Peláez, Orfilio

Semilla de la ciencia cubana actual

Fundado el 1ro. de julio de 1965, el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC) es obra genuina del pensamiento visionario de Fidel de gestar un futuro de hombres de ciencia en Cuba, expresado apenas un año después del triunfo revolucionario.
 

Presente de ciencia y pensamiento

Una visionaria frase marcó el punto de partida de lo que sería una colosal obra: «El futuro de nuestro país tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, de hombres de pensamiento, porque precisamente (...) lo que más estamos sembrando son oportunidades a la inteligencia».
 

La joya que concibió Fidel

A principios de la década del 70 del pasado siglo, un grupo de médicos bajo la guía del doctor José Luis Fernández Yero, comenzó a trabajar en el diseño de una tecnología que pudiera hacer el diagnóstico prenatal de malformaciones congénitas, sin riesgo para la madre, en los laboratorios del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC).

Fidel, artífice de la Tarea Vida

Cuando el 25 de abril del 2017 el Consejo de Ministros aprobó el Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático (Tarea Vida), el país ratificaba una vez más su posición de avanzada a nivel mundial en la lucha contra lo que es considerado el más grave desafío ambiental a encarar por la humanidad en la presente centuria.
 

El gigante que desafió a los huracanes

Los cubanos siempre vimos a Fidel ocupar la primera línea de combate para enfrentar los peligros de agresión militar que acecharon a la Patria en diversas ocasiones, sin reparar nunca en los riesgos a su propia vida.
 

Forja de un visionario sueño

Portador de uno de los diseños arquitectónicos más emblemáticos de su época, el surgimiento del Centro Nacional de Investi­ga­ciones Científicas (CNIC), puso de manifiesto que la idea avizorada por Fidel el 15 de enero de 1960 de gestar un futuro de hombres de ciencia en Cuba no quedaba en una simple frase.