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Una materia llamada Fidel

Dibujo infantil dedicado a Fidel. Foto: Tomada de Internet
Dibujo infantil dedicado a Fidel. Foto: Tomada de Internet

La joven Katherine Hierrezuelo se forma actualmente como educadora en la Universidad de las Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. Nadie que conozca su historia –o al menos la que tiene que ver con estas líneas– negaría que la honrosa decisión de cursar estos estudios, en tiempos en que no faltan quienes procuren «alertar» a los que los eligen, de los grandes sacrificios que entraña la profesión, tiene que ver con Fidel.
 
Cuando la Cátedra Latinoamericana José Martí y la educación, de la Asociación de Pedagogos de Cuba premió, en su edición del 2012, a los participantes del concurso Los niños responden a José Martí, para rendir tributo a la revista La Edad de Oro, hubo un texto que llamó poderosamente la atención de su jurado y resultó premiado. Se trataba de un poema firmado por Katherine, estudiante entonces de Secundaria Básica, titulado Tome mi mano, Comandante.
 
El texto, de hermosas asonancias, fue enviado al Comandante en Jefe por iniciativa del Doctor Armando Hart. A los tres días la niña recibió en su casa una bellísima carta escrita por Fidel.
 
Para quien en la edad adolescente tuvo conciencia de la valía del Comandante en Jefe –en su condición de líder imprescindible para contribuir al mejoramiento del mundo– y destacó en sentidos versos su extraordinaria anchura humana, tiene que haber sido la misiva de puño y letra de Fidel el verdadero premio.
 
Temas de hondas preocupaciones como la necesidad de salvar el medio ambiente, las consecuencias de la política imperial que somete al mundo en el terrorismo y la muerte, la necesidad de preservar la vida y de acabar con el hambre, se dejan ver en las palabras de la niña, que no en balde ofrece su mano al Jefe de la Revolución para que, unida a otros niños y adultos, sea guiada para conquistar bellos sueños.  
 
La misma mano del Comandante, permanentemente ocupada en el sinfín de tareas a las que dedicó su vida, halló espacio para responder a la niña su imperioso texto, donde una exhortación respetuosa la pone a ella misma a disposición del líder, para emprender la lucha por un mundo justo y seguro, donde los pueblos puedan ser felices.
 
LA HUELLA
 
En palabras martianas «las cualidades esenciales del carácter, lo original y enérgico de cada hombre, se deja ver desde la infancia en un acto, en una idea, en una mirada». He ahí la elección de Katherine. Si bien cualquier trabajo honrado es decoroso, también es cierto que ciertas profesiones, como la elegida por ella, tienen mayores posibilidades para incidir en las nuevas generaciones, para formar, para entregar a los retoños de vida los saberes y experiencias no solo de la ciencia, sino también las del espíritu.
 
Nadie con un pensamiento digno, con un sentido tal de la justicia, tempranamente fraguado, capaz de mirar con dolor las tristezas del mundo, con ímpetu casi militante y postura de entrega al bien común, trueca su destino de faro, para deberse a otros modos menos comprometidos de ganarse la vida.
 
Como ella, hoy adulta, muchos otros, un país entero, está en el deber de mantener vivo al Comandante ya inmortal; sin embargo, desde diversos escenarios, es preciso hallarle nuevas formas de existencia. Las aulas, entre los primeros, han de ser espacios privilegiados donde esa materia llamada Fidel sea «impartida» sin más pretensión que mostrar su nobleza y su integridad, como ser ejemplar que legitima la historia de Cuba.
 
Claro que no hablamos de una asignatura ni de un turno fijo, con un puesto que se le reserve en el horario escolar. Que Fidel sea materia permanente en la enseñanza cubana tiene que contar con el certero propósito de que docentes y educadores, en general, estudien como ejemplo de ética y humanismo su pensamiento y su actuar.
 
Para Katherine no será difícil, porque desde pequeña supo a quién podría confiar sus sueños de justicia, y hallará el modo de traerlo oportunamente a su clase, sea de la rama que sea, sabiendo que la prestancia de Fidel, como lo fue en sus días, sigue siendo imperiosa en estos tiempos. Su experiencia personal, su recompensa escrita por el Comandante, será catálisis para atomizar los actos estoicos del líder, para que lo quieran también los que no lo conocieron, y sin embargo tienen tanto que agradecerle.
 
