Discursos e Intervenciones

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ EN EL ACTO DE INAUGURACION DEL CURSO ESCOLAR 1977-1978, EFECTUADO EN LA ESCUELA VOCACIONAL "JOSE MARTI", HOLGUIN, EL 1º DE SEPTIEMBRE DE 1977

Fecha: 

01/09/1977
Queridos compañeros:

Algunos tal vez piensen que la lluvia nos aguó la fiesta (EXCLAMACIONES DE: "¡No!"), pero realmente no es así. ¡Estamos contentos, muy contentos! Hacía tanto tiempo o tantos meses que no llovía por esta zona norte de Oriente, donde la primavera fue seca, que nos alegramos mucho de que haya llovido fuerte en estos días. Así crecen las cañas, crecen los pastos, se llenan las presas y micropresas, y se producen más vegetales, más viandas y más alimentos. ¡Bienvenidas sean las lluvias en el norte de Oriente! Y por eso, aunque mojados, nos sentimos doblemente felices en el día de hoy (APLAUSOS).

Aquí no hay quien saque un papel. Yo, de todas maneras, tenía algunos apuntes por aquí, algunos datos, no muchos, los mínimos, los necesarios para comprender lo que significa nuestra escuela y nuestro curso escolar.

En esta nueva provincia, antes de la Revolución teníamos un 35% de analfabetos. En los municipios de Mayarí y de Sagua era el 37% y el 46% respectivamente. Más de 100 000 personas adultas no sabían leer ni escribir. El atraso escolar ya podrán ustedes imaginárselo. Solo el 36% de los niños entre 5 y 14 años asistían a la escuela. Ahora no es así. Ahora tenemos entre el 98% y el 99% de los niños escolarizados.

En este curso escolar hay 330 000 alumnos en todos los niveles. En la enseñanza media tenemos 70 900, lo cual quiere decir que solo en la provincia de Holguín hay tantos estudiantes en el nivel medio como antes había en todo el país. En la enseñanza politécnica hay 18 000, provincia de Holguín, 3 000 más que los que había antes de la Revolución en todo el país. Desde 1970 hasta ahora se han construido en esta provincia 71 nuevos centros escolares.

¿Les interesan esos datos? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!")

El país marcha en forma similar. Este año tenemos, en este curso, 1 838 000 niños en la primaria. Prácticamente todos los niños de edad primaria están escolarizados, y el atraso escolar ha ido disminuyendo mucho. Hay un poco menos de alumnos que el año pasado. ¿Por qué? Porque la promoción en los últimos años ha sido mejor. Y por eso el número de niños en la enseñanza primaria disminuirá en los años futuros no porque falten escuelas o porque falten maestros, sino porque ya muchos de esos niños que eran retrasados escolares han hecho sus seis grados y han pasado a otras enseñanzas.

En cambio, aumenta el número de alumnos en la enseñanza media. Ya en este curso tendremos más de 860 000 alumnos en ese nivel. ¿Ustedes saben lo que significa más de 860 000 alumnos? Y hay más. Porque algunos de los alumnos de la enseñanza media no están contados aquí: los de las escuelas de arte, los de las escuelas militares y otros. Por eso en el futuro debemos poner en la cifra todos los niños y jóvenes que están en la enseñanza media, estén en Educación, estén en el Ministerio de Cultura, en el MINFAR, donde sea.

En la enseñanza superior tenemos 120 000 —es algo—, a lo cual hay que añadir unos 5 000 estudiando en el extranjero.

¿Saben cuántos se han graduado de sexto grado este año que acaba de transcurrir? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") ¿No? ¡A que no lo adivinan! ¿Cien mil? No. ¿Doscientos mil? No. ¡Doscientos setenta mil alumnos se han graduado de sexto grado en la enseñanza regular! (APLAUSOS), a lo que hay que añadir 178 000 adultos que se han graduado de sexto grado. En total, 450 000 ciudadanos de este país se han graduado de sexto grado en este año (APLAUSOS).

A ver si hay algún otro país por ahí por América Latina, o en el llamado Tercer Mundo, que pueda reflejar semejantes cifras tomando en cuenta la población de cada uno.

En secundaria básica se graduaron 123 000 estudiantes, y en preuniversitarios casi 25 000.

El número de alumnos del nivel medio ha crecido aproximadamente diez veces desde el triunfo de la Revolución. También hay hoy ocho veces más profesores y maestros que antes de la Revolución.

Ya no me quedan muchos datos por aquí (RISAS). Y si me quedan, están mojados ya (RISAS). Bueno, estos son más o menos los datos (RISAS).

Bueno, ¿puedo dar alguno más? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") ¿Saben cuántos alumnos becados hay en el país? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") Pues se lo voy a decir: 547 000 (APLAUSOS). ¿Y saben cuántos alumnos seminternos? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") Trescientos treinta y siete mil (APLAUSOS). Total: entre alumnos becados y seminternos, casi 900 000 (APLAUSOS). Hay más alumnos becados y seminternos en el país que habitantes tiene la provincia de Holguín.

