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Octubre de 1962: la mayor crisis de la era nuclear (IV)

Fecha: 

28/04/2012

Fuente: 

Diario Granma

¡Manos a la obra!

El 10 de junio de 1962 comenzó la movilización de las tropas que ya estaban designadas para integrar la Agrupación, así como los preparativos para enviar a los puertos de embarque y trasladar a Cuba al personal y al material de guerra. Por orden del ministro de Defensa en la Dirección Principal de Operaciones del Estado Mayor General (EMG) fue creada una sección especial para la Operación "Anadir", la que estaba integrada por oficiales de las distintas dependencias. En aquellos momentos las palabras que estaban a la orden del día para todos los que participaban en la naciente Operación eran la rapidez y el secreto.

Los militares soviéticos se enfrentaban a un reto grande: reunir y preparar un contingente de más de 50 mil hombres, con las armas, equipos, suministros y todo el apoyo necesario para una estancia prolongada en el extranjero; encontrar los barcos mercantes para su traslado, prepararlos, hacerlos a la mar y asegurarles una buena recepción y las condiciones de trabajo mínimas a su llegada a Cuba. Todo ello en una forma encubierta y ejecutándolo en unos cinco meses a partir de aquel día.  

Desde ese momento el círculo de colaboradores se amplió a los diversos servicios, pero aunque se informó a los más altos oficiales que la Operación estaba relacionada con Cuba, solo unos pocos recibieron datos precisos sobre la naturaleza exacta de la misión.

En breves plazos se elaboraron gráficos de estricto cumplimiento para la preparación de las unidades para la marcha, su carga en los medios ferroviarios, el traslado a los puertos designados, el embarque y la salida al mar de los barcos mercantes. Todo ello con plazos precisos de cumplimiento. Se señaló el día 12 de julio de 1962 como la fecha de salida del primer barco.  

Líneas de alcance de los cohetes R-12 y R-14 emplazados en CubaEn aquel periodo se analizó cuidadosamente la decisión de incluir armas nucleares tácticas como refuerzo de las unidades que se enviarían a Cuba. Aunque estos armamentos no se encontraban entre los que se asignaban a las fuerzas soviéticas estacionadas fuera de la URSS, se estimó que las tropas en el Caribe, tan distantes de los refuerzos, podrían necesitarlos en el campo de batalla. Así tenemos que la presencia de los cohetes de alcance medio e intermedio tendría el propósito de impedir una agresión estadounidense contra Cuba, mientras que las armas nucleares tácticas se enviarían para el caso de que la disuasión fallara, para ser utilizadas contra las cabezas de playa donde estuvieran desembarcando los norteamericanos y contra las concentraciones de buques de la flota invasora, es decir, no fueron consideradas como armas disuasivas, sino de combate, para asegurar que las tropas que se encontrarían en una posición expuesta tendrían los medios más eficaces para luchar contra un ataque. Cualquiera diría que no se tuvo en cuenta que su utilización también podría ser el detonante de una escalada incontrolada de acciones y reacciones que condujera a la guerra nuclear, pues era impredecible lo que pudiera suceder si una de aquellas cargas nucleares tácticas era disparada contra una concentración de fuerzas que estuviera desembarcando y miles de militares norteamericanos eran volatilizados en el fuego de los átomos desintegrados. Era impredecible lo que pudiera suceder en ese caso, pero pronosticable con un elevado porcentaje de certeza.

También se prestó atención al aseguramiento de retaguardia de la Operación, pues habría que planificar y organizar en breves plazos, bajo la dirección de la Jefatura de Retaguardia de las Fuerzas Armadas, los aseguramientos material, de transporte, técnico, médico, financiero y de otros tipos. Era necesario crear las reservas de medios materiales, organizar el avituallamiento corriente, crear nuevos almacenes, talleres, instituciones médicas y otros órganos, así como completar la reserva intocable de la Agrupación sobre la base de cálculo de un año de consumo.

