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Raúl Garcés: Fidel era un hombre de pequeños detalles

Fecha: 

27/11/2016

Fuente: 

Cubadebate

Autor: 

Por aquella época era posible verlo con frecuencia. Llegaba disciplinadamente al estudio 11 de la televisión cubana y se sentaba a escucharnos, como el maestro de escuela que quiere calibrar con detenimiento el progreso de sus alumnos.
 
A veces, se quedaba hablando con nosotros durante horas. A primera vista, su agenda de tareas infinitas parecía menos importante que el diálogo con los periodistas, que el acto de persuadirnos, que el propósito de hacernos cómplices de su obsesión por convertir la Mesa Redonda en un campo de batalla ideológico.
 
Unos años después, mientras trasmitíamos una de las Mesas Redondas de Telesur, Randy Alonso Falcón me dijo:
-“Fidel nos está viendo y preguntó por ti”
-¿Por mí?- repliqué extrañado. No podía suponer que un hombre como él, en medio de su marea de ocupaciones políticas, se acordara de un aprendiz de periodista, demasiado joven e indocumentado entonces.
-Sí, por ti. Y me pide que te salude.
 
Tiempo después entendí que, además del estadista de las dimensiones que conocemos, Fidel Castro era, con todo el mundo, un hombre de pequeños detalles. Seducía como pocos y, en verdad, cualquier intento de tomar distancia periodística frente al imán de su personalidad, siempre fue baldío.
 
Fidel Castro ha muerto. Pero el legado que nos deja tiene el tamaño de su estatura.