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Los médicos son los héroes

Gerardo Hernández Nordelo dialoga con colaboradores cubanos en Venezuela. Foto: Enrique Milanés León
Gerardo Hernández Nordelo dialoga con colaboradores cubanos en Venezuela. Foto: Enrique Milanés León

Fecha: 

22/05/2019

Fuente: 

Periódico Granma

Como si fuera poco el «arsenal» histórico que blinda los argumentos de los 122 delegados cubanos al 18vo. Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes (CLAE), el grupo de jóvenes entusiastas de la FEEM y la FEU viajó a Caracas con un héroe vivo, de esos que –es cierto– no faltan en nuestra Isla, pero que siempre, estén donde estén, convidan a empinarse a la cumbre del modo más natural.
 
Uno más en el grupo –porque así suelen ser los titanes verdaderos–, en estos días Gerardo Hernández Nordelo canta a la Patria, alza la bandera y se suma a la plaza, corea, da ¡vivas! y ¡abajos!, según el caso, o anda mochila al hombro de un sitio a otro.
 
Lo poco que le quedaba de un modesto anonimato estalló en pedazos cuando cerró, con encendido discurso, la primera sesión teórica del encuentro, dedicada nada menos que a denunciar el rostro monroísta del asedio mediático que sufre la izquierda mundial.    
 
«En este evento están presentes –explica Gerardo– jóvenes de la mayoría de países latinoamericanos y del Caribe, con muchísimos esfuerzos; la mayor parte de ellos ha pagado sus propios gastos. Quien ve el entusiasmo con que participan en las actividades y les escucha sus criterios se da cuenta de que el futuro está garantizado. Ellos resaltan mucho el ejemplo de Cuba como uno de los pocos países de la región con muchos problemas del estudiantado resueltos, y yo les decía que eso no cayó del cielo: hubo momentos en nuestra Historia en que nuestros padres y abuelos decidieron que había que luchar por cambiar la realidad».
 
En un teatro Teresa Carreño con sus 3 250 butacas ocupadas, el héroe les comentó su esperanza de que en futuros congresos de la OCLAE los hijos y nietos de estos delegados latinoamericanos y caribeños defiendan otras conquistas, pero no tengan que luchar por los mismos problemas de hoy:
 
«¡Habrán avanzado!–, les aseguró.
 
«He intercambiado con muchos jóvenes de varios países y me siento muy esperanzado. Sé el orgullo que tienen por Cuba. Lo dicen abiertamente, tanto a nosotros como a Venezuela, que nos mantengamos firmes y resistamos. Son muchas las personas que sueñan con un mundo mejor, pero no se quedan solo en soñar, sino que luchan por ello», agregó.
 
–¿Qué siente al estar en libertad, participar en un debate regional de jóvenes estudiantes y aportar, no solo con su ejemplo, sino con la exposición de sus ideas?
 
–Yo trabajo con jóvenes, y para mí fue un honor muy grande que me invitaran a integrar esta delegación, y en especial que me invitaran precisamente los jóvenes. Ha sido una experiencia extraordinaria. Siendo estudiante no tuve la oportunidad de participar en un Congreso de la OCLAE, y aprecio haberla recibido ahora. He regresado a esos años de juventud, a ese ambiente juvenil que dejé atrás en la universidad, cuando terminé mis estudios para dedicarme a otras tareas.
 
«He revivido todo aquello y me siento bien cuando los muchachos me dicen que están contentos con que esté aquí, y cuando sé que puedo ayudar y aportar en algo. ¿Qué mayor placer que ese? He tenido la oportunidad de agradecer a muchos jóvenes, porque muchos de los que han confluido aquí son miembros de organizaciones estudiantiles o incluso de partidos que apoyaron la causa de Los Cinco: de Brasil, de Chile, de Argentina… Les he dado las gracias en nombre de los cubanos y, en particular, de nosotros cinco».
 
Patriota de los inquietos –perdóneseme la redundancia–, Gerardo Hernández Nordelo ha andado también Caracas por carriles paralelos al CLAE, así que estuvo, por ejemplo, con colaboradores de la salud en el Centro de Diagnóstico Integral Amelia Blanco, donde el reportero tuvo que esperar que bajara la marea de fotos que a su lado pedían nuestros cooperantes para preguntarle cosas como esta:
 
–Usted es un hombre que sabe mucho más que muchos hombres sobre libertad y prisión; ahora que hay esta campaña que dice que los médicos cubanos son víctimas de trabajo esclavo, cerebros lavados… ¿qué sentimientos le inspiran estos de carne y hueso que ve, saluda, abraza…?
 