Ahora, todo no anda bien. ¿Cómo estuvieron las promociones este año? (EXCLAMACIONES DE "¡Bieeen!"). Bueno, ustedes dicen: bieeen. Aquí en esta escuela estuvieron bieeen: tuvieron un ciento por ciento de promoción (APLAUSOS). Llevan dos cursos con un ciento por ciento de promoción (APLAUSOS). ¡Bieeen! Las provincias en general estuvieron bien, sin eeen.

El promedio nacional fue de casi un 90%; pero tuvimos dos provincias que estuvieron maaal (RISAS) las provincias Ciudad de La Habana y la provincia de La Habana. La provincia Ciudad de La Habana tuvo un 78,1% de promoción en secundaria básica, y La Habana interior o provincia de La Habana tuvo un 81,5%. Y, naturalmente, eso rebajó el promedio nacional.

Esto se debió, desde luego, a un mal trabajo. A un mal trabajo del Partido en esas provincias, a un mal trabajo de los Poderes Populares en esas provincias, y su culpa también la tiene el Ministerio de Educación, porque sabía que había dificultades, tenía que haber insistido más, tenía que haber presionado más, y no presionó lo suficiente, ni insistió lo suficiente, o al menos debió advertir al Comité Central de que teníamos dos provincias con esas dificultades, para que a tiempo se hubiesen adoptado las medidas pertinentes.

Claro que también ocurrió el cambio institucional, y eso dificultó; pero las dificultades en las provincias de La Habana se debieron a un mal trabajo, a una mala organización, a una mala planificación, que obligó después a la dirección del Partido a hacer un llamado a exámenes extraordinarios, por excepción. Y decimos que por excepción porque no conviene al país, ni conviene a la educación, el facilismo. Los alumnos tienen todo el año para estudiar, y para estudiar no al final sino todos los días (APLAUSOS), de modo que puedan estudiar sus asignaturas y obtener buenos resultados en los exámenes.

Hay, además, siempre un examen extraordinario a final de curso; pero no es correcto un examen extraordinario adicional en el mes de agosto o septiembre, entre otras razones no solo porque ello promueve el facilismo en los estudiantes, sino, además, porque es la fecha de vacaciones de los profesores. Los profesores tienen que trabajar muy intensamente durante todo el año con las clases que deben preparar, las evaluaciones constantes, las pruebas parciales, y es justo que los profesores tengan su descanso durante el verano, igual que los alumnos (APLAUSOS).

Por eso, no se debe estar contando con exámenes extraordinarios en agosto, de ninguna forma; hay que contar con las evaluaciones constantes, las pruebas parciales, las pruebas finales y el extraordinario de fin de curso.

Pero sí se impone la necesidad de hacer un buen trabajo. Esa responsabilidad corresponde, en primer término, al Partido de cada provincia; corresponde también a los Poderes Populares.

Téngase en cuenta que la administración de todos los centros de enseñanza primaria y secundaria ha pasado a los Poderes Populares (APLAUSOS). Y es necesario que en cada provincia los Poderes Populares le presten la debida atención a esta cuestión.

Pero además el poder central cuenta con el Ministerio de Educación, que debe establecer los métodos, el control y la fiscalización de cómo marcha el curso. Y el Ministerio de Educación no debe tener ningún temor a exigir a los Poderes Populares Provinciales la aplicación rigurosa y estricta de la metodología, y la atención debida a la educación. Y es obligación del Ministerio de Educación exigir al sector correspondiente del Poder Popular, y al Poder Popular, la máxima atención a la educación; informar al Partido inmediatamente a nivel provincial, donde detecte cualquier dificultad; e informar oportunamente al Comité Central, para que no se vuelvan a repetir los problemas de las provincias de La Habana.

Se hizo el extraordinario, dio algunos resultados, elevó un poquito; pero menos de una tercera parte de los alumnos que fueron al extraordinario, aprobaron. Y es que no se puede resolver y crear en tres semanas, lo que hay que resolver y crear durante todo el año.

La provincia que quedó nacionalmente en primer lugar fue la provincia de Santiago de Cuba (APLAUSOS), donde promovieron más del 99% de los estudiantes de secundaria y de pre, ¡más del noventa y nueve por ciento! (APLAUSOS) Debemos añadir que los estudiantes orientales están adquiriendo prestigio y fama de buenos estudiantes en todo el país (APLAUSOS). Porque hay alumnos de las provincias orientales... Oriente era tan grande y nacieron tantos y tantos, ¡y tantos!, muchachos hace algunos años (RISAS), que hay que mandar estudiantes de estas provincias a Isla de Pinos, al Plan Jagüey en Matanzas, y a otras partes del país. Pero en esos lugares los compañeros están muy contentos con los estudiantes orientales, porque son buenos estudiantes y buenos trabajadores (APLAUSOS).

