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Fidel y Vietnam en el tiempo

En Vietnam del Sur, Fidel recorre las calles de la sureña localidad liberada de Vinh Linh
En Vietnam del Sur, Fidel recorre las calles de la sureña localidad liberada de Vinh Linh

Fecha: 

10/09/2018

Fuente: 

Bohemia

Autor: 

Al recordar el viaje del Comandante a la tierra de los anamitas, las dos naciones reafirmaron la continuidad de compañerismo militante.

LA sincronización horaria no fue posible debido a la distancia geográfica que media entre Cuba y Vietnam, así que cuando en La Habana se recordaba el inolvidable viaje de Fidel por la tierra de los anamitas hace 45 años atrás, en Indochina se reponían fuerzas para conmemorar igual fecha en los mismos escenarios por donde pasara el Comandante en Jefe. Sin embargo, sí hubo comunión de alegría y orgullo por el legado de nuestra hermanada historia.

Por tal motivo, en el archipiélago caribeño la prensa nacional publicó materiales muy interesantes rememorando ese acercamiento fabuloso que evidenció el real compromiso de Cuba con quienes en su momento vencieron al imperialismo yanqui, que prepotentemente creyó poder doblegar a Vietnam con el uso de la más moderna tecnología.

Fidel, en cambio, siempre tuvo claro que los Estados Unidos se equivocaban, porque ya en Playa Girón tuvieron su primer gran descalabro en América Latina. Por eso en 1973, después de regresar de la línea de combate, allá por el Paralelo 17, el líder histórico de la Revolución Cubana predijo la liberación total del país. En su discurso en Hanói, ante las máximas autoridades de la nación expresó: “¿Quiénes lo derrotaron? Esos combatientes heroicos y modestos que hemos visto por los caminos. Esos hombres y mujeres, esos niños que hemos encontrado a nuestro paso, que fueron capaces de resistir sin doblegarse, que fueron capaces de soportar todos los sufrimientos y todos los sacrificios sin desalentarse, que supieron vivir durante años bajo tierra, que supieron trabajar y supieron combatir bajo las bombas. Conmovido y pletórico de admiración concluyó: “¡Gracias Vietnam, mil veces gracias! Gracias a los hombres que vimos en la selva andar encorvados por el peso de los sacos de municiones a sus espaldas; gracias a las mujeres de las piernas arqueadas por el peso de los sacos de arroz sobre los hombros; gracias a los miles de ancianos que vimos recolectar semillas en el bosque para alimentar a los soldados, a los niños que recortaban retoños de bambú para la comida colectiva en la escuela sin paredes y sin bancos, gracias a los heroicos guerrilleros, milicianos, y soldados regulares que en la batalla de Ap Bac lucharon cuerpo a cuerpo con los tanques norteamericanos y los volcaron...”

En La Habana, muchos Vietnam

Don chí -compañero en vietnamita-fue la palabra más utilizada en La Habana la tarde del 12 de septiembre de 2018, durante el acto central conmemorativo de la visita de Fidel a las zonas liberadas de Vietnam del Sur. Y es lógico que así haya sido, precisamente por ser el eje central de la efeméride una compenetración de ideales y de altruistas empeños a pesar de la enorme distancia geográfica que nos separa.

Al decirnos don chí nos reconocemos en la misma trinchera histórica y mirando hacia el mismo horizonte ideológico, tal como lo reafirmara, en septiembre de 1973, el Comandante en Jefe en su encuentro con los miembros de la muy condecorada División 304, en la Colina 241, en la antigua base militar yanqui de Cam Lo, lugar que la arrogancia imperial tenía como inexpugnable.

Iluminados por esas vivencias, el pueblo y el Gobierno de Cuba, más representantes diplomáticos y estudiantes vietnamitas, volvieron a enarbolar el compañerismo como puente perdurable que nos sigue uniendo. A eso se le cantó en La Habana. El grupo infantil La Colmenita y jóvenes de la nación asiática, mediante el mejor lenguaje universal -la música-, transmitieron la alegría de vivir de las nuevas generaciones, herederas de un legado cordial y entrañable.

Asistieron a la actividad político-cultural los miembros del Buró Político del Partido Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional; Mercedes López Acea, y Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC); el embajador de Vietnam en Cuba, Nguyen Trung Thanh, y el integrante del Secretariado del Comité Central del Partido José Ramón Balaguer, jefe de su Departamento de Relaciones Internacionales.