–Desgraciadamente se habla de que el socialismo lava el cerebro a las personas; es paradójico: ¡yo me encontraba cada experiencia en prisión! No hay nada que lave más el cerebro que el capitalismo y, producto de ese lavado de cerebro, las personas que han vivido siempre bajo un régimen capitalista, neoliberal, no se pueden explicar que alguien, de corazón, deje cualquier comodidad en su lugar de origen y vaya a un sitio remoto a pasar trabajo y sacrificar su propia vida por el único beneficio de ofrecer salud, de ayudar al prójimo. Hay personas que no procesan eso, personas para las cuales el dinero es lo más importante en la vida.
 
«De la misma manera en que, en prisión, a nosotros nos decían que Cuba nos pagaba muy bien para hacer lo que hacíamos y para resistir, y nosotros teníamos que aclarar: “¡Compadre, si lo hiciéramos por dinero, Cuba no puede competir a billetazo con nadie, es imposible que lo haga, tiene que haber algo más…!”, pero ese algo más cuesta mucho explicarlo a personas criadas bajo un régimen que les dice que el dinero es lo más importante en la vida».
 
–Sencillo y querido como es, usted también es un héroe. ¿Qué le sugiere la idea de que el héroe de la batalla nacional rinde homenaje a médicos a menudo modestos, jóvenes, de nombres apenas conocidos?      
 
–Te soy honesto: no me siento como héroe; yo me siento como cubano y me pongo en el lugar de muchos cubanos que quisieran estar hoy aquí, delante de tantos médicos que se están sacrificando en Venezuela por el bien de este pueblo. Sencillamente me pregunto qué quisieran decirles la mayoría de los cubanos a estos compatriotas, y eso es lo que les digo, pero no me planteo qué tiene que decirles el héroe; digo lo que diría cualquiera de nosotros. Es lo que pienso, sin ninguna demagogia: mis palabras fueron como cubano, no como héroe.
 
–En la contienda de la Cuba de hoy, ¿qué son esos médicos para usted?
 
–Antes de venir lo sabíamos, pero en estos días hemos caminado por las calles de Caracas y, si bien se nota que no es el país que los grandes medios corporativos quieren hacer ver –porque hay normalidad en sus ciudades, es un país que vive, que avanza…– sí es un país asediado, agredido, bloqueado… y los efectos se aprecian, de modo que Venezuela está haciendo un sacrificio grande y nuestros médicos también, viviendo en estas condiciones, pero lo hacen con el amor que extraen del cariño a su profesión, de la gran vocación que tienen y sobre todo del amor que sienten por la Revolución Cubana y por la Revolución Bolivariana. Para mí, estos médicos son héroes y heroínas.
 
EN CONTEXTO:
 
Los delegados al 18vo. CLAE y el personal diplomático de la Embajada de Nicaragua en Caracas, rindieron homenaje al General de hombres y mujeres libres, Augusto Nicolás Calderón Sandino. Como parte de la jornada por el aniversario 124 del natalicio del héroe de las Segovias, se depositó una ofrenda floral en su busto, ubicado en la Avenida Bolívar de esa ciudad capital. Los jóvenes latinoamericanos al grito de ¡Sandino vive, la lucha sigue! reafirmaron que su gesta libertaria por la defensa de la soberanía y en contra de la intervención norteamericana sigue presente en las nuevas generaciones.
 
El encuentro, que se desarrolla en los espacios del Complejo Cultural Teatro Teresa Carreño, debate temas de interés regional como la integración e independencia latinoamericana ante la coyuntura y desafíos que enfrenta el movimiento estudiantil en la actualidad y nuevas manifestaciones en América Latina como la Guerra Híbrida, Guerra mediática y económica, la Judicialización de la política, Golpes blandos, Guerra cultural y simbólica, entre otros.
 
Los delegados dialogan en varias mesas de trabajo; sesionará también un foro de solidaridad con los pueblos, y se celebrará una noche cultural de Centroamérica y el Caribe.