Y nada nos alegra tanto como esa realidad, puesto que las provincias orientales eran, desde el punto de vista educacional, las más atrasadas del país; y desde el punto de vista económico, las más pobres. Por eso es una buena noticia este hecho de que los orientales, dando una vez más el ejemplo, se comportan como buenos estudiantes (APLAUSOS).

Siendo así, cuánto nos satisface a todos inaugurar en la ciudad de Holguín una escuela como esta (APLAUSOS). De entre los papeles mojados hay aquí algunos datos de lo que tiene esta escuela.

Empezó a llover otra vez. Tal vez esto sea para ayudar a las áreas verdes (RISAS).

La escuela cuenta con 75 aulas, 14 laboratorios de física, 12 laboratorios de biología, 8 talleres de educación laboral, 8 salones de dibujo, 2 anfiteatros con capacidad para 150 alumnos cada uno, 28 locales de trabajo para las cátedras, un centro de cálculo, 24 locales para círculos de interés, 16 locales para la educación artística, una biblioteca, medios audiovisuales, hemeroteca, discoteca, 2 salones de lectura, 2 salas de estudio individual y 4 salas de seminarios; salones para reuniones de claustros, un museo de ciencias naturales, cine-teatro, gimnasio, 3 piscinas olímpicas, 10 canchas de baloncesto, 10 canchas de voleibol, 2 canchas de tenis, 2 campos de balonmano y 3 campos de pelota. Pero en esto de la pelota estamos discutiendo, porque falta uno por hacer (RISAS Y APLAUSOS). ¡Demasiados peloteros! ¿Tres de pelota y uno de balompié y campo y pista? ¡No! Sería mejor redistribuir. Y sí podemos; como está por construir el tercero de pelota, podemos tener 2 de pelota y 2 de balompié y campo y pista. ¿No les parece? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") ¿O es que todos ustedes quieren ser peloteros? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!")

Tiene, además, un hospital de 47 camas, un gabinete estomatológico, y cuenta con un centro de elaboración de alimentos para 6 000 raciones. Los dormitorios están ubicados en 11 edificios de cuatro plantas cada uno.

Les voy a decir una cosa, esta escuelita es el equivalente a 12 secundarias básicas en el campo (APLAUSOS). Tiene más de 90 000 metros cuadrados de edificaciones, y un área de una caballería y media.

¿Qué cosa tenían los capitalistas parecido a esto (EXCLAMACIONES DE: "¡Nada!") ¿Qué escuelas tenían, incluso para los burgueses? Las escuelas de los burgueses en esta provincia tenían capacidad de 30 alumnos internos, algunos cientos de alumnos entre internos, seminternos y externos. Y aquí, en Holguín, tenemos ahora esta escuela de más de 4 500 alumnos internos (APLAUSOS). Y no para los burgueses: para los hijos de nuestros trabajadores, de nuestros obreros y campesinos (APLAUSOS). Y ustedes saben que aquí no se ingresa por recomendación de nadie. ¿Ustedes lo saben? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!"). Antes, en el capitalismo, para ingresar en un hospital, hacía falta una recomendación de don Fulano, y para ingresar en una escuela no hacía falta ninguna recomendación porque no tenían escuelas (RISAS). Pero cuando había una escuelita con algunas becas, eso era cuestión de padrino, recomendación, etcétera, etcétera. ¿Ustedes lo saben? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") No, ustedes no lo saben porque ustedes no vivieron esa época (RISAS). Los que lo saben son estos que están allá a la derecha, estos compañeros trabajadores, constructores; estos lo saben bien, porque vivieron en aquella época (APLAUSOS PROLONGADOS).

En estas escuelas se ingresa por riguroso expediente y por riguroso comportamiento, porque el expediente tiene en cuenta el nivel académico y el comportamiento del alumno. El derecho a estar en esta escuela se lo han ganado ustedes con sus estudios (APLAUSOS). ¡Y no puede ser de otra forma!

Esta escuela en la actualidad presta servicios a tres provincias: Holguín, Granma y Las Tunas. Pero nuestro Partido tiene el propósito de que en cada provincia haya una escuela vocacional, porque esta se concibió antes de la nueva división político-administrativa. De modo que en el futuro habrá una escuela vocacional no tan grande, de unos 2 500 alumnos, en Granma, y otra escuela vocacional similar en Las Tunas, y esta escuela de 4 500 quedará para Holguín, que es la provincia más grande de las tres. El país llegará a tener capacidad aproximadamente para 40 000 alumnos vocacionales.

Es este principio del expediente que se va aplicando cada vez más en nuestra educación: los mejores alumnos de primaria ingresarán en las escuelas vocacionales; los mejores alumnos de secundaria, en general una gran parte de los alumnos de secundaria, pero los mejores expedientes, ingresarán en los preuniversitarios; y una gran parte de los alumnos preuniversitarios, pero los mejores expedientes, ingresarán en las universidades.

