El cuidado de la Tierra y la inversión de recursos para evitar su destrucción es mejor que conquistar otro planeta para la subsistencia del ser humano, consideró el cosmonauta cubano, Arnaldo Tamayo.

Sin embargo, no se deben descuidar las investigaciones científicas que se realizan en el espacio, expresó en una entrevista divulgada hoy por el diario Granma el primer latinoamericano en viajar al cosmos hace 30 años.

La posibilidad de viajar aún más lejos solo puede estimarse por el afán del ser humano de ir más allá, consideró quien junto a Yuri Romanenko tripuló la nave Soyuz 38, de la desaparecida Unión Soviética, entre el 18 y el 26 de septiembre de 1980.

Tamayo recordó que aprovechó mucho la oportunidad de estar en el cosmos, y además de los experimentos científicos observó el planeta, con Cuba como la imagen más presente, e hizo fotografías las cuales ganaron premios.

Durante el vuelo el sol salía en el horizonte formando un arcoiris perfecto, que casualmente coincidía con la velocidad angular del giro de la tierra, le hice una foto cada 10 segundos y capté un panorama único, subrayó. Comentó que al regreso a su país, el corazón le latió más fuerte que en el despegue, y "nunca había visto tanto pueblo en la calle", unido al recibimiento del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, y del hoy presidente Raúl Castro.

El cosmonauta cubano, hoy general de brigada, fue el número 97 que voló al espacio y ubicó a su país en la novena posición en tener un representante allá.

Ahora, más de 600 personas, por diferentes vías, han viajado al cosmos, pero comparado con el resto de los habitantes de la Tierra (seis mil 700 millones), esa cifra sigue siendo un por ciento insignificante, opinó Tamayo.

Puntualizó que la experiencia vivida no se apaga de su mente ni del corazón, y "a cada rato sueño con el cosmos y hago mi vuelo mental, pero ya estoy viejo, ahora tienen que ir los jóvenes", concluyó.