“La Revolución no podría ponerse a esperar que todos los padres se enderecen, que todas las desavenencias familiares y conyugales desaparezcan, porque sería un sueño; o que todos los problemas de tipo social y material desaparezcan repentinamente de un día para otro, porque sería también un sueño”.
Riferimento al testo originale:
Discurso pronunciado en la clausura del XI Seminario Nacional de Educación Media, en el teatro "Karl Marx", 5 de febrero de 1987