Ciénaga de Zapata, Matanzas.–En la ya cercana fecha del 19 de abril celebraremos el aniversario 60 de la victoria de Playa Girón, gesta que continúa inspirando a los revolucionarios de Cuba y del mundo.
 
La ocasión es propicia para recordar la firme voluntad del pueblo para defender a la Patria y a la Revolución ante la invasión mercenaria, una fuerza organizada, pertrechada y entrenada por el imperialismo estadounidense.
 
Como han expresado notables historiadores, la epopeya de abril de 1961, igualó en hidalguía a la de los mambises y, con el paso del tiempo, devino símbolo y referencia ineludibles para quienes luchan y defienden sus derechos en cualquier parte del planeta.  
 
La conmemoración de la fecha sirve de estímulo de manera muy particular a los matanceros, quienes, como ya es habitual, organizan previo a la fecha un programa de actividades para honrar a los héroes y mártires.
 
Es por eso que ya cobra impulso una jornada la cual pretende dar vitalidad a programas de gran importancia, como la producción de alimentos, reforzar el enfrentamiento a la COVID-19 y desarrollar otros proyectos en el ámbito económico y social de la provincia, con énfasis en el municipio de Ciénaga de Zapata, escenario de los hechos.
 
Otras de las acciones a acometer durante estos días están vinculadas al mejoramiento y ampliación de los servicios a la población, el rescate de sitios emblemáticos y la puesta en marcha de nuevos espacios culturales y de esparcimiento.    
 
En homenaje a esa batalla, que demostró la fortaleza ideológica del pueblo y su Revolución, también se inician labores de mantenimiento y mejoras tecnológicas en el Museo Comandancia de las FAR, en el antiguo central Australia, Jagüey Grande, y en el Museo Girón, instituciones que recogen la dimensión histórica de aquellos días.
 
Girón nunca será olvidado. A pesar del costo en vidas humanas, la persistente evocación de este trascendental hecho histórico, enorgullece y apuntala las esperanzas de todos los cubanos.   
 
Quien tenga el privilegio de pasear la vista hoy por esta región sureña del territorio matancero, asiento de la primera derrota del imperialismo yanqui en América Latina, terminará por enamorarse de uno de los lugares más singulares de Cuba, olvidado antes de 1959 y donde la Revolución cambió la vida por completo de sus pobladores.