Discursos e Intervenciones

Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el acto central con motivo del Día de los Niños, celebrado en el campamento "José Martí", el 16 de julio de 1978

Fecha: 

16/07/1978

Distinguidos visitantes;

Compañeros del Partido y del Gobierno;

Delegados de nuestra juventud al XI Festival;

Queridos compañeros pioneros:

Hubo algunos contratiempos esta tarde, algo imprevisto, pero probable en esta época de primavera: dicen que un torrencial aguacero, que duró más de dos horas. Cuando nosotros llegamos aquí, todavía el agua corría por las calles; parecían ríos. No sé si alguno de ustedes tuvo que nadar para llegar hasta aquí (RISAS).

Nosotros pensábamos: ¿Cómo será el acto? ¿Qué pasará con el anfiteatro? Y dicen que el anfiteatro se inundó. Vean ustedes qué problema. Y a pesar de todo, no se suspendió el acto. Y nadie, que yo sepa, excepto un grupo que vi por allá por la entrada, se mojó esta tarde; digamos, de la rodilla hacia arriba (RISAS).

Se adoptaron medidas rápidas, se cambió de lugar, se trajeron las instalaciones, y en vez del anfiteatro se usó esta plaza.

Ah, y el acto cultural también va. Bueno, desgraciadamente todos no podremos ver el acto cultural, porque el acto cultural se iba a efectuar en el escenario del anfiteatro, y ahora creo que va a ser en la Casa de la Cultura, donde dicen que solo caben 300 personas. Pero pienso que los compañeros de la televisión van a tomarlo también; y entonces, si ustedes no lo ven hoy, lo ven mañana por televisión. ¿No les parece? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!")

¿Ya ustedes ven cómo los problemas se pueden resolver? (APLAUSOS).

Y a mí me parece que, a pesar de todo, el acto es muy bonito. Nosotros lo observamos desde aquí, y vemos qué multitud de niños tan disciplinados, tan bien organizados. Y allá, en la falda de aquella colina donde está la Casa de la Cultura, hay también una multitud de niños. Y creo que era difícil imaginar un acto más bonito que este, a pesar de la lluvia (APLAUSOS).

Además, si llueve bien ahora, hay más caña, hay más frutas, hay más leche, hay más productos de la agricultura, y nuestra agricultura tiene que producir mucho; si no, ¿cómo podemos desarrollar estos campamentos de pioneros?

Como decía María Luisa, hace tres años se celebró en esta misma área —no fue aquí, fue en el anfiteatro—, en este mismo campamento, el Día de los Niños. Otro año fue allá en el campamento central, de la región central de Cuba, creo que es el campamento "Ismaelillo", ¿no? ¿No es así? Otro año fue en el Campamento Internacional de Pioneros de Varadero. ¿Y dónde lo íbamos a celebrar este año? Había varios lugares; teníamos, por ejemplo, el Palacio Central de Pioneros, que se está construyendo en el Parque "Lenin" y que está casi terminado; pero todavía no está terminado, no está completamente terminado. ¿Qué otro lugar podía ser? Este campamento.

Pero no es que estemos inaugurando dos veces el mismo campamento. Aquella vez inauguramos el comienzo, la primera etapa del campamento, y ahora inauguramos las tres nuevas etapas del campamento. Aquella vez tenía capacidades para 5 000 niños, ahora tiene capacidad para 21 000 niños (APLAUSOS).

Se dijo entonces lo que nos proponíamos hacer en los tres próximos años: aumentar las capacidades en 5 000 cada nuevo año.

No vayan a creer ustedes que fue fácil la tarea. Ustedes no se imaginan, o tal vez no se imaginen cuánto fue necesario trabajar en este campamento. Porque este campamento tiene su historia. ¿Ustedes saben qué había aquí? Pues había una zona no voy a decir de turismo, sino de recreación, fundamentalmente de ricos; había un campamento de ricos aquí, había 523 casas. Con toda justicia, no voy a decir que todos los que vivían aquí eran malas personas, porque aquí vivían algunas personas que no eran muy ricas, y que incluso han colaborado con el campamento cuando se necesitaron viviendas para ampliarlo.

Claro, la mayor parte de los que vivían aquí se fueron. Nadie les dijo que se fueran, desde luego; ellos se fueron por su cuenta. No querían saber nada de socialismo ni de comunismo. ¿Qué les parece a ustedes? Entonces se asustaron y se fueron, la mayor parte.

