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A los estudiantes corresponde seguir escribiendo la historia

El líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz, mantuvo un vínculo permanente con los estudiantes. Foto: Archivo de Granma
El líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz, mantuvo un vínculo permanente con los estudiantes. Foto: Archivo de Granma

Date: 

17/11/2019

Source: 

Periódico Granma

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El oscuro rostro del fascismo, su intrínseca capacidad para avasallar seres humanos y pisotearlos fue lo que desató aquella resistencia en Praga. La respuesta fue una brutal represión que se robó, entre otras la vida de un estudiante. La impotencia, la rabia, el dolor, movilizó a sus coetáneos y otra vez respondieron los criminales con muerte, hostigaron las residencias estudiantiles, fusilaron a jóvenes inocentes y aun así no saciaron su sed de sangre, por eso enviaron a miles de estudiantes a un campo de concentración.
 
Esos acontecimientos tuvieron lugar entre los días 16 y 17 de noviembre de 1939, y fueron otro precedente para que el mundo no olvidara jamás los crímenes del fascismo y tampoco la fuerza y la capacidad de resistencia del estudiantado mundial.
 
Si bien es cierto que los hechos no tienen vinculación directa con Cuba, también aquí se celebra la fecha. Siendo sinceros, si no existiera un Día Internacional del Estudiante, creo que de todas maneras nuestra Isla hubiera fijado para ese fin su propia fecha del calendario, pues tiene el estudiantado cubano, una hermosa y fecunda historia, y el mérito inigualable de que en diversas épocas, se gestara entre sus filas gran parte de nuestro más avanzado pensamiento político, desde Martí hasta Fidel.
 
Fue entre las manos de Rafael María de Mendive, cuando la sensibilidad, el patriotismo y el irreconciliable sentimiento antiesclavista y anticolonialista ya existentes en el joven José Julián, comenzaron a tomar su verdadera forma y dimensiones. Fueron los años de adolescencia y juventud determinantes en el crecimiento definitivo de quien deviniera ideólogo de la gesta del 95 y a la vez, del resto de las luchas por venir en pos de la definitiva independencia de Cuba.
 
Y qué decir de los años de neocolonia, donde el estudiantado adquirió un protagonismo indiscutible, y de entre sus filas se alzaron figuras sin las que hoy sería imposible escribir la tradición de resistencia y lucha de este pueblo.
 
Por justo merecimiento hay que mencionar a Mella, fundador de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), ejemplo de revolucionario cabal, víctima del odio de un tirano; a Villena, que con la Protesta de los Trece y su manifiesto, trazó para sí un rumbo de entrega sin límites a la causa de la Patria, un batallar incesante que puso su salud en un segundo plano con el fin de enfrentar al «asno con garras» que perseguía y asesinaba a todo aquel que se interpusiera en su camino de excesos incontenibles. Aquella fue también la generación de Juan Marinello, fiel ejemplo de la una intelectualidad comprometida, capaz de mirar de frente a la injusticia y fiel a sus convicciones hasta el día de su muerte.
 
Tuvimos un José Antonio Echeverría, que junto a sus compañeros vistió para siempre de heroísmo el 13 de marzo, e hizo pública para todo el país desde la cabina de Radio Reloj, la voluntad del estudiantado cubano de enfrentar a la tiranía, aunque fuera en ello su propia vida, como sucedió sólo unos minutos después.
 
Fueron cientos, miles los estudiantes que día a día combatieron desde la clandestinidad, que pusieron sus saberes, su instrucción al servicio de su Patria, que asumieron posturas de avanzada, visiones de futuro, de un futuro que no querían bajo el yugo imperialista.
 
Y unos nacieron en los otros, y los muertos caminaron con los vivos, y allí en la universidad creció aquel inmenso líder, el que reunió en sí lo más puro del sentimiento independentista, el que con sus coetáneos abrazó definitivamente a Martí, dio color de lucha a la mañana de la Santa Ana, se vistió de acusador desde la postura de acusado, atravesó el mar enfurecido y subió a la Sierra. Ese hombre sin época, sin límites de tiempo, que agradeció siempre al Alma Máter y que jamás apartó de ella sus raíces.
 
Son demasiadas las razones que permiten a un estudiante cubano sentirse orgulloso de serlo y esa herencia incalculable debe ubicarse sin dudas entre las primeras que se citen. Por eso, el 17 de noviembre es motivo de alegría, permite celebrar la libertad, el respeto a un derecho tan elemental como es el acceso a la educación, pero es también el recuerdo imperecedero de quienes aun muy jóvenes, con sueños por cumplir, edificaron el compromiso eterno del estudiantado cubano con su Patria.
 
Lo más hermoso de todo, es que ese compromiso sigue en pie, y que la Revolución sabe que entre sus estudiantes, entre sus adolescentes y jóvenes, descansa un valioso futuro. Iniciativa, creatividad, participación, son hoy palabras que identifican a quienes cada día llegan hasta las aulas, porque esta sociedad los necesita, porque a ellos corresponde seguir escribiendo la historia.
 
Día Internacional del Estudiante o Día del Estudiante
 
    El 28 de octubre de 1939, día del aniversario 21 de la Declaración de la Independencia
    Checoslovaquia, la resistencia de los checos contra el fascismo estalló en grandes manifestaciones de protesta en las calles de Praga, en las que participó un gran número de estudiantes.
 
    En el enfrentamiento contra los ocupantes fascistas resultaron heridas varias personas y murieron dos de ellas a consecuencias de las heridas. Jan Opletal, estudiante de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carlos, fue una de las víctimas. La noticia de su muerte atizó el odio de la población y se convirtió en un llamamiento a intensificar la resistencia.
    El 15 de noviembre, día del entierro, las personas se lanzaron a las calles y realizaron actos de protesta en las universidades y residencias estudiantiles de Praga y otras ciudades. La respuesta de los nazis fue fulminante.
    En la noche del 16 al 17 de noviembre cercaron las residencias estudiantiles, arrestaron y hostigaron a miles de estudiantes y fusilaron a nueve de ellos.
    El 17 de noviembre cerraron todas las instituciones checas de Educación Superior y enviaron a más de 1 200 estudiantes al campo de concentración Sachsenhausen- Oraníeburg.
 
Fuente: Revista Alma Máter.
 
Frases del Presidente cubano Miguel Díaz-Canel sobre los jóvenes
 
    Deseo que sean revolucionarios cabales, antimperialistas, formados integralmente y muy humanistas, pues no se puede ser revolucionario verdadero sin tener sensibilidad.
 
    Ustedes deben ser rebeldes e inconformes a fin de transformar todo a su alrededor para bien, sean solidarios, honestos e innovadores, asuman la ciencia como herramienta para el trabajo y encontrar soluciones.
    Nuestros jóvenes son continuidad, futuro y renovada fuerza revolucionaria.
 
    Que la Revolución Cubana sea por siempre una Revolución de jóvenes y, al mismo tiempo, una Revolución Socialista de los humildes, por los humildes y para los humildes.
    Nuestros jóvenes piensan en Cuba, porque son protagonistas, genuinos participantes y continuadores de la Revolución.
    Los jóvenes son nuestra inspiración y confianza en el futuro. Serán siempre consecuentes con las enseñanzas de Fidel y Raúl Castro, y de los demás héroes de la nación.
 
    La dirección del país toma muy en serio las opiniones de las nuevas generaciones, a las cuales respeta y quiere mucho, con su alegría y profundidad.
 
Fuentes: Presidencia de Cuba, Agencia Cubana de Noticias y Granma.