Entrevistas

Entrevista concedida a Simon Malley, Director General de la revista “Afrique-Asie”

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Entrevista concedida por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, al regreso de su reciente viaje por países árabes, africanos y de Europa socialista, a Simon Malley, Director General de la revista “Afrique-Asie”, el 23 de abril de 1977, en el Hotel Habana Libre.  “Año de la Institucionalización.”   

(Cuya aparición en la edición última de la revista Afrique-Asie ha suscitado una rápida y enorme repercusión mundial.  Por su trascendencia, Granma reproduce el texto de esa entrevista.)
 
Simon Malley.-  La noche del sábado 23 de abril último, en mi habitación del hotel Habana Libre, el héroe legendario de la Sierra Maestra me abrazó:  “Compañero”, me dijo, con una amplia sonrisa en su rostro saludable y vigoroso, “bienvenido entre nosotros.  Hace mucho tiempo que le esperábamos.”
 
A partir de ese momento empezó una de las entrevistas maratónicas más fascinantes que conocí durante mi larga carrera de 30 años.
 
En La Habana, en mi hotel, en su despacho, en el Comité Central del Partido Comunista, en los autos y los yipis que nos conducían al aeropuerto, en el interior del país, en el avión que nos llevaba a la región de Trinidad, la discusión nunca se detuvo.  Fidel Castro abordó innumerables problemas nacionales e internacionales.  Me habló de todo, con la sinceridad y el espíritu leal de un camarada que habla con otro camarada, con esa convicción profunda y contagiosa que refleja un compromiso total, lúcido y sincero.

Fidel me habló de su visita a Africa, de sus discusiones con El Kadaffi, Boumedienne, Nyerere, Samora Machel, Agostinho Neto, Siad Barre, Mengistu Haile Mariam, Alí Salem Robaya y con los líderes revolucionarios de Zimbabwe, Namibia y Sudáfrica.  Recordó los objetivos del reciente viaje de 40 días por Africa del Norte y por el sur del Sahara y los resultados logrados.  Mencionó los complots que se preparan contra la independencia y la soberanía nacional de los países progresistas y revolucionarios, la insurrección armada en Zaire, las amenazas que pesan sobre Angola, el significado y la proyección de la política internacionalista de Cuba, y la campaña de mentiras  de calumnias orquestada por el imperialismo y el neocolonialismo contra su país.  Se refirió a la realidad del papel desempeñado por los técnicos y los combatientes revolucionarios cubanos para sostener y consolidar la independencia y los regímenes populares y antimperialistas del continente africano, a la agresión de Marruecos al Sahara y a la intervención franco-marroquí con vistas a vencer la lucha de los rebeldes zairenses, a los planes y designios del imperialismo norteamericano y francés para frenar el empuje revolucionario que se desarrolla en Africa, al significado y alcance de la revolución etíope...
 
Me comunicó su propia esperanza de ver constituirse un verdadero frente antimperialista en Africa y establecerse un entendimiento fundamental entre Etiopía y Somalia para hacer frente a la alianza antipopular de la reacción árabe y africana, de la lucha heroica del pueblo palestino y de su resistencia frente a los planes engendrados para liquidar su revolución.
 
Fidel me hizo el recuento de la evolución de la situación entre Estados Unidos y Cuba; recordó con numerosos detalles la Crisis del Caribe de Octubre de 1962 (llamada “crisis de los cohetes”) y cómo la amenaza nuclear que pesaba sobre Cuba pudo evitarse.   Se refirió también al ascenso del fascismo en América Latina, a los sucesos que se registran en China Popular, en particular la traición de su dirección política.
 
Durante más de 20  horas de explicaciones, análisis y comentarios, casi todos los problemas fueron abordados.  No fue un monólogo sino una verdadera discusión, profunda y detallada en que ninguna pregunta fue eludida y no hubo ninguna respuesta ambigua ni ninguna reacción superficial.
 
Esta figura impresionante, este famoso personaje, que simbolizó la lucha inmortal de todo un pueblo contra la tiranía que lo oprimía, contra la dictadura que lo aplastaba, marcó sin lugar a dudas la historia del Tercer Mundo, entregado al saqueo y a la miseria provocada por el imperialismo, colonialismo y racismo.

¿Por qué, le pregunté a Fidel Castro, este interés especial por Africa?
 
“Africa”, contestó Fidel, “es hoy el eslabón más débil del imperialismo.  Allí se cometieron los mayores crímenes de los últimos siglos contra los pueblos.  Allí existen excelentes perspectivas para poder pasar prácticamente del tribalismo al socialismo, sin tener que atravesar por ciertas etapas que tuvieron que recorrer otras regiones del mundo.  Si somos militantes revolucionarios, tenemos el deber de apoyar la lucha antimperialista, antirracista y antineocolonialista.  
 
“Africa tiene hoy una gran importancia.  La dominación imperialista no es allí tan fuerte como en América Latina.  Por consiguiente, las posibilidades de la revolución en el continente africano son reales.  Si hay un ascenso del fascismo en América Latina, es porque este es el último recurso para impedir el triunfo del socialismo.
 
“La lucha sigue siendo muy dura en América Latina, ya que la burguesía lo domina todo:  la economía, las universidades, la prensa, todos los sectores de la vida nacional.  Este fenómeno no existe realmente en Africa, donde no hay una burguesía propiamente dicha.  Uruguay y Chile, que antes eran considerados como ‘Suizas de América’, ¿en qué se han convertido hoy?  ¡En bastiones del fascismo!”
 
LA GIRA POR AFRICA
 
Cuando le pregunté a Fidel cuáles eran los verdaderos objetivos y los resultados concretos de la gira de 40 días que acaba de hacer por Africa, me precisó:
 
“Debo decir que estaba interesado en el proceso revolucionario que se desarrolla en Libia.  Hacía mucho tiempo nos parecía interesante, desde que Libia eliminó las bases anglonorteamericanas en su territorio y nacionalizó los recursos petroleros.  Este me pareció un proceso progresista.  Por lo tanto, me sentía interesado por este proceso y deseábamos además mejorar nuestras relaciones con Libia.  Al recibir la invitación para asistir a la inauguración del Congreso General del Pueblo Libio, consideré correcto aceptar esta invitación y aprovecharla para conocer el país, su pueblo, sus dirigentes y estrechar nuestras relaciones.  Este es un elemento que determinó la fecha del viaje.  Desde hace tiempo, además, me había comprometido a visitar Yemén, Somalia y otras naciones del área.  Por supuesto, tenía interés en visitar Tanzania y Mozambique y, evidentemente, un viaje a Africa me imponía el deber moral y político de visitar Angola, de volver a ver al presidente Agostinho Neto, este dirigente revolucionario que suscitó admiración y respeto en el seno de su pueblo y en todo el mundo, ya que fue el símbolo de la lucha histórica y memorable de un pueblo unido en su combate de liberación contra las fuerzas de la agresión contrarrevolucionaria, racista e imperialista.  Siempre me alegro de encontrarme con el compañero de combate Agostinho Neto, con quien las discusiones se caracterizan por un verdadero espíritu de militancia revolucionaria.
 