De modo que, ¿cuál es la oportunidad de un niño de llegar a la universidad? El expediente: el expediente en primaria, el expediente en secundaria y el expediente en el preuniversitario. ¡Esa es la regla! Llegará el día en que tengamos incluso muchos graduados universitarios —puede ser que más graduados universitarios que cargos para esos graduados—, y entonces también en el futuro habrá que aplicar el criterio del expediente. Si se gradúan 1 000 y hay 800 plazas, esas 800 plazas deben ser para los mejores expedientes.

Pero sobre esto no hay que preocuparse, porque yo no sé cuándo va a llegar el día en que sobren los graduados universitarios, no solo por nuestras necesidades, sino por las necesidades del mundo (APLAUSOS). Hacen falta graduados universitarios en Cuba y hacen falta graduados universitarios en otros países. Si estos son muy pobrecitos, les brindamos la ayuda y no les cobramos nada; si tienen recursos económicos y naturales importantes y pueden pagarnos una compensación económica por nuestros técnicos, nos la pagan. Así es la cosa. Habrá trabajo para nuestros técnicos aquí o fuera de aquí. Ese no es problema (APLAUSOS).

Quiero referirme a una cuestión que es importante, porque no podemos olvidarnos de nada. Tenemos que atender la educación, promover los técnicos, hacer muchos esfuerzos; pero tenemos que cuidar la defensa del país, porque sin Revolución no hay educación (APLAUSOS), y la defensa de la Revolución es muy importante. ¿Quiénes defenderán la Revolución? Nuestros jóvenes, todo el pueblo; pero también nuestros oficiales y nuestros soldados.

Tenemos el Servicio Militar... Ah, ya veo que tenemos por allá una representación de los Camilitos (APLAUSOS).

Antes había muchos jóvenes con atraso escolar, muchos jóvenes que no estaban en la escuela; y cuando se llamaba al Servicio, se procuraba no llamar a los alumnos preuniversitarios, no llamar a los graduados de las escuelas tecnológicas, para no afectar la economía. Pero —como planteamos en el Congreso— va llegando el momento en que todos los jóvenes están estudiando, en que todos los jóvenes van a ser preuniversitarios o técnicos medios; entonces va llegando el momento —ha llegado ya en parte el momento— en que para llamar al Servicio hay que llamar a alguien, ¿no? ¿A quiénes? A los graduados del nivel medio.

¿Qué principio hemos acordado? Las hembras no tienen problemas, no tienen Servicio (RISAS) —a veces protestan de eso, y con razón; pero los varones tienen la Ley del Servicio Militar. Hemos planteado mantener el principio del expediente, de la emulación desde la enseñanza primaria hasta la universitaria: los mejores vienen a las escuelas vocacionales, los de primaria; los mejores expedientes de secundaria van para el pre; los mejores del pre van para la universidad.

Hemos establecido el principio para el futuro de que unos 10 000 estudiantes varones graduados de pre, por su expediente, vayan a las universidades directamente; desde luego, después durante los estudios tendrán que hacer la cátedra militar; una vez terminada la carrera, tendrán que recibir una preparación que les permita servir como oficiales de la reserva, y además, tendrán que hacer el servicio social donde se les mande: en Cuba, o fuera de Cuba (APLAUSOS). Diez mil por expediente. Es decir, que la oportunidad de ir a la universidad se la ganan con su expediente escolar.

Ahora bien, los que no estén incluidos en ese expediente harán el Servicio Militar, pero tendrán una nueva oportunidad para ingresar en las universidades; es decir, que se podrá ingresar en las universidades a través del expediente escolar, y además, aquellos que no ganaron esa oportunidad a través del expediente escolar, podrán ganarse esa oportunidad a través del Servicio Militar General (APLAUSOS).

¿Qué quiere decir esto? Que un joven que por expediente no pasó al pre, pasó a un instituto tecnológico y se graduó y después hizo el Servicio, o que por expediente no pasó a la universidad, del pre, y hace el Servicio, de acuerdo con su comportamiento en el Servicio tendrá una nueva oportunidad para estudiar en la universidad (APLAUSOS).

Tenemos el propósito de seguir ampliando nuestras universidades, tanto como nos lo permitan los recursos económicos del país. Ampliaremos. Ahora vamos a tener 120 000 universitarios en Cuba, y unos 5 000 en el extranjero; para 1980 tendremos en el país unos 150 000. Y ahora estamos analizando qué podemos construir, porque si hemos construido escuelas como estas, ¿cómo no vamos a poder construir facultades universitarias? Construiremos facultades universitarias y ampliaremos, tanto como nos permitan nuestras fuerzas, las capacidades universitarias. Y en el futuro se ingresará en la universidad, bien a través del expediente escolar, o bien a través del Servicio Militar los que perdieron la oportunidad de ingresar a través del expediente escolar (APLAUSOS). Claro que los que hayan hecho el Servicio no estarán obligados después a hacer el servicio social, eso corresponderá a los que por expediente ingresen directamente en la universidad.

