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Fidel Castro es un símbolo de la resistencia, afirma diario pakistaní

Considerado uno de los dirigentes más influyentes del siglo XX, el fallecido líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, es un poderoso símbolo de la resistencia contra el imperialismo, la explotación y la opresión, afirmó hoy el diario pakistaní The Nation.
 
No es coincidencia entonces que su deceso haya provocado muestras de dolor casi universal, con elogios de todos los sectores, destaca un artículo de opinión del rotativo.
 
Nelson Mandela, Malcolm X y Gabriel García Márquez lo vieron como un amigo y una inspiración, subraya.
 
A diferencia de los antiguos socios de Estados Unidos en el continente, la Cuba de Fidel Castro procedió a mostrar cómo era posible construir un mundo diferente, basado no en la rapaz explotación de los pobres por las corporaciones y gánster, sino en el principio de igualdad y oportunidad para todos, resalta.
 
Mientras, agrega, Estados Unidos y muchas partes de Europa continúan oprimiendo las minorías raciales en sus territorios y los pueblos indígenas en el exterior, la isla defiende los principios de autodeterminación e igualdad de derechos para todas las razas.
 
De hecho, uno de los capítulos menos recordados de la historia revolucionaria cubana es la forma en que proporcionó apoyo material y militar a los movimientos anticoloniales en todo el mundo, enviando tropas, médicos y otras formas de ayuda a lugares tan alejados y diversos como Argelia, Angola y Etiopía, recuerda el periódico.
 
La isla luchó activamente contra el apartheid en Sudáfrica, cuando ese régimen todavía cosechaba los beneficios del apoyo occidental, y respaldó a Patrice Lumumba, el primer líder democráticamente elegido del Congo, apunta.
 
Siempre luchando a favor de los oprimidos, a pesar de sus limitados recursos y capacidades, Cuba brilló como un faro de inspiración y esperanza para los pueblos oprimidos, afirma.
 
El diario señala que 'el compromiso de Fidel Castro por la solidaridad con los movimientos progresistas en todo el mundo fue acompañado por el deseo de emprender una transformación radical de la sociedad dentro de su nación'.
 
Los datos hablan por sí mismos. A pesar de ser un país pequeño y relativamente pobre, Cuba disfruta de niveles de asistencia sanitaria y alfabetización que se comparan con los de las naciones más industrializadas, con uno de los sistemas de bienestar más extensos del mundo y niveles extremadamente bajos de desigualdad, subraya.
 
Fidel Castro deja un legado de esperanza y una creencia duradera en la posibilidad de construir una alternativa verdaderamente radical y transformadora al status quo, concluye.

Fuente: 

Prensa Latina

Fecha: 

27/11/2016