“Al principio, no había pensado viajar a Etiopía.  Pero los acontecimientos del 3 de febrero y la solución revolucionaria de las contradicciones entre la derecha y la izquierda etíopes, con Mengistu en la dirección del comando de la revolución, nos había llevado a enviar una delegación para entrar en contacto con Etiopía.  De esta forma, durante mi viaje, incluí a Etiopía.  Estábamos interesados en tener una imagen de la situación global en Africa y de la marcha del movimiento revolucionario en Africa austral; analizar también cómo se desarrolla nuestra cooperación con todos estos países, ver a nuestros numerosos técnicos que, inspirados en un gran espíritu de sacrificio, trabajan en esos países tan alejados de Cuba, solos, sin sus familias, durante períodos frecuentemente largos.  Quería ver cómo trabajan, saludarlos y estimular este esfuerzo internacionalista y revolucionario que realizan.  ¿Qué otra cosa pudiéramos agregar?  Aproveché la oportunidad para visitar Argelia y entrevistarme con el compañero Boumedienne por el que siento una gran admiración, un gran respeto y con el que mantenemos, al igual que con su pueblo y gobierno, excelentes relaciones.  Lamentablemente, por un problema de tiempo, no pude responder a otras invitaciones como las recibidas de los dirigentes de Madagascar, Zambia y Benin.  Me habían dirigido invitaciones muy amistosas y calurosas.  En esta oportunidad tampoco pude visitar a mi gran amigo Ahmed Sekou Touré y a nuestros amigos de Sao Tomé, Guinea Bissau y Cabo Verde, con los que mantenemos magníficas relaciones. En realidad deseaba ver cuál era la situación socioeconómica de los países africanos, en qué estado los había dejado el colonialismo, sobre todo en Africa negra. Pude confirmar que la realidad era peor que la que podemos leer en los libros...”
 
KADAFFI: POSICIÓN ANTIMPERIALISTA CONSISTENTE Y POSITIVA
 
Sobre sus encuentros con El Kadaffi, Fidel expresó:
 
“La posición antimperialista del presidente Kadaffi es consistente y positiva.  Kadaffi se da cuenta perfectamente de los acontecimientos que se desarrollan en Africa y en el mundo árabe, que amenazan la estabilidad de los regímenes progresistas y revolucionarios.  Está consciente de las amenazas de la reacción árabe contra países como Etiopía.  Hemos sostenido largas entrevistas con él que nos han permitido establecer bases sólidas de amistad y permitirán estrechar aun más las relaciones entre Libia y Cuba.  La oposición de Kadaffi a la reacción árabe, tanto en relación con las maniobras que se tejen contra la Revolución en Africa como contra las fuerzas revolucionarias árabes, es real y profunda, lo mismo que sus críticas a la política de genocidio contra los palestinos que se desarrolló en el Líbano.”
 
Mozambique es el más amenazado de los países de la Línea del Frente ante las agresiones rhodesianas.  ¿Y su encuentro con Samora Machel?
 
“El proceso en el que se ha encauzado el FRELIMO es un proceso verdaderamente revolucionario.  El FRELIMO es ciertamente una organización muy revolucionaria, muy seria y que trabaja con determinación para la instauración del socialismo.  Samora Machel, que tiene una fortísima personalidad, goza de un prestigio considerable porque no solo está vinculado íntimamente a su pueblo, sino porque también ha logrado integrarlo a la obra de la construcción del socialismo.  Es un dirigente extraordinario dotado de una inmensa capacidad para unir al pueblo y para vincularse a las masas populares.  No hablo nunca así por simple cortesía diplomática.  He tenido la firme convicción de que Samora Machel es un hombre con una visión particularmente clara y mi visita a Mozambique me permitió conocer la determinación del pueblo, del partido y del gobierno mozambicanos de llevar a cabo una política consecuente y firme para edificar el socialismo y luchar por todos los medios posibles contra el dominio neocolonial, racista, fascista e imperialista en Africa austral.  El apoyo que brinda Mozambique, en el marco del frente de los cinco países de la primera línea, al pueblo de Zimbabwe para liberarse de la dominación de los racistas de Salisbury, es una contribución considerable a la liberación del Africa austral.
 
“Pienso que la lucha contra el colonialismo, el fascismo y el racismo en Africa austral es el problema más importante, más agudo, el reto mayor al que se enfrenta Africa y especialmente el Africa negra.  Sin duda, esta lucha será dura y larga.  El otro problema grave es el azote del neocolonialismo.  Pero también se presenta el problema general del subdesarrollo dejado por el colonialismo, que es un problema muy difícil, con terribles consecuencias, pues es necesario resolver los problemas de la salud, la educación, mejorar las condiciones de vida material de los pueblos africanos.  
 
“De ahí también, nuestra posición con relación a los recientes acontecimientos ocurridos en Zaire.”
 
Profundizando en las impresiones recibidas durante las conversaciones con el Jefe de Estado argelino, Fidel Castro expresó:
 
“Quedé muy impresionado de mi entrevista con el presidente Boumedienne. Estimo que es un dirigente excepcional, sabio, con ideas profundas y que posee un perfecto conocimiento de los problemas de su país.  El está perfectamente consciente de la necesidad de preparar a su país para el futuro, gracias a las instituciones políticas establecidas, al partido que trata de consolidar y fortalecer y a la toma de conciencia de un pueblo que encierra inmensos recursos revolucionarios.  Es un pueblo que ha luchado con las armas en la mano para vencer a uno de los imperialismos más violentos de nuestra historia.  El prestigio que el presidente Boumedienne inspira en el seno de la población, la popularidad que ha adquirido en las masas argelinas, es uno de los tantos factores que militan a favor de la solidez del régimen que preside.”
 
UN ASUNTO PURAMENTE INTERNO.
 
