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Me siento orgulloso de nuestros jóvenes y niños

Fecha: 

30/06/2001

Fuente: 

Diario Granma

Declaraciones a la prensa del Comandante en Jefe luego de concluir el combativo acto en la Tribuna Antimperialista José Martí en solidaridad con nuestros compatriotas presos en Miami Declaraciones a la prensa del Comandante en Jefe luego de concluir el combativo acto en la Tribuna Antimperialista José Martí en solidaridad con nuestros compatriotas presos en Miami.

Terminada la Tribuna Abierta de la Revolución en solidaridad con los patriotas cubanos prisioneros del imperio, el Comandante en Jefe Fidel Castro departió con la prensa nacional y extranjera presente en el acto.

-Me siento mejor que nunca, fue la expresión inicial aI responderle a un colega sobre su estado de salud. En consecuencia, entabló un animado diálogo de aproximadamente una hora, en el que destacó el valor de los cinco cubanos que hoy sufren de un cruel aislamiento en una cárcel federal de Miami.  

Ellos enfrentaron las acciones terroristas a las que desde Estados Unidos se ha visto sometida Cuba en estos 42 años, señaló. Defendernos de esta manera es un derecho que tiene nuestro pequeño país. No renunciaremos a ello.  

Como, prueba irrefutable de ese terrorismo desatado por la mafia miamense, el líder de la Revolución mencionó a los connotados criminales que guardan prisión en Panamá. AI respecto indicó que todos los hechos delictivos de estos malhechores eran conocidos y tolerados por Estados Unidos, financiados particularmente por los anexionistas del sur de la Florida.  

Abundó que al ser capturados Posada Carriles y compañía durante la Cumbre Iberoamericana en Ciudad de Panamá, gracias a la denuncia, oportuna de la delegación cubana, el gobierno de ese país adquirió una responsabilidad ante el mundo que espera justicia. Esa responsabilidad se multiplica a partir del momento en que denegaron a Cuba la solicitud de extradición hecha con todas las de la ley.  

Allí se corre el riesgo de que escapen -añadió-, o quizás sean condenados con penas leves.

Fidel explicó que en la batalla política que libramos es muy importante hacer denuncias contundentes, pues estas desorganizan y desmoralizan a los culpables. Sobre el papel de Estados Unidos en relación con el terrorismo, lanzó la interrogante: ¿Cuántos criminales y asesinos hay en ese país? Y recordó que fue allí donde se conspiró para derrocar al presidente chileno Salvador Allende. Por ello advirtió desde el primer instante por llevar a un proceso judicial al dictador Pinochet, que no se hablaba de condenar a los máximos responsables.

Agregó, que nuestros vecinos del norte no solo ampara hechos criminales, sino también veta y se ríe en las Naciones Unidas de las resoluciones que aprueba la inmensa mayoría de los países.  
Luego de opinar sobre la experiencia de la guerra de Yugoslavia, enfatizó que Cuba jamás se rendiría, nunca negociaría si no es a partir de la retirada inmediata e incondicional de los agresores.  

Lo digo así, porque conozco al pueblo cubano, y puso de ejemplos los días de la Crisis de Octubre, cuando no vio a un solo ciudadano vacilar. El hombre es y seguirá siendo el factor fundamental de nuestra lucha.  

Al tratar con la mayor naturalidad del mundo el tema de la muerte exclamó: “Me tiene sin cuidado. Disfrutó de una tranquilidad celestial, porque confío en lo que hemos hecho, en nuestras ideas, en nuestros niños y jóvenes. Nuestra principal divisa es que hemos logrado mantener la unidad de los revolucionarios y el pueblo”.  

Explicó que nunca ha pensado en la gloria, porque siempre ha tenido muy presente el pensamiento de Martí que dice: “Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”.  

En el caso de que él faltara, elogió la capacidad y la preparación para conducir la lucha del General de Ejército Raúl Castro como el de más experiencia y autoridad, y de la pléyade de dirigentes políticos y gubernamentales y de jóvenes talentosos que durante los últimos 19 meses han organizado y protagonizado las tribunas, mesas redondas, marchas y otras variantes de la batalla de ideas en que estamos inmersos

Me siento orgulloso de nuestra juventud y, niñez. A este pueblo nadie lo puede llevar  por un camino que no sea el de la Revolución. No lo aceptaría. La garantía de la continuidad de la Revolución está en que ella es una obra de todo el pueblo, aseveró.

AI agradecer el tratamiento brindado por los periodistas de los diversos medios radicados en Cuba, a raíz del breve incidente ocurrido en la Tribuna del pasado sábado en el Cotorro, Fidel dijo sentirse satisfecho y reconocido por la gentileza con que habían trabajado los despachos informativos.  

Antes de partir les dijo entono animado a los reporteros: No me' han ' preguntado por la presión arterial. Y acto seguido apuntó: "Tengo 70 con 110; ahora me siento más saludable y les prometo que no me voy a volver a fatigar".