Sánchez Serra, Oscar

De deportes, «nada, pero de guerra no sabíamos nada y la ganamos»

Llevaba siempre en su rostro, cual si fuera un centinela, esa sonrisa pícara que solo un buen cubano tiene como sello. Felipe Guerra Matos gustaba de las bromas y, aunque no mostraba dotes de bailador, no dejaba de moverse con los contagiosos ritmos de nuestra música.
 
Pero nada lo distinguía más que la fidelidad a la obra a la que dedicó cada uno de los días de sus fructíferos e intensos 96 años. La Revolución era su novia.
 

En el corazón de Cuba vive su Partido

La obra de una organización política pasa por la manera en que sus postulados se sientan en las entrañas de su pueblo. En el mismo corazón de Cuba, latiendo con ella y con su gente, vive el Partido Comunista de Cuba.
 

La EIDE y su arte de magia

Justo un año después de uno de los más monstruosos crímenes contra Cuba, en el que perdieron la vida 73 personas, al ser saboteado –en pleno vuelo– un avión civil de Cubana de Aviación, nacía, cual homenaje, una revolucionaria concepción en la formación del deportista. Aquellas vidas, sesgadas por las asesinas y terroristas manos del imperio y las de sus asalariados, comenzaban a germinar en el olimpo de la Patria.
 

El mismo joven e invicto deportista

Escuchaba a los deportistas tras cada triunfo, o después de su presentación, en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio, hablar de su pueblo. Tronó el ¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!

El mismo joven e invicto deportista

Quizá, a estos jóvenes que se aprestan a representarnos en los I Juegos Panamericanos Juveniles, en Cali, Fidel les hubiera dicho lo mismo que el 22 de octubre de 1973, a un grupo de atletas: «si yo naciera en esta época ¿saben lo que me gustaría ser? Deportista.

Fidel en los Juegos de Tokio-2020

Escuchaba a los deportistas tras cada triunfo, o después de su presentación en los aún recientes Juegos Olímpicos de Tokio, hablar de su pueblo. Tronó el ¡Patria o Muerte, Venceremos!

Huelga y Pancho, el cátcher de Fidel

Cuando el pasado 29 de marzo Tirándole abordó a uno de los mejores lanzadores de la pelota cubana, José Antonio Huelga, en el recuerdo de su compañero del campo corto, Rodolfo Puente, quedamos en deuda. Entonces, citamos el dato que nos aportaba Sergio Manuel Rodríguez Aguilar, de que al Héroe de Cartagena solo le pegaron nueve jonrones en 881 entradas y un tercio de actuación en series nacionales, pero él no sabía los nombres de aquellos que tuvieron el privilegio de sacarle la bola del parque.
 

El terrorismo no es un trastorno mental

Si los disparos del pasado 30 de abril contra la Embajada cubana en Washington hubieran llenado de huecos a la Casa Blanca (una realidad que no deseamos para nadie), entonces el atacante no tuviera hoy una amplia hoja clínica sicológica o siquiátrica. Aunque fuera un loco de remate, no haría el cuento.
 

¿Saben lo que quisiera ser?: deportista

«Hay dos técnicas en el baloncesto que yo defendí mucho. Una de ellas es el gardeo a presión, hombre a hombre. Yo tenía cierta especialidad en ese gardeo a presión, que es incluso sicológico, porque el hombre se siente desesperado y la responsabilidad está muy definida. En el gardeo por zona no está tan claro. En el ataque era partidario de penetrar en el tablero, jugar a la ofensiva, procurando no cometer foul a la ofensiva y obligando al contrario a cometer el foul.
 

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