Al hablar con Fidel Castro sobre el problema de la insurrección armada que estalló en Zaire y las acusaciones falaces que los dirigentes y la prensa occidental dirigieron contra Cuba, este tuvo una reacción enérgica:

 
“No tengo necesidad de decírselo, usted lo sabe:  esos acontecimientos constituyen un asunto puramente interno.  Cuando decimos que no tenemos ninguna participación, no es un pretexto para enmascarar una acción revolucionaria.  No practicamos la política de las mentiras, de la duplicidad o del engaño.  Porque la mentira es la victoria de hoy, y la derrota de mañana.  En nuestras acciones, cuando hacemos cualquier cosa, tenemos la costumbre de asumir nuestras responsabilidades.  Y creemos que es muy importante evitar conflictos entre los países del Africa negra que pudieran desviar la atención de la lucha contra el frente principal que es —repito— el colonialismo, el neocolonialismo, el fascismo, el racismo y la reacción en el Africa meridional.  Solo el imperialismo y el neocolonialismo pueden sacar provecho de este tipo de conflicto.  Es por eso que esperábamos que después de la segunda guerra de liberación de Angola, podrían mejorar las relaciones entre ambos países, independientemente de la diferencia de gobiernos e ideologías políticas y sabiendo bien que en Zaire hay un gobierno neocolonial, reaccionario y represivo, que participó criminalmente en la guerra contra Angola en complicidad con los racistas sudafricanos y que estimula las actividades terroristas contra esta, a partir de su territorio.  Con mucha más razón dado que los dos países, por su posición de vecindad, requieren de la cooperación en la zona navegable del río Congo, vía de acceso para Zaire que pasa por las aguas territoriales angolanas, y la vía principal del ferrocarril por donde se exportan tradicionalmente los productos zairenses, que también atraviesa el territorio angolano.  Considerábamos que después de la aplastante derrota sufrida en Angola como consecuencia de su intervención, el gobierno zairense adoptaría una política más correcta en esta dirección, en la que ha trabajado el gobierno angolano a pesar de la hostilidad del gobierno zairense.”
 
EL IMPERIALISMO HA TENIDO QUE INTERVENIR PARA SALVAR A MOBUTU
    
Le hablé a Fidel sobre el hecho de que la misma campaña de calumnias pretende que los combatientes cubanos en Angola desempeñaron un papel en el entrenamiento y el equipamiento de las fuerzas revolucionarias en Shaba.  Sobre esto dijo:
 
“Una vez terminada la guerra, y a pesar de las posiciones de Zaire, pusimos mucho cuidado en no estimular ningún movimiento interno contra ese gobierno.  Por otra parte, Angola no es un territorio cubano. Nuestra presencia allí obedece a un principio estrictamente internacionalista de total acuerdo con el gobierno angolano.  Respetamos totalmente la soberanía angolana.  Por lo tanto, no teníamos ningún derecho a utilizar el territorio angolano para preparar una acción contra otro gobierno de Africa negra, por muy reaccionario que este sea.  Por todo eso y aunque ciudadanos zairenses de Shaba habían participado en la segunda guerra de liberación al lado del MPLA, una vez terminada la guerra, prácticamente no mantuvimos contactos con esos ciudadanos de Zaire.  La verdad rigurosa y estricta, es que nosotros no participamos en el entrenamiento o equipamiento de las fuerzas revolucionarias que comenzaron la lucha en Shaba.  Algo más:  no teníamos ninguna información de que tales acontecimientos iban a producirse.  Por supuesto, nosotros no practicamos el espionaje ni entre los revolucionarios zairenses ni en Angola.  A pesar de esta realidad, Mobutu no se cansa de decir que los cubanos participaron en esos acontecimientos.  Comprendemos perfectamente que él ha hecho esto como consecuencia de una situación interna política, económica y social desesperada y para justificar su petición de ayuda imperialista.  Esta es la vergonzosa situación del gobierno zairense que ha tenido que solicitar la intervención de las tropas extranjeras para reprimir el levantamiento interno.  Esto demuestra hasta qué punto está desmoralizado el ejército zairense.  El imperialismo ha tenido que intervenir para salvar a Mobutu.  Ahora bien, desde su intervención en Angola, Mobutu conoce el espíritu de lucha de los combatientes angolanos y cubanos.  Si en Shaba hubieran estado combatientes angolanos y cubanos, como él afirmó mentirosamente, no quedaría ya un solo soldado de Mobutu ni un solo soldado del rey Hassan en esa provincia.  Hemos luchado contra los racistas sudafricanos, que son los principales enemigos del Africa negra, y eso honra a nuestros soldados.  Por el contrario, siempre trabajaremos para evitar conflictos entre los pueblos de Africa.
 
“No hay la menor duda, como acabo de decir, que los acontecimientos en Zaire constituyen un asunto estrictamente interno.  Es una sublevación popular armada contra uno de los regímenes más represivos y neocoloniales de Africa.  Cualquiera que sea el desenlace de los acontecimientos que actualmente se llevan a cabo, el pueblo zairota, estoy seguro de ello, proseguirá su lucha nacional hasta el día en que logre liberarse del régimen de la opresión, la explotación neocolonial y la arbitrariedad.  Una vez más debo repetir por las razones que ya le expliqué que no hemos participado de ninguna manera, de ninguna forma, en este asunto extrictamente interno zairota, que no hemos participado ni en el entrenamiento, ni en el equipamiento, ni en la formación de cuadros militares, ni en el armamento de las fuerzas insurgentes que han comenzado su lucha en Shaba.  ¡Qué esto quede claro!  ¡Qué esto quede bien claro!  ¡Qué esto no sea objeto de ningún tipo de duda!
 
Las potencias imperialistas llevan a cabo planes, en cooperación con los intervencionistas marroquíes y las tropas zairenses, para tratar de practicar el llamado “derecho de persecución” de los revolucionarios, buscando justificar una agresión contra el territorio nacional angolano.  ¿Qué piensa usted de ello?
    
“No ignoramos la existencia de tales planes, pero quisiera afirmar con toda la determinación posible que si estas fuerzas agresivas se atreven a atacar a Angola, bajo cualquier tipo de pretexto, no olvidarán nunca la amarga lección que recibirán, la aplastante y cierta derrota que sufrirán.  Permaneceremos en Angola, de acuerdo con el gobierno soberano de esa nación hermana, el tiempo que sea necesario, para contribuir a la defensa del país y a la consolidación de su independencia contra cualquier amenaza de agresión de dondequiera que venga.”
 