Entre los problemas que requerían una atención de primer orden estaban los relacionados con la organización de las transportaciones ferroviarias y navales. De acuerdo con la idea del EMG era inminente la transportación por ferrocarril hacia los puertos del total de hombres de la Agrupación, más una inmensa cantidad de técnica y armamento (cohetes, artillería, tanques, aviones, bombas, proyectiles y municiones de todo tipo, alimentos, vestuario, materiales de construcción y toda una relación prácticamente interminable). Se requería una planificación cuidadosa de la cantidad de vagones necesarios (de pasajeros, de carga cerrados y plataformas, cisternas, refrigerados y de otros tipos especiales). Un cálculo preliminar indicaba que se necesitarían unos 21 mil vagones. Había que determinar las estaciones ferroviarias de carga y descarga, las fechas y horas de llegada a las mismas, el gráfico de expedición de los convoyes, los plazos de carga y descarga y otras mil cuestiones.

El 11 de junio de 1962, en la oficina del primer sustituto del Presidente del Consejo de Ministros de la URSS, Alexei Kosiguin, se efectuó una reunión con la dirección de las Fuerzas Armadas, en la que se examinaron las cuestiones relacionadas con el cumplimiento de lo aprobado el día anterior para asegurar la planificación, preparación y traslado de las tropas a Cuba: cuánto, qué, cuándo y cómo era necesario trasladar, y para esto cuáles medidas había que adoptar para garantizar el cumplimiento de la operación y el carácter encubierto de las actividades.

Una misión de la mayor importancia y complejidad fue planteada a la Marina Mercante. En la tarde del propio día 11, Alexei Kosiguin le comunicó al ministro de Marina Mercante, Víctor Bakaev, que era inminente una gran operación militar en Cuba, la que requeriría el aseguramiento con barcos mercantes para la transportación de personal y armamento. Le planteó la misión de confeccionar el plan de traslado hacia la Isla. Había muy poco tiempo para ello, pues debía presentarlo el 15, solo cuatro días después. Por si eso fuera poco, le informó también que por razones de seguridad, en la preparación del plan solamente podría participar un funcionario del ministerio. Bakaev seleccionó a su sustituto, E. Karamzin, hombre de gran experiencia y preparación que respondió a la confianza depositada en él. Según los datos preliminares aportados por el EMG, sería necesario transportar más de 50 mil pasajeros y 230 mil toneladas de carga durante el periodo de julio a noviembre.

Karamzin realizó el trabajo en una oficina del EMG con un grupo de especialistas militares. Allí puntualizaron los volúmenes, el carácter y los plazos para los traslados de las cargas por mar, y estudiaron la situación operativa existente en las rutas marítimas, incluyendo las de Cuba, que en aquel periodo eran servidas por más de 50 barcos. En total fue necesario emplear 85 embarcaciones que realizaron 185 travesías. Pero en aquellos momentos muchos de ellos se encontraban navegando por todos los océanos del mundo, por lo que hubo que reunirlos en un breve plazo, prepararlos en la forma adecuada teniendo en cuenta la naturaleza de las cargas y enviarlos oportunamente a los puertos de embarque. Incluso resultó imprescindible fletar algunos barcos de otros países para asumir parte de las transportaciones que los barcos soviéticos seleccionados tenían planificadas para los próximos meses.

Los barcos se concentraron en puertos soviéticos sin que nadie supiera a ciencia cierta con qué objetivo se hacía. Al respecto resulta característico el relato siguiente del capitán de la motonave "Serguei Botkin": cuenta el capitán que habían llevado carga a Indonesia y de allí se dirigieron a Singapur para abastecerse de combustible y recoger caucho en puertos de Malasia para transportarlo al Mar Negro. En Singapur recibió una comunicación de la compañía naviera en la que le indicaban que no tomara carga después de recibir el combustible y siguiera en lastre hasta el Mar Negro. Al cumplir los requisitos aduaneros, un chino, que era el agente local de la compañía naviera soviética, constantemente se encogía de hombros, suspiraba y abría los brazos: "No entiendo nada. Todos los barcos soviéticos se van a casa vacíos y arrendamos barcos extranjeros para transportar sus cargamentos. Las pérdidas son colosales". Pero el capitán no podía responderle, estaba tan intrigado como el chino en cuestión.