Hemos analizado estas formas para hacer las cosas del modo más justo, para mantener la emulación, la importancia del expediente, la oportunidad de ingresar a la universidad por el expediente, o la oportunidad de ingresar a través del Servicio, después de cumplido el Servicio, para aquellos que no lo obtuvieron por el expediente.

En el MINFAR están estudiando, para esos casos —y no es una promesa— de graduados de pre o de técnicos medios, que por su comportamiento puedan ir a la universidad, la posibilidad de reducirles el tiempo de Servicio. No es una promesa. Se está estudiando esa posibilidad, para que en esos casos, en vez de tres, hagan dos o dos años y medio.

Esas son las perspectivas para ingreso en la universidad.

Pero nuestro Partido tiene el propósito de aumentar, tanto como nos permitan nuestros recursos —repito—, las capacidades universitarias. Y no tenemos temor de que haya demasiados graduados universitarios en este país.

Hay una buena noticia para los del Destacamento Pedagógico, para el nuevo (EXCLAMACIONES DE: "¿Cuál?"), para el que comienza ahora en la universidad con nivel de preuniversitario. Los dirigentes angolanos nos han explicado que se les está presentando un problema, dicen que tienen ahora casi un millón de alumnos en las escuelas primarias; las secundarias de ellos comienzan en 5to grado. Ellos plantearon que necesitan con cierta urgencia 1 000 profesores de nivel medio, incluso están dispuestos a pagar una compensación al país por el trabajo de esos profesores; no los tenemos, porque nosotros los necesitamos también. Pero en el Destacamento Pedagógico, con el nivel de pre, entran en la universidad 6 000; entonces estamos analizando la posibilidad de crear un Destacamento Pedagógico internacionalista (APLAUSOS), cuyo primer contingente serían unos 1 000 alumnos, de esos que ingresan a la universidad ahora; de este contingente, del otro no (EXCLAMACIONES DE ALUMNOS DEL DESTACAMENTO PEDAGOGICO).

¡Cómo!, si a ustedes los del primer destacamento los estamos necesitando aquí para nuestras escuelas secundarias y pre. No quejarse. Algún día les puede llegar su turno también a ustedes, no se quejen.

Los que ingresan ahora en pre. No podemos sacar los que se graduaron ya del Destacamento, los tenemos distribuidos en todas nuestras secundarias por todo el país; no podemos distribuir los que están ahora en el Destacamento, que ingresaron con 10mo grado, están distribuidos por todo el país.

¿Cómo resolver este problema? Ahora ingresan 6 000 en la universidad, Destacamento Pedagógico de graduados de pre. Esos no van a dar clases de inmediato, los dos primeros años no dan clases, no los estamos contando en nuestras escuelas. Entonces, la idea que tenemos es la posibilidad de organizar 1 000 de esos 6 000 —las clases allá, en Angola, empezarán en marzo, abril—, seleccionar 1 000 voluntarios, después que tengan vencido su primer semestre.

Como ustedes saben, esos estudiantes que ingresan ahora en el Destacamento con nivel de pre, estudian dos años sin dar clases, y después hacen dos semestres de práctica docente en los últimos años. La idea que tenemos es que estos se movilicen, 1 000 de ellos constituyan el Destacamento internacionalista que va a llevar el nombre de Che Guevara, Destacamento Pedagógico Internacionalista "Che Guevara" (APLAUSOS PROLONGADOS).

Esos, con el primer semestre de estudio, irían a Angola. Estarían dos años; seguirían sus estudios allá, en ese tiempo, pero cursarían un año en dos; darían clases y seguirían sus estudios, pero calculamos que podrían hacer un año en dos. Después regresan y no tendrían que hacer la práctica docente, y entonces podrían hacer tres años de sus estudios en dos aquí, al no tener que hacer la práctica docente, porque ya habrían hecho la práctica docente en Angola. Estamos estudiando una solución que no nos afecte a nosotros y les ayude a resolver el problema a los angolanos.

Ahora, son 6 000. Organizaremos el Destacamento de un máximo de 1 000, pueden ser un poco menos; pero a la vez ingresamos 1 000 más en los institutos superiores pedagógicos. Esto significa un incremento de 1 000 más. De modo que en vez de 6 000, que era el cálculo que se había hecho, ingresarían 7 000.

El año que viene tenemos que estudiar, discutir con los angolanos cuántos necesitan, porque eso crece como la espuma también, igual que aquí. Entonces, si necesitan 2 000, en vez de 6 000 ingresaríamos en las universidades 8 000; es decir, tendríamos que aumentar la matrícula en la universidad en un número equivalente a los que fueran a dar clases en el exterior.