ADVERTENCIA A FRANCIA Y A BELGICA

 
Después del levantamiento popular zairense y la intervención militar franco-marroquí, que podrían dar el pretexto a los agresores zairenses y a sus cómplices para extender la guerra hasta las fronteras angolanas, la diplomacia cubana no ha permanecido inactiva.  En Europa, advirtió a los gobiernos francés y belga sobre la “gravedad de la situación si en algún momento los sucesos de Zaire sirviesen de pretexto para una agresión contra Angola”.  Quedó claro en esas conversaciones diplomáticas que el Partido, el Gobierno y el pueblo cubanos no abandonarán jamás las responsabilidades que han adquirido con respecto a Angola.  El Gobierno cubano actuó en esos encuentros según el principio fundamental que Fidel Castro me había precisado desde el inicio de nuestra entrevista.  Es decir, que un ataque contra Angola sería como un ataque contra Cuba.  Sobre este problema, Fidel dijo:
 
“Tanto los norteamericanos, como Mobutu, como Hassan, como Giscard d’Estaing, saben perfectamente que Cuba no tiene ninguna participación en los sucesos de Zaire.

“Toda esta propaganda no es más que un grosero pretexto para justificar la intervención criminal en los asuntos internos de Zaire, para mantener uno de los gobiernos más corrompidos, más reaccionarios y más represivos de Africa.  Mobutu ha sido el asesino de Lumumba y de Mulete, a quien arrestó e hizo ejecutar de una manera traidora, después de haberlo atraído hacia las fronteras del río Congo para una entrevista,  Mobutu, como bien se sabe, es uno de los hombres más ricos del mundo gracias a los cientos de millones de dólares que ha robado para depositarlos después en los bancos extranjeros.
 
“Nosotros seguimos una política de principios en nuestra ación internacional.  Nosotros no empleamos una política de mentiras.  Sabemos perfectamente que Mobutu y el imperialismo francés, así como los racistas sudafricanos, actúan en perfecta coordinación.
 
“Angola necesita la paz para la reconstrucción y el desarrollo del país.  Toda agresión contra Angola recibirá una respuesta enérgica.  Todo ataque contra Angola será considerado por nosotros como un ataque contra Cuba.  Nosotros la defenderemos con todos los medios que tenemos a nuestra disposición.”
 
ETIOPIA:  UNA VERDADERA REVOLUCCION
 
El desarrollo de la situación en Etiopía fue también objeto de discusión con Fidel.  No le oculté las profundas inquietudes que agitan a una buena parte de la opinión progresista y revolucionaria respecto al carácter y el alcance de los acontecimientos que sacuden a este país después del derrocamiento de Hayle Selassie y la toma del poder por el Comité Administrativo Militar Provisional.  Emití opinión de que los numerosos enfrentamientos que conmovieron a Etiopía durante los últimos tiempos, la escasez, la confusión y las contradicciones de las informaciones sobre la escena política etíope han suscitado numerosas interrogantes, particularmente la de saber si se trata de una simple lucha feroz por el poder “como nuestros periódicos lo han escrito frecuentemente”, o de un verdadero proceso revolucionario.  Y como Fidel acaba de visitar Etiopía y se había entrevistado con sus dirigentes y particularmente con Mengistu, ¿cuál es su apreciación de los acontecimientos?
He aquí su respuesta:
 
“En Etiopía hay una profunda revolución, un movimiento de masas poderoso, una reforma agraria profunda en un país feudal donde los campesinos eran prácticamente esclavos.
 
“Se ha realizado la reforma urbana y nacionalizado las principales industrias del país.  Creo que en la revolución etíope hay características de la Revolución francesa y de la Revolución bolchevique, porque los dirigentes han hecho una revolución antifeudal, trabajando al mismo tiempo por el socialismo.  Ello recuerda las revoluciones francesa y bolchevique, debido a la intensa lucha de clases desatada entre los obreros y los campesinos, por una parte, y los terratenientes y burgueses por la otra, y porque este país es hoy criminalmente agredido desde el exterior por la reacción árabe en complicidad con el imperialismo.  Los acontecimientos del 3 de febrero último han sido decisivos.  A partir de ese momento la izquierda y los dirigentes genuinos de la Revolución asumieron el mando y el proceso se encaminó hacia una línea profundamente revolucionaria.
 
“Puedo decir que he conocido bien a Mengistu.  Es un hombre sereno, inteligente, audaz, valiente y considero que posee excepcionales cualidades de dirigente revolucionario.
 
“Aunque la revolución etíope se enfrenta a enemigos poderosos, el pueblo está decidido a luchar, pues ninguna revolución verdadera puede ser fácilmente vencida.  Pensamos que el éxito y la consolidación de la Revolución Etíope tienen una enorme importancia para Africa.
 
“Déjeme repetirle una vez más que considero a Mengistu como un verdadero revolucionario y que la revolución que se desarrolla actualmente en Etiopía es una verdadera revolución.”
 
Es evidente que la situación en Etiopía, como la ha explicado bien Fidel Castro, es difícil y delicada.  La negativa de los norteamericanos a facilitar piezas de repuesto al ejército etíope, que había sido ampliamente equipado por Washington en la época de Haile Selassie y de sus sucesores, hasta el 3 de febrero último, plantea problemas que algunos países socialistas y progresistas tratan de solucionar, dado que la política de apoyo de la reacción árabe a los adversarios feudales del régimen de Mengistu adquiere extensión.  Pero hay ante todo, un problema, particularmente delicado, que es el que más puede obstaculizar el proceso iniciado por Mengistu.  Se trata de las relaciones difíciles entre Somalia y Etiopía, dos países cuya solidaridad se impone frente al asalto del imperialismo y de la reacción árabe.  La cuestión es, por consiguiente, saber si existe o pudiera existir una base de comprensión y de acuerdo entre Addis Abbeba y Mogadiscio.
 