Se intentó asegurar el carácter encubierto de los traslados observando el gráfico regular de movimiento de trenes que estaba previsto para la región occidental de la URSS, así como manteniendo la intensidad planificada del movimiento de barcos hacia Cuba (lo que no se pudo cumplir completamente debido al gran volumen de cargas a trasladar y al reducido intervalo de tiempo disponible para hacerlo).

DE LAS UNIDADES Y SU ARMAMENTO

El 13 de junio, el Ministro de Defensa firmó las directivas dirigidas a los jefes de las Tropas Coheteriles Estratégicas, las Fuerzas Aéreas, las Tropas de la Defensa Antiaérea, las Tropas Terrestres y la Marina de Guerra. En ellas se exponían de forma concreta las tareas fundamentales de cada Tipo de Fuerzas Armadas durante el periodo de preparación para el cumplimiento de la misión combativa, la composición numérica, los tipos de armamento y técnica de combate, los plazos de preparación para el envío, el volumen de abastecimiento técnico-material y otras medidas relacionadas con la ejecución de la Operación "Anadir", especificándose que todas las actividades se llevarían a cabo en total secreto.

Con el fin de garantizar el secreto, todas las disposiciones se entregaban personalmente, utilizando emisarios entre el EMG y las unidades y los puertos de embarque; se prohibió la utilización de los medios de comunicaciones, y para el cumplimiento de las medidas indicadas solo era admitido un círculo de personas estrictamente limitado, los que eran prevenidos acerca del especial secreto del trabajo que realizaban, limitándose al máximo las personas que sabían el objetivo real de la operación; para el resto del personal aquello era una maniobra estratégica para el traslado de tropas por mar hacia regiones de clima muy frío en el norte lejano del país; para el enmascaramiento operativo se hicieron participar medios de radio que con sus transmisiones imitaron el despliegue de puntos de dirección y la concentración de tropas en regiones falsas. Además, en el último momento se entregaron a las tropas recomendaciones para la explotación y conservación del armamento, la técnica y las municiones en las condiciones del clima tropical, las que desempeñaron un rol positivo, pero fueron insuficientes.

La selección del personal para el cumplimiento de la "comisión de servicios especial", como se denominaba entonces a la misión internacionalista en Cuba, se hizo sobre la base de exigencias incrementadas que establecían severas limitaciones, en correspondencia con una directiva especial del Ministerio de Defensa y las exigencias del Comité de Seguridad del Estado (KGB), adjunto al Consejo de Ministros de la URSS. Con esto se perseguía el objetivo de que se enviaran a Cuba oficiales, sargentos y soldados confiables, bien preparados en los aspectos moral, técnico-militar y físico. Sin embargo, estas exigencias complicaron hasta el límite la etapa preparatoria y en ocasiones, dañaron la preparación combativa. En muchos estados mayores, unidades de combate y dotaciones fue sustituido hasta el 35-55 % del personal(1), por lo que hubo que prepararlos y cohesionarlos de nuevo para llevar la preparación al menos hasta la evaluación de satisfactorio. Esta situación afectó principalmente a las dotaciones de cohetes estratégicos y antiaéreos, unidades radiotécnicas y cohetes de defensa costera, entre otras, por lo que en ocasiones hubo que entrenarlas con urgencia al llegar a Cuba, cuando debían haber estado en máxima disposición combativa.

La composición de las tropas y los tipos de armamento fueron los siguientes.

