Al señor Fidel Castro
Nosotros los escritores tenemos el propósito de celebrar en días próximos una mesa redonda por CMQ televisión. El tema a debatir: Posición del escritor en Cuba. Sabemos que el Gobierno Revolucionario tiene fundados motivos para tenernos entre ojos; sabemos que nos cruzamos de brazos en el momento de la lucha, y sabemos que hemos cometido una falta. Pretendemos en la celebración de dicha mesa redonda, poner de manifiesto que si no cooperamos con ustedes fue debido a que no constituimos, como los periodistas y profesores, una clase. Tomado en su proyección social el escritor cubano, hasta el momento presente, es tan solo un proyecto. Utilizando una locución popular, nosotros, los escritores cubanos somos "la última carta de la baraja", es decir, nada significamos en lo económico, lo social y hasta en el campo mismo de las letras. Queremos cooperar hombro con hombro con la Revolución, mas para ello es preciso que se nos saque del estado miserable en que nos debatimos. ¿Quiere usted un ejemplo entre muchos? Cuando un escritor cubano se dirige al director de un periódico a fin de que éste le publique un artículo, la más de las veces obtiene rotunda negativa y hasta es tildado de raro. Y si acaso es complacido, que ni piense por un momento que su trabajo será pagado. Esta es la verdad y esta nuestra situación. Si como usted ha dicho, el cubano es muy inteligente y si nosotros somos lo uno y lo otro, es preciso que la Revolución nos saque de la menesterosidad en que nos debatimos y nos ponga a trabajar. Créanos, amigo Fidel: podemos ser muy útiles.