Nada convoca tanto como el amor, de ahí que la rutina del caluroso verano con playas, parques y acampadas, cediera ante un nombre y una fecha: Fidel, 13 de agosto, para encaminar hacia la roca monumento en su 92 cumpleaños, el corazón agradecido de miles de santiagueros y visitantes.
 
Siempre primeros entre el 1 124 000 compatriotas y extranjeros (195 410), que han acudido al encuentro desde aquel 4 de diciembre del 2016, los combatientes de la revolución cubana volvieron a decirle que sus soldados de la Sierra, la lucha clandestina y las misiones internacionalistas siguen prestos a sus órdenes.   
 
Después, por casi una hora se adueñaron del familiar sitio sus hijos de La Colmenita de Carlos Alberto Cremata, con poemas, canciones y el brillo en los ojos, porque como meditaran el propio Tim y su compañera, «si se pudiera regalar la vida para que viviera otro, cuántos millones vinieran a entregar la suya al extraordinario padre.
 
«Estuvimos aquí en la fecha el pasado año, y vendremos siempre a buscar la guía, a buscar la luz, a buscar el camino –añadió el director de la compañía de teatro infantil–, porque nos la da Fidel con Martí que guarda sus espaldas, que traza el camino, Fidel lo emprende y nosotros lo seguimos siempre fieles a él».

En su comitiva buscó espacio el poeta y repentista Emiliano Sardiñas, para con la gorra roja, azul y blanca que lleva el nombre de Cuba junto a su pecho, improvisarle los versos cargados de sentimiento, ۮque brotan como el agua del manantial  porque son verdaderos y se vuelven arma de la revolución aquí y en el mundo».
 
Con ellos, estuvieron en el emotivo homenaje los miembros del Comité Central del Partido, Lázaro Expósito Canto, primer secretario en la provincia; Beatriz Johnson Urrutia, vicepresidenta del Consejo de Estado y presidenta del órgano de gobierno en el territorio, y el general de división Raúl Rodríguez Lobaina, jefe del Ejército Central.
 
Dígase no espontáneamente, sino al llamado del corazón, porque no hubo en Santiago de Cuba otra convocatoria que el amor, ya a media mañana crecía en el cementerio patrimonial Santa Ifigenia, la afluencia de trabajadores, de pueblo en general y de extranjeros, que con flores en las manos aguardaban el encuentro tan especial.
 
Las principales autoridades, historiadores, intelectuales y artistas del territorio, asistieron también al Foro Ideas y Sociedad, que efectuado en el mismo espacio de la Plaza de la Revolución Mayor General Antonio Maceo, en que recibiera el último adiós de los cubanos la presencia física de Fidel, estuvo dirigido a la defensa de la soberanía nacional, la cultura cubana y las conquistas de la Revolución.