Tropas Coheteriles Estratégicas

Una división coheteril equipada con cohetes nucleares de alcance medio e intermedio. La división fue estructurada con regimientos y bases técnicas pertenecientes a los ejércitos coheteriles de Vinnitsa (Ucrania) y Smolensk (República Federativa Soviética de Rusia), mientras que el estado mayor correspondía a la División Romenskaya del ejército de Smolensk, condecorada con las órdenes de "Suvorov" y "Kutuzov"; estaba compuesta por cinco regimientos, tres equipados con cohetes de alcance medio del tipo R-12 (SS-4 según la denominación de la OTAN) y dos con cohetes de alcance intermedio R-14 (SS-5). Cada regimiento se encontraba organizado en dos grupos de combate, los que poseían una batería radiotécnica y cuatro rampas de lanzamiento. Para cada regimiento había una base técnica coheteril, cuya misión fundamental consistía en garantizar la correcta explotación de las cabezas de combate nucleares de los cohetes, el aseguramiento de las condiciones establecidas de conservación, su mantenimiento y la realización de las comprobaciones periódicas de las mismas. La división fue reforzada con una base móvil de reparaciones, un batallón de zapadores y un grupo de artillería antiaérea de 100 mm. La división estaba integrada por aproximadamente 11 mil efectivos, de los cuales 1 900 eran oficiales. Su jefe era el mayor general Igor Statsenko.

En total la división coheteril estratégica tenía 40 rampas de lanzamiento (RL), 24 de ellas para cohetes de alcance medio R-12 y 16 para los cohetes de alcance intermedio R-14. El módulo de cohetes era de 36 cohetes R-12 y 24 del tipo R-14, a razón de un cohete por rampa y uno de reserva para dos rampas de lanzamiento. Los regimientos equipados con cohetes R-12 tenían un cohete de instrucción para cada grupo de combate, para un total de seis cohetes de instrucción.

Los cohetes R-12 podían batir blancos que se encontraran a distancias de 700 a 2 100 kilómetros; para cada grupo de combate se establecía la dirección principal de lanzamiento, y los blancos a batir se podían encontrar ubicados por acimut hasta 13 grados a la izquierda y 23 grados a la derecha de esa dirección principal, lo que se debía a condiciones técnicas relacionadas con la existencia de una batería radiotécnica para las cuatro rampas de lanzamiento de cada grupo de combate. Uno de estos grupos había participado en las maniobras experimentales del año 1961, en las que había efectuado el primer lanzamiento, en el polígono de Novaya Ziemlia, de un cohete R-12 con cabeza nuclear de combate desde una posición de campaña. Igualmente, una de las brigadas de ensamblaje de las bases técnicas coheteriles fue la que preparó la carga nuclear de combate para ese cohete. Además, todas las dotaciones de los regimientos y bases técnicas tenían experiencia en la preparación y realización de lanzamientos con cohetes de instrucción, adquirida en el polígono de Kapustin Yar. Los cohetes R-12 tenían una longitud y diámetro de 22,1 y 1,65 metros respectivamente, por lo que difícilmente podrían confundirse con las palmas. La potencia de la carga nuclear de un cohete R-12 era de un megatón, es decir, 77 veces más poderosa que la bomba que arrasó a Hiroshima.

En los emplazamientos los cohetes habitualmente no se encuentran en posición vertical en las rampas de lanzamiento, están en posición horizontal sobre carretillas tecnológicas especiales, ubicados en lugares protegidos cercanos a las RL; las cabezas de combate nucleares no están instaladas en ellos por razones de seguridad y porque las mismas requieren de condiciones especiales de conservación; si los cohetes son de combustible líquido no se encuentran abastecidos con sus componentes: el combustible propiamente dicho y el oxidante, pues estos son muy agresivos, especialmente el oxidante, y a partir del momento en que el cohete es abastecido por primera vez se limita considerablemente su plazo de vida útil, como consecuencia del desarrollo del proceso de corrosión en los tanques, por esta causa los cohetes solamente son abastecidos en los minutos precedentes al lanzamiento. Si la carga nuclear se encontrara en el refugio preparado especialmente para ellas en el emplazamiento del grupo de combate, el plazo de tiempo necesario entre la recepción de la orden de lanzamiento y el momento en que este puede ser efectuado era de dos horas y treinta minutos para los cohetes R-12; este tiempo se desglosaba en dos horas y diez minutos para trasladar la carga hasta el cohete, acoplarla y colocarlo en posición vertical en la RL, más veinte minutos para introducir la tarea de vuelo hasta el blanco designado y abastecerlo con combustible.

