Pérez Sosa

Revolucionario de acción y fe

A Sergio González López, durante toda su vida, lo motivó la fe. Primero la católica, esa que lo incitó durante su adolescencia a ordenarse como sacerdote e ingresar en el Seminario de El Cobre en Santiago de Cuba. Después, la que descubrió al comprender la necesidad de luchar por la libertad de la Patria. Por ello y por alguna precaución del clandestinaje, le apodaban: El Curita.