Esto es ventajoso para nosotros, puesto que esos jóvenes estarían ayudando a Angola y estarían ayudando a Cuba, a la vez estarían preparándose, al mismo tiempo aumentan el número de los que ingresan en la universidad, que ustedes saben que en la actualidad, por cuestiones de capacidad, está limitado; y a la vez le brindaríamos una importante ayuda al pueblo hermano de Angola (APLAUSOS).

De modo que aprovecho esta oportunidad para exponer esta posibilidad de que se cree el Destacamento Pedagógico Internacionalista "Che Guevara" (APLAUSOS).

Claro, no darán clases de gramática portuguesa, porque nuestro Destacamento no sabrá portugués; pero matemáticas, física, química, geografía; quién sabe, menos gramática, todo pueden enseñar.

Esto, a la vez, nos trae sobre el tapete una cuestión importante: la cuestión de los idiomas. Resulta que el inglés no nos gusta, porque los yankis hablan inglés y son imperialistas; el francés tampoco nos gusta mucho, por las razones que sea, tal vez porque no había tradiciones. ¿Pero qué ocurre? Casi en todos estos países del llamado Tercer Mundo, los que no hablan portugués, hablan inglés y hablan francés. Ustedes van al Africa y en todos los países, excepto estos países que eran colonias portuguesas, todos hablan inglés o francés; van a países arábigos, y hablan inglés o francés, aparte del árabe, por supuesto; van al Asia, y muchos de los países asiáticos hablan inglés o francés.

Nosotros tenemos médicos en muchos países, en 17 países tenemos médicos. Y si están en Tanzania, allí se habla inglés; si están en Etiopía, allí se habla inglés; si están en el Congo (Brazzaville), allí se habla francés; si están en la República de Guinea, allí se habla francés también; si están en Argelia, allí se habla árabe por supuesto y francés. De modo que en este llamado Tercer Mundo, este mundo subdesarrollado, los tres idiomas que se hablan son: español en América Latina, y en el resto inglés y francés. Esos son los tres idiomas que se hablan en todo ese mundo subdesarrollado. Y a nuestro país se le abre una perspectiva de colaboración y de trabajo en esa inmensa área del mundo, a nuestros ingenieros, a nuestros médicos, a nuestros técnicos, a todos.

Con el portugués no hay problema; no es igual que el español, pero lo hablamos y nos entendemos. Y uno puede dar una clase de matemáticas en español, y alguien que habla portugués la entiende. ¿Y si otro día nos piden esta colaboración en países que hablan inglés? Entonces tenemos que enseñar matemáticas en inglés y biología en inglés; y si hablan francés, hay que enseñarlo en francés. Esa es la situación.

A nuestro país se le abre un inmenso campo hacia el futuro, de colaboración, con todos esos países. De dos formas —repito—: si son muy pobrecitos, se la damos gratuitamente; si tienen recursos, nos pagan una compensación por esa ayuda.

Si miramos a las necesidades del mundo, entonces no habrá que poner límites a las carreras universitarias. Hay muchas, pero muchas posibilidades en ese campo.

No me voy a extender sobre esto, porque estamos muy mojados para ponernos a filosofar sobre esos problemas ahora; pero les puedo asegurar que hay muchas posibilidades, y tenemos que estudiar los idiomas pertinentes.

¿Qué hace un médico en un lugar donde se habla francés, si no sabe ni decir buenos días en francés? De ahí la importancia de que nuestros técnicos universitarios estudien esos idiomas; pero también, si es posible, desde la primaria.

Olvidémonos de que los imperialistas hablan inglés y pensemos que Jamaica, nuestro vecino y amigo habla inglés, y Guyana habla inglés, y en el Caribe se habla inglés, y en otros se habla francés, y en Africa se habla inglés y francés, y en Asia también. Y es por eso la importancia de los idiomas. Y tomando en cuenta esta realidad, la importancia de los estudios de inglés y de francés.

Aprovecho este comienzo de curso para plantear esta importante cuestión.

Como siempre, le pregunté al Ministerio de Educación cuáles eran los temas que más le interesaban en este inicio de curso. Ellos siempre tienen muchos temas: el perfeccionamiento del sistema de educación, la promoción, el trabajo de los alumnos, de los padres, de los profesores, etcétera, etcétera, etcétera; pero nadie calculaba un día tan mojado como este para abordar tantas cuestiones.

Hay algunas que tenemos que abordar. Tenemos dificultades; no con profesores. Con todos estos inventos que ha hecho la Revolución de Destacamento Pedagógico, de maestros primarios estudiando en la universidad, etcétera, por suerte, más o menos, tenemos los profesores para los 860 000 estudiantes de nivel medio. ¡Por suerte! No se sabe cómo, pero los tenemos. Pero ya les dije que había casi 900 000 entre becados y seminternos, y el azúcar anda con precios bajos.