Trung Thanh fue muy emotivo al manifestar que “corazones de más de 90 millones de vietnamitas están latiendo al mismo ritmo de los más de 11 millones de hermanos cubanos a propósito de tan memorable gesta, y ahora vivimos la más profunda y significativa huella de nuestros fraternales lazos”.

Asimismo, elogió la determinación de Fidel en su militancia activa al lado de Vietnam, la cual le llevó a desafiar la Línea McNamara, ideada por el entonces secretario de Estado de EE.UU. con ese apellido, y que se desplegaba a lo largo de la frontera Laos-Vietnam del Sur. La visita del Comandante, añadió Trung Thanh, “conllevaba riesgos, la guerra aún estaba en su auge, pero a pesar de eso Fidel decidió visitar la zona liberada de Quang Tri. Los enemigos no querían que se supiera que esta provincia era ya una zona libre, entonces esa visita hizo posible que el mundo lo supiera. Allí estaba él con su uniforme verde olivo, demostrando su grandeza. Fue un símbolo del apoyo de Cuba al pueblo vietnamita”.

Por eso, según el orador, “Fidel caló en nuestros corazones: dejó los ideales de la solidaridad, la valentía, la dignidad, fue el impulso para seguir luchando por la justicia, no solo en mi pueblo sino en el mundo”.

Salvador Valdés Mesa, cruzó el puente que marcó el Paralelo 17,
visitado por Fidel en 1973.
Miembros del Buró Político y el Secretariado del Comité Central del Partido
y el embajador de Vietnam en Cuba, Nguyen Trung Thanh, presidieron entre
otros el acto central en la Isla.

Enseñanza prendida en la memoria

Por su parte, Mercedes López Acea destacó que “Fidel fue el único y primer

Jefe de Estado en visitar el país asiático durante su heroica lucha contra el imperialismo yanqui. Quedó para siempre conmovido por la resistencia, la heroicidad y la estrategia de guerra de los vietnamitas. Esas experiencias vividas por Fidel le reafirmaron al pueblo cubano que es posible vencer al mayor imperio del mundo”. La miembro del Buró Político ratificó el compromiso de ambas naciones en la defensa justa del derecho internacional, de la paz, y la estabilidad mundial aun en medio de coyunturas internacionales complejas y difíciles.

También Cuba y Vietnam, aseguró, continuarán juntos por la senda de la construcción de un “socialismo verdaderamente autóctono y de profundas raíces populares. La semilla de nuestra hermandad quedó sembrada para siempre desde 1960, ratificada unos años después en el abrazo entrañable entre Raúl y el Tío Ho, sellada en la inolvidable visita del compañero Fidel en 1973”.

Desde el espíritu vietnamita, Fidel resurge

La delegación cubana que conmemoró en Vietnam la histórica estancia del Comandante estuvo encabezada por el primer vicepresidente, Salvador Valdés Mesa. En Hanói, el dirigente caribeño compartió con el secretario general del Partido Comunista de Vietnam (PCV), Nguyen Phu Trong; el primer ministro, Nguyen Xuan Phuc; con la titular de la Asamblea Nacional, Nguyen Thi Kim Ngan; y con el presidente, Tran Dai Quang.

Reportes de Prensa Latina informaron que depositó ofrendas florales ante el Monumento a los Mártires y en el Mausoleo a Ho Chi Minh, y sostuvo conversaciones oficiales con Truong Hoa Binh, viceprimer ministro permanente y miembro del Buró Político del PCV. Valdés Mesa manifestó que su presencia ratificaba la voluntad del Partido, el Gobierno y el Estado cubanos de imprimir un nuevo impulso a los acuerdos comerciales y de colaboración bilateral, y de profundizar la entrañable amistad. “Fidel nos enseñó a querer a Vietnam, nos enseñó a cuidar nuestra amistad y a cultivarla”, enfatizó.

Durante su intercambio con Nguyen Phu Trong, secretario general del PCV, se destacó la trascendencia de la última visita a Cuba, en marzo pasado, del dirigente vietnamita. El estadista cubano coincidió con Phu Trong en la importancia de aquel acontecimiento épico de 1973. Nguyen, por su parte, destacó el papel de Fidel Castro y Ho Chi Minh como artífices de la relación especial que une a cubanos y vietnamitas.

