Resulta una tarea realmente titánica y audaz pretender biografiar a una figura de dimensiones tan colosales como Fidel Castro, atrapar en una obra de síntesis, 90 años de una vida tan intensa, cuyo legado en pensamiento y praxis revolucionaria trasciende las coordenadas de un tiempo histórico y las fronteras de una isla como Cuba.
 
    Fidel lo desafió todo, hasta el tiempo. Muchos todavía se preguntan cómo era posible que, en un día de 24 horas, pudiera realizar tan disímiles tareas. Los investigadores que hoy completan su cronología no escapan del asombro al ver el nivel de actividad del Comandante y cómo se movía por tantos lugares, intercambiando con el pueblo en cada oportunidad, convenciendo, sembrando, fundando, creando nuevas realidades y, al propio tiempo, destacándose en la arena internacional como uno de los estadistas más influyentes de todos los tiempos.
 
La huella de Fidel está en cada esfera de la vida económica, política, social y cultural de Cuba, y mientras más pase el tiempo —para despecho de sus detractores— su historia crecerá, como dice la canción.
 
Y es que Fidel es imposible de atrapar en toda su magnitud, cualquier libro o estudio de su figura será siempre eso, una aproximación, una provocación a nuevos horizontes investigativos.
 
Cuando revisamos los estudios biográficos que se han realizado en Cuba sobre Fidel, de inmediato comprobamos que solo dos biografías se han escrito hasta la fecha, ambas en 1959: Fidel Castro, biografía, de Gerardo Rodríguez Morejón (Publisher P. Fernández, 1959) y Fidel Castro. Vida y Obra, de Luis Conte Agüero (Editorial Lex, 1959).
 
Muchos libros se escribieron después de pasajes históricos determinados, así como selecciones temáticas de su pensamiento, junto a las imprescindibles entrevistas de Frei Betto e Ignacio Ramonet, donde el propio entrevistado ofreció muchos detalles de su azarosa vida, pero nadie asumió el desafío mayúsculo de biografiar a Fidel.
 
    En contraste, fuera de Cuba, ríos de tinta se han derramado en biografías del líder cubano, una gran parte de ellas con visiones totalmente distorsionadas o con intenciones de tergiversar y atacar políticamente a Fidel y a la Revolución. Ello refuerza aún más la idea de la urgencia que existía de que se escribiera una biografía a la altura de Fidel y su historia, y en ese sentido creo que nadie mejor que Katiuska Blanco Castiñeira, podría asumir tal reto.
 
Kati, como le decimos cariñosamente, ha sido, sin lugar a duda, aunque a ella no le gusta que la llamen así, la biógrafa más acuciosa de la vida, obra y pensamiento de Fidel. Nadie como ella ha hurgado con tanta tenacidad durante años en fondos documentales de las más diversas instituciones, desde centros de investigación y bibliotecas, hasta museos, iglesias, cementerios y registros civiles. En sus arduas pesquisas, las fuentes orales de familiares, amigos y compañeros de lucha han sido fundamentales. Y por supuesto, la fuente mayor ha sido el propio biografiado, en incalculables horas de conversaciones.
 
    Hoy presentamos Fidel, una biografía escrita por Katiuska Blanco, pero pudiéramos decir que detrás de este libro está también parte de la biografía de Katiuska, quien ha dedicado con gran esfuerzo y pasión muchos años de su vida a estudiar, investigar y divulgar, la vida y obra del líder del guía indiscutido y amado del pueblo cubano.
 
Es el primer libro que publica con satisfacción y orgullo la editorial del Centro Fidel Castro Ruz, Ediciones Alejandro, producido en su taller de imprenta “El Cubano Libre”. Las nuevas y futuras generaciones tendrán entonces en sus manos una biografía de Fidel que sobresale por su veracidad y por tener en su raíz un saber acumulado profundo y a la vez una narrativa asequible a cualquier público lector. Esta biografía nace robusta, al recoger en sus páginas los frutos de libros anteriores de la autora como Ángel, la raíz gallega de Fidel, Todo el tiempo de los Cedros y Guerrillero del tiempo.
 
En tiempos en que los enemigos se empeñan con más fuerza que nunca en derribar el árbol frondoso de la Revolución Cubana, desde sus raíces más firmes, destacaría en esta biografía, como aporte y novedad fundamental, todo el espacio que se le dedica al período histórico posterior al triunfo de enero de 1959, la etapa quizás menos divulgada y conocida por las generaciones más jóvenes, de la trayectoria revolucionaria de Fidel.
 
Libros como estos contribuyen a mantener a Fidel vivo, vivo en sus ideas, en su obra creadora y trascendente, siendo el líder no de una sola generación, sino de muchas y continuas generaciones de cubanos. Tenemos entonces que agradecer a Katiuska, hoy y siempre, por regalarnos este esfuerzo de amor. Un hermoso homenaje a Fidel a cinco años de su partida física, pero también al heroico pueblo cubano, el legado más preciado de Fidel.