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El bloqueo no es una realidad abstracta

Fecha: 

05/09/2019

Fuente: 

Periódico Granma

El licenciado Yaudel Yero Martínez, como el pueblo venezolano, tiene sobradas razones para rechazar el infame bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a la Patria de Bolívar y la campaña difamatoria que contra la colaboración médica cubana en el mundo urden Trump, Bolsonaro y sus acólitos.
 
Natural de Manzanillo, en la oriental provincia de Granma, este joven es el asesor nacional de Optometría y Óptica de la Misión Cubana en Venezuela y llegó a la hermana nación sudamericana hace más de dos años con la experiencia del cerco similar que sobre nuestro país levanta el mismo imperio, «aunque ahora, como nunca antes, se siente más el impacto negativo de esta política hostil», reflexiona a la entrada del laboratorio de tallado de lentes oftalmológicos que provee la demanda de las 330 ópticas del Proyecto Salud Visual, fruto de las ideas humanistas de Fidel y de Chávez.
 
El impacto en cifras
 
«Fíjese que en los ocho meses transcurridos del presente año han sido consultados unos dos millones 500 000 pacientes y, aunque todos lo necesitan y el Gobierno tiene el interés de resolver el problema, más de un millón de ellos no han recibido los espejuelos requeridos», afirma.
 
Refiere que tanto las consultas como la entrega de los lentes son gratuitas y están dirigidas a los segmentos poblacionales más desfavorecidos por la difícil situación económica que atraviesa el país, agravada actualmente por las medidas unilaterales de Trump.
 
«En estos momentos se hace muy difícil adquirir los insumos», dice Yero y cita ejemplos convincentes: «En oportunidades no se dispone del financiamiento y cuando contamos con él aparecen las trabas a las transacciones comerciales, impuestas por el bloqueo y entonces los bancos se niegan a hacer las transferencias, y también el trasiego es un problema, porque impide que los buques arriben a puertos venezolanos y hasta a los puertos cubanos; se buscan alternativas y eso encarece enormemente los costos».
 
Nadie con sentido común cuestionaría los beneficios que proporciona la cooperación de la Mayor de las Antillas en este proyecto, y cualquiera se daría cuenta de los daños que ocasionan a la población más vulnerable la arrogancia estadounidense.
 
Las razones del proyecto
 
«El proyecto de Atención Visual, recuerda Yero, surge cuando la Misión Educativa llega con el Programa Yo sí puedo, pues para alfabetizar a las personas mayores se necesitaba resolver los problemas vinculados con la visión, pues generalmente la mayoría de las personas después de los 40 años de edad necesitan lentes».
 
El licenciado rememora que adscritas al proyecto hubo un tiempo en que funcionaron 450 ópticas, «fue la respuesta casi inmediata de la Revolución Bolivariana al desamparo de mucha gente, pues aquí existen numerosas ópticas privadas, pero al cambio actual unos espejuelos pueden costar alrededor de 80 o 90 dólares, el más económico, algo inaccesible para la población más frágil», comenta.
 
«Para borrar esas diferencias, heredadas del capitalismo, se fundó esta colaboración que ya sobrepasa los 64 millones de pacientes atendidos y en más de 46 millones la cantidad de espejuelos entregados, todo de forma gratuita, incluida la atención integral de los necesitados, así como todos los servicios que brinda la Misión Barrio Adentro 1 acá», enfatiza Yero.
 
Entonces, bien vale defender estas acciones que contribuyen a devolver la luz a pesar del bloqueo y hace visibles a sectores olvidados por muchos años a causa de políticas neoliberales.