Después, con esas casas que quedaron abandonadas, se organizó una gran escuela. Fue la escuela de maestros primarios. Muchos de los profesores de ustedes, de los maestros de ustedes, también pasaron por aquí; porque fueron varias generaciones de maestros las que pasaron por aquí, que entonces le llamaban Escuela de Tarará, porque así se llamaba antes este lugar; no se llamaba "José Martí", se llamaba Tarará.

Las casas abandonadas —que no eran todas, porque quedaron algunas familias viviendo— se utilizaron como albergues para las escuelas, y se construyeron aulas y comedores.

Claro está que no todas las casas se usaron como albergues, pues en algunos casos se distribuyeron algunas casas entre trabajadores. Pero cuando necesitábamos ahora esto para campamento, porque ya se podía ver a qué se dedicaba esto; había distintas opiniones, unos que decían: esto puede servir para el turismo; y otros que decían: esto puede servir para un campamento formidable de pioneros. Triunfó la idea de que fuera un campamento de pioneros; pero cuando fuimos a ver, muchas de aquellas casas, en el transcurso de los años habían sido ocupadas, y las necesitábamos todas, o casi todas. Entonces fue necesario construir edificios de apartamentos para buscar dónde alojar a muchas de las familias que habían pasado a vivir en esas casas.

Eso no era difícil, puesto que cuando se trataba de trabajadores, que no eran dueños de las casas, se les podía persuadir de que colaboraran con la Revolución mudándose para un apartamento nuevo. Pero quedaban algunas decenas de familias que estaban legalmente, y eran propietarias de las casas. Entonces había que hacer un trabajo de persuasión muy grande, que ha durado tres años, proponiéndoles comprarles la casa, si tenían otra casa en La Habana, o cambiar de vivienda. Y entonces había que encontrar unas casas que les gustaran, y arreglarlas, y hacer el cambio, para ir liberando todas las casas. Y ese trabajo dio resultado, y ahora nos quedan solo 53 casas que no están funcionando en el plan. Pero ya prácticamente todas están comprometidas y solo es cuestión de tiempo, porque no se quiso utilizar la ley, no se quiso utilizar el derecho de expropiación que tiene el Estado cuando puede necesitar un inmueble para un uso de interés social; sino todo el trabajo se hizo mediante conversaciones y persuasión. De modo que ya, pienso que en algunos meses más, las 523 viviendas, todas, el ciento por ciento queden al servicio del campamento (APLAUSOS).

Por esa razón, para albergar los 21 000, hubo que apretarse un poquito este año, un poquito, no mucho; el año que viene tendrá ya todas las casas y conservará su capacidad de 21 000, pero estarán un poquito más amplios los pioneros. Pero no fue solo eso, había que construir muchas cosas aquí. En primer lugar había que reparar, prácticamente, todas las viviendas, muchas de ellas reconstruirlas, pintarlas, amueblarlas; era necesario hacer edificaciones para la dirección del campamento, edificaciones para actividades culturales como estas, policlínicos, nuevos albergues, para llegar a una capacidad de 20 000 —después les explico, por qué 20 000 se convirtió en una meta de 21 000—; numerosas edificaciones de albergues, comedores, instalaciones recreativas y deportivas. Fue necesario trabajar muy duro para cumplir este programa y, sin embargo, se ha cumplido, porque la verdad es que todo el mundo colaboró con el campamento, ¡todo el mundo!, todos los organismos. Ha habido pocas cosas en que se haya logrado una colaboración tan grande de todo el mundo. ¿Por qué? Porque era para los pioneros, y todo el mundo respeta, admira y quiere mucho a los pioneros (APLAUSOS).

Algo para el campamento "José Martí", inmediatamente. Para construir la cocina gigante —ustedes saben que tienen una cocina gigante—, para construir piscinas, para hacer edificaciones, para todo: áreas verdes, campos deportivos, etcétera. Y se destacaron mucho, por supuesto, sus vecinos, los obreros de las microbrigadas de Alamar, que son famosos constructores, construyen rápido, construyen bien y construyen con entusiasmo (APLAUSOS). Pero no fueron solamente ellos, hay muchos organismos, no se pueden mencionar todos porque sería una lista larga los que trabajaron y colaboraron, para lograr esto que tenemos hoy.

