El 14 de abril de 1958, en la Sierra Maestra, Fidel realiza su primera intervención a través de Radio Rebelde.
 
“He marchado sin descanso días y noches desde la zona de operaciones de la Columna No. 1, bajo mi mando, para cumplir esta cita con la emisora rebelde. Duro era para mí abandonar mis hombres en estos instantes, aunque fuese por breves días, pero hablarle al pueblo es también un deber y una necesidad que no podía dejar de cumplir”.
 
“Odiosa como es la tiranía en todos sus aspectos, en ninguno resulta tan irritante y groseramente cínica como en el control absoluto que impone a todos los medios de divulgación de noticias, impresas, radiales y televisadas. La censura, por sí sola tan repugnante, se vuelve mucho más, cuando a través de ella no solo se intenta ocultar al pueblo la verdad de lo que ocurre sino que se pretende, con el uso parcial y exclusivo de todos los órganos normales de divulgación, hacerle creer al pueblo lo que convenga a la seguridad de sus verdugos. Mientras ocultan la verdad a toda costa, divulgan la mentira por todos los medios”.
 
Fidel hace un análisis objetivo de los sucesos del 9 de abril de 1958. Ante el fracaso de la Huelga revolucionaria plantea la necesidad de continuar la lucha y alcanzar la unidad entre los combatientes de la Sierra y los luchadores clandestinos en el llano. Asegura que la batalla contra la dictadura seguiría desarrollándose.

Así lo precisa en la parte final de su intervención ya que le plantea al pueblo de Cuba:
 
“Nuestro juramento de que la patria será libre o morirá hasta el último combatiente”.  
 
En el año 2000 Fidel habla en la sesión de clausura de la Cumbre Sur, en el Palacio de Convenciones, en La Habana.
 
“He participado en muchas cumbres, pero nunca antes vi tanta unidad de criterio entre los líderes del Tercer Mundo”.
 
No hubo uno solo que no expresara la tragedia de la deuda que de mil formas afecta nuestros recursos para el desarrollo económico y social.
 
Expone Fidel que Cuba sostuvo y sostiene firmemente que el cobro de un uno por ciento a las operaciones especulativas bastaría para financiar el desarrollo del Tercer Mundo. Y enfatiza:
 
“Nadie preste atención a quienes afirman que no sería posible. Con los recursos técnicos y los conocimientos de que hoy se dispone es perfectamente posible”.

El 14 de abril de 2009 Fidel elabora las Reflexiones tituladas Días que no pueden ser olvidados, ¿Tiene la OEA derecho a existir? y No hay descanso para el mundo.
 
Y este día del año 2012 escribe la identificada como Realidades edulcoradas que se alejan. Se refiere a la sexta Cumbre de las Américas en Colombia, y señala en la parte inicial de esta Reflexión:
 
“Me asombró hoy escuchar el discurso de José Miguel Insulza en Cartagena. Pensaba que quien hablaba en nombre de la OEA, se ocuparía al menos de reclamar el respeto a la soberanía de los países de este hemisferio que a lo largo de siglos fueron colonizados y cruelmente explotados por las potencias coloniales”.