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17 de Noviembre: Cardinal análisis de Fidel en el Aula Magna

El 17 de noviembre de 2005 el Comandante en Jefe, Fidel Castro expresó luminosas ideas en la Universidad de La Habana. Resultan clarinadas para los revolucionarios de nuestros días aún. Responder serenamente a los planteamientos de Fidel, a la luz de cuestiones planteadas posteriormente por Raúl Castro, es cuestión de vida o muerte. Así de sencillo. Así de dramático.
 
¿Qué planteó Fidel entonces? ¿Qué se preguntó y nos preguntó?  
 

Dijo:
 
 – ¿Es que las revoluciones están llamadas a derrumbarse, o es que los hombres pueden hacer que las revoluciones se derrumben?
 
 – ¿Puede impedir la sociedad que las revoluciones se derrumben?
 
 – ¿Conocen ustedes las desigualdades y ciertos hábitos generalizados:  formas de robo, despilfarros de recursos que hay en el país?…
 
 – Este país puede destruirse a sí mismo. Esta Revolución puede auto-destruirse.  No pueden destruirla los imperialistas, pero nosotros sí podemos destruirla, ¡y sería culpa nuestra!…
 
 – Pero esto puede arreglarlo el pueblo, esto lo puede arreglar la Revolución, ¡y de qué manera!…

 
Así de valientes y certeras son las palabras de Fidel.
 
En posterior reunión del Consejo de Ministros ampliada, presidida por Raúl Castro Ruz se analizó la validez de aquellas palabras de Fidel, sumadas a las opiniones de lectores que escriben a la sección Cartas de los Lectores del periódico Granma, comentarios periodísticos en los diarios nacionales y de provincias, y las opiniones que escuchamos en nuestros lugares de residencia, por citar solo algunos ejemplos.
 
En aquella reunión del Consejo de Ministros, Raúl Castro señalaba:
 
– “Muchos de los problemas actuales de nuestra Economía están provocados por el irrespeto a las leyes, las violaciones de éstas, las indisciplinas, desorden, descontrol, negligencias. todo lo cual es caldo de cultivo para la corrupción…”.
 
Con posterioridad se están chequeando regularmente los Lineamientos Económicos discutidos en miles de reuniones en la base, aprobados por el VI Congreso del Partido. Es decir, nuestro pueblo, nuestras instituciones económicas, políticas y de masas, organismos, organizaciones y pueblo en general, está poniendo énfasis en cómo mejorar nuestra sociedad, como alcanzar todo lo que se aprueba y en lo que se trabaja, y todo esto es muy bueno. Todo parte de algo sucedido aquel día 17 de noviembre de 2005 cuando Fidel analizó en la Universidad de La Habana, la necesidad de proteger y mejorar nuestra sociedad.
 
Si analizamos la historia de Cuba, sus enseñanzas pueden ilustrar el presente. El 10 de febrero de 1878 ante el General español Arsenio Martínez Campos, los representantes del Gobierno Cubano en Armas firmaron la oprobiosa Paz del Zanjón, que daba por terminada la guerra de diez años sin haber alcanzado los objetivos por los que comenzó.
 
Nuestro genial José Martí analizó las causas, y dijo:
 
– Nuestra espada no nos la quitó nadie de nuestra mano, sino que la dejamos caer nosotros mismos.
 
Martí comprendió que los males del caudillismo, el regionalismo, la división de mandos civiles y militares, la falta de una sólida y única dirección revolucionaria, la ausencia de un programa político capaz de enfrentar ideológicamente la ofensiva hispana causó la pérdida de aquella revolución y se firmó el pacto infamante, que seguidamente el General Antonio Maceo limpió el honor  cubano con su Protesta de Baraguá, y Martí  preparó la Guerra de Independencia, y creó un Partido para dirigirla ideológicamente. El Zanjón fue dolorosa lección y Baraguá fue la vigencia para continuar la Revolución.
 
De igual manera ahora, el alerta de Fidel; las medidas tomadas por el Partido Comunista de Cuba, dirigente ideológico de la Revolución;  la actuación del General-Presidente Raúl Castro; la participación de las masas en cumplimiento de las Resoluciones del Congreso partidista que aprobó los Lineamientos Económicos, y la participación de los cubanos que no quieren tener contemplaciones con quienes con la corrupción y el burocratismo pueden destruir a la Revolución, resultan el antídoto contra los peligros, la seguridad de la perdurabilidad de la Revolución. Es una labor que continúa y se perfecciona.
 
Es bueno que todos, incluidos nuestros estudiantes jóvenes, tomemos parte en tan importante asunto que resulta de vida o muerte para cada cubano que ama a la Revolución y a su Patria.  Si perdemos la Revolución, perdemos la Patria y la Cultura cubana.  0 sea, todo.
 
Sujetar firmemente la espada del Socialismo que hemos de mejorar,  y sólo dejarla caer sobre quienes nos quieren impedir la marcha hacia adelante,  es el espíritu del mensaje de Fidel que hoy recordamos.

Fuente: 

5 de Septiembre

Fecha: 

17/11/2017