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Cuando Fidel Castro cautivó a los paraguayos

Fidel Castro solo estuvo una vez en Paraguay, pero fue suficiente para calar hondo en los corazones de los paraguayos.
 
Testimonios leídos u oídos por Prensa Latina dan cuenta de la fascinación por la legendaria figura de quienes lo vieron de cerca, o de lejos, o apenas por televisión, lo que prolongaba y reafirmaba una admiración nacida muchos años atrás desde la distancia.
 
Porque todos pudieron escuchar su verbo aguerrido, a veces suave, las más enérgico contra las malas causas, instructivo, aleccionador, explicativo, humano.
 
Llegó en agosto de 2003, poquísimos días después de haber cumplido 77 años de edad, invitado a la asunción del presidente electo entonces, Nicanor Duarte, pero extendió sus actividades, como casi siempre hacía.
 
Habló, por ejemplo, en un atestado recinto de la Secretaría Nacional de Deportes, donde una mayoría de jóvenes se congregó para conocer de la Revolución cubana, de sus logros, y sobre todo de su líder.
 
Quienes estuvieron allí dicen recordar aún el momento, las palabras pronunciadas entre silencios y vítores de la audiencia, la figura erguida, sus manos cortando el aire mientras expresaba una idea medular.
 
Aseguran haber cumplido la ilusión de verlo y oírlo en persona y algunos de ellos relatan cómo después se prolongó ese sueño, porque fueron a Cuba a estudiar y el Comandante los visitaba, sobre todo a los futuros galenos de la Escuela Latinoamericana de Medicina.
 
También el jefe de la Revolución cubana rindió en aquellos días tributo a un grande de las letras, tal vez el mayor representante del arte guaraní: Augusto Roa Bastos.
 
Con esa sensibilidad por las manifestaciones de la cultura que lo caracterizaron, fue hasta la vivienda del autor de la afamada novela Yo el Supremo, considerada una de las obras cumbre de la literatura en español.
 
Allí conversaron prolongadamente, según cuenta alguien presente, el investigador Miguel Ángel Fernández.
 
En medio de los diálogos la sorpresa, porque el Comandante lo invitó a ir a Cuba en su propio avión y, sin dudar un momento, aceptó, y a él se sumó Fernández.
 
Este fue testigo excepcional de la manera en que Fidel les prestó una atención amabilísima durante el viaje.
 
Tuvieron otra prolongada conversación en la cual el profesor aseveró haber tenido la oportunidad de conocer sus opiniones sobre su convicción revolucionaria, su extraordinaria cultura y curiosidad insaciable.
 
Ya en La Habana, donde estuvo por varios días, en solemne ceremonia Roa Bastos recibió la máxima condecoración cubana, la Orden Nacional José Martí, porque el paraguayo fue de los que siempre apoyó de manera militante la lucha revolucionaria en la isla encabezada por Fidel, desde sus inicios.
 
Ante ello, Fernández escribió: 'El gran hombre de la espada rindió tributo al hombre de la cultura'.
 
Y uno de los cautivados en aquel agosto de 2003 fue el propio Presidente, quien ahora, en ocasión del deceso, calificó a Fidel como una gran figura de la historia política universal, coherente hasta sus últimos días con sus convicciones políticas y filosóficas.
 
Fue el emblema de los procesos emancipatorios de los pueblos del tercer mundo, un pensador incisivo, un orador inigualable y un combatiente infatigable en el mundo de las ideas y de la acción política, escribió Duarte en su cuenta de Facebook.
 
'Murió nuestro Comandante del Ejército Rebelde, nuestro camarada Fidel. Nos cuesta creerlo. Duele. No es fácil acostumbrarse a la idea', expresó por su parte el Partido Comunista Paraguay en emotivo comunicado.
 
'Pero tratándose de nuestro guerrillero del tiempo, del filósofo de la praxis más grande del siglo XX, sabemos que su muerte será tan fértil como fue su vida', añadió.
 
Son solo dos de los homenajes rendidos en este país cuando se anunció su fallecimiento, multiplicados desde muchas organizaciones y ciudadanos comunes de este pueblo que lo veneran, desde sus corazones impregnados de la fe y optimismo emanados del verbo y estirpe del Fidel que les habló durante aquella, su única visita a Paraguay.

Fuente: 

Prensa Latina

Fecha: 

27/11/2016