La pionera María Luisa recordaba nuestra recomendación de que hay que ser modestos. ¿No es así? ¡Hay que ser modestos! Pero sin faltar a la modestia tenemos derecho a pensar, que este campamento es un gran logro, un gran éxito, una cosa muy hermosa, algo de lo cual todos ustedes y nosotros podemos sentirnos orgullosos, orgullosos en el buen sentido de la palabra, entiéndanlo bien (APLAUSOS), en el sentido de alegría, de satisfacción, de felicidad, esa felicidad que se experimenta cuando se ha hecho una buena obra.

Ahora cuando el campamento está casi totalmente terminado —porque nos faltan todavía algunas cositas que no nos quitan capacidad, pero nos faltan algunos detallitos que ya en los meses futuros se resolverán—, vemos realmente que este campamento es una maravilla. ¿Ustedes no opinan así? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") Pues yo que lo conozco, que he dado mis vueltas por aquí, que lo he visto desde que comenzó, cada vez que vengo por aquí lo encuentro mejor, más organizado y más bonito (APLAUSOS).

Hay cosas nuevas que yo no me recuerdo bien si ya estaban todas planeadas en 1975. Tal vez no. Por ejemplo, algo nuevo: el parque de diversiones. ¿Ustedes lo han visto ya? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") Bien, pero ustedes saben que en Cuba hay tres parques de diversiones como ese, tres nada más: uno en Camagüey, uno en el Parque Lenin y este del Campamento (APLAUSOS). ¿Y saben lo que hemos oído? Que el parque de diversión mejor atendido y mejor mantenido de los tres es este del campamento de pioneros (APLAUSOS). Y dicen que todos los equipos están funcionando, a pesar de que estamos al lado del mar, y al lado del mar —como ustedes saben—, por el salitre, porque la atmósfera está impregnada de cierta cantidad de salitre, los equipos se deterioran más fácilmente que en otros lugares; a pesar de eso, el buen trabajo realizado en el parque ha dado sus frutos. Digo esto, porque no se ha tratado solamente del esfuerzo material realizado, de las millones de horas de trabajo invertido para desarrollar este campamento; sino también de la buena administración que ha tenido la organización de pioneros en este campamento (APLAUSOS).

Cuando yo llegaba esta tarde venía pensando en el director. ¿Cómo estará el director? ¿Estará delgado? (RISAS) ¿Estará grueso? Yo creo que anda un poquito grueso, desde luego. Me preguntaba: ¿Estará cuerdo? ¿Estará loco? Porque ustedes se imaginan lo que es dirigir un campamento de 21 000 pioneros, además pioneros que van y vienen, que se rotan. Ya ustedes se imaginan toda la organización que hace falta para ir recibiendo a esa masa de pioneros. Claro, el primer año eran 5 000, y después 10 000, y después 15 000, y ahora hay más de 20 000. Y me preguntaba: ¿Cómo se las arreglará el director? Porque él tiene que ver cómo está funcionando todo, tiene que dirigir a todo un colectivo. Claro, el director solo no podría hacer nada; es el director, los subdirectores, las decenas de responsables, los cientos de trabajadores, la organización, los guías de pioneros. Todos ellos juntos hacen posible esta especie de milagro, de que un campamento tan grande pueda funcionar y funcione bien.

Es la primera vez que en Cuba hay un campamento, o algo parecido a esto; es la primera vez que en algún lugar de Cuba se reunían más de 20 000 pioneros. Imagínense: la organización del campamento, los abastecimientos, el mantenimiento, la alimentación, las actividades recreativas, deportivas, culturales. Y de lo que estamos más satisfechos es de ver que el campamento está marchando perfectamente bien. Y por eso, la organización de pioneros, que tanto se ha interesado por el éxito de esta obra, y el director, y el colectivo de dirección de este campamento y sus trabajadores, no pueden ser olvidados un día como hoy, ¡hay que felicitarlos y hay que estimularlos! (APLAUSOS)

¡Qué gran cosa es ver lo que ya podemos hacer, ver cómo ha crecido la capacidad de organización en nuestro país y ver las maravillas que pueden hacerse con los pioneros, y las maravillas que pueden hacer los pioneros! (APLAUSOS)

Eso nos da mucha confianza en ustedes, y eso nos estimula a seguir trabajando, a seguir construyendo palacios de pioneros —tenemos muy poquitos todavía—, a seguir construyendo campamentos de pioneros. No todos los que quisiéramos (APLAUSOS), y no inmediatamente, porque todo eso cuesta, y hay que dedicar muchas energías al desarrollo económico del país, a crear recursos para poder hacer estas cosas.