El Comandante en su obra

La delegación cubana visitó la provincia de Quang Binh, donde se levanta el hospital Amistad Vietnam-Cuba, donado por el Comandante poco después de su primera estancia de una semana en el país asiático. Inaugurada en 1981, la institución constituye, tal como subrayara el primer vicepresidente de la Isla, “un monumento a la permanente voluntad de los cubanos de compartir lo que tienen con otros pueblos hermanos”. Otro momento inolvidable fue el cruce del puente Hien Luong sobre el río Ben Hai (donde estuviera Fidel), que durante un buen tramo corre junto al Paralelo 17 y marcó hasta 1975 la frontera entre las porciones norte y sur de Vietnam.

Valdés Mesa participó en Dong Ha en un patriótico acto. Los oradores coincidieron que ese viaje de Fidel fue un parteaguas para los vínculos bilaterales, en los cuales no caben los obstáculos de la distancia. Y en esa misma localidad se evidenció lo mucho que se quiere al Comandante en la recién inaugurada plaza que lleva su nombre. El busto del líder cubano fue pensado para celebrar aquellas jornadas de compañerismo de 1973.

Y en la vecina provincia de Quang Tri la delegación visitó la antigua sede del Gobierno Revolucionario Provisional de Vietnam del Sur, donde pernoctó Fidel. Su habitación y su cama se conservan intactas. La delegación cubana se acercó además a un antiguo puesto de observación: en ese escenario Fidel abrazó a la tropa vietnamita teniendo de “testigos” dos tanques yanquis, capturados por quienes debieron crecerse frente a un enemigo pertrechado hasta los dientes.

Como parte de esta jornada conmemorativa fueron presentados de nuevo
al público habanero dos libros: Relatos de guerra de Vietnam heroico y
Si tengo un hermano.

Leer para querer

“En un punto del camino nos sorprende, en dirección contraria, una columna de tanques norteamericanos cubiertos con telas rojas y la bandera rojiazul del FNL. Uno de ellos, guiado por un patriota desbordante de euforia, avanza a gran velocidad, zigzagueando en la autopista; por su escotilla superior salen la cabeza y un brazo pidiendo paso, bandera en mano, y vitoreando”. Es este fragmento una breve muestra de las muchas anécdotas recogidas por Marta Rojas junto con Raúl Valdés Vivó en uno de los textos imprescindibles si se desea conocer sobre la epopeya indochina: Relatos de guerra de Vietnam heroico, de la Editora Política. Los autores plasmaron con tal realismo lo observado, que el pueblo cubano pudo leer con todos sus colores, olores y estampas, lo que sucedía allá lejos. Esta labor reporteril alimentó la leyenda vietnamita y sirvió para recaudar información en varias decisivas misiones por orientación de Fidel. También ayudaron a la solidaridad con esa aguerrida nación, tarea liderada desde La Habana por la heroína del Moncada Melba Hernández.

Y como parte de esta jornada conmemorativa el libro fue presentado de nuevo al público habanero esta vez con la singularidad del juvenil auditorio. Convocados al Memorial José Martí por la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba, los presentes también tuvieron la oportunidad de adentrarse en la tierra de los anamitas por la vía de Si tengo un hermano, de la Editora Abril. Adela Moro Díaz, Gabriela Rodríguez-Loeches y Héctor Quintero Travieso conformaron el colectivo de autores que en todo momento pensó en las nuevas generaciones. “Inspirado en 58 años de solidaridad, esta entrega editorial es una compilación de cuentos, entrevistas, canciones, crónicas y leyendas relacionadas con el Vietnam heroico que todos admiramos”, informó Joan Cabo Mijares, director de la Editorial. El libro se hizo como regalo a la delegación vietnamita que acompañó a Nguyen Phu Trong, secretario general del PCV.

Entonces, no importa demasiado que no haya sido posible la simultaneidad en los horarios de todas las actividades pensadas por Fidel. En la línea de la memoria, Vietnam sigue siendo arquetipo de resistencia y victoria. El Comandante en Jefe lo supo advertir desde la misma trinchera de lucha. Allí descubrió que vendrían tiempos de paz y desde siempre nos enseñó a comprender que los vietnamitas morían para que también nuestros hijos vivieran.