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La solidaridad no se puede bloquear

Foto: José Manuel Correa
Foto: José Manuel Correa

Cuba nunca olvidará este día ni a quienes vinieron a acompañarnos en la primera celebración del 1ro. de Mayo, bajo las muy difíciles condiciones en que la pandemia de la COVID-19 ha dejado al mundo de los trabajadores en todas las latitudes, afirmó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la clausura del Encuentro Internacional de Solidaridad que reunió en La Habana a 1 077 delegados de 60 países.
 
Al explicar las consecuencias de la agudización del bloqueo, desde 2019, denunció que el Gobierno de Estados Unidos declara a diario que los derechos humanos de nuestro pueblo son la prioridad en su política hacia Cuba; sin embargo, pretende provocar deliberadamente el colapso de la economía a fin de hacer peligrar el sustento cotidiano de su población.
 
Se trata de una política fallida –subrayó– que volverá a fracasar en su propósito de derrocar a la Revolución y tratar, una vez más, de forzar a nuestro pueblo y Gobierno a desistir en el empeño de construir un proyecto de justicia y bienestar para todos.
 
El diseño de EE. UU. agregó, sigue siendo el de ejercer la máxima presión, para generar desestabilización y, con el respaldo de sus operaciones de desinformación, responsabilizar a nuestro Gobierno por el impacto del inhumano cerco económico y financiero.
 
Insistió en que esa es una política falaz y violatoria de los derechos humanos y del Derecho Internacional, y aseguró que, «una vez más, la vamos a superar y saldremos adelante, fortalecidos con la resistencia creativa, el talento, la inteligencia, la audacia y el valor, con la fe en la victoria», añadió.
 
Aclaró que Cuba no esconde sus carencias, sus colas, sus dolorosas escaseces, entre otras cosas, porque no son frutos de la incapacidad del Estado socialista, como gritan sus enemigos, y puntualizó que, por mucha responsabilidad que tengamos los revolucionarios en los errores de la construcción socialista, no hay modo de negar que el más grande obstáculo a nuestro desarrollo es el bloqueo y su efecto, múltiple y diverso, como parte de una guerra prolongada y asimétrica.
 
¿Qué hacer?, se preguntó, y respondió: «No doblegarnos ni rendirnos jamás. Esa convicción la asumen con todo sentido de continuidad las generaciones que, nacidas con y después de la Revolución, van asumiendo las principales responsabilidades en todos los ámbitos de nuestra sociedad».
 
Ratificó que Cuba reconoce y defiende, como esencias, la independencia, la soberanía, la democracia socialista, la paz, la eficiencia económica, la seguridad y las conquistas de justicia social, «¡el socialismo!», exclamó.

«La solidaridad seguirá siendo un mensaje permanente e inagotable
de paz, imposible de acallar», afirmó Díaz-Canel. Foto: José M. Correa
Foto: José Manuel Correa

«Seguimos siendo el mal ejemplo al que tanto temen los privilegiados de las sociedades clasistas, los empeñados de siempre en que un mundo mejor no sea posible», dijo, a lo que contrapuso «que los empeñados de siempre en conquistar toda la justicia, seguiremos peleando porque un mundo mejor sea posible».
 
Luego de resaltar que el 1ro. de Mayo «nuestro pueblo lanzó un fuerte mensaje al mundo», recalcó que «la solidaridad no se puede bloquear como los insumos, alimentos, medicinas o incluso el oxígeno, que los imperialistas nos negaron en el peor momento de la pandemia.
 
La solidaridad, aseveró, «solo reconoce necesidades y demandas humanas y coloca a quienes la dan y la reciben en el escalón más alto de nuestra especie. Ella seguirá siendo un arma indestructible de lucha y, al mismo tiempo, un mensaje permanente e inagotable de paz, imposible de acallar».
 
 

Fuente: 

Periódico Granma

Fecha: 

03/05/2022