Lo que más quisiéramos es que en cada provincia del país existiera ya un campamento de pioneros. Claro, en todas hay algo; no un campamento con todos los recursos como este. En las provincias centrales hay un buen campamento, en la provincia de Camagüey hay otro campamento; otras provincias tienen algunas casas, algunos lugares adaptados para planes vacacionales; pero no se ha podido construir un campamento en cada provincia. Y nosotros aspiramos a que en los años futuros, y en la misma medida en que se desarrolle la economía del país pueda ser construido un campamento en cada provincia, y que también cada provincia tenga su palacio de pioneros (APLAUSOS). Pero todo eso no cae del cielo, todo eso cuesta, todo eso requiere el esfuerzo y el sacrificio de nuestros trabajadores (APLAUSOS). Y así, desde temprano, ustedes pueden tener la conciencia de la importancia del trabajo y la importancia de educarse y de prepararse, para desarrollar nuestro país y aumentar los recursos de nuestro país; porque con el trabajo se hace todo (APLAUSOS), y con el trabajo se pueden crear muchas maravillas. Y un buen ejemplo es este campamento (APLAUSOS).

Hablamos de trabajo, pero para ustedes el trabajo lo llamamos estudio.

¿Cuál es el deber de los pioneros? (EXCLAMACIONES DE: "¡Estudiar!") Estudiar. ¿Eso dijeron ustedes, verdad? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") Todos. ¿No les queda ninguna duda? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") Sí, claro, pero yo me imagino que ustedes son muy estudiosos, porque sé que este contingente, y los contingentes de pioneros que vienen, pues son escogidos de acuerdo con su esfuerzo y su trabajo durante el año, y sé que este grupo va a participar en el XI Festival, y ha sido escogido. Pero nosotros no queremos que el 10% de los pioneros estudien, o el 20%, o el 50%. Nosotros queremos que el ciento por ciento de los pioneros estudien bien (APLAUSOS). Y eso tiene que lograrlo la organización. Y ustedes, desde luego, están contribuyendo con su ejemplo a que todos los pioneros, el ciento por ciento de los pioneros estudien mucho.

En realidad estamos satisfechos de la organización de pioneros. Vemos que vamos progresando y que ustedes son acreedores a la confianza de la Revolución y al esfuerzo de lo que la Revolución hace para ustedes. Claro, el primer deber del pionero es estudiar. Tiene otros muchos deberes: tiene el deber de ser disciplinado, de ser respetuoso con los padres, con los maestros, de ser bien educado; no solo hay que aprender matemática y español y geografía, historia, hay que saberse comportar en cada lugar de manera perfecta. Ustedes no se pueden conformar hasta que no logren hacer las cosas de manera perfecta en todo: en la escuela y en la casa (APLAUSOS). Y entre las cosas que ustedes tienen que hacer de manera perfecta, está adquirir también la educación formal, y ponerse de pie cuando tienen que ponerse de pie, y saludar cuando tienen que saludar, y decir buenos días o buenas tardes. Si eso no cuesta nada. Y saberse arreglar, y saberse vestir, y saber llevar los atributos, y saber usar el uniforme.

También ustedes tienen que educarse en una conciencia comunista, tienen que educarse en los sentimientos patrióticos y los sentimientos internacionalistas. Y, además de eso, tienen que practicar deportes y tienen que practicar actividades recreativas y culturales. Y sabemos que las actividades recreativas, deportivas y culturales están avanzando y están progresando entre nuestros pioneros (APLAUSOS).

Ya ven, por ejemplo, las cosas que este campamento tiene. De instalaciones deportivas, recreativas y culturales, tiene más de 100. Aparte de eso, tiene su policlínico. Hay un gran número de médicos y trabajadores de la salud en el policlínico. La salud de ustedes está garantizada. Y no crean que es fácil. He oído decir que el trabajo que hacen los médicos aquí, y los trabajadores de la salud, para atender a 21 000 niños, es equivalente al que se necesita para atender a una comunidad de 250 000 personas. Claro, no sé si habrá una exageración en eso, pero parece ser que la atención de la salud de 21 000 niños exige un gran esfuerzo, sobre todo cuando se les atiende de la forma en que nosotros queremos que ustedes sean atendidos en este campamento.

