Citas

“La Revolución no la hizo una sola generación, la Revolución la comenzó la generación de Céspedes, de Agramonte, de Maceo, de Gómez, de Martí, de Mella, de Villena, de Guiteras; la llevó adelante nuestra generación en el Moncada, en la Sierra Maestra, en la lucha contra las agresiones imperialistas; la lleva adelante nuestra actual generación de jóvenes”.

Referencia al texto original: Discurso pronunciado en el acto central por el Día de los Niños, celebrado en el Jardín Botánico del Parque "Lenin", 17 de julio de 1983

“Antes eran las luchas por los destinos de nuestro pueblo, aunque ya eran en parte también las luchas por los destinos de América, sobre todo cuando Martí escribió en su última carta que todo lo que había hecho y haría era para impedir a tiempo con la independencia de Cuba que los Estados Unidos se extendieran como una fuerza más sobre los pueblos de América. Ya la prédica y el pensamiento martiano tenían un alto contenido universal, un alto contenido internacionalista y se proclamaba la lucha por la independencia de Cuba y de Puerto Rico --que todavía está allí en manos de los yankis--, un país que no tiene ni derecho a invitar a un visitante. Ya Martí se preocupaba por toda la América, ya Martí continuaba los sueños de Bolívar, ya Martí pensaba en la unidad latinoamericana y en la independencia de América Latina frente al coloso del Norte, el monstruo en cuyas entrañas vivió.”

Referencia al texto original: Discurso pronunciado en la inauguración del IV Congreso del Partido Comunista de Cuba, efectuada en el teatro Heredia, Santiago de Cuba, 10 de octubre de 1991

“Siempre recuerdo que Martí de lo primero que hablaba era del decoro del hombre, y decía, incluso, que si había muchos hombres sin decoro, había hombres que tenían el decoro de todo el mundo.”

Referencia al texto original: Discurso pronunciado en la inauguración del IV Congreso del Partido Comunista de Cuba, efectuada en el teatro Heredia, Santiago de Cuba, 10 de octubre de 1991
“¡Tú, Martí, no fuiste jamás vencido el día que caíste en Dos Ríos!, y por ustedes, por su ejemplo, por su muerte, hoy hay millones de cubanos dispuestos a seguir el ejemplo, dispuestos a defender las ideas, y dispuestos a morir, igual que hicieron ustedes, para salvar la libertad, para salvar la justicia, para salvar el honor y el decoro de los hombres; porque sin honor y sin decoro no puede haber vida, ni importa la vida, ni queremos la vida; sin honor y sin decoro no importa la vida, ni queremos la vida, no solo la nuestra, sino incluso la de todos aquellos a los que amamos. ¡Sin honor, sin decoro, sin independencia y sin dignidad no es nada un pueblo, no importa la vida de un pueblo!”
Referencia al texto original: Discurso pronunciado en la clausura del IV Congreso del Partido Comunista de Cuba, efectuada en la Plaza General Antonio Maceo, en la ciudad Héroe de Santiago de Cuba, el 14 de octubre de 1991
“…porque las ideas de Martí y de su pléyade de compañeros de lucha se juntaron con las ideas de Marx, de Engels y de Lenin, porque a nuestra sangre patriótica se juntó toda nuestra sed de justicia y de libertad, porque a nuestra sangre patriótica se juntó nuestra sangre socialista y comunista. Nadie tuvo nunca argumentos más fuertes, ideas morales y éticas más poderosas, una causa más justa que defender, un honor y una dignidad más grande que guardar, una bandera más independiente y más gloriosa que defender.”
Referencia al texto original: Discurso pronunciado en la clausura del Primer Congreso de los Pioneros, efectuada en el Palacio de las Convenciones, el lro de noviembre de 1991
“Martí decía que los hombres que no tenían fe en su patria eran hombres de siete meses. Pero resulta que la Revolución es una gran partera, resulta que la Revolución es una gran medicina en el orden moral, en el orden espiritual, y podríamos decir que el número de sietemesinos, con la Revolución, ha disminuido considerablemente en este país.”
Referencia al texto original: Discurso pronunciado en la clausura del Primer Congreso de los Pioneros, efectuada en el Palacio de las Convenciones, el lro de noviembre de 1991
“[…] si se hubiera desalentado Martí cuando La Fernandina, cuando el desembarco; si se hubieran desalentado los patriotas cuando la muerte de aquellos ilustres jefes, entonces no habríamos tenido jamás la patria que tenemos hoy, la historia que tenemos hoy, la gloria que tenemos hoy.”
Referencia al texto original: Discurso pronunciado en la clausura del Primer Congreso de los Pioneros, efectuada en el Palacio de las Convenciones, el lro de noviembre de 1991