Por eso tenemos algunas dificultades materiales al inicio de este curso. Por limitaciones en el papel, no pudimos tener todos los libros de texto para el comienzo del curso. Se están imprimiendo y se adoptó la medida de, si no se podía imprimir el ejemplar bonito, precioso, lo imprimiéramos en papel gaceta, pero que hubiera un libro. Y los compañeros del Ministerio de Cultura están haciendo el máximo esfuerzo por disponer antes de diciembre todos los libros; pero tuvimos dificultades con los libros, tuvimos dificultades con los uniformes, no había uniformes para toda esa enorme masa que ingresaba, no teníamos uniformes de inmediato para los 860 000. Por eso en algunas escuelas secundarias se comienza el curso con la ropa de trabajo, no con esos bellos uniformes que tienen ustedes; y en algunos, con las ropas que trajeron de la casa. Eso no importa.

No importa si tenemos que empezar el curso en algunos lugares con ropa de trabajo, o con la ropa que traen los alumnos de la casa; lo importante es empezar el curso. No importa que el libro no esté en el papel de primerísima calidad, lo importante es que haya un libro con qué estudiar, y una libreta y un lápiz con qué trabajar en la clase.

Para nosotros lo fundamental es que el curso empezara con todos sus alumnos en primaria, secundaria, preuniversitarios, tecnológicos, universitarios, educación de adultos, etcétera. ¡Ser pobres no nos deshonra! (APLAUSOS) Trabajar en medio de estas dificultades, ¿nos deshonraría? No nos deshonra trabajar en medio de estas dificultades; lo que nos deshonraría es dejar de hacer el esfuerzo, lo que nos deshonraría es dejar de matricular un solo niño en una escuela primaria, o en una escuela secundaria.

Si miramos atrás podemos apreciar cuánto hemos adelantado, y qué escuelas tenemos ya, qué magníficas, formidables escuelas tenemos. Y a pesar de las dificultades, todos los años hacemos muchas de estas escuelas, escuelas como estas y escuelas secundarias las vamos haciendo en gran número (APLAUSOS).

Cada año tenemos más escuelas de este tipo: vocacionales, escuelas de maestros, escuelas politécnicas, escuelas de Camilitos, escuelas primarias de todo tipo, círculos infantiles. Avanzamos todos los años, lo que pasa es que la masa de estudiantes avanzó más que todo lo demás; pero vamos acumulando, porque esta escuela va a durar bastantes años, y la tendremos ahí 15, 20, 30, 50 años. Sí, si la cuidamos sí, a pesar de estos aguaceros que caen de vez en cuando. Ciclones, no le van a hacer nada; terremotos, por aquí no se producen. Si mantenemos bien la escuela, nos puede durar. Y cada año tenemos más escuelas.

Ya, desde luego, cuando haya menos atraso escolar habrá menos alumnos en la primaria. Vamos a llegar en 1980 a más de 1 100 000 alumnos en nivel medio; pero después esa cifra también disminuye, llegará un momento en que tengamos un millón aproximadamente. También llegará el momento, construyendo escuelas por año, llegará el momento en que todas las escuelas de nivel medio sean escuelas modernas.

Este año no pudimos resolver lo del nivel medio con escuelas secundarias en el campo exclusivamente, porque no dábamos a basto. Por eso fue necesario construir un número de escuelas secundarias en el campo y un número de urbanas en las ciudades. No nos gusta, lo repetimos; pero si no podíamos, ¿qué íbamos a hacer? ¿Doscientos setenta mil graduados de sexto grado, cómo se podía responder a esa demanda? Fue necesario hacer unas cuantas decenas de escuelas secundarias en el campo, y unas cuantas decenas de escuelas secundarias en la ciudad. Pero vamos adelantando.

No tenemos por qué desanimarnos, si algunas escuelas empiezan sin el uniforme; no tenemos que desesperarnos, si no tenemos el primer día todos los libros. Los vamos a tener, con un material mejor o peor; sobre todo es muy importante que no falten los libros correspondientes al sistema de perfeccionamiento de la educación, porque si nos retrasamos en eso perdemos el trabajo realizado en los últimos años.

Nuestra educación, a pesar de estas dificultades materiales, marcha bien, magníficamente bien. ¿Qué país de América Latina se podría comparar con Cuba hoy en educación? ¿Qué país del mundo subdesarrollado se podría comparar hoy con Cuba en educación? Ninguno. Podemos realmente sentirnos orgullosos de lo que hemos adelantado, y de lo que vamos a adelantar en los años futuros.

Antes se pasaba de grado con dos suspensos; hoy para pasar de grado es con todo aprobado. Eso significa que promoción, si es del 95%, es diferente; no es lo mismo la promoción con dos suspensos, que la promoción sin ningún suspenso. Por tanto esas cifras reflejan cada vez más calidad; esas cifras reflejan que nuestra educación ya en cantidad no puede avanzar, pero puede avanzar mucho en calidad. De ahora en adelante no avanzaremos en cantidad, porque después que usted tiene el ciento por ciento de los niños escolarizados, no puede tener el 120% de ninguna manera. Cuando se tenía el 50%, se podía llegar al 75%, al 100%; del 100% no se puede pasar. Pero en la calidad podemos avanzar.