Los cohetes de alcance intermedio R-14 podían batir blancos a las distancias de 1 900 a 4 500 kilómetros, tenían una longitud y diámetro de 24,4 y 2,4 metros, por lo que la probabilidad de que pudieran ser confundidos con palmas era aun menor. La potencia de la carga nuclear de los R-14 era de 1,65 megatones (2), es decir, 127 veces más potente que la bomba de Hiroshima.

Con los cohetes R-12 y R-14 emplazados en Cuba se podían batir blancos en toda la profundidad del territorio continental de los Estados Unidos. La misión de la división coheteril consistía en poner las unidades en disposición combativa en los plazos establecidos y estar lista para atacar los blancos importantes asignados en territorio de los Estados Unidos, lo que solo se haría en caso de recibir la orden expresa de Moscú al iniciarse la guerra.

Fuerza Aérea

Estaba integrada por un escuadrón de bombarderos ligeros, un regimiento de helicópteros y dos regimientos de cohetes alados tácticos.

El escuadrón de bombarderos ligeros tenía 11 aviones IL-28, seis de ellos especialmente equipados para transportar bombas nucleares, y se enviaron a Cuba seis bombas nucleares de seis kilotones de potencia (0,45 de la bomba de Hiroshima). Esta carga útil podía ser transportada a una distancia de 200 millas (según la inteligencia norteamericana esa distancia era de 750 millas). Este era un avión obsoleto, de poca velocidad, bajo techo de vuelo y poca maniobrabilidad, que podía ser empleado, según los soviéticos, para la defensa costera, bajo la protección de la defensa antiaérea de las fuerzas propias, mas no podía cumplir misiones de bombardeo a gran distancia, debido a su vulnerabilidad. Ya habían sido retirados del armamento casi por completo.

El regimiento de helicópteros contaba con 33 máquinas del tipo MI-4 que estaban destinadas para la evacuación de heridos y enfermos, para realizar la exploración y para el traslado de personal y cargas de poco peso.

Los cohetes alados tácticos tierra-tierra eran del tipo FKR-1. Cada regimiento estaba integrado por dos grupos de combate y una batería técnica. El grupo de combate tenía dos baterías de dirección y cuatro rampas de lanzamiento. En total los dos regimientos contaban con 16 rampas y cinco cohetes cada una, para un total de 80 cohetes. Su alcance era de 150 kilómetros y la altura de vuelo podía variar de 300 metros a más de dos kilómetros, la que se regulaba en dependencia del relieve del terreno, tratando siempre de que el vuelo se realizara a la altura menor posible, para dificultar su localización y destrucción. Su velocidad de vuelo era de 0,8-0,9 Match. El blanco terrestre no se localizaba, se determinaba su posición por métodos geodésicos; la dirección del cohete consistía en establecer el acimut de vuelo hacia el blanco y señalarlo con el haz irradiado por la estación de dirección; el cohete volaba siguiendo esa dirección por el método de las señales de igual amplitud. El vuelo era recto y nivelado hasta el inicio de la picada sobre el blanco, no realizaba maniobras ni creaba interferencias para su protección durante el vuelo, por lo que podía ser derribado por una buena defensa antiaérea. La estación de dirección enviaba un mando de radio al cohete para iniciar la picada. La exactitud del tiro era elevada; en los tiros realizados en Cuba posteriormente el error no fue mayor de unas pocas decenas de metros. El peso de la carga de combate era de alrededor de una tonelada; con la carga convencional los fragmentos eran peligrosos hasta varios cientos de metros, pero resultaba poco efectivo el empleo de este cohete; otra cosa sería con las cargas nucleares de 5-12 kilotones (0,4-0,9 de la bomba de Hiroshima).

