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Las claves de las batallas por venir

Fecha: 

20/10/2006

Fuente: 

Diario Granma

NUEVOS AIRES soplan en América Latina. La frase, del Comandante en Jefe, está contenida en el capítulo XXIV del libro Cien horas con Fidel, en su segunda edición revisada  y enriquecida, que comenzó a circular en formato de tabloide en todo el país. 

Y no es casual que la difusión de tamaña obra se inicie, de forma masiva, con el referido capítulo. América Latina es nuestro entorno geográfico, cultural y político, pero resulta sobre todo el área planetaria que puede estar marcando soluciones a grandes crisis globales, precisamente allí donde peor se distribuye la riqueza.

Baste pasar la vista a algunos de los temas enunciados en ese acápite: Hugo Chávez, el golpe de Estado en Venezuela, las luchas indígenas, Evo Morales, el subcomandante Marcos,  Kirchner, Lula, la deuda externa, el enfrentamiento al neoliberalismo, la integración, Torrijos, Caamaño; acontecimientos, personajes que denotan y son protagonistas o cuya impronta pervive en estos nuevos tiempos.

Se trata de un encuentro con la historia, desde la historia misma, de la sabiduría, experiencia, incluso la intuición de quien conoce las potencialidades de los pueblos, del hombre, y anticipa el ataque y las mañas del enemigo.

Ahí está Chávez, "... nos visitó en 1994, nueve meses después de salir de prisión y cuatro años antes de su primera elección como Presidente."

Y líneas más adelante el testimonio vivo de aquellas trágicas horas del golpe de la contrarrevolución y la mano sucia y larga del gobierno de Estados Unidos contra Venezuela.

Recuerdo como hoy aquellos días de abril del 2002, las primeras noticias que hablaban del apresamiento de Chávez y mentían sobre su dimisión, luego los primeros atisbos de que la marea popular venía en camino desde los cerros de Caracas, la represión de la Policía Metropolitana para cortarle el paso... Ia incertidumbre, la esperanza. En la redacción de Granma, frente a la computadora, intentando descifrar entre líneas aquellas noticias y preguntándonos cómo estará Chávez, cómo estará Fidel.

Mucho se supo después, pero cuando Ramonet pregunta sobre aquellos acontecimientos el lector no podrá desprenderse del testimonio que sigue, para comprobar que la historia pudo ser otra, incluso teñida de sangre. "Nosotros en ese instante solo podíamos actuar usando los recursos de la diplomacia", explica el Comandante con la modestia innata y la percepción entonces de que habría que preservar la vida del mandatario bolivariano, seguro de que "en muy poco tiempo, estaría  de regreso en hombros del pueblo y de las tropas".

"Yo me había convertido en una especie de reportero de prensa que recibía y transmitía noticias y mensajes públicos... Era testigo del formidable contragolpe del pueblo y las Fuerzas Armadas Bolivarianas de Venezuela", afirma.

Experiencia, lealtad, un celular y una grabadora, fueron los principales recursos, sobre todo a la hora de revertir la ofensiva mediática enemiga y denunciar que Chávez era un presidente prisionero, cuya vida estaba en peligro.

Resultó una victoria cuya trascendencia rebaso las fronteras de Venezuela y del propio continente. La trinchera de ideas volvía a valer más que la de piedras. La verdad, asistida con pocos recursos salvo su propia condición, derrotaba a la mentira sustentada en el monopolio al servicio de la barbarie fascista. Esas páginas de Cien horas con Fidel resultan testimonio de ello.

Antes y después, en el decursar del capítulo, se abordan otros asuntos de gran actualidad. Bolivia, "encarna la confirmación de la quiebra del sistema político aplicado tradicionalmente en la región, y la determinación de las grandes masas de conquistar la verdadera independencia".

Evo, "se proyecta hacia el futuro como una esperanza para la mayoría de su pueblo", consigna el entrevistado.

La deuda externa latinoamericana, "nadie la puede pagar, y eso hace imposible toda política sería de desarrollo", apunta sobre otro tema de plena vigencia.
Y al final una pregunta incisiva del entrevistador  ¿Terminó la era de las revoluciones y  de la lucha armada en el continente?

Y en esa y otras respuestas, la crónica de nuestras luchas, pero más que ello, las claves de nuestro pasado y presente, y la justeza de las batallas por venir.