La situación en Eritrea, en Ogaden, y en Djibouti plantea muchos problemas en las relaciones entre los dos países vecinos.  ¿Qué se debe hacer pues para tratar de sentar las bases de un “modus vivendi” que permitiría enfrentar los complots del imperialismo y de la reacción árabe y crear un frente homogéneo, dinámico y vigoroso para oponerse a los intentos de regímenes como los de Sudán, Egipto y Arabia Saudita, los cuales hablan de una alianza anti-comunista en la región destinada a desestabilizar en ella a los regímenes progresistas y revolucionarios?  En el momento en que Mengistu adopta medidas positivas contra los intereses estratégicos y económicos norteamericanos y europeos en su país, en el momento en que la Alianza sudano-egipto-saudita apoya firmemente las fuerzas reaccionarias etíopes de la UDE y trata de imponer en Eritrea a los movimientos nacionalistas de derecha, en el momento en que el peligro de un sistema neocolonial se precisa en Djibouti, esta solidaridad entre Addis Abbeba y Mogadiscio adquiere una significación completamente nueva.  Parece que ese fue uno de los objetivos que ha perseguido incansablemente Fidel Castro en este viaje a Etiopía, a Somalia y a Yemen del Sur.
 
Según informaciones recogidas de fuentes diplomáticas etíopes y somalíes, una pequeña Cumbre que agrupó a Siad Barre, Mengistu, Robaya y Fidel Castro, se reunió en Adén, en un serio intento para lograr el fracaso de los designios del imperialismo y de la reacción árabe.
 
La idea de crear un tipo de Federación o de Confederación que pudiera incluir a Somalia, Etiopía, Eritrea, Ogaden y quizás incluso a Djibouti, fue largamente discutida, analizada y meditada, siendo lo esencial impedir por todos los medios posibles que las maquinaciones, las maniobras y las conspiraciones del imperialismo occidental y muy particularmente del imperialismo norteamericano, aliado a la reacción árabe, lograsen mantener la tensión entre regímenes esencialmente antimperialistas.
Lo esencial también es impedir que el chovinismo, el nacionalismo estrecho, la demagogia, puedan convertirse en un obstáculo al objetivo principal que debe unir a todas las fuerzas revolucionarias en la región.  Como me dijo Fidel Castro “la gran solución de la humanidad es que las fronteras entre todos los países del mundo sean eliminadas.”  
 
LA LUCHA MAS ENERGICA QUE NUNCA, CON LAS ARMAS EN LA MANO
 
También le recordé a Fidel que algunos dirigentes africanos como Sekou Touré, Houari Boumedienne, Agostinho Neto, Samora Machel y otros habían lanzado un llamado a favor, precisamente, de la creación de un frente antimperialista en Africa para dar al traste con los intentos del enemigo común y desarrollar una solidaridad completa.  Me respondió inmediatamente:
 
“Considero que los compañeros revolucionarios africanos tienen toda la razón y que la creación de ese frente antimperialista constituye algo indispensable.”
 
Le señalé a Fidel que en su alegato del 16 de octubre de 1953 ante el tribunal que le juzgaba por haber dirigido el asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio de ese mismo año, acontecimiento que marcó el comienzo de la insurrección contra la tiranía de Batista, expresó que “el pueblo sometido a la injusticia y a la arbitrariedad tiene el derecho inalienable a la insurrección”.   

Le pregunté si no pensaba que lo que sucede actualmente en Zimbabwe, Namibia, Sudáfrica, Sahara, Palestina y Zaire era la materialización de este principio.  El líder cubano contestó:
 
“Solo la continuación de la lucha armada del pueblo de Zimbabwe podrá desarrollar la fuerza necesaria y la movilización  necesaria para vencer a los racistas rhodesianos y para asegurar una verdadera independencia nacional.  No creo que las soluciones pacíficas o diplomáticas logren llevar a los racistas rhodesianos y a sus aliados a renunciar al mantenimiento de su régimen.  La unidad de los revolucionarios de Zimbabwe es una condición esencial para su victoria y para el objetivo de impedir que se imponga en el país una solución neocolonial.
 
“La liberación de Zimbabwe, del Africa del Sur, de Namibia, no se realizará jamás sin la lucha más enérgica que nunca, con las armas en la mano, para que estos pueblos oprimidos por el colonialismo, el fascismo y el racismo puedan conquistar su libertad y su dignidad.  No hay que olvidar que la exigua minoría racista que oprime a esos pueblos no se resignará jamás a la liberación de éstos, por ninguna vía diplomática ni pacífica.”
 
Con relación a Palestina, Fidel Castro expresó:
 
“Mi visita a Moscú coincidió con la de Arafat.  Como tenemos magníficas relaciones con la OLP, sostuvimos conversaciones con él.  Me explicó cómo se desarrolló el Consejo Palestino que se efectuó en El Cairo.  La opinión que obtuve de los medios palestinos y de Arafat es que fue un gran éxito, que consolidó la unidad de la OLP, que trazó la línea de lucha de los próximos años.  El movimiento palestino salió de él más fortalecido.  Arafat me explicó a grandes rasgos los acontecimientos en el Líbano, la lucha llevada a cabo allí por los palestinos para defender la revolución y asegurar su supervivencia.  Me dijo que miles de combatientes palestinos murieron.  Son hechos muy dolorosos y tristes.  A pesar de ello, el movimiento palestino demostró su capacidad para resistir a las agresiones, que son consecuencia de las maniobras del imperialismo y del sionismo.  Pienso que los palestinos constituyen uno de los pueblos más heroicos de la época contemporánea.  A pesar de las enormes dificultades que han tenido que enfrentar, estoy completamente seguro de que su causa triunfará,  más tarde o más temprano, a pesar de la traición de la reacción árabe, de las maniobras del imperialismo y de las agresiones del Estado israelita.  Mantendremos siempre firmemente nuestra solidaridad con la lucha del pueblo palestino.”
 
NOVENTA Y NUEVE POR CIENTO DE LOS SAHARAHUIS A FAVOR DE LA INDEPENDENCIA.
 
Respecto al problema del Sahara, Fidel Castro se pronunció en los siguientes términos:

 
“Puedo decirle que cuando la ONU formó una comisión para ocuparse del problema saharauí, Cuba participó en ella para estudiar la situación del llamado Sahara español.  La comisión pudo confirmar que de cada mil saharauís, 999 querían la independencia.  De los miles de personas consultadas por la comisión solo una o dos se manifestaron a favor de la anexión del país con Marruecos y Mauritania.  El resto era partidario enérgico de la independencia.
    
“Como tenemos relaciones diplomáticas con Marruecos, el gobierno marroquí se dirigió a nosotros, haciendo gestiones para que Cuba apoyara las reclamaciones marroquíes.
    