Tiene otras cosas el campamento, otras cosas nuevas que no estaban imaginadas todavía en el mes de julio de 1975. Tiene, por ejemplo, una instalación para niños diabéticos, muy útil, muy hermosa, muy humana, puesto que siempre hay algunos niños que tienen determinadas dificultades de salud, y a esa instalación vienen los niños que tienen necesidad de ella; aprenden a analizar su salud, aprenden a adoptar las medidas necesarias, a hacerse los análisis, inyectarse. Y así tenemos una de las edificaciones —muy bonita, por cierto— con una capacidad para 160 niños diabéticos o prediabéticos.

Tenemos, además, otra instalación muy buena para niños asmáticos, con una capacidad para 860 niños. Los niños están 15 días, aprenden a conocer sus problemas, aprenden a conocer su salud, a hacer ejercicios y adoptar las medidas adecuadas.

De modo que esto es una cosa nueva en el campamento. Yo creo que esas dos instalaciones enriquecen el campamento y lo hacen todavía mucho más humano. Por eso, cuando se adoptó la decisión de hacer esas dos instalaciones aquí, se acordó aumentar en 1 000 más las capacidades; es decir, no tomar una parte de los 20 000 para esos fines, sino ampliar en 1 000 las capacidades del campamento. Por eso ahora el campamento tiene una capacidad de 21 000 (APLAUSOS).

Además, el campamento va a tener una participación importante en el XI Festival, y todos ustedes van a participar en las actividades del XI Festival (APLAUSOS). Todos los días van a recibir visitas. Creo que como 500 delegados vendrán a visitarlos todos los días, desde que comience el Festival. Ustedes los recibirán, les mostrarán el campamento. Y creo que el día 4 de agosto van a tener una actividad muy importante, y vendrán unos 4 000 ó 5 000 delegados del Festival al campamento, y aquí se va a proclamar el Código de la Niñez y de la Juventud (APLAUSOS). Y ustedes van a participar con muchas actividades ese día, actividades recreativas, culturales.

Y digo la verdad: nos parece que una de las mejores cosas que podemos mostrarles a los visitantes, a los delegados al XI Festival, es precisamente este campamento de pioneros "José Martí" (APLAUSOS). Sabemos que ustedes se van a esmerar, se van a esforzar por brindarles la mayor atención a los visitantes, y para dejar en ellos una óptima impresión, una impresión como esta que nos llevaremos nosotros del encuentro con ustedes (APLAUSOS).

¿Y qué otras cosas nuevas hay ahora en 1978 que no había en 1975? Pues, María Luisa recordaba, por ejemplo, una muy importante: cómo se decidió la cuestión de elevar la edad de los pioneros, y cómo la Organización de Pioneros se extenderá ahora hasta séptimo, octavo y noveno grado. Este año fue hasta séptimo, el próximo año hasta octavo y en el curso 1979-1980 se extenderá ya la Organización de Pioneros hasta 9no grado (APLAUSOS). De modo que la Organización crece en número y cambia su composición.

Antes los pioneros tenían niños muy destacados en muchas actividades, y cuando aprobaban el 6to grado la Organización los perdía. Entonces, los mejores grupos artísticos de ustedes, cuando aprobaban el 6to grado, dejaban de ser pioneros. Ahora ustedes se van a enriquecer mucho con esa medida. Ahora ustedes podrán seguir siendo pioneros —porque me imagino que a ustedes les gusta seguir siendo pioneros, ¿no? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!")— en 7mo grado, en 8vo grado y en 9no grado (APLAUSOS).

¿Y después? ¿Después qué quieren ser ustedes? Jóvenes Comunistas. Pero eso hay que ganárselo. Eso hay que ganárselo y desde ahora. Hay que ir haciendo un buen expediente desde ahora. Porque ya para ingresar en la Organización de Jóvenes Comunistas eso es más difícil, porque nuestra organización exige una serie de requisitos para ser joven comunista, y cada vez va a exigir más requisitos. De modo que ustedes tienen que irse formando y preparándose durante su vida de pioneros, para que más tarde, cuando estén en los preuniversitarios, en los tecnológicos, o en las universidades, o en las fábricas, se ganen el derecho a ser jóvenes comunistas (APLAUSOS).

Pero ya se ha obtenido una cosa muy importante, que es ampliar la Organización de Pioneros, y fortalecer la Organización de Pioneros. Y ya hoy, por ejemplo, vemos aquí algunos pioneros "José Martí" de 7mo grado, de escuelas secundarias urbanas y de escuelas secundarias básicas en el campo, y de otras instituciones educacionales (APLAUSOS).

