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Fidel, primer objetivo de la guerra bacteriológica contra Cuba

Fecha: 

02/06/2017

Fuente: 

Agencia Cubana de Noticias

Autor: 

Hace 53 años, el líder de la Revolución Fidel Castro denunció el primero de junio de 1964 el probable empleo por los yanquis de la guerra bacteriológica contra nuestro pueblo y alertó a la opinión pública mundial de esos hechos, aunque el gobierno estadounidense lo negó hipócritamente, mientras sus servicios especiales incrementaban esas acciones que durante los años posteriores  le costarían la vida a muchos  cubanos, incluyendo pérdidas millonarias en toda la economía.
 
Esa campaña se inició en el verano de 1962, cuando  el químico de la CIA, Sidney Gottlieb, se dedicó a contaminar  un traje de buceo que supuestamente sería utilizado por Fidel.

El equipo fue cuidadosamente infectado  en las partes que entrarían en  contacto con las vías respiratorias y la piel  con la bacteria de la tuberculosis y con el hongo llamado pie maduro  que provoca la muerte bajo una necropsia que va descomponiendo en vida los tejidos de la víctima  hasta hacerla  fallecer  bajo una horrible agonía.
 
Para el plan la CIA pretendió  utilizar la hospitalidad de Fidel con James Donovan, un   abogado que negociaba  con él  la liberación de los  mercenarios de Playa Girón,  pero  según  versiones el norteamericano se negó o buscó un pretexto para no  entregarle a su anfitrión  tan  macabro regalo.
 
Quizás Donovan fue  movido por principios éticos, lo cual sería comprensible porque  es difícil encontrar  un ejemplo de igual perfidia en la actuación de un gobierno  en sus relaciones internacionales en tiempo de paz.
 
También en aquellos años, la Central de Inteligencia puso a punto otro plan consistente en expandir un tipo de droga en un estudio de la televisión donde comparecería el Comandante en Jefe, que podría  provocarle la desorganización de la conducta ante el público, e inclusive en otros intentos perseguían aplicarle una sustancia para hacerle perder su tradicional barba.
 
Tampoco faltaron los intentos por hacerle llegar tabacos contaminados con una mortal bacteria y envenenarlo con unas pastillas de cianuro expresamente fabricadas para no dejar rastros.
 
Después de la derrota  de Playa Girón, EE.UU pensaba tomar la revancha, desestabilizar la Isla y crear las condiciones para invadirla directamente bajo  el llamado Plan Mangosta que se hizo público años después  y que  precisaba como una de las misiones  la de “destruir las cosechas con armas biológicas o químicas, y cambiar al régimen antes de las próximas elecciones congresionales en noviembre de 1962”.
 
Poco después de enunciado este plan, a la agricultura cubana  se le  contaminó con  el virus patógeno New castle, que eliminó  casi toda la población avícola.
 
Prácticamente todos los sembrados  y la totalidad de la producción  ganadera y avícola   fueron objeto de plagas y enfermedades  preparadas en los laboratorios de la CIA y en los años sucesivos  la población  fue afectada principalmente  por  la conjuntivitis hemorrágica, la disentería y el dengue serotipo 02, que provocó 158  muertos, incluyendo 101 niños, en la década de 1980, el peor daño infligido  al pueblo cubano  por el terrorismo biológico  estadounidense.
 
El  historial de estas agresiones se mantuvo inclusive después de la  desaparición de la URSS y el campo socialista durante el Período Especial en la década de 1990, cuando los servicios especiales estadounidenses y la derecha cubano americana consideraron que había llegado el momento de provocar el hambre  y la desesperación en la  difícil situación económica que afrontaba el país.
 
Aspectos importantes de la campaña de guerra bacteriológica contra Cuba, la más larga de la historia, fueron conocidos al desclasificarse  los resultados de la Comisión del Senado de La Unión que investigó las  acciones ilegales de la Agencia en 1975 y otros documentos oficiales y  por   declaraciones públicas de participantes,  quienes   le darían la  razón histórica  a las denuncias sobre estos hechos  que inició el líder de la Revolución en el  ya lejano 1964.