“Naturalmente nos vimos en el deber de rechazarlas por respeto a la justicia y a los derechos fundamentales de los pueblos. De acuerdo a los testimonios y a las pruebas recopiladas por los representantes cubanos en el seno de la comisión de la ONU, no podíamos apoyar ni aceptar las ambiciones de Marruecos.  Mi opinión es que todo el pueblo saharauí quiere la independencia.  Son gentes muy patrióticas, heroicos combatientes que tarde o temprano realizarán sus objetivos.  Creo que Marruecos cometió un gran crimen en el Sahara español, una verdadera política expansionista y genocida contra el pueblo saharauí.  Recientemente he recibido noticias de que los patriotas saharauís obtienen grandes éxitos en su lucha contra los soldados que ocupan sus territorios, lo que provoca considerables pérdidas en el seno del ejército marroquí.  Incluso derribaron algunos aviones marroquíes.  Se han acostumbrado admirablemente a la guerra del desierto.
 
“Actualmente el gobierno marroquí se ha convertido en un verdadero gendarme del imperialismo y específicamente del imperialismo europeo.  El gobierno marroquí, no satisfecho con los crímenes que comete con los saharauís, envía a sus soldados a combatir contra los pueblos de Africa negra, al servicio del imperialismo, la reacción y el neocolonialismo.”
 
CHINA:  TRAICION CONSCIENTE AL INTERNACIONALISMO Y ALIANZA CON EL IMPERIALISMO
 
Dos problemas importantes debían aún suscitar interesantes comentarios y análisis de Fidel Castro.  Primero, China ¿cómo —le pregunté— comprender la política china, una política que decepcionó profundamente y golpeó a los pueblos del Tercer Mundo y, más particularmente, en Africa?  ¿Cómo explicar esta posición aberrante de la diplomacia china hacia Angola, Zaire, el Chile de Pinochet y el imperialismo europeo y norteamericano en general?  La reacción de Fidel Castro fue rápida.
 
“Durante mucho tiempo pensé que la dirección política china cometía grandes errores.  No pensaba que traicionara de una manera consciente y deliberada la causa del internacionalismo y del marxismo-leninismo.  Simplemente eso me parecía increíble.  No podía comprender cómo un país que ha hecho la revolución socialista, dirigida por obreros y campesinos, podía adoptar una política internacional tan absurda y tan similar a la del capitalismo y el imperialismo.  Hoy estoy absolutamente convencido de que no se trata de errores sino de una política consciente de traición al internacionalismo y de alianza con el imperialismo.  No hay un solo aspecto de la situación internacional donde la política de los dirigentes chinos no coincida con la del imperialismo. Los ejemplos son numerosos.  En Chile se asociaron a Pinochet y al fascismo.  En los países de América  Latina se asociaron con los elementos más reaccionarios y antinacionales.  En Africa, como se vio en Angola, apoyaron a los grupos asociados a la CIA y al neocolonialismo.  
 
Es vergonzoso que llegaran a aliarse con los fascistas, y particularmente con los de Sudáfrica, en la agresión contra Angola y contra el MPLA.  Ahora están profundamente comprometidos con el gobierno de Zaire, uno de los regímenes más reaccionarios, neocolonialistas y represivos de Africa.  Están plenamente de acuerdo con la intervención de Marruecos, del imperialismo francés y del imperialismo yanki en los asuntos internos de Zaire y le envían a este régimen grandes cantidades de armas ligeras y pesadas.  Como regla general la política exterior china marcha hombre con hombro con el neocolonialismo en Africa y la reacción árabe en el medio Oriente.  En Europa se asocian a la política de la OTAN y del imperialismo yanki y con los partidos más reaccionarios, como el demócrata-cristiano de Alemania Federal y el Partido Conservador británico.  Los dirigentes más connotados de ellos son invitados a visitar con todos los honores a China.  Grupos fascistas y grupos llamados extremistas, que están infiltrados por la CIA, reciben en Europa subvenciones y apoyos chinos.  Es también de esta forma como China apoya la posición de la RFA sobre la unificación de Alemania, frente a la política y a los intereses de la RDA; como apoya la existencia de la OTAN y la presencia de las tropas norteamericanas en Europa.  China alienta el chovinismo y la división en el seno del campo socialista.  De una manera aventurera e irresponsable, la dirección china azuza la guerra entre la Unión Soviética y Estados Unidos, tratando de intensificar la carrera armamentista y oponiéndose a toda política de paz.  De una forma demencial, la dirección china es incapaz de comprender que una guerra mundial con las armas nucleares y de destrucción masiva sería un suicidio para la humanidad.  Calcula que su país emergería de esta guerra como único superviviente.
 
“Gracias a su traición, el gobierno chino ha creado una profunda división en las fuerzas revolucionarias del mundo, en un momento en que estas estaban a punto de obtener una correlación de fuerzas decisiva para el triunfo del socialismo en el mundo.
 
“La dirección china realiza una campaña repugnante de calumnias contra la Unión Soviética.  Sin la Revolución de Octubre y la lucha de la Unión Soviética contra el fascismo, que le costó 20 millones de muertos, la desaparición del sistema colonial hubiera sido imposible, como hubieran sido imposibles el auge y el apoyo que reciben el movimiento socialista y progresista mundial.  Sin la existencia de la Unión Soviética, el imperialismo, en este momento de crisis energética y de escasez creciente de los recursos naturales, no hubiera vacilado en un nuevo reparto del mundo.  La propia Revolución China, no hubiera tenido lugar.  
 
“Es esta misma política china la que se prosigue en Asia, donde las reivindicaciones territoriales imperialistas japonesas son apoyadas por Pekín frente a la Unión Soviética.  En realidad, esta política se identifica con toda política reaccionaria en esta región del mundo.  Una política burda, oportunista, demagógica y cínica.”
 
UNA POLITICA INFAME
 
Fidel Castro se refirió en particular a la política de la dirección china hacia Cuba.  Sobre este aspecto dijo:

 
“En cuanto a Cuba, la política china es verdaderamente infame.  Combate con calumnias repugnantes y mentirosas la solidaridad de nuestro Partido con los movimientos de liberación, lo que coincide perfectamente con los ataques del imperialismo norteamericano contra nuestra patria.  China se opone a la desaparición del bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba y a la devolución del territorio ocupado por los norteamericanos en la base de Guantánamo.  Hemos recibido noticias fidedignas según las cuales los servicios secretos chinos trabajan en estrecha colaboración con los servicios secretos franceses, norteamericanos, germanooccidentales y con los de la OTAN.  Hay que decirlo aunque ello parezca increíble, pero es rigurosamente cierto.
    