Una prueba es que en un momento teníamos del 60% al 70% de los profesores de primaria sin título; y ahora, en 1980, todos van a estar titulados. Una prueba es que tenemos ya 19 000 en el Destacamento Pedagógico, más los 6 000 que ingresan con nivel de pre —eso es un gran avance. Hemos graduado este año los primeros 1 000, aproximadamente, del Destacamento Pedagógico; y ahora por año graduaremos más y más profesores con experiencia, jóvenes llenos de entusiasmo. Todos nuestros profesores se están titulando —los de primaria—, se abren las oportunidades para ellos de estudiar en la universidad. Cada día nuestros profesores y maestros tendrán un nivel superior, cada día nuestras escuelas serán más perfectas, y esa es una perspectiva realmente maravillosa para nuestra juventud, para nuestros niños, para nuestro pueblo.

De modo que ninguna dificultad material nos desalentará, y seguiremos avanzando en calidad. Eso es lo más importante.

Ya el país cuenta con un magnífico colectivo de profesores y maestros, trabajadores abnegados. No se puede subestimar lo que es el trabajo del maestro, lo que es atender a decenas de muchachos, su conducta, su aprovechamiento, su evaluación, sus exámenes. El trabajo del profesor y el maestro es realmente un trabajo importantísimo desde el punto de vista social, y un trabajo intenso, un trabajo duro.

No es posible inaugurar una escuela como esta, iniciar un curso como este, sin recordar el esfuerzo que han hecho los obreros de la construcción (APLAUSOS). Porque nada de esto surge del sombrero de nadie, ni surge de una varita mágica; surge de los instrumentos de trabajo, del esfuerzo y del sudor de nuestros obreros (APLAUSOS). Ellos han hecho posible maravillas como esta, y los cientos de escuelas que este año se han construido en todo el país; ellos, con el trabajo directo, y el resto de nuestros trabajadores de nuestra clase obrera y de nuestros campesinos, con su aporte económico, el aporte de su esfuerzo y de su trabajo, para que el país pueda tener escuelas como esta.

A todos los estudiantes, este esfuerzo y este sacrificio de sus padres, de su pueblo, los tiene que estimular al esfuerzo y al estudio. La Revolución no les ruega a los padres que se preocupen por el comportamiento y la educación de sus hijos colaborando con la escuela y con los maestros; ¡la Revolución se lo exige! (APLAUSOS). La Revolución no les ruega a nuestros jóvenes, a nuestros adolescentes, a nuestros niños que estudien, ¡ese es su deber!, ¡la Revolución se lo exige! (APLAUSOS) Es el deber de los padres y de los alumnos cooperar con el esfuerzo abnegado de sus profesores y sus maestros y con el esfuerzo abnegado de su pueblo que, con su sudor y sus sacrificios, hace posible esta hermosa oportunidad de nuestros jóvenes.

Esta escuela lleva el nombre honroso y querido de José Martí (APLAUSOS PROLONGADOS). ¡Cuántas decenas de años han transcurrido desde que Martí vislumbró el porvenir justo de la patria, desde que escribiera tantos y tan maravillosos pensamientos sobre la juventud, sobre los niños y sobre la educación!

¡Qué satisfacción para todos poder inaugurar este curso con los éxitos educacionales que puede mostrar la Revolución Cubana, inaugurando esta extraordinaria escuela, con este extraordinario colectivo de alumnos, que lleva su nombre! Y eso demuestra cuánta verdad había en aquellas palabras suyas, cuando lo acusaban de soñador, y dijo que "los sueños de hoy serán las realidades de mañana" (APLAUSOS). ¡Qué mejor obra que esta realidad de hoy, puede expresar los sueños de ayer de Martí!

Verdaderamente privilegiados podemos sentirnos todos nosotros al haber tenido la oportunidad de vivir estos minutos, de conocer estas realidades; verdaderamente privilegiados de ser testigos de un acto como este, de presenciar un acto como este, donde al lado de nuestros abnegados obreros, creadores de estas obras extraordinarias, se congregan estos miles de prometedores jóvenes que el día de mañana harán cosas iguales y aún mejores (APLAUSOS).

Nuestra clase obrera ha sido capaz de crear esto, y ellos no tuvieron escuelas como estas, ellos no tuvieron una educación como esta, ellos no tuvieron una cultura como esta, ellos no tuvieron oportunidades como estas. ¿Qué no serán capaces de crear ustedes con el estudio, con la ciencia y con la técnica, y sobre todo con el patriotismo, con la conciencia revolucionaria e internacionalista, el día de mañana? (APLAUSOS)

Con cierta frecuencia hablamos de esperanzas y hablamos de futuro; pero un día como hoy podemos expresar qué entendemos nosotros por eso, y decir: ¡esperanza son ustedes, futuro son ustedes!

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!

(OVACION)
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