¿Y qué otra cosa nueva? ¿A que no adivinan, qué no había en 1975? ¿No adivina nadie, nadie, nadie? ¿Nadie? Pues si es lo más fácil. Si se ve (EXCLAMACIONES DE: "¡Las escuelas secundarias!") No. (EXCLAMACIONES DE: "¡El Parque de Diversiones!") No. El uniforme, el uniforme (EXCLAMACIONES DE: "¡Ah!") Ustedes en 1975 no tenían esos uniformes, ¡esos bonitos uniformes que tienen ahora los pioneros! El uniforme nuevo las niñas y los niños de primaria.

Ustedes saben que después que pasan de 4to grado, los niños llevan pantalones largos, ¿lo saben, no? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") Saben que no querían pantalones cortos en 5to grado. Hubo que discutir y discutir. Bueno, al final, no quedó más remedio que hacer una concesión: al llegar al 5to grado, se ponen los pantalones largos. Claro que eso cuesta un poco más, porque hay que volver a comprar uniformes, hay que gastar más tela, y todo eso. Pero al fin se llegó a un buen arreglo. Los estudiantes de las secundarias y los pre urbanos también tienen sus nuevos uniformes. Todos los estudiantes tienen sus uniformes, todos. Son bonitos uniformes, bien diseñados, y con una buena tela, ¿no es así? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") Ustedes están de acuerdo, ¿verdad? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!")

Pero no siempre se usa bien el uniforme (APLAUSOS). No siempre se usa bien el uniforme. No siempre se lleva la corbata, el que tiene que llevar corbata, y se la echa en el bolsillo. No siempre se abrochan la camisa, cuando hay que abrocharla. No siempre llevan la camisa como deben llevarla: a veces vemos por ahí, que si la camisa es para llevar por dentro, la llevan por fuera. En realidad, una de las manifestaciones de la educación formal es, cuidar el uniforme y saber usar el uniforme (APLAUSOS). Y el uniforme es para ir a la escuela, no para andar callejeando. Y a veces hay quien se pone la falda por abajo, el pantalón por abajo, y otra camisa o blusa por arriba, que no es del uniforme, y nosotros cuando vamos por la calle vamos observando qué hacen los estudiantes con sus uniformes, cómo lo usan, porque si es por dentro, es por dentro, y no puede ser por fuera. ¿Ustedes me están oyendo? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") No es que les estoy haciendo ninguna crítica a los aquí presentes, pero veo a muchos por la ciudad que no usan bien el uniforme.

Pero yo pienso que cuando los pioneros lleguen a 8vo grado, y a 9no grado, el uniforme se va a usar mucho mejor que ahora, ¿no es así? (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!")

Todas esas cosas les tienen que preocupar a los pioneros. Y la pañoleta bien puesta. No sé si la mía estará muy bien, pero yo no me la puse, me la pusieron. Bien arreglada, bonita. Y la boina, todos los atributos hay que usarlos bien. Nosotros esperamos, nuestro Partido, y nuestra Juventud espera que los pioneros nos ayuden a ganar la batalla de usar bien los uniformes, y de usar bien los atributos, ¿no es así? ¿Podemos confiar en ustedes? (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!")

Saben una cuestión, este es un día muy especial, porque este año se ha juntado todo. Esta es por eso la gran fiesta de los niños del país, una fiesta especial. En primer lugar, el Campamento adquirió todas sus capacidades. En segundo lugar, se conmemora el XXV aniversario del Moncada. Y en tercer lugar, algo muy importante, tiene lugar el XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en nuestra patria (APLAUSOS). Por eso ustedes tienen aquí hoy una representación muy destacada de nuestra juventud. Ustedes tienen aquí a la delegación cubana al XI Festival (APLAUSOS PROLONGADOS).

No crean ustedes que esos compañeritos están ahí por casualidad; igual que no están ustedes por casualidad en este campamento hoy. No crean que eso fue un sorteo, a ver a quién le tocaba venir al Festival a representar a nuestra juventud y a nuestro país. Fue una selección muy rigurosa, imagínense qué méritos tendrán esos compañeros que fueron elegidos entre cientos de miles para representar a Cuba en el Festival. Primero fue la elección de los pre-candidatos, y eso fue largo; y después fue la elección de los candidatos, y por último, dentro de los candidatos, la elección para delegados (APLAUSOS). Como nosotros sabemos la rigurosidad con que se hicieron esas elecciones, por ello podemos afirmar que aquí está presente lo más destacado y lo más meritorio de nuestra juventud (APLAUSOS), lo mejor de nuestra juventud: de nuestra juventud, que es magnífica: de nuestra juventud, que es muy buena: de nuestra masa juvenil, que tiene grandes méritos. Y de esa masa juvenil buena, entusiasta, revolucionaria, se han escogido los mejores para representarnos.