Los soviéticos enviaron a Cuba 80 cargas nucleares para los FKR, o sea, que había una carga convencional y una nuclear para cada cohete. Generalmente, los grupos de combate se encontraban en un lugar de ubicación permanente y tenían varias posiciones de lanzamiento preparadas. Si la distancia de maniobra no era muy grande (de varias decenas de kilómetros), esta se hacía con los cohetes equipados y abastecidos sobre las rampas de lanzamiento (RL), y estaban listos para el tiro en un plazo de aproximadamente una hora después de llegar a la posición; si la distancia de maniobra era grande los cohetes se llevaban en sus contenedores, sin estar equipados y abastecidos, en este caso el plazo para estar listos para el tiro era de varias horas. El cohete estaba construido sobre la base de un MIG-15 modificado y tenía un motor reactivo a pólvora para despegar de la rampa.

Tropas de la Defensa Antiaérea

Estaban integradas por dos divisiones coheteriles antiaéreas y un regimiento aéreo de cazainterceptores.

Las divisiones coheteriles antiaéreas procedían de la región del Volga y cada una de ellas estaba integrada por tres regimientos con cuatro grupos coheteriles SA-75 y un grupo técnico. Con este tipo de cohetes se podían derribar los aviones enemigos hasta una distancia de 34 kilómetros, si volaban con alturas no mayores de 27 kilómetros. En distintas obras se ha planteado que estos cohetes presentaban una seria limitación, consistente en que no podían disparar contra aviones que volaran a alturas menores de un kilómetro. En honor a la verdad tenemos que decir que esta afirmación no es correcta, la situación no era así... ¡era peor!, pues en realidad no podían disparar contra aviones que volaran a alturas menores de ¡DOS kilómetros! La efectividad del tiro contra aviones en alturas superiores era muy elevada, del orden de los 0,9 y más, es decir, teóricamente podían derribarse nueve de cada diez aviones a los que se les disparara.

La limitación del tiro por debajo de los dos kilómetros de altura se podía compensar formando agrupaciones coheteriles mixtas, integradas por grupos coheteriles SA-75 y otros grupos especiales para el tiro en bajas alturas. En aquella época ya los soviéticos tenían cohetes de bajas alturas, por ejemplo, los complejos S-125, que se habían comenzado a fabricar en 1960, y no está claro por qué no hicieron una agrupación mixta. Una causa podría ser que en aquellos tiempos fuera pequeña aún la cantidad de complejos de bajas alturas y no se decidieran a enviar una parte fuera de la URSS, porque ocupaban posiciones clave en la defensa antiaérea del país.

Otra forma de compensar la limitación del tiro a bajas alturas de los complejos SA-75 era empleando abundante artillería antiaérea de tiro rápido, con el objetivo de obligar a elevar la altura de vuelo de los aviones, pero la artillería antiaérea de la Agrupación de Tropas Soviéticas era ínfima, por lo que se puede concluir que su defensa antiaérea resultaba bastante débil. La causa es inexplicable hasta ahora.

En total los soviéticos trasladaron a Cuba 24 grupos coheteriles antiaéreos, cada uno de los cuales tenía seis rampas de lanzamiento, lo que hace un total de 144 RL. Habitualmente, para cumplir una misión por tiempo prolongado se asignaban dos módulos de cohetes para cada grupo coheteril. Un módulo era de 12 cohetes para un grupo, por lo que suponemos que se trasladó a Cuba una cantidad no menor de 576 cohetes antiaéreos para los complejos SA-75. Estos cohetes también eran de combustible líquido, y su vida útil se limitaba, al igual que en los cohetes de alcance medio, después de ser abastecidos por primera vez, principalmente a consecuencia de la agresividad del oxidante que corroía las paredes interiores del tanque del cohete. A modo de ejemplo podemos citar que la vida útil de un cohete antiaéreo SA-75, es decir, el plazo de tiempo en que el mismo puede ser explotado con seguridad, era de diez años en aquella época, pero esta se limitaba a solo dos años a partir del momento que fuera abastecido con oxidante por primera vez, aunque después ese líquido fuera evacuado y se neutralizara el tanque del cohete.

