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Martí, la verdad sobre EE.UU. desde el periódico Patria

''Que se sepa en Nuestra América la verdad de los Estados Unidos. Ni se debe exagerar sus faltas de propósito, por el prurito de negarles toda virtud, ni se han de esconder sus faltas, o pregonarlas como virtudes''.
 
Tal recomendación surgió de la vasta capacidad intelectual del Héroe Nacional cubano, José Martí, quien vivió casi 15 años en dicho país, al cual conoció y describió como pocos contemporáneos a finales del siglo XIX.
 
Algo menos de 125 años después de ser publicadas en el periódico Patria, las palabras del insigne antillano sobre este tema, y otros abordados en la publicación que él mismo hizo nacer el 14 de marzo de 1892, conservan plena vigencia.
 
'Es de supina ignorancia, y de ligereza infantil y punible, hablar de los Estados Unidos y de las conquistas reales u oponentes de una comarca suya o grupo de ideas, como de una nación total e igual, de libertad unánime y de conquistas definitivas', apuntó Martí.
 
Basta con detenerse en la postura actual de Washington hacia los países al sur del Río Bravo, como queriendo revivir la vetusta Doctrina Monroe, para corroborar cuánta razón sigue teniendo el Apóstol.
 
Según Martí, 'es de gente menor, y de la envidia incapaz y roedora, el picar puntos a la grandeza patente, y negarla en redondo, por uno u otro lunar, o empinársele de agorero, como quien quita una mota al sol'.
 
'Pero no augura, sino certifica, el que observa cómo en los Estados Unidos, en vez de apretarse las causas de unión, se aflojan; en vez de resolverse los problemas de la humanidad, se reproducen; en vez de amalgamarse en la política nacional las localidades, la dividen y la enconan', puntualizó.
 
A juicio de estudiosos de la obra martiana, releer en estos tiempos sus textos en Patria constituye la confirmación de que el Maestro escaló desde allí al punto más elevado de su periodismo, iniciado cuando aún era un imberbe.
 
En las páginas de ese medio aparecieron también las orientaciones del héroe para guiar a un pueblo y ponerlo en pie de guerra nuevamente, tras el fracaso de la contienda de los Diez Años (1868-1878).
 
La labor martiana a favor de la unidad encontró cauce en los futuros revolucionarios, en los patriotas veteranos, en los jóvenes, en las madres, en los escépticos pues se trataba de una obra urgente de propaganda, conciliación y explicación política.
 
Más allá de su marcado carácter heterogéneo, ese público supo leer a Martí, comprender el pensamiento dialéctico, y seguirlo en el camino trazado en busca de la emancipación.
 
De acuerdo con el Maestro, una es la prensa, y mayor su libertad, cuando en la república segura se contiende, sin más escudo que ella, por defender las libertades de los que las invocan para violarlas.
 
Y seguidamente esbozó: 'Pero la prensa, es otra cuando se tiene enfrente al enemigo. Entonces, en voz baja, se posa la señal. Lo que el enemigo ha de oír, no es más que la señal de ataque. Eso es Patria en la prensa. Es un soldado'.
 
En el editorial Nuestras Ideas, mostró la labor propuesta para encaminar la obra de divulgación y afianzamiento de su pensamiento revolucionario, político y social.
 
'Nace este periódico, por la voluntad y con los recursos de los cubanos y puertorriqueños independientes de New York, para contribuir, sin premura y sin descanso, a la organización de los hombres libres de Cuba y Puerto Rico'.
 
Más adelante, Martí esbozó la inevitabilidad de la guerra y refirió que el conflicto no será contra el español que 'tiene de aliados naturales a todos los españoles que quieran ser felices'.
 
Como no quiso la más mínima separación entre los hombres, trató de unirlos constantemente en torno a la independencia de Cuba y el camino de la Revolución, y así lo señaló en el trabajo El Partido Revolucionario Cubano, del 3 de abril de 1892.
 
Realizó en ese mismo artículo una valoración de la emigración y del Partido, 'que de la obra de 12 años callada e incesante salió saneado por las pruebas' y sostuvo que 'erraría de afuera o de adentro, quien lo creyera extinguible o deleznable. Lo que un grupo ambiciona, cae. Perdura, lo que un pueblo quiere'.
 
'La unidad de pensamiento, que de ningún modo quiere decir la servidumbre de la opinión, es sin duda condición indispensable del éxito de todo programa político, y de toda especie de empresas', expresó en Generoso deseo.
 
Para buscar la unión verdadera e integrar a todos, el Apóstol tuvo que enfrentar desde las páginas de Patria a quienes veían y fomentaban en el negro el odio.
 
Con el trabajo Mi raza, el 16 de abril de 1893, enunció los postulados de igualdad de derechos para los hombres pues 'cubano es más que blanco, más que mulato, más que negro'.
 
También, en la labor de aunar voluntades, apeló constantemente al patriotismo de sus hermanos y con definiciones claras como esa de 'Patria es humanidad, es aquella porción de la humanidad que vemos más de cerca, y en que nos tocó nacer' inculcó el sentir revolucionario.
 
Sin dudas y con el conocimiento de las verdaderas intenciones estadounidenses, Martí alertó reiteradamente sobre los afanes y las posiciones anexionistas del poderoso país, al cual, como afirmó en una carta memorable, conoció sus entrañas.

Fuente: 

Prensa Latina

Fecha: 

13/03/2018