Valoraciones

Tuve uno de los cocineros más famosos del mundo

"En la celda estaba la pequeña cama de él y pusieron otra para mí. La comida del presidio […] era malísima, nos permitían una pequeña hornilla eléctrica. Con lo que nos mandaba la familia y con la comida del presidio, todos los días me arreglaba el almuerzo. Él lo hacía para que yo me alimentara, porque era muy delgado y por la inactividad nunca tenía apetito, por tal motivo él me cocinaba. Así que puedo decir que yo tuve uno de los cocineros más famosos del mundo, que se llama Fidel Castro.

(...)

El problema era que cuando yo no quería comer, me buscaba un problema, una discusión con él. Allí estudiábamos y leíamos mucho, jugábamos al ajedrez y también empezamos a estudiar El capital, de Marx.

(...)

A veces, de madrugada, Fidel me despertaba a las 3 ó 4 de la mañana: “Raúl, Raúl” —¿qué hay?— “se me ocurrió tal idea” —¿qué idea?— “cuando triunfemos vamos a hacer esto y esto”. Y “tal problema que estuvimos discutiendo ayer, se resuelve así” y yo le decía Fidel, déjame dormir, y me viraba para el otro lado, tan pronto me era posible."

Tomado de: 

Entrevista al periódico El Sol de México por Mario Vázquez Raña
07/04/1993

Fecha: 

Miércoles, Abril 7, 1993 - :