Cada división coheteril antiaérea contaba además con un batallón radiotécnico, equipado con radares de distintos tipos, mediante los cuales eran localizados los blancos aéreos y se transmitían sus trayectorias de vuelo y características a las demás unidades.

El regimiento aéreo de caza estaba equipado con cuarenta aviones MIG-21 F13, destinados para la intercepción de las aeronaves enemigas. Estos eran aviones modernos para la época, con características de vuelo de primera línea y armamento para el combate aéreo. Debían garantizar la lucha contra los aviones enemigos en cooperación con los grupos coheteriles antiaéreos y fundamentalmente en las zonas no protegidas por estos. El regimiento procedía de Kubinka, en la región de Moscú.

Tropas Terrestres

Estaban integradas por cuatro regimientos de infantería motorizada que pertenecían a la región de Leningrado. Los regimientos estaban reforzados con batallones de tanques y tres de ellos contaban además con grupos de cohetes tácticos "Luna" de la región de Kiev. Cada regimiento tenía 2 500 hombres y estaba equipado con 31 tanques T-55, tres tanques anfibios PT-76, diez cañones autopropulsados SAU-100, diez carros blindados de reconocimiento, nueve morteros de 120 mm, nueve instalaciones de cohetes dirigidos antitanque, seis obuses de 122 mm, sesenta carros blindados para el transporte de tropas y baterías de artillería antiaérea de 57 mm con equipo de dirección del fuego. Los cohetes tácticos "Luna" eran balísticos y se utilizaban contra blancos terrestres, estaban autopropulsados sobre la base del tanque PT-76; su alcance era de 40-55 km. Cada grupo contaba con dos rampas de lanzamiento móviles y fueron enviados a Cuba 36 cohetes, 24 con cargas convencionales y 12 con cabezas de combate nucleares de tres kilotones, es decir, tenían una potencia igual a 0,23 de la bomba de Hiroshima (3). La misión fundamental de los regimientos de infantería motorizada consistía en proteger las unidades coheteriles y otras unidades de la Agrupación, así como al estado mayor de la misma, y cooperar con las FAR para aniquilar los desembarcos navales y aéreos del enemigo en caso de producirse.

Marina de Guerra

Estaba compuesta por una escuadra de buques de superficie integrada por dos cruceros, dos destructores portacohetes y dos destructores regulares (4); una división de siete submarinos de ataque portacohetes, cada uno con tres cohetes R-13 de 540 kilómetros de alcance y cabeza de combate nuclear, cuatro torpedos con carga nuclear y torpedos con carga convencional; una brigada de cuatro submarinos regulares con torpedos de carga nuclear y convencional; una brigada de doce lanchas coheteras, cada lancha con dos cohetes de carga convencional y cuarenta kilómetros de alcance; un regimiento de bombarderos ligeros IL-28 equipados con minas y torpedos y un regimiento de cohetes alados de defensa costera tipo "Sopka", para ser utilizados contra barcos de superficie; el alcance de estos cohetes era de ochenta kilómetros y llevaban cargas de combate convencionales, aunque existen testimonios de algunos oficiales soviéticos de que para ellos se llevaron varias cabezas de combate nucleares, sin precisar su cantidad y potencia (5).