“Recientemente ocurrieron en la República Popular China algunos acontecimientos políticos que llevaron a la eliminación de lo que se ha dado en llamar la “pandilla de los cuatro”.  Ahora bien, todos sabemos que durante 10 años esta pandilla determinó la política y fue responsable de todos los hechos que acabo de señalar.  Me pregunto cómo es posible que en vida de MaoTse Tung, su mujer y un grupo de ambiciosos hayan podido disfrutar de tanto poder.
    
“O bien Mao estaba absolutamente senil en la fase final de su vida, o bien Mao no era el genio, el dios de la revolución que pretenden presentar los dirigentes chinos.  Creo sinceramente que esto es, en el fondo, el resultado del culto a la personalidad y del endiosamiento de los líderes que tanto repugnan a un verdadero comunista.
    
“Vemos que hasta aquí no se discute en China una verdadera política de principios o el regreso a una política verdaderamente revolucionaria.  Se trata simplemente, hasta ahora, de una lucha repugnante por el poder.
    
“Pienso, sin embargo, que la política actual de China es objetivamente absurda, que el pueblo chino no tiene ningún porvenir en esta alianza con el imperialismo y la reacción mundial.  Creemos en el pueblo chino.  Sabemos bien que es un pueblo extraordinariamente abnegado, heroico y revolucionario.  Un pueblo así puede quizás ser engañado un tiempo pero no podrá ser engañado todo el tiempo.”
 
RELACIONES CON ESTADOS UNIDOS
 
¿Que piensa Fidel Castro de la nueva administración Carter?
 
¿Cuáles son las perspectivas y las condiciones de una normalización de relaciones con Estados Unidos?
 
¿Dejan entrever los recientes encuentros del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba con los senadores, hombres de negocios y periodistas norteamericanos la posibilidad de una solución a la crisis que caracterizó las relaciones entre los dos países?
 
¿Qué piensa de algunas declaraciones oficiales norteamericanas, según las cuales no habría normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos mientras tropas cubanas estuvieran en Angola?

 
Fidel Castro se extiende en el análisis de estas cuestiones:
 
“El presidente Carter es el primer presidente desde hace más de dieciséis años que no se ha comprometido en una política de hostilidad contra Cuba.  Kennedy heredó la política de agresión premeditada de Eisenhower y después de su asesinato, Johnson, que estaba enredado en la guerra de Viet Nam, mantuvo la misma política de hostilidad.  En cuanto a Nixon —que era el Vicepresidente bajo la administración Eisenhower—, su complicidad en los preparativos de agresión contra Cuba en 1961, sus estrechos vínculos con los contrarrevolucionarios y algunas familias ricas de origen cubana en Estados Unidos, hacían de él un prisionero de la misma política de hostilidad.  En lo que respecta a la administración Ford-Kissinger, debe precisarse que este último experimentaba una gran irritación, una gran hostilidad hacia Cuba, que se acrecentó considerablemente después que Cuba asumió su deber internacionalista, dando su apoyo concreto al pueblo angolano en su lucha contra los agresores racistas e imperialistas.  Y de esta forma se ha mantenido integralmente durante dieciséis años el bloqueo económico norteamericano contra Cuba.
    
“Decía, pues, que Carter no se había comprometido en esta política.  Incluso podemos decir que ha dado algunos pasos:
 
•Sus declaraciones públicas en las cuales se pronuncia a favor de discusiones con Cuba.
 
•Las declaraciones del Secretario de Estado Cyrus Vance según las cuales Estados Unidos está dispuesto a discutir con Cuba sin condiciones previas.
 
•La autorización concedida a los ciudadanos norteamericanos para visitar Cuba.  La prohibición de tales visitas fue constantemente renovada y mantenida durante todos estos últimos años.
 
“Y puedo añadir dos hechos más:  Hemos observado que desde la toma de posesión de Carter no se han producido vuelos de aviones espías norteamericanos sobre nuestro territorio y hemos discutido el problema de la delimitación de los derechos de pesca dentro de los límites de 200 millas.
    
“No hemos renovado el acuerdo sobre la piratería aérea con Estados Unidos porque después del sabotaje al avión cubano dijimos que estábamos dispuestos a discutir con Estados Unidos esta cuestión sobre la base del cese total de la política de hostilidad con respecto a Cuba.  Porque el bloqueo económico impuesto contra Cuba es un acto de hostilidad muy grave.  Actualmente, algunos senadores norteamericanos propusieron el cese de ese bloqueo para los alimentos y los productos farmacéuticos.  Pero esto no resuelve el problema.  Una suspensión parcial no es suficiente.  Estados Unidos comercia con China, con la URSS y con los demás países socialistas.  ¿Por qué, pues, esta discriminación arbitraria para con nosotros?
    
“Ahora bien, lo repito, actualmente, excepto la cuestión del derecho de pesca, no existe ninguna discusión entre nosotros.”
 
LA RESPONSABILIDAD DE ESTADOS UNIDOS
 
“Ciertamente, antes de su elección, Carter asumió algunas posiciones que podríamos destacar, como por ejemplo sus declaraciones críticas sobre lo que ocurrió en Chile y sobre la política de Nixon con respecto al gobierno de la Unidad Popular de Allende.  Existe también su afirmación de que está dispuesto a buscar una solución al problema del Canal de Panamá.  Igualmente existen diferentes matices con relación a sus predecesores sobre Africa Austral.  Es necesario ver ahora cómo se va a orientar en la práctica la política de Carter.  Debemos seguir todo esto.  Lo que quiere decir más precisamente es que antes de las elecciones, Carter había adoptado posiciones más variadas que Ford, un poco más críticas con respecto al curso de algunos problemas internacionales.  Esperemos a ver cómo va a actuar ahora... Para Cuba el problema clave es el bloqueo económico que se le ha impuesto.  No se trata de suprimirlo parcialmente.  Para crear un clima favorable al mejoramiento de las relaciones con Estados Unidos es indispensable que cese ese bloqueo económico ya tan desacreditado e insostenible.
    
“¿Cómo no tener en cuenta al respecto la agresión de 1961, los ataques terroristas, las actividades subversivas de la CIA, los planes de asesinato de los líderes revolucionarios cubanos, la guerra bacteriológica que diezmó, mediante las epidemias provocadas, la mitad de nuestro ganado porcino, los agentes que introdujeron enfermedades en nuestra avicultura?  Y qué decir de los actos de sabotaje y de terrorismo llevados a cabo por la CIA en total complicidad con Chile, Puerto Rico, Nicaragua, que expiden pasaportes y facilitan viajes a los contrarrevolucionarios que hicieron explotar nuestro avión y atacan nuestras embajadas y consulados.  La principal responsabilidad incumbe a Estados Unidos.  Deben cesar estas acciones contra Cuba.  Por otra parte, las personas serias de Estados Unidos comprenden que esta es una política criminal, loca, desacreditada que no puede durar mucho tiempo.  Hemos autorizado las visitas de turistas, así como las de personalidades, hombres de negocios, periodistas, porque no era correcto por nuestra parte establecer la prohibición de estas visitas cuando en Estados Unidos acaban de levantar las restricciones a ella.
    
