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Dos nuevos comandantes y dos nuevos frentes

Fecha: 

26/02/2015

Fuente: 

Periódico Granma

Autor: 

 Raúl y Almeida en los días de la Sierra Maestra.
 

Después de la victoria de Pino del Agua, Fidel Castro expresó su decisión de ampliar los territorios de combate
 
A inicios de 1958, tras haber derrotado una a una, todas las acciones de la dictadura batistiana para aniquilar a la guerrilla, el Ejército Rebelde bajo la dirección de su Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, dominaba una extensa zona de la Sierra Maestra.
 
Era el momento propicio para extender la lucha a otros territorios con la creación de nuevos frentes de combate. Fidel, silenciosamente, cuidaba de todos los detalles.
 
El 1ro. de febrero, el jefe guerrillero encarga la confección de cien pares de zapatos, para el abastecimiento de la tropa. En un mensaje, da indicaciones precisas: “Deben ser fuertes y de buena calidad. Traten de que comiencen a hacerlos inmediatamente […] Deben irse re­mitiendo a medida que se vayan terminando”.
 
El entonces capitán Juan Almeida narró que —por aquellos días—, se trabajaba “en el perfeccionamiento de la granada M-26, la que el Che había comenzado a preparar con hojalata y TNT de las bombas que tiraban los aviones y no explotaban”. Y destacó cómo Fidel, personalmente, hacía correcciones en las múltiples pruebas para su lanzamiento.
Fidel, aprovechando que la dictadura había levantado la censura, consideró que era importante dar un golpe que repercutiera en todo el país. El poblado de Pino del Agua fue el punto es­cogido. Pino del Agua era un puesto avanzado del enemigo de mucha importancia estratégica.
 
El ataque tuvo lugar el día 16 de febrero a las cinco y treinta de la mañana, y fue dirigido personalmente por Fidel. La victoria sobre las tropas de la dictadura —destruyendo aún más su claudicante moral de combate— mostró a toda la nación la fuerza creciente del Ejército Rebelde.
 
El comandante Ernesto Guevara —quien en Pasajes de la guerra revolucionaria narró los pormenores de ese combate— contó que el 17 de febrero se retiraron las tropas rebeldes de Pino del Agua llevando un abundante botín de guerra consistente en 33  fusiles, cin­co ametralladoras y gran cantidad de parque.
 
Dos días después, el periódico El Mundo publica una información referida a los combates de Pino del Agua plagada de mentiras, se dice: “Sobre la presencia del cabecilla insurreccional en estos encuentros, nada se ha podido confirmar y sí que permanece escondido en las intrincadas cuevas de la Sierra Maestra”.
 
Sin embargo en la Sierra Maestra varios oficiales rebeldes le piden a Fidel que no se arriesgue tanto en los combates, pues en Pino del Agua, lo había hecho varias veces más de lo debido. La carta del 19 de febrero, con la firma de cuarenta miembros del Ejército Rebelde, encabezada por la del Che, le pedían en nombre de la Revolución no arriesgar su vida inútilmente. El Che Guevara escribió años después: “Este documento, un tanto infantil, que hiciéramos impulsados por los deseos más altruistas, creemos que no mereció ni una leída de su parte y, de más está decirlo, no le hizo el más mínimo caso”.
 
Solo después del triunfo en Pino del Agua, Fidel expresó su decisión de ampliar los territorios de combate, y le informó al capitán Raúl Castro Ruz que próximamente lo designaría para marchar, al mando de una nueva columna guerrillera, hacia la zona noreste de Oriente. Asimismo, el Comandante en Jefe enviaría al capitán Juan Almeida Bosque hacia otra región de la Sierra Maestra y abrir un nuevo frente.
 
Al conocer esta decisión, Raúl apunta en su diario de campaña: “Febrero-Domingo 23- Caminando con Fidel por el patio de la casa, me informó que escogiera 50 hombres para realizar la misión que le pedí una vez. Me volví loco de contento y empecé a trabajar preparando la gente. Le puse por nombre: “OPE­RACIÓN FRANK PAÍS GARCÍA” en honor al inolvidable combatiente caído”.
 
Al día siguiente, 24 de febrero, en conmemoración del aniversario 63 del inicio de la Guerra del 95, inicia sus transmisiones Radio Rebelde. La emisora del Ejército Rebelde llegaría a convertirse en un poderoso instrumento político-ideológico y, sobre todo, en un medio para la conducción de la guerra.
 
Tres días después, el 27 de febrero de 1958, el jefe rebelde emite las órdenes para ascender, con grados de comandante, a los capitanes Raúl Castro Ruz y Juan Almeida Bosque, nombrándolos jefes de dos nuevos frentes. El texto de las órdenes de ascenso, dice:
 
Sierra Maestra, Feb. 27 de 1958.
 
Se comunica por este medio que ha sido ascendido al grado de comandante el capitán Raúl Castro Ruz, y se le nombra jefe de la columna 6 que operará en el territorio montañoso situado al norte de la provincia de Oriente, desde el término municipal de Mayarí al de Baracoa, quedando bajo su mando las patrullas rebeldes que operen en dicha zona.
 
Fidel Castro Ruz
Comandante Jefe
 
Sierra Maestra, Feb. 27 de 1958.
 
Se comunica por este medio que ha sido ascendido al grado de comandante el capitán Juan Almeida Bosque y se le nombra jefe de la columna 3 que operará en el territorio de la Sierra Maestra, situado al este del poblado de María Tomasa, debiendo extender el campo de operaciones lo más lejos posible hacia esa dirección.
 
Fidel Castro Ruz
Comandante Jefe
 
El primero de marzo Fidel se despide de las dos nuevas columnas. Así lo cuenta Raúl:
 
Al mediodía del 1ro. de marzo de 1958, después de recibir todas las instrucciones y los preparativos del viaje, Almeida y yo, junto a los oficiales de ambas columnas, tuvimos una reunión final con Fidel en el campamento que en esos momentos ocupaba la columna del Che en “La Pata de la Mesa”, en el mismo corazón de la Sierra Maestra.
 
Dos nuevas columnas se desprendían del núcleo inicial del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra, donde nacieron y se forjaron bajo el fuego enemigo y la gran experiencia acumulada por Fidel en largos meses de guerra: la Nro. 3, con el nombre de la ciudad heroica de “Santiago de Cuba”, dirigida por Almeida, y la Nro. 6 “Frank País”, bajo mi mando.
 
Sobre los hechos relacionados con el ascenso de Raúl y Almeida a comandantes y la formación de dos nuevos frentes, Ernesto Che Guevara —quien fuera el primer comandante del Ejército Rebelde nombrado por Fidel—, rememora:
 
Nuestra zona de operaciones se ampliaría grandemente al ser atacado por segunda vez Pino del Agua, por todas nuestras fuerzas en conjunto bajo la dirección personal de Fidel y formarse dos nuevas columnas, la 6, que llevaría el nombre de Frank País, al mando de Raúl y la columna de Almeida. Ambas eran desprendimientos de la 1, comandada por Fidel, la que fue nutriente perenne de estos desgajamientos que se producían para asentar nuevas fuerzas en territorios distantes. Así se vigorizaría la tendencia iniciada con la formación de la Columna 4, que se puede comparar al fenómeno de creación de nuevas columnas a partir de la colmena madre, la Columna 1.