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Un acto de cariño

Fecha: 

05/11/1995

Fuente: 

Granma

Autor: 

Fidel en la Universidad de La Habana. Un acto de cariño. "Fue un privilegio ingresar en esta Universidad porque aquí aprendí mucho, quizás porque aquí aprendí las mejores cosas de mi vida, y porque aquí descubrí las mejores ideas de nuestra época y de nuestros tiempos, porque aquí me hice revolucionario, porque aquí me hice martiano, porque aquí me hice socialista", expresó ayer el Comandante en Jefe Fidel Castro en el Aula Magna de la Universidad de La Habana. En esa alta casa de estudios tuvo lugar el acto nacional por el inicio del curso en la enseñanza superior, donde Fidel recibió un homenaje de la FEU 50 años después del comienzo de su vida estudiantil universitaria y de su larga trayectoria política y revolucionaria. El edificio de la Facultad de Derecho le vio de nuevo entrar. Traspuso el umbral y recordó los espacios, el tiempo, las costumbres docentes de entonces, los viejos profesores y las historias de aquella vida de estudiante turbulenta, difícil y hermosa como la propia atmósfera de la Universidad de entonces. En el Salón de Historia de la Facultad escuchó atento la explicación exhaustiva del historiador Delio Carreras, y se inclinó después para fijar la vista en las fotocopias de los documentos en que aparece su firma para tratar de definir si le había cambiado en algo o no la caligrafía.

Se detuvo también ante una fotografía de una de las manifestaciones estudiantiles en contra de la dictadura de Batista, luego visitó la amplia sala de conferencias, donde rememoró las clases de Antropología jurídica y las largas horas de estudio para poder vencer en poco tiempo una gran cantidad de asignaturas. Al final del recorrido, entre las altas columnas de la entrada de la Facultad de la que fue discípulo, reconoció que entonces, no veía más que Revolución en su futuro, al responder a una pregunta de un joven estudiante de Derecho. Ya había oscurecido cuando entró en el Aula Magna, donde tuvo lugar el homenaje con que los profesores, trabajadores y estudiantes universitarios quisieron recordar su ingreso en la institución académica más antigua del país. Juan Vela, rector de la Universidad entregó a Fidel un diploma en el que se le reconoce como insigne graduado, por ser quien simboliza a todas las generaciones de cubanos desde que el Archipiélago tuvo conciencia nacional. Alejandro García, presidente de la FEU, puso en manos del Comandante el Premio para un Maestro y le cedió la tribuna para que pudieran escucharle sus alumnos. Una clase de historia fueron después las palabras de Fidel. Dibujó la época, los días y la universidad que él vivió como si se tratara de un cuadro de costumbres. Inspirado, feliz, conmovido, era -al final- como si lo pensara mucho para irse. Concluyó sus palabras y se quedó en medio del aula conversando. Se fue después a la escalinata, donde ya hacía un buen rato había comenzado el concierto del Grupo Moncada. Quizás no pueda hablarse de la noche de ayer de otro modo sino sólo como lo que había sido para él: un acto de cariño.