Los cohetes del complejo "Sopka" volaban a 300 metros de altura para dificultar su localización, pues podían ser derribados por los medios de defensa antiaérea. El regimiento radicaba en Poti, en el Mar Negro, y contaba con cuatro grupos de combate con dos rampas de lanzamiento cada uno; dos de los grupos de combate procedían de la región del Báltico. En total llegaron a Cuba 34 cohetes de este tipo, que empleaban un sistema de radiocorrección a distancia para la dirección del vuelo; este sistema se desconectaba al encontrarse el cohete a siete kilómetros del blanco, cuando comenzaba a funcionar una cabeza activa de radiolocalización para la autoconducción, instalada a bordo del cohete. Estaban construidos sobre la base de un MIG-15 modificado, tenían gran precisión de impacto y se consideraba que dos cohetes bastaban para hundir un blanco del tipo crucero, siendo necesario un solo cohete para embarcaciones de menores dimensiones.

Antes de pasar a otro aspecto, quisiera señalar que si las tropas soviéticas en Cuba hubieran tenido que defender los cohetes estratégicos y a sí mismas contra una invasión, sería difícil creer que se hubieran abstenido de emplear cualquiera de sus armas, combatiendo con una mano atada a la espalda, especialmente en las situaciones desesperadas que pudieran presentarse.

Estas eran, a rasgos generales, las unidades de la Agrupación de Tropas Soviéticas que debían cooperar con las Fuerzas Armadas Revolucionarias para la defensa del país en caso de una agresión.

OTROS ASPECTOS DE LA PREPARACIÓN

Los órganos de retaguardia soviéticos se enfrentaban a una misión extraordinariamente voluminosa, por ejemplo, en las indicaciones del ministro de Defensa al jefe de Retaguardia de las Fuerzas Armadas de la URSS, mariscal de la Unión Soviética Bagramian, del 15 de junio de 1962, se ordenó, entre otras cosas, el envío a Cuba de: 31 mil 380 toneladas de combustible de los distintos tipos, 6 500 toneladas de víveres y 18 mil toneladas de productos de conservación prolongada, 5 000 tiendas de campaña, 215 vagones de municiones diversas, 11 vagones de piezas de repuesto para distintos equipos y 40 vagones de bombas de aviación. Además se ordenaba llevar a los puertos de embarque módulos de ropas de civil y entregarlos a los más de 50 mil efectivos que marchaban a Cuba.

Durante el periodo del 15 de junio al 15 de septiembre distintas fábricas confeccionaron contenedores navales especiales para la transportación de aviones de diversas características, helicópteros y cohetes alados tácticos y de defensa costera.

Para los complejos coheteriles de alcance medio R-12 se confeccionaron plazoletas de lanzamiento de hormigón, así como elementos desmontables de este material para confeccionar refugios y depósitos en las posiciones de los grupos de combate, lo que permitiría equipar la posición de lanzamiento en el transcurso de varios días.

Para los complejos coheteriles de alcance intermedio R-14, que tenían un sistema de posiciones de lanzamiento más complejo, estaba prevista su construcción en el lugar por especialistas constructores pertenecientes al Comité Estatal del Consejo de Ministros de la URSS para la Técnica de Defensa y la Radioelectrónica.

Una muestra del volumen de trabajo realizado por el estado mayor de las Tropas Coheteriles Estratégicas es la siguiente: durante la etapa preparatoria de la operación se realizaron cerca de 450 viajes de generales y otros oficiales del aparato central a las tropas.

El 20 de junio, el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de la URSS aprobó la composición definitiva de la Agrupación de Tropas Soviéticas (ATS) que participaría en la Operación "Anadir". (Continuará... )

(*) Teniente coronel (r) y fundador de las Tropas Coheteriles

1 Al borde del abismo... Ob. Cit. p. 61.
2 Diez Acosta, Tomás: Peligros y... Ob. Cit. p. 100.
3 Lechuga, Carlos: En el ojo de la tormenta. SI-MAR S. A. La Habana, Cuba, 1995, p. 89.
4 Gribkov, Anatoli y Smith, William: Operación AÑADIR. Generales estadounidenses y soviéticos relatan la crisis de los cohetes en Cuba. Editado por Alfred Friendly, hijo. Edition q, inc. Chicago, Berlín, Tokio y Moscú.
5 Diez Acosta, Tomás: Peligros y... Ob. Cit. p. 101.