Noticias

A 50 años de una histórica campaña por la dignidad

Cada 22 de diciembre las escuelas cubanas se engalanan para celebrar el Día del Educador. Todos esperan ansiosos la fiesta y con sobradas razones los estudiantes rinden homenaje a quienes los forman para el futuro.  

En una fecha como esa, pero de 1961, Cuba fue declarada territorio libre de analfabetismo. En aquella ocasión, el líder revolucionario Fidel Castro dijo en un discurso pronunciado en la Plaza de la Revolución José Martí, en La Habana: 

"Ningún momento más solemne y emocionante, ningún instante de legítimo orgullo y de gloria, como este en que cuatro siglos y medio de ignorancia han sido derrumbados. Hemos ganado una gran batalla, y hay que llamarlo así -batalla-, porque la victoria contra el analfabetismo en nuestro país se ha logrado mediante una gran batalla, con todas las reglas de una gran batalla".

Verdaderamente así fue, en enero del "Año de la Educación", 121 mil Alfabetizadores Populares, 35 mil maestros voluntarios, 100 mil brigadistas Conrado Benítez y 15 mil jóvenes "Patria o Muerte" partieron a los lugares más intrincados del país, con la meta de enseñar a leer y a escribir hasta el último compatriota.

Bajo el principio de "el que sabe enseña al que no sabe" fueron movilizados con carácter voluntario adolescentes de hasta 12 años, que llegaron a compartir Cartilla  y Manual con quienes se rehusaban a aceptar un maestro tan joven.

El resultado de este programa sacó de la ignorancia a aproximadamente 700 mil cubanos, a los que continuó preparando después de ese primer gran paso con las batallas por el Sexto Grado -desde 1962 hasta el quinquenio 1975-1980-, y por el Noveno Grado, que culminó en el periodo 1980-1985.

Desde entonces, Cuba se colocó entre las naciones de más bajo índice de analfabetismo en el mundo y ha extendido su experiencia a 28 países, entre ellos Venezuela, Nicaragua, Honduras y Argentina con el programa Yo sí puedo, que ha permitido enseñar a leer y a escribir a más de cinco millones 700 mil personas, según datos oficiales.

Durante la gran "batalla" de 1961, como le nombrara el Comandante en Jefe Fidel Castro, fueron asesinados por contrarrevolucionarios los maestros Conrado Benítez y Manuel Ascunce Doménech. Del primero, cuyo nombre se puso a una de las brigadas, Fidel expresó:

"¡Después de muerto ese maestro seguirá siendo maestro! (...) Ese maestro es el mártir cuya sangre servirá para que nosotros nos propongamos, doblemente, ganar la batalla que hemos emprendido contra el analfabetismo (...) El mártir del Año de la Educación, el mártir de los maestros".

Por eso, la celebración este 22 de diciembre del aniversario 50 de la culminación  exitosa de la referida campaña rinde homenaje a quienes están ahora en las aulas y a aquellos que perdieron su vida en tan noble proyecto revolucionario.

Porque educar no es tarea fácil. Según Félix Varela,  es "enseñar al hombre a pensar por sí mismo desde sus primeros años, o mejor, quitarle los obstáculos que le impiden pensar". 

Fuente: 

Agencia de Información Nacional

Fecha: 

21/12/2011