“Hace dos años, los norteamericanos pidieron ponerse en contacto con nosotros.  Fue después de la dimisión de Nixon.  Estos contactos tuvieron lugar y sirvieron para exponerles claramente que no estábamos dispuestos a entablar conversaciones mientras existiera el bloqueo.  Estos contactos se limitaron a eso.  Nada más.  Actualmente mantenemos esa posición.  Yo quiero decirle por qué:  Existe una razón fundamental.  Nosotros no hemos impuesto un bloqueo contra Estados Unidos.  Nosotros no tenemos base naval en Estados Unidos.  Nosotros no practicamos la subversión ni el espionaje en Estados Unidos.  Por eso creemos que la condición que favorecería la discusión es que ese bloqueo económico desapareciese.  Desde nuestro punto de vista, esta es una posición muy justa, porque de otra manera no llegaríamos a ninguna parte.  Admitimos la posibilidad de contactos para aclarar esta posición.  Contactos, pero no discusiones.
    
“Esto quiere decir que estamos de acuerdo en discutir los problemas que existen entre nosotros cuando se suprima el bloqueo. Permítame decirle una cosa:  no creo que el problema de las contradicciones existentes entre el capitalismo y el socialismo se solucionen mediante la guerra.  Porque no vivimos en la época del arco y la flecha, sino en la era nuclear.  Una guerra podría aniquilar al mundo.  De una forma o de otra las naciones con diferentes regímenes sociales deberán aprender a coexistir.”
    
Algunas declaraciones norteamericanas, le expresé a Fidel Castro, dicen que no podrían normalizarse las relaciones entre Cuba y Estados Unidos mientras se encuentren las tropas cubanas en Angola.  El asunto fue abordado por el líder cubano inmediatamente.
 
“Que las cosas queden claras, nítidas, que se sepa que jamás negociaremos con Estados Unidos nuestra solidaridad con Angola. Esta cuestión no se negocia.  ¿No sería absurdo por nuestra parte discutir, por ejemplo, el retiro de las tropas norteamericanas en Europa, Corea del Sur, Filipinas, Japón o Arabia Saudita?  Es realmente absurdo que Estados Unidos ponga condiciones de esta naturaleza.  Nuestras posiciones están claras y no tienen ambigüedad alguna.”
 
NUESTRA REVOLUCION JAMAS SE CORROMPERA
 
¿No existen riesgos en aceptar la llegada de turistas norteamericanos y más aún cuando millares de personas quieren visitar a Cuba?  Fidel sonríe y responde gustosamente:
 
“Sí, aceptaremos a estos turistas si es necesario.  Existe quizás el riesgo de que logren corromper a una ínfima parte de la población.  Pero nuestra Revolución jamás se corromperá.  Y si este es el precio que hay que pagar para mostrar lo que el socialismo ha realizado en Cuba, lo que un país comunista como Cuba ha podido llevar a cabo en algunos años, si podemos contribuir a eliminar el espectro que se utiliza para atemorizar a la gente en cuanto al comunismo, entonces, pensamos que el riesgo es insignificante.
    
“Es importante que los turistas europeos y norteamericanos puedan hacerse aquí mismo, en Cuba, una imagen correcta y real de lo que sucede en nuestro país y de las realizaciones que un régimen socialista ha podido llevar a cabo en tan pocos años.  Ellos verán que el clisé de una propaganda hecha de calumnias y de mentiras no tiene ningún valor.  Ellos verán cómo y cuánto el pueblo cubano admira a los militantes del Partido Comunista, al espíritu riguroso que los caracteriza, la calidad y la dimensión de los sacrificios que asumen, la ausencia de privilegios.  Ellos verán que todo el pueblo mira al Partido Comunista con mucho respeto porque sabe que no existen en él ni el oportunismo ni la corrupción ni el liberalismo.  Durante la segunda guerra de liberación de Angola, los militantes comunistas fueron los primeros que quisieron enrolarse y partieron para contribuir a la defensa, a la consolidación y al triunfo de la Revolución Angolana, aunque sabían que iban a alejarse a varios miles de kilómetros de su país y asumir una tarea muy dura y muy difícil.”
 
La entrevista duró mucho más aún.  Es probable que le dedique aún otro artículo.  Lo que más me impresionó en estos 10 días pasados en Cuba es la ausencia total de todo culto a la personalidad.  Pocas son las veces en que la foto de Fidel aparece en la prensa cubana y durante mi estancia solo la vi una vez.  Jamás sus retratos presiden las administraciones gubernamentales, las oficinas y las plazas públicas.  Grandes retratos del Che, de Lenin, de Marx y Engels se ven, es cierto. Pero el verdadero espíritu colectivo de trabajo, la ausencia de todo poder personal y sus consecuencias, a pesar de la inmensa popularidad y del prestigio de que goza Fidel, parecen determinar la actitud y el comportamiento de todos los miembros del Buró Político y del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, con quienes tuve la oportunidad de entrevistarme.
    
Quizás esta sea una de las impresiones más fuertes que un visitante reciba y cuando expresé mi asombro al respecto, Fidel Castro me recordó esta frase histórica de José Martí, apóstol y mártir de las libertades del pueblo cubano y también de las de los pueblos hispano-americanos, cuya vida y obra fueron marcadas por un constante carácter internacionalista, americanista y antimperialista: “Todas las glorias del mundo caben en un grano de maíz”.  Quiso decir que los hombres pasan pero las obras quedan.
    
Y el pueblo cubano —que construye en su país, pese a los obstáculos, un socialismo ejemplar y que manifiesta concretamente su solidaridad internacionalista hacia los que luchan por una verdadera independencia y para eliminar para siempre todos los yugos— es una prueba viviente.
    
Que Cuba sirva de ejemplo a todos los países que sufren la opresión, la explotación y la dominación extranjera. (12-5-77)

 

Lugar: 

Hotel Habana Libre, La Habana, Cuba

Fecha: 

23/04/1977