Así también, ustedes tienen que ver en ellos un ejemplo. Y estoy seguro de que muchos de ellos, entre los más jóvenes —aunque todos son jóvenes—, muchos de ellos seguramente fueron pioneros igual que ustedes (APLAUSOS); si no, que levanten la mano los que fueron pioneros (UN GRUPO NUMEROSO DE LOS DELEGADOS LEVANTAN LA MANO). Miren, casi todos fueron pioneros por lo que veo, alguna que otra vez (APLAUSOS).

Pero entonces la organización de pioneros no tenía las cosas que tiene hoy, no tenía los recursos que tiene hoy, no tenía la fuerza que tiene hoy. A ustedes les ha tocado vivir una mejor época de pioneros, porque ninguno de ellos tuvo un campamento como este.

Ahora bien: pienso que muchos de ustedes, en el futuro, representarán también a Cuba en los festivales mundiales, ¿no es así? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!" Y APLAUSOS). Porque cada vez que haya un Festival Mundial tenemos que elegir a una representación numerosa de Cuba. Así que ustedes, pioneros de hoy, muchos serán futuros delegados a los festivales mundiales (APLAUSOS).

Es de destacar que hay cientos de estudiantes que adquirieron ese derecho por su actitud en todos los sentidos, su comportamiento y su esfuerzo en los centros de enseñanza. Hay que destacar que en esa delegación se encuentran 442 jóvenes internacionalistas (APLAUSOS), numerosos combatientes de nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior (APLAUSOS); y de los 2 000, más de 1 000 son trabajadores (APLAUSOS).

Estamos seguros de que ellos representarán muy dignamente a nuestra juventud, a nuestro pueblo y a nuestra Revolución en el XI Festival (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡La juventud cubana no fallará!")

Esas coincidencias felices hacen más especial, más alegre, este Día de los Niños en nuestro país (APLAUSOS).

Y se cumple, además, el XXV aniversario del Moncada (APLAUSOS).

Escuchábamos emocionados cuando la compañerita que los representó en esta tribuna expresaba, en hermosas palabras, sus sentimientos de gratitud hacia los que trabajaron y se esforzaron por ustedes, y especialmente hacia los gloriosos caídos en la lucha revolucionaria (APLAUSOS).

Muchas cosas han ocurrido en nuestra patria en estos 25 años. Pero, ¿qué hacíamos nosotros un día como hoy, 16 de julio, hace 25 años? Estábamos consagrados a los últimos esfuerzos, los últimos preparativos, la adquisición de las últimas armas, los últimos entrenamientos, y los demás detalles del movimiento para atacar aquel baluarte de los opresores e iniciar la lucha por la liberación de nuestra patria (APLAUSOS).

Este ha sido un camino largo. Pero nosotros no podemos quejarnos de los logros de la Revolución; los logros de la Revolución han sido muchos, y en muchas cosas esos logros han sobrepasado las mejores esperanzas de los revolucionarios (APLAUSOS).

Sabíamos que todo era posible con la libertad y con la Revolución (APLAUSOS); sabíamos que las posibilidades de superación del hombre, y de su desarrollo y de su avance, eran infinitas. Pero, ¿cómo podíamos imaginarnos, en concreto, un día como el de hoy? ¿Cómo podíamos imaginarnos un acto como este, una organización de pioneros como esta, unos niños como ustedes, unos jóvenes como ustedes? (APLAUSOS)

Entonces, por supuesto, ninguno de los pioneros aquí presentes había nacido, y una gran mayoría de nuestra delegación al Festival no había nacido.

¡Y qué satisfacción mayor que la de pensar que estos logros, estos resultados, son el fruto del esfuerzo de los que lucharon y de los que cayeron a lo largo de nuestra historia y, entre ellos, los que cayeron en el Moncada y después del Moncada! (APLAUSOS)

Por eso, el mejor homenaje, el mejor tributo a los caídos son ustedes, jóvenes y niños aquí presentes (APLAUSOS). Y lo digo con absoluta convicción: siempre valdrá la pena luchar y morir para una obra como esta (APLAUSOS), siempre valdrá la pena que los pueblos luchen y se sacrifiquen para obtener frutos como estos (APLAUSOS). Y cuando decimos que nos sentimos orgullosos de la obra de la Revolución, en esa palabra orgullo incluimos la idea de que el esfuerzo de nuestro pueblo y los éxitos de nuestro pueblo pueden ser útiles también a otros pueblos.

