carter había decidido conceder el perdón a los cuatro independentistas, después de haber recibido informes favorables del Departamento de Justicia.
 
El mes anterior, el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas había aprobado una resolución, patrocinada por Cuba e Irak, en la que se pedía a Washington que transfiriera inmediatamente la soberanía de la isla al pueblo de Puerto Rico, y que pusiera en libertad a los cuatro prisioneros. Además, estaba la petición reiterada de muchos países tercermundistas reunidos en plena cumbre de los No Alineados.
 
El papel de Cuba en este caso
 
La Casa Blanca anunció que la decisión de Carter de conmutar las sentencias estaba basada en la «recomendación favorable» del secretario de Justicia, Benjamín Civiletti, y que no serían puestos en libertad hasta completarse los trámites administrativos.
 
Sin embargo, había otra figura interviniendo en la liberación de los compatriotas. Fidel desempeñaría un importante papel, al lograr realizar un canje de prisioneros. James Carter pondría en libertad a los cuatro puertorriqueños y Cuba liberaría a igual cifra de estadounidenses acusados de espionaje, que cumplían condena en Cuba.
 
Cancel Miranda, días antes de salir de la cárcel, en declaraciones telefónicas al semanario La Claridad, órgano del Partido Socialista Puertorriqueño, expresó que «países como Cuba, México, Venezuela y otros, así como la reciente petición reiterada por nuestra liberación por parte del Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas, contribuyeron con su solidaridad en esta victoria».
 
Cancel agregó en sus palabras que «Estados Unidos sabía que la vi Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (Mnoal) apoyaría nuestro caso», pues coincidió con los días del anuncio de Carter, su sede era La Habana, y Cuba presidía el Mnoal.
 
El 10 de septiembre de 1979 los compatriotas vieron finalmente la luz, y el 14 de octubre de ese mismo año se reunieron con Fidel en la sede de la Misión Cubana ante la ONU.
 
Cancel Miranda vivió toda la vida agradecido de Fidel y de su gente, y manifestó que «asociarse con el pueblo cubano es asociarse con la dignidad humana, y al imperialismo no le conviene que la gente bajo su sistema capitalista se humanice, pues se rebelarían contra ese sistema tan antihumano».
 
Cuando falleció nuestro líder histórico en 2016, el independentista boricua comentó a los medios de prensa que, gracias a la presión de Fidel, el Gobierno de ee. uu. autorizó en 1977 su traslado a Puerto Rico por siete horas para poder estar presente en el entierro de su padre.   
 
«Los periodistas me preguntaron cómo me sentía ante la muerte repentina de mi padre. Yo les respondí que no había venido a llorar su muerte, sino a celebrar su vida, que fue la de un patriota. Lo mismo digo de Fidel», agregó.
 
Ante el hecho de la despedida física de Fidel, Rafael Cancel Miranda expresó: «Fidel era mi hermano, y lo digo con honor. De Fidel no se habla de muerte, sino de la vida, porque gente así no muere (...) fue un hombre que luchó por dignidad, por respeto. Fue un ejemplo de humanidad. Su muerte no es pena, porque todos vamos por ahí, pero festejo la alegría por como vivió. Los vendepatria mueren, pero los que luchan por la dignidad de su patria nunca mueren», y sentenció: «Es mucho lo que podría decir de ti, pero por el momento solo quiero decirte, en nombre de Puerto Rico y de todos, que tu ejemplo seguirá inspirando la lucha por un mundo mejor ¡Gracias, Fidel!».