Pero no solo Katherine tendrá sobre sí tan garante encargo. Cierto es que no todos los formadores de los hombres del mañana podrían contar con una vivencia como la suya, con elogios y firma personalizada de Fidel; sin embargo, para haber sido tocado por su mano bastará haber vivido en Revolución, cuya obra es pensar y obrar sin exclusiones.
 
LA VIDA DE FIDEL: EL MEJOR DE LOS MÉTODOS
 
Por avezado que sea el docente que los aplique, no habrá métodos, técnicas ni estilos de trabajo que, en el afán de estudiar la figura política y humana que es Fidel, sean superados por la instrucción que entraña su propia vida.
 
Fidel no cabe, inerte, en las páginas de un libro. Es contenido, historia, valores, humanidad y acción a un tiempo. Es presente y memoria de la que no se podrá prescindir por el bien no solo de Cuba.

 
Comunicador por excelencia, maestro en la oratoria, estratega virtuoso, político probo, compañero leal, estadista magnífico, Fidel debe ser enseñado en todas sus dimensiones desde su estatura misma. Y hay que hablarles a los niños de él como lo hiciera él mismo con ellos; adecuando el lenguaje a las edades, sin ingenuas ñoñerías ni elevados términos, con matices humorísticos, sentido de la responsabilidad, comprometiéndolos, como lo hiciera siempre que se dirigió a ellos.
 
Querida Khaterine:

Tus versos me conmovieron y me alegro mucho de haberlos conocido.
Constituye un considerable éxito y un estimulante reconocimiento a la constancia y la consagración al estudio, haber obtenido ese premio en el concurso por el aniversario de La Edad de Oro. Imagino la alegría que proporcionaste a tus familiares y amigos, lo cual será un motivo de sano orgullo durante toda tu vida.
Te envío un fuerte y emocionado abrazo.
 
Fidel Castro
Julio 18 del 2012
10 y 24 p.m.

 
 
Tome mi  mano, Comandante (Katherine Hierrezuelo)
 
Tome mi mano, Comandante,
Para junto a la suya tan sabia y fuerte
Llevar por el mundo un mensaje
importante
«Salvar al planeta es cuestión urgente».
 
 Tome mi mano, Comandante,
Detengamos a ese señor presidente
Y a esos cobardes, crueles, arrogantes
Que condenan al mundo al terror y a la muerte.
 
 Tome mi mano, Comandante,
Para correr hacia esos que quieren la guerra
Para poder advertirles y poder explicarles
Que nadie está a salvo de esa triste tragedia.
 
 Necesito su mano, firme y segura
Su mano de lucha y de huellas pasadas
Para ser invencibles contra tantas locuras
Para unidas a las mías, ganar la victoria.
 
Tome mi mano, Comandante,
Y con ella sembremos una hermosa semilla
Y que ella dé frutos que sean gigantes
Que contengan el rico  sabor de la vida.
 
Necesito su mano, por favor,
Comandante,
Para explicarle al rico que no  quiere entender
Que pienso que el dinero, oro, y diamantes
Le van a salvar de un triste padecer.
 
 El tonto no sabe de pobreza ni hambre
Que hay muchos niños sin amanecer
Contaminan las plantas, los ríos, los mares
Y no saben que ellos se contaminan también.
 
 Quiero agarrar su mano en lo adelante
No hay tiempo ya que perder
Que no mueran más los animales
Que todo vuelva pronto a florecer.
 
Si quiere saber por qué escojo su mano
Es por su ejemplo de gran luchador,
Hombre como usted, valiente y osado,
Necesitamos los niños para un mundo mejor.
 
Yo invito a los niños. Jóvenes y ancianos
A todo el que quiere, que se una también
No importa la raza ni el idioma que
hablamos
De cualquier religión, sea hombre o mujer.
 
Solo aprieta fuerte y unamos las manos
Para alertar a los que no quieren comprender
Y juntemos las fuerzas de seres humanos
Para que los niños podamos crecer.
Queremos un mundo de paz y sin llantos
Con aire muy puro y lindo atardecer
Con playas y bosques, montañas y prados
Y si tú a este planeta quieres defender
 Solo extiende tus dedos y abre tus manos
Y únete conmigo a mi amigo FIDEL.

Autor: 

Fuente: 

Periódico Granma

Fecha: 

13/08/2018