Aquí se habló de muchos pueblos que todavía no tienen campamentos como este, ni tienen lo que tiene hoy nuestra juventud y nuestros niños (APLAUSOS). Hay muchos, ¡desgraciadamente muchos! Podríamos preguntarnos, por ejemplo, en toda la América Latina, si hay un campamento como este para los niños. Pero no preguntarnos, si hay un campamento como este, sino preguntarnos, si hay un solo campamento para niños en toda la América Latina (APLAUSOS).

Y así pasa en otras muchas áreas del mundo, que no han logrado todavía lo que hemos logrado nosotros: un maestro, para cada niño: libros, para cada niño: escuelas, para todos los niños y para todos los jóvenes: oportunidades en la vida, para todos los niños y para todos los jóvenes (APLAUSOS), para que cada niño y cada joven desarrolle a plenitud su vida, y sobre la base del esfuerzo y del mérito.

Esto que simbolizan ustedes, los niños aquí presentes, el mérito que determinó la selección para estar presentes en la tarde de hoy aquí, y que determinó la presencia de esa delegación al Festival; ¡el mérito, es lo que triunfa y lo que deberá triunfar siempre en nuestra patria! (APLAUSOS) y la igualdad de oportunidades para todos.

De modo que puede afirmarse que no hay un solo niño abandonado, sin escuelas, o sin libros, sin maestros, sin médicos. ¡Y eso lo podemos nosotros afirmar en América Latina, y somos el único país de esta parte del mundo que lo puede afirmar así! (APLAUSOS) ¡Eso es lo que significa la Revolución, eso es lo que significa el socialismo, eso es lo que significan las ideas marxistas leninistas para los pueblos! (APLAUSOS) ¡Y cómo sin grandes riquezas, y aun partiendo de mucha pobreza, se pueden realizar en un país muchas cosas, y se puede llevar a un país sobre todo la justicia! (APLAUSOS)

Y estas verdades serán las que podrán constatar los miles y miles de representantes de la juventud de todo el mundo que visiten nuestra patria, con motivo del XI Festival (APLAUSOS).

Nos queda por resolver una cuestión, para finalizar: ¿Qué hacemos con el campamento? Ya tiene una capacidad de 21 000 niños. ¿Qué nombre le dejamos, o qué nombre le ponemos? (EXCLAMACIONES DE: "¡Ciudad!") Ustedes dicen: Ciudad. ¿Ustedes quieren que se llame La Ciudad de los Pioneros José Martí? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") Bien, nosotros creemos, sinceramente, que ustedes tienen razón (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel, Fidel!"). Y que esta institución, por su magnitud, su belleza, su eficiencia y su organización, es acreedora a llevar el nombre de Ciudad de los Pioneros "José Martí" (APLAUSOS).

Será difícil hacer muchas más cosas en este mismo sitio, aunque faltan algunas cosas. No sería racional seguir extendiéndola, habría en todo caso que hacer otros campamentos en otras provincias. Ahora será muy importante mantenerla, embellecerla cada vez más, cuidarla y perfeccionar su eficiencia y su organización (APLAUSOS).

Los compañeros responsables de la organización de pioneros, estiman que se han adquirido experiencias valiosísimas en estos años, de modo que nosotros estamos seguros de que ustedes los pioneros y los dirigentes de los pioneros, conscientes de la importancia de una institución como esta, de las ricas experiencias no solo para nuestro país, sino para todo el mundo que de este tipo de institución se derivan, continúen esforzándose para que la misma sea un verdadero modelo de su tipo y que la Ciudad de los Pioneros "José Martí" llegue a convertirse en una de las mejores y más perfectas instituciones de esta naturaleza en el mundo (APLAUSOS).

¡Viva el XI Festival! (EXCLAMACIONES DE: "¡Viva!")

¡Viva la Organización de Pioneros de Cuba! (EXCLAMACIONES DE: "¡Viva!")

¡Viva el XXV aniversario del Moncada! (EXCLAMACIONES DE: "¡Viva!")

¡Patria o muerte!